domingo, 22 de enero de 2012

CINE EN CARTEL: "SHERLOCK HOLMES: JUEGO DE SOMBRAS"


TÍTULO: SHERLOCK HOLMES: JUEGO DE SOMBRAS

DIRECTOR: GUY RITCHIE

REPARTO: ROBERT DOWNEY JR., JUDE LAW, JARED HARRIS, NOOMI RAPACE, STEPHEN FRY, KELLY REILLY

DURACIÓN: 129 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: AVENTURAS

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Tal y como suele ser tónica general en Hollywood, cuando se estrena una película que se convierte en un gran éxito de taquilla y su final queda abierto a una posible secuela, no pasa mucho tiempo hasta que llega a las plateas su segunda parte. Además, si a ello se une la reciente moda de los grandes estudios por poner al frente de dichos proyectos a directores con una trayectoria más que notable y con un estilo visual muy propio al que deben su fama (caso de, por ejemplo, el alemán Marc Foster con la última entrega de las aventuras de James Bond, o Kenneth Branagh con su "Thor - Thor, 2011"), ahora es el inglés Guy Ritchie quien repite funciones de director en la secuela de "Sherlock Holmes - Sherlock Holmes, 2009". Y, por supuesto, como toda segunda parte que se precie, aparte de repetir un buen número de actores en los roles principales, ésta llega cargada de secuencias más espectaculares, ruidosas y, por consiguiente, mayor presupuesto. Ahora bien, que estos elementos hagan del largometraje un film mejor, ya es otro cantar.


    Sherlock Holmes (Downey Jr.) está inmerso en la resolución de una serie de atentados que están sembrando el pánico en las calles de Inglaterra. Según sostiene, la mente criminal que se encuentra tras ellos no es otro sino el siniestro profesor James Moriarty (Harris), por motivos que aún desconoce. Por este motivo, aprovecha los días previos a la boda de su buen amigo el doctor Watson (Law) con su prometida Mary (Reilly) para desenmascarar a Moriarty. Sin embargo, lo que parecía una simple misión se complica más de la cuenta cuando la investigación parece indicar la existencia de una complicada conspiración internacional, por lo que requerirán la ayuda de una pitonisa rumana (Mara) y del mismísimo hermano de Holmes, Mycroft (Fry).


    Suele decirse que las comparaciones son odiosas. Al menos aquellas que dejan en mejor lugar a una de las partes con respecto a las otras. Por otro lado, también suele ser frecuente (o, al menos, su intención) que las secuelas de un film original sean muy superiores a éste, introduciendo elementos novedosos que atraigan el interés del espectador. Bien, pues "Sherlock Holmes: juego de sombras" no responde exactamente a ninguno de estos dos dichos. Si bien, como película, no resulta mejor que su antecesora, tampoco es peor; y como film novedoso, a excepción de unas pocas secuencias, el resultado es de lo más parecido a la primera parte. ¿Quiere decir ello que estemos hablando de un film sin personalidad? En absoluto. Sí que es cierto que Guy Ritchie parece haber abandonado definitivamente el tono ácido y corrosivo tan cínico de sus primeros -y magníficos- trabajos, y del que tan solo se vislumbra una sombra en "Sherlock Holmes: juego de sombras".


    Por fortuna, nada de esto quiere decir que esta secuela sea una mala película, en absoluto. De hecho, el largometraje es perfectamente consciente de que se trata de un simple pasatiempo, ni más ni menos. Y, aunque se preocupe lo suficiente por distraer al público con elaboradas secuencias de acción (ver el instante en que Holmes y Watson se libran de unos sicarios de Moriarty a bordo de un tren, de la destrucción de una fábrica de armas en Alemania, o de la huída de los héroes a través de un bosque), el film no presenta muchas más diferencias respecto al predecesor. Por supuesto, sí que se producen grandes avances en cuanto al diseño de producción (algo de lo que el director Guy Ritchie saca provecho en numerosos movimientos de cámara y travellings), y la elaboradísima banda sonora de Hans Zimmer.


    En resumidas cuentas, "Sherlock Holmes: juego de sombras" se estrena en las pantallas como un pasatiempo de lo más entretenido, con la única pretensión de distraer a la platea y hacer que la gente se lo pase bien con un film de aventuras menos trepidante de lo que cabría esperar, pero enormemente eficaz.



  • MR. HYDE DICE:

  • "Sherlock Holmes: juego de sombras" es el perfecto ejemplo de cine de entretenimiento. No es ninguna obra maestra, ni consigue que pienses que es una pasada de película. Pero durante sus dos horitas te distrae que ni te enteras de que pasa el tiempo. Ya sea por las actuaciones tan simpáticas de todos los actores o por cómo está hecha, "Sherlock Holmes: juego de sombras" es la película perfecta para ver cuando estás un poco aburrido y quieres entretenerte con algo divertido e interesante. Comparativamente, es muy igual a la primera, solo que se nota en que en ésta se han gastado mucho más pasta, y que le han metido más dosis de acción. Pero no me refiero a que haya mucha más acción, sino que los momentos de lucha o explosiones o disparos, aunque sean tres o cuatro en toda la película, son más largos.


    Lo que a mí no me queda claro del todo es por qué se empeñan en hacer que Sherlock Holmes sea una especie de ninja moderno. Sólo me he leído un libro de aventuras de él, pero yo tenía la sensación de que ese personaje era mucho más tranquilito y empollón que no esa mezcla extraña de Bruce Lee y Mortadelo, que se disfraza de lo que le da la gana con la misma facilidad que le mete una paliza a cuatro matones más grandes que un armario a base de kung fu, karate y patadas en los huevos. Pero bueno, aparte de todo esto, lo cierto es que el resto de la historia es de lo más interesante, aunque a veces parece un poco liosa porque es como si quisieran dejarte demasiadas cosas para la sorpresa final, y tú te quedas hasta pasada la mitad de la película como no sabiendo por qué está pasando lo que está pasando.


    Por suerte, aunque el actor no tenga esa pinta de malo con glamur, el personaje del Profesor Moriarty hace que la cosa sea mucho más interesante. No sólo porque sea el conocidísimo enemigo de Sherlock Holmes, sino porque sabes que el joputa es malo hasta decir basta, de esos que ni se inmutan cuando están a punto de cargarse a alguien, y con un refinamiento y una cultura que te dicen "burro" a la cara solo con mirarte. De hecho, las partes más interesantes de la película (que no emocionantes) son los cara a cara que mantienen Holmes y Moriarty, tanto en su primer encuentro en una universidad, como al final mientras juegan una partida de ajedrez (tanto real como mental, que ya es el no va más). Y es lo más interesante porque es el instante en que ves que los dos genios, cada cuál a su estilo y con sus propias intenciones- desafía la inteligencia del otro, como en una especie de duelo intelectual por ver quién es el más listo de los dos. Y eso se sale.


    Por lo demás, pues ya os digo que la peli es entretenida, pero muy parecida a la primera película, por lo que las sorpresas no son tantas como suele pasar en las segundas partes. Aunque si me tengo que quedar con lo más emocionante, desde luego es la huída de Holmes, Watson, y los gitanos por un bosque entre la frontera alemana y francesa, mientras los colegas germanos les disparan unos cañonazos de mil demonios, y ves como la imagen se ralentiza y acelera a la vez, cómo los árboles revientan a cámara lenta con las explosiones, o cómo salen disparados los personajes con cada zambombazo. Es un trozo que dura casi diez minutos y que deja con la boca abierta. Aparte de eso, es cierto que la emboscada que les tienden los malos a Watson y su mujer en un tren antes de que Holmes les eche una mano también tiene su puntito (aunque a mí me sigue pareciendo un pelín ridículo que, después de reventar medio tren -porque lo revientan- el maquinista no pare en ningún momento y aquello siga avanzando, pero bueno, tampoco hay que ser tan quisquilloso).


    En fin, pues eso, que si lo que queréis es pasar un rato distraído, "Sherlock Holmes: juego de sombras" es una propuesta estupenda. Te distrae muchísimo, y es una película interesante que te mantiene atento a la pantalla durante todo el rato. Además, está muy bien hecha, aunque no tenga ninguna sorpresa respecto a la primera, lo que no tiene por qué ser nada malo (siempre que te haya gustado la primera parte, claro está). Cine de entretenimiento bien hecho, ni más ni menos.