martes, 28 de junio de 2011

CINE DE LOS 80: "LOS CAZAFANTASMAS"


TÍTULO: LOS CAZAFANTASMAS

DIRECTOR: IVAN REITMAN

REPARTO: BILL MURRAY, DAN AYKROYD, HAROLD RAMIS, ERNIE HUDSON, SIGOURNEY WEAVER, RICK MORANIS

DURACIÓN: 107 min.

AÑO: 1984

GÉNERO: COMEDIA / CIENCIA FICCIÓN

  • EL DR. JECKYLL DICE:

A principios de los años 80, antes del estreno mundial de "Los cazafantasmas", Ivan Reitman era un director que tan sólo había dirigido dos comedias tan chabacanas como gamberras, cuyo éxito había sido más que notorio. Buena parte de la acogida de estas películas era debido a la participación en ellas de un grupo de cómicos procedentes de famosos shows de la televisión estadounidense, capaces de hacer que el público se interesara por sus propuestas cinematográficas. Ahora bien, lo que pocos podían presagiar era que, este grupo de amigos, con Reitman a la cabeza, acabarían decantándose para su tercer proyecto juntos por una comedia de ciencia ficción repleta de enromes dosis de humor y espectaculares efectos visuales.


Partiendo por un guión escrito a cuatro manos por dos de sus protagonistas principales, Dan Aykroyd y Harold Ramis, el argumento de "Los cazafantasmas" se centra en cómo un grupo bastante particular de científicos formado por Pete Venkman, Raymon Stantz y Egon Spengler (Murray, Aykroyd y Ramis, respectivamente), especializados en la sucesión de fenómenos paranormales, empiezan a detectar una importante concentración de energía en un punto de la ciudad de Nueva York. Animados por la presencia esporádica de criaturas fantasmales (memorable el fantasma pequeño, verde y regordete llamado Sleimer). Desbordados por las continuas apariciones de estos seres y por unos fenómenos extraños vinculados con un mítico edificio de la ciudad de los rascacielos, deciden fundar una empresa llamada "Cazafantasmas", dedicada a librar a los neoyorquinos de estas molestas y desastrosas apariciones. Una de sus clientas es Danna Barrett (Weaver), quien ha sufrido unas apariciones fantasmales de seria importancia en su apartamento, justo en el mismo misterioso edificio. Cuando el grupo de cazafantasmas comienzan a investigar este fenómeno, empiezan a descubrir que se trata de un acontecimiento mucho más grave de lo que habían previsto.


El éxito que alcanzó "Los cazafantasmas" fue elevadísimo. Hoy en día, en el mercado estadounidense, sigue siendo (con diferencia), la comedia de ciencia ficción más taquillera, y la película dirigida por Ivan Reitman que más dinero ha llegado a recaudar. El secreto de tal éxito consistió en una combinación muy acertada de humor -potenciado no sólo a través de los mismos protagonistas, sino también a través del personaje de vecino metomentodo interpretado por Rick Moranis-, y de espléndidos efectos especiales, cuya preparación corrió a cargo de buena parte de los especialistas en trucajes que participaron en la realización de la trilogía de "La guerra de las galaxias". Respecto a este último punto, es fácil recordar las primeras apariciones de fantasmas en un hotel (cuando el desagradable bicho verde -Sleimer- acaba "moqueando" a Venkman), así como las apariciones que tienen lugar en el interior del piso de Dana, o todo el final en la azotea de ese monstruoso edificio, con muñeco gigante vestido de marinero incluido.


"Los cazafantasmas", a pesar de acusar hoy en día el paso de los años, sigue siendo una película agradable, enormemente divertida, y no carente de cierta originalidad que ayuda a comprender por qué gustó tanto al público en el momento de su estreno. Cierto es que no se trata en absoluto de una obra genial tanto de la comedia o de la ciencia ficción, pero lo que nadie puede negar es que resulta un largometraje entretenido desde que comienza hasta que acaba. Además, también ofreció al público una visión diferente de los fenómenos paranormales. Tengamos en cuenta que, unos años antes, las apariciones fantasmales habían sido presentadas de una forma muy diferente ("Poltergeist - Poltergeist, 1982") y aterradora. Por lo que este relato de fantasmas de "buen rollo", si me permiten la expresión, supuso una vuelta de tuerca diferente que la taquilla de todo el mundo acabó agradeciendo.


  • MR. HYDE DICE:

  • "¿A quién vas a llamar? ¡¡Cazafantasmas!!". Jejeje. Aún recuerdo cómo molaba la canción de la peli. Mira que la letra era chorra y que no decía más que la misma condenada frase una y otra vez, pero tenía un algo que acababa por enganchar. Lo mismo le pasaba al resto de la película. Tenía trozos que acojonaban a saco (al menos cuando tienes menos de diez años en el momento en que la ves por primera vez), como cuando esa especie de perro enorme con cuernos y cara de mala leche empieza a acosar a la gente como si nada, o como cuando están ya en la azotea de esa especie de infierno de edificio, y sale un tío/tía embutido en mallas brillantes y con cara de pocos amigos, hablando con una voz que le ponía los huvos de corbata al más pintado.


    Ahora bien, por otra parte, también reconozco que tenía sus puntos de coña muy bien hechos. Como cuando el bicho verde se le tira encima a Bill Murray y lo deja bañado en mocos (joder, qué ascazo), o como cuando le disparan los tres pavos a un carrito de la limpieza de un hotel con esa especie de pistola láser, porque pensaban que era un fantasma. En fin, tonterías por el estilo, pero que tenían su gracia.


    También es cierto que, vista ahora, la película huele a viejo que te rilas. Los efectos especiales (por muy logrado que esté el muñequito de Michelin del final), están ya anticuados, y la historia tampoco ofrece más novedades. Unos años más tarde hicieron una segunda parte que, sin estar tan mal, tampoco era igual que cachonda que la primera. Y, ahora, parece que para el año que viene se masca una tercera parte. Esto último no sé si será verdad o no, pero ya os digo que si es así en Hollywood están fatal de la muerte. Vamos a ver, que la primera parte se estrenó hace casi treinta años... ¿Os imagináis en qué estado físico estarán ahora los "cazafantasmas"? ¡Pero si los fantasmas casi van a parecer ellos! En fin, qué le vamos a hacer.


    Por fortuna, aún podremos disfrutar con lo divertida que es la primera parte y la simpatía que despierta en la gente que la vio en su momento cada vez que la pasan por la tele y te paras a verla o, simplemente, cuando se la recuerdas a alguien. Si se guarda un recuerdo así de bueno, por algo será.