martes, 5 de junio de 2012

CINE DE LOS 80: "STARMAN, EL HOMBRE DE LAS ESTRELLAS"

TÍTULO: STARMAN, EL HOMBRE DE LAS ESTRELLAS

DIRECTOR: JOHN CARPENTER

REPARTO: JAMES BRIDGES, KAREN ALLEN, CHARLES MARTIN-SMITH, RICHARD JAECKEL

DURACIÓN: 110 min.

AÑO: 1984

GÉNERO: CIENCIA FICCIÓN

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • “E.T. – El extraterrestre – E.T., 1982” fue una de las películas más importantes de principios de los ochenta –que la cinta de Spielberg fuera merecedora o no de semejante éxito ya lo comentamos en su día-. No sólo se convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia del cine, sino que despertó un hambre por las historias de alienígenas amables y sociales que el público recibía con los brazos abiertos. Así pues, durante los años siguientes, se sucedieron una serie de producciones que, siguiendo de forma más o menos acertada la estela dejada por aquel largometraje, presentaban argumentos de lo más parecidos aunque, en lo que a su calidad se refiere, no siempre se encontraran a la altura. Ejemplos de películas realizadas con la intención de aprovechar este tirón comercial fueron “El vuelo del navegante – Flight of the navigator, 1986” hasta “Mi amigo Mac – Mac and me, 1988”. Sin embargo, uno de los films que mejor supo combinar la comercialidad (aunque no resultó ser el gran éxito que se esperaba) y la calidad fue una atípica película dirigida por John Carpenter llamada “Starman”. James Bridges es su sensacional protagonista.

    Una nave espacial es avistada sobrevolando el centro de Estados Unidos. Tras ser derribada por las fuerzas armadas norteamericanas, ésta ser estrella en las proximidades de una zona rural. Cerca de allí, vive Jenny Hayden (Allen), una joven viuda que, tras la muerte de su marido, sufre una grave depresión que le impide hacer frente al mantenimiento de su granja. Cuando la nave colisiona, el ente extraterrestre se desplaza hasta la granja de Jenny y, sirviéndose de una serie de fotografías del marido de Jenny, adquiere la forma del difunto (Bridges). Tras superar el impacto inicial, el extraterrestre pedirá a Jenny que lo lleve hasta Arizona, donde se encuentra su nave nodriza, antes de que lo capturen los militares que le persiguen puesto que, si no llega en un plazo de tres días, morirá. Será entonces cuando ambos inicien una carrera contrarreloj con el fin de poder salvarle la vida.

    Son varios los elementos que llaman poderosamente la atención de “Starman”. En primer lugar, que fuera John Carpenter el encargado de poner en imágenes la historia. Carpenter, director más acostumbrado a moverse por el cine “artesanal” de terror (“La noche de Halloween – Halloween, 1979”, “La cosa – The thing, 1982”), en esta ocasión, se alejó de sus puestas en escena más viscerales para construir una hermosísima historia de amor a todo los niveles. Su puesta en escena no sólo destaca por su sencillez –no precisa de elaborados movimientos de cámara ni de costosísimos efectos visuales-, sino por la acertada combinación del resto de factores que convierten a “Starman” en una película tan amable. Al respecto, cabría destacar secuencias como aquella que envuelve la explosión de un camión en mitad de una carretera (cuyas llamas no afectan en absoluto al extraterrestre) y, sobretodo, el instante en que deposita en manos de Jenny una estrella. Son momentos que destacan por su claridad y emoción, sin necesidad de adornarlos con exuberantes fuegos artificiales.

    En segundo lugar, “Starman” no sería lo mismo sin la fascinante actuación de James Bridges. Actor estupendo donde los haya, Bridges le aporta una humanidad a su caracterización de extraterrestre reencarnado en el cuerpo de un humano que, de haber interpretado directamente a un ser de carne y hueso, no hubiera obtenido los mismos resultados. Su personaje de “hombre de las estrellas” desprende un candor y empatía tan grandes que el espectador consigue identificarse con él casi de inmediato. A ello también contribuye que la química entre Bridges y Allen es absoluta, lo que provoca que cada secuencia que ambos comparten evoluciona a lo largo del film (ver, al comienzo, la primera reacción de Jenny cuando descubre que su difunto marido ha vuelto a la vida), hasta lograr una complicidad total (el viaje en tren, la despedida final).

    Por último, es el guión del ocasional director Bruce A. Evans el que se encarga de ponerle el tono acaramelado definitivo a “Starman”. Así pues, a pesar de que la historia que subyace no es sino la misma que la ya sobre explotada acerca del extraterrestre que quiere volver a su hogar, lo cierto es que “Starman” resulta novedosa por la descripción que se hace del alienígena. Lejos de caracterizarlo como una criatura extraña, el personaje destila humanidad por los cuatro costados, asombrándose de todo cuanto lo rodea e, incluso, sabiendo ver lo mejor de los seres humanos por encima de la crueldad que, en ocasiones, pueden mostrar (al fin y al cabo, lo están persiguiendo para matarle).

    En resumidas cuentas, aunque hayan pocas cosa nuevas bajo el sol, “Starman” se presenta como una de las más hermosa fábulas sobre la diferencia de naturalezas, y sobre la ayuda incondicional al prójimo que, combinado con una historia con mucho gancho, se convierte en una película entretenida y muy hermosa.

  • MR. HYDE DICE:
  • Pues hombres, “Starman” es bonita, pero tampoco es que sea la pera limonera. Básicamente porque ya nos han contado la misma historia hasta cansar. Los aliens, cuando no son en plan E.T., resulta que quieren reventar el planeta; cuando no es el ejército –norteamericano, of course, el encargado de salvar a la humanidad de la amenaza galáctica, son los malos de la función que siempre quieren diseccionar en caliente al extraterrestre que se la ha piñado en La Tierra. Resumiendo, que siempre la misma mierda y, cal final, cero originalidad.

    Eso, en “Starman” está todo mezclado. Lo que es la historia, en realidad, sí que es igualita a la que hemos visto mil veces en otras películas, así que ahí no esperéis que sea algo súper original, porque ya os digo yo que no. Es más, casi te dan ganas de preguntarles a los yanquis por qué no dejan ya de ser tan cansinos, y de contarte la misma historia una y otra vez. Pero bueno, aparte de eso, sí que es cierto que parece que han mezclado “E.T. – El extraterrestre” con una historia de amor, lo que no deja de ser algo bastante jodido.

    La mayor parte de la película no tiene nada del otro mundo. Es el alien, en el cuerpo del marido fiambre de la pobre mujer, haciendo lo posible por llegar a su nave espacial antes de quedarse más tieso que un palo. Con lo que sí estoy de acuerdo de todo el rollo que ha soltado el de arriba, es que tiene su mérito hacer en mitad de una peli como ésta, una historia romántica. Claro, que también no tienen un pelo de tonto y saben tocar la fibra sensible de fábula, porque a mí que no me digan que tomar la forma de una persona que acaba de morir y pedirle a su viuda que le eche una mano (por supuesto, a la tipa se le vuelve mantequilla el cuerpo cada vez que lo mira) no es para hacer que ahí haya algo más que un bicho que quiere volver a su planeta.

    De todas formas, a mí me gustó la forma en que actúa el tío que hace de alienígena, porque pone una cara de felicidad inmensa y de buena persona que dan ganas de abrazarle y rascarle la cabecita. Otra cosa que también está muy logrado, es esa especie de análisis de los humanos que hace (me encanta el momento en que le suelta a la tipa algo así como “me fascináis los humanos porque, cuando las cosas se ponen complicadas, sois capaces de dar lo mejor de vosotros mismos para solucionarlas”). Y, por supuesto, un detalle tonto –pero original, al fin y al cabo-, como es que el tío sea capaz de montar pollos a lo bestia con esa especie de energía que es capaz de generar.

    En fin, que “Starman” no es de las pelis que te entran ganas de verla otra vez nada más acaba. Sí que consigue distraerte lo suficiente como para que no tengas la impresión de que estás viendo otra vez la misma patata de siempre. Así que si os gustan las películas así de extraterrestres que se las tienen que pirar a toda paleta y que, encima viven su historia de amor particular, pues ésta es vuestra peli.