domingo, 31 de julio de 2011

CINE EN CARTEL: "KUNG FU PANDA 2"


TÍTULO: KUNG FU PANDA 2

DIRECTORA: JENNIFER YUH

REPARTO: DIBUJOS ANIMADOS

DURACIÓN: 88 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: ANIMACIÓN

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Después de que la primera parte de las aventuras del oso panda aficionado al kung fu recaudara sólo en las taquillas norteamericanas más de doscientos millones de dólares, era más que evidente que una segunda parte no tardaría en hacer acto de presencia. Y así ha sido. Tres años después de la primera, se ha estrenado "Kung fu panda 2", en la que continúan explicándose las divertidas aventuras de todos los personajes (salvo el villano) que ya participaban en la anterior.


    Po sigue siendo el único oso panda que se ha convertido en el guerrero del dragón y, junto con los cinco furiosos -Tigresa, Mantis, Grulla, Mono y Serpiente- tiene que hacerle frente, en esta ocasión, al malvado Lord Shen, un pavo real que pretende dominar toda China gracias a un monstruoso cañón de su invención con el que ha logrado eliminar a todos sus oponentes. Sin embargo, cuando Po tenga ocasión de enfrentarse a él, se dará cuenta de que Shen y él tienen en común más de lo que pensaba, ya que, según parece, Shen parece poseer importante información acerca de la misteriosa desaparición de los padres de Po.


    En comparación con su precedente, "Kung fu panda 2" está plagada de trepidantes secuencias de acción, cuya inserción dentro del largometraje parece especialmente diseñado como un conjunto de espectaculares momentos donde la acción animada deja, en verdad, con la boca abierta. Basta con ver secuencias como la de el primer enfrentamiento de Po con unos lobos en la aldea de los conejos músicos, el primer enfrentamiento de Po y los cinco furiosos en la torre de Sheng (impresionante cómo los personajes deben subir y correr por la fachada de un edificio que se está cayendo, mientras éste no para de dar sacudidas), o el enfrentamiento final con los maquiavélicos cañones a bordo de una flota de barcos.


    Tal y como apuntamos, al menos, es agradable pensar que el guión no acaba por ser una mera excusa para todo lo demás, sino que toda esta acción que señalamos se complementa de maravilla con la película. Si bien el largometraje, contemplado como tal, no acaba por representar ningún punto y aparte en el género de animación, sí es cierto que, al final, "Kung fu panda 2" resulta ser un entretenimiento divertido, gracioso por momentos (por ejemplo, el momento en que Po y sus amigos se meten dentro de un dragón chino para pasar desapercibidos de la tropa de lobos, y van "encargándose" de cada uno de estos soldados que se cruza por su camino), aunque, también, inevitablemente intrascendente y olvidable. Afortunadamente, dentro del conjunto de cosas que merecen la pena ser recordadas se encuentra la fabulosa banda sonora compuesta a cuatro manos por Hans Zimmer y John Powell quienes, por fortuna, parecen haberse molestado algo más que en la primera parte, y han creado una música fascinante, que acompaña a la perfección la cantidad casi ininterrumpida de grandes secuencias de acción con los que cuenta la película.



  • MR. HYDE DICE:

  • Esta parte es mejor que la primera. O, al menos, a mí me ha gustado más. Tampoco es que la primera fuera una cosa fuera de lo común (de hecho, hasta la vi un poco tontorrona) pero, en esta segunda parte, al menos se han preocupado por darle una cosa importante de la que carecía bastante la anterior: ritmo. La historia sigue estando bien -rara es la peli de dibujos que se hace ahora que no cuide eso un poco- pero donde se nota que se lo han currado más es en el no parar de escenarios, peleas, trozos de acción y todo eso. De la hora y media escasa que dura, no serán más de quince minutos los que dedican a "ratos muertos", porque el resto, como digo, es un no parar.


    En la versión española ha vuelto a ser Florentino Fernández quien le pone la voz al panda (se le reconoce a la legua) pero, a diferencia de otras pelis como las de "Shrek", se limita a ser su personaje, no al revés (¿a que nadie puede imaginar a otro poniéndole la voz al burro de Shrek que no sea José Mota?). Y creedme si os digo que se agradece que no sea una de esas pelis en que todas las gracias dependen del doblaje. Como ya digo, para ser una peli de dibujos animados, se han preocupado de que sea un no parar de acción lo que, sin duda, acaba por gustar a los más pequeños que vayan a verla, y que agradecerán los mayores que los tengan que acompañar (si alguno se pregunta cómo es yo que he acabado viendo en cine la peli en cine, la razón es muy sencilla: mi chica no quería ver la otra opción que yo le proponía, y "Kung fu panda 2" estaba en terreno más neutral. Fin de la aclaración).


    Después de haber visto hace un par de semanas la segunda parte de "Cars", al compararla ahora -sin que tengan mucho que ver- con ésta, me doy cuenta de que en Jolibú parecen haberse dado cuenta de que las pelis molan más si, en lugar de la gilipollez esa del 3D (que aporta un extra sólo en muy contadas películas), apuestan más por un ritmo como el que tienen estas dos películas. Si bien la primera era una especie de historia a lo James Bond animado, en "Kung fu panda 2" es como si hubieran mezclado unos cuantos peluches con cualquiera de esas de mamporros estilo oriental. Pero con gracia. Eso sí, que luego la película sea una pasada, ya es harina de otro costal porque, para ser sinceros, como película -no como entretenimiento- deja un pelín que desear. Afortunadamente, se aleja de paridas más grandes de dibujos animados como "Gru, mi villano favorito - Despicable me, 2010" o "Megamind - Megamind, 2010", y no le llega ni a la altura de los talones a otra peli de la casa, "Cómo entrenar a tu dragón - How to train your dragon, 2010". Sin embargo, se deja ver, no aburre, y divierte. Suficiente para que no mirara a mi chica con cara de querer matarla después de ver la peli, ¿no os parece? En fin, pues lo dicho, que es una buena opción para ir al cine si váis con críos o si, como en mi caso, no hay nada mejor que ver (o que quieran ver).



    sábado, 30 de julio de 2011

    CINE A DESCUBRIR: "UN TIPO GENIAL"


    TÍTULO: UN TIPO GENIAL

    DIRECTOR: BILL FORSYTH

    REPARTO: PETER RIEGERT, BURT LANCASTER, PETER CAPALDI, FULTON MCKAY, JENNY SEAGROVE

    DURACIÓN: 110 min.

    AÑO: 1983

    GÉNERO: COMEDIA

  • EL DR. JECKYLL DICE:


  • El cine inglés, en líneas generales, se suele caracterizar por poseer un toque se distinción especial, y una elegancia a la hora de confeccionar cada largometraje que hace que las producciones británicas que se estrenan vengan impregnadas de ese estilo refinado y culto. A lo largo de los últimos años, este "toque" particular ha estado presente en muchísimas películas de las presentadas fuera de sus fronteras, ya sean comedias ("Un niño grande - About a boy, 2002", "Love actually - Love actually, 2003"), dramas ("La versión Browning - The Browning version, 1994, "El discurso del rey - The king's speech, 2010") u otros géneros (las gamberras "Trainspotting - Trainspotting, 1996" y "Lock and stock - Lock, stock and two smoking barrels, 1998" o, incluso, las películas de la serie "Harry Potter").



    Mac (Riegert) trabaja para una gran compañía petrolífera de Houston. El dueño de ésta, Felix Harper (Lancaster) lo envía a una remota región de Escocia, donde tiene un particular interés en adquirir una vasta extensión de terreno en la que construir una refinería, para que agilice los trámites y consiga cerrar el trato con todas las partes implicadas. A regañadientes, Mac se viaja hasta allí donde, nada más llegar, conoce al enlace de su compañía, un dicharachero escocés llamado Danny (Capaldi) que lo introduce en el ambiente local. Una vez llegan al pueblo, se topan con un estilo de vida que nada tiene que ver con el ajetreo de la gran ciudad al que Mac está acostumbrado, y que allí parece reinar la calma, y donde congeniar con todos los residentes del lugar es una de las tónicas generales. Es entonces, cuando Mac se ve obligado a olvidarse de su forma de negociación agresiva y pasar a adoptar una actitud muy diferente, mucho más amable y distendida pues, aparte de su intención de cerrar el trato, también empieza a sentirse fuertemente atraída por una de las muchachas del pueblo. A su vez, casi sin esperarlo, Danny quedará fascinado por una misteriosa joven llamada Marina, que aparece y desaparece en el agua con una facilidad tan curiosa como asombrosa.



    "Un tipo genial" no es ninguna excepción a esas referencias del cine inglés al que hacíamos referencia al comienzo. El largometraje del escocés Bill Forsyth (quien pudo filmar la película gracias a la reputación que se habría sembrado el productor británico David Puttnam gracias al éxito que había tenido dos años antes su "Carros de fuego - Chariots of fire, 1981") posee, sin ninguna duda, esa distinción de comedia inteligente y con toques sofisticados, en la que los diversos giros argumentales de la historia contienen una elegancia y simpatía totalmente alejadas de las absurdas comedias románticas que, con demasiada frecuencia y facilidad, se producen casi en serie. De hecho, no hace más falta que asistir al progresivo enamoramiento de los personajes de Mac y Danny en esas remotas localizaciones de los parajes escoceses, o ese final, a caballo entre lo mágico y lo trágico, en que Mac se da verdadera cuenta de cuánto le gusta aquello nuevo que ha descubierto. Una delicia de película, pequeña y pasajera, pero no por ello menos hermosa.



  • MR. HYDE DICE:


  • ¡Qué cosa más curiosa de película! Y, en parte, qué rara también. No sé muy buen cómo definirla. Por una parte, casi entraría en el grupo de comedias americanas de esas en la que a uno de esos "tiburones" de la gran ciudad lo obligan a irse un tiempo a un pueblo de esos que está por donde Sansón perdió el flequillo y que, cuando llega, no le gusta nada esa mierda de pueblo pero que, conforme pasan los días y empieza a conocer a los habitantes del lugar, acaba por enamorarse de cómo es la vida allí. Pues "Un tipo genial" va más o menos en esa línea, aunque de una forma que no tiene nada que ver con las otras pelis esas parecidas, malas de cojones, que son mucho más populares (por ejemplo, "Sweet home Alabama - Sweet home Alabama, 2002" o "Ejecutiva en apuros - New in town, 2009" -échale huevos al título de esta última, que con eso ya te lo dicen todo-). Por fortuna, es como si los ingleses hubieran querido darle a "Un tipo genial" ese toque de elegancia que tienen las pelis que suelen hacer, capaz de convertir una historia totalmente intrascendente en un entretenimiento de lo más simpático y amable.



    Merece la pena ver "Un tipo genial" por varias cosas. La primera es que, cuando acaba, sabes que te ha gustado. Tienes esa sensación en la boca de habértelo pasado bien. De que, aunque te han contado una historia que no descubre América, la peli tiene ese "algo" que hace que le guardes un recuerdo de lo más simpático, y que la recomiendes a tus conocidos para tengan ellos también la oportunidad de, con un poco de suerte y afinidad de gustos, compartir tu opinión. Bueno, pues eso es lo que me pasa a mí.



    En segundo lugar, la historia es estupenda. Como ya os digo, es diferente a todo lo que se había hecho hasta el momento y, para ser sincero, ahora mismo no recuerdo que se haya hecho después otra comedia parecida. Todos los personajes son bestiales, desde el primero hasta el último, y acaban cayéndote bien tanto los ejecutivos estirados de la compañía petrolera esa, como los pueblerinos de ese lugar casi desconocido al que van a parar los protas. Y creo que eso lo consiguen no forzándolos, es decir, que no tienen que insistir en mostrar un carácter determinado (ya sabéis, como cuando aparecen la típica abuelita que se pasa el día cocinando tartas caseras, el dueño del bar al que no le gustan los forasteros, la tía buena de turno inocente e indefensa que se enamora del nuevo que llega para rabia del pretendiente eterno de su mismo pueblo...) sino que, simplemente, se limitan a ser ellos mismos. Y, todo ello, formando parte de un argumento simpático y agradable a más no poder.



    En tercer lugar, destacan las actuaciones, que no son como las de esos actores con cuerpos danone y cara de bobos que pretenden hacer ver que la vida en el campo es lo mejor del mundo. Nada de eso. El papel que hace el actor que interpreta a Mac es de lo más comedido y, ni siquiera al final, acaba por caer en un sentimentalismo barato y bochornoso. Por su parte, el actor que hace de Danny no puede estar mejor en su papel, bordando cada una de las escenas en las que se queda fascinado con esa chica que parece surgir en el agua casi como de la nada. Y, por su puesto, Burt Lancaster, que hace un papel para nada parecido a lo que había hecho antes, sino que deja salir su lado más cachondo (está genial, tanto poniendo a parir a ese acreedor al que trata de espantar de una de las ventanas de su rascacielos, como haciendo una defensa absoluta de la naturaleza en su diálogo final con Mac, en Escocia).



    Por último, no puedo dejar de lado la música que el guitarrista Mark Knopfler, líder de los Dire Straits, compuso para la película. Lejos de parecerse a las melodías más rockeras del conocido grupo, Knopfler compuso el famoso tema Going home: theme from Local Hero, que se hizo de lo más famoso, y no tenía nada que ver con las melodías pedorras y excesivamente acarameladas de las otras pelis parecidas que decíamos antes. De hecho, en "Un tipo genial" es esta melodía que os digo la que se va repitiendo poco a poco a lo largo de toda la peli, y la que le acaba dando al final ese toque especial y de encanto. No sabría muy bien cómo describirlo, así que supongo que será mejor que lo veáis y escuchéis vosotros mismos para que sea más sencillo comprender de lo que hablo.





    viernes, 29 de julio de 2011

    ESTRENOS DE VIDEOCLUB: "INVASIÓN A LA TIERRA"


    TÍTULO: INVASIÓN A LA TIERRA


    DIRECTOR: JONATHAN LIEBESMAN


    REPARTO: AARON ECKHART, BRIDGET MOYNAHAM, MICHELLE RODRIGUEZ, MICHAEL PEÑA


    DURACIÓN: 116 min.


    AÑO: 2011


    GÉNERO: CIENCIA FICCIÓN


  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • A estas alturas, tratar de contar el número de películas que se han ocupado de relatar la invasión extraterrestre de nuestro planeta, resulta una tarea tan larga como innecesaria. Y lo de innecesaria lo decimos porque, con toda probabilidad, mientras ustedes estén empleando parte de su valioso tiempo en semejante tontería, en Hollywood (que es donde suelen fraguarse la práctica totalidad de estas producciones), ya se hayan encargado de estrenar algún largometraje más de temática similar. Si bien es cierto que las películas con este tipo de argumento suelen ser de las preferidas por el público, no es menos cierto que los espectadores acaban por saber diferenciar lo que hace que estos films sean originales, novedosos, o que contengan una historia original y "de calidad". Desgraciadamente, en lo que concierne a "Invasión a la Tierra", no sucede nada de esto, ya que lo único por lo que acaba destacando la película de Jonathan Liebesman, aparte de contar con un la actuación de un carismático Aaron Eckhart -poco dado a participar en películas de este género-, es una excelente música compuesta por el californiano Brian Tyler, y unos excelentes efectos especiales. Acerca del resto de su contenido, es mejor correr un tupido velo.


    La historia comienza con el retiro del sargento Michael Nantz (Eckhart), cansado de la vida militar, sobre todo a raíz de una misión fallida del pasado, donde se vio obligado a abandonar a su suerte a parte de sus hombres. El mismo día que Nantz presenta su dimisión, un grupo de aparentes meteoritos colisiona con la Tierra, en diferentes partes del globo. Sin embargo, éstos no acaban siendo tales, sino que se trata de una raza de alienígenas medio mecánicos, que se dedica a exterminar a cuantos humanos se cruzan en su camino. Según parece, el motivo es hacerse con la totalidad del agua del planeta, por lo que Nantz es movilizado de nuevo junto a un grupo de jóvenes soldados, para rescatar a cuantos humanos pueda y, de paso, encontrar una forma de liquidar a los despiadados invasores.


    Como se puede apreciar, la historia no contiene el más mínimo interés por tratar de desmarcarse de las otras películas del género, sino que se preocupa por construir una serie de set piéces trabajadísimas a nivel técnico, que le permita al director de la película filmar apabullantes escenas de acción, con explosiones y tiros varios, que ayuden al público a olvidarse de que existe una cosa llamada guión.


    Sin ánimo de despreciar el largometraje de Liebesman (director que, por otra parte, tampoco es que destaque por la calidad de sus anteriores películas: "En la oscuridad - Darkness Falls, 2003", "La matanza de Texas: el origen - Texas chainsaw massacre: the beginning, 2006"), lo cierto es que, cuando se lo compara con otros films similares, apena comprobar que se asemeja más a una versión moderna pero con menos espectacularidad de "Independence day - Independence day, 1996", que no a esa excelente película de ciencia ficción que fue "Distrito 9 - District 9, 2009. En fin, que para pasar un rato distraído, sirve. Ahora bien, si lo que esperan encontrarse es una auténtica revelación del género, mejor que se decanten por otras propuestas más sugerentes de las que salen en alquiler esta semana.



  • MR. HYDE DICE:

  • ¡Menuda patata de película! Lo único que tiene son efectos especiales (muy buenos, eso sí) y una música cojonuda, porque el resto es una mierda como un piano de grande. ¿Sabéis las otras doscientas películas parecidas sobre aliens que invaden La Tierra y la dejan hecha unos zorros? Pues eso mismo, sin más sorpresa. Es como si hubieran metido en una coctelera "Independence day", la última de "Transformers" y cualquier otra en la que los USA marines parecen ser poco menos que Supermán ya está, peli al canto.


    Cuando empiezas a verla, al menos tienes la esperanza de que la cosa tenga un sentido común, de que te enseñen algo que, por mucho efecto especial que tenga, se lo hayan currado y tenga una historia interesante por detrás. Pues nada colega, que no llega ni a eso. De hecho, no sé ni cómo no le da vergüenza al supuesto guionista que su nombre aparezca en las letras del final, porque ya os digo yo que si no hubieran escrito ningún guión y a los actores les hubieran pedido que dijeran lo primero que se les viniera a la cabeza mientras medio plató explota a sus espaldas, el resultado hubiera sido el mismo. Al no ser, claro está, que frases como "¡Vamos muchachos, que uno marine nunca deja a nadie atrás!", "¡Maldita sea, me estoy quedando sin munición!", o "¡Si queremos sobrevivir, tenemos que mantenernos juntos!", se puedan considerar que es un guión. Porque, vamos, tener que creerse que los bichos esos de los huevos invaden la Tierra por el agua es pa cagarse. Si hubiera salido otro memo diciendo que es por la cerveza o por el sol de las playitas, hubiera valido exactamente igual (o sea, que os podéis hacer una idea del tema).


    En fin, qué desperdicio de dinero y tiempo. Al menos, ya aviso, para los incondicionales del cine hueco del tipo "no pienses mientras lo ves, que la cagas", que "Invasión a la Tierra" cuenta con un punto a favor: que no aburre en exceso. Debo reconocer, en honor a la verdad, que está hecha de una forma muy trepidante y con un ritmo muy ágil. Pero, a la que te das un poco cuenta del percal, no hace falta ser muy espabilado para descubrir a la media hora que están repitiendo todo el rato las mismas escenas de enfrentamiento, explosiones y demás, cosa que acaba por resultar bastante cansina, máxime teniendo en cuenta que, como digo, la historia se la ha pelado olímpicamente a los que han hecho la peli.


    Mi consejo, si queréis pasar esta noche por las estanterías de los videoclubs, es que le echéis un vistazo a otras mejores, que seguro que os acaban por gustar más. Al menos, si os decidís por "Invasión a la Tierra", ya sabéis de qué palo va el asunto.






    jueves, 28 de julio de 2011

    CINE ACTUAL: "NINE"


    TÍTULO: NINE

    DIRECTOR: ROB MARSHALL

    REPARTO: DANIEL DAY LEWIS, PENÉLOPE CRUZ, MARION COTILLARD, NICOLE KIDMAN, JUDI DENCH, SOFÍA LOREN, KATE HUDSON

    DURACIÓN: 110 min.

    AÑO: 2009

    GÉNERO: MUSICAL

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Cuando se anunció que el coreógrafo y director de cine Rob Marshall iba a ponerse tras las cámaras para rodar un nuevo musical, no fueron pocos los cinéfilos que se alegraron con la noticia, pues aún les duraba el buen sabor de boca que éste había dejado con su opera prima, "Chicago - Chicago, 2002". Asimismo, parecía que, tras la experiencia de haber rodado la adaptación cinematográfica de un best seller como "Memorias de una geisha", el propio Marshall necesitaba volver al género con el que se sentía más a gusto. Para ello, antes de embarcarse, valga la redundancia, en el rodaje de la cuarta parte de las aventuras del pirata Jack Sparrow, el director de Wisonsin se decantó por trasladar a la gran pantalla otro de los famosos musicales que ha cosechado premios y buenas críticas por doquier, y que lleva ya sus años representándose en los escenarios de Broadway: "Nine", una versión musicalizada cuya inspiración bebe directamente del largometraje de Federico Fellini "Ocho y medio - Otto e mezzo, 1963".


    Con esta idea en mente, Marshall consiguió reunir a un impresionante reparto, en su mayoría femenino, con al intención de acabar de darle ese toque de distinción a su nuevo musical (de hecho, seis de los ocho protagonistas principales cuentan con un Oscar en su haber) logrando, además, que un mito del cine como es Sofía Loren volviera a ponerse delante de una cámara, aunque fuera en un papel más secundario. Ahora bien, por desgracia para los espectadores, los resultados alcanzados no fueron ni de lejos parecidos a los de su primer largometraje. Pero, antes de seguir con la crítica, pasemos a detallar su argumento.


    Guido Contini (Day Lewis) es un reputado director de cine de ascendencia italiana que se ve incapaz de afrontar la realización de su próximo proyecto. Presionado por un ajustado calendario de rodaje, y sin contar aún con un guión definitivo, Guido trata de encontrar desesperadamente la inspiración en un amplio grupo de mujeres, entre las que se encuentra su amante, Carla (Cruz), su esposa, Luisa (Cotillard), su actriz fetiche y musa, Claudia (Kidman), su diseñadora de vestuario y confidente, Lilli (Dench), y su propia madre (Loren). El resto de la película se completa con diversos números musicales, en los que todos los personajes femeninos protagonizan escenas a caballo entre lo onírico y el mundo real, en las que Guido se deja llevar, dentro de su crisis personal, por las diferentes melodías que adornan el conjunto, en un intento desesperado de encontrar una solución a su crisis creativa.


    Por desgracia, "Nine" acaba siendo sólo una sucesión casi continua de números musicales entre breves momentos de diálogo insulso. Lejos de conseguir que el público se identifique con alguno de sus protagonistas (a excepción de Luisa, la mujer de Guido, el resto de los personajes no están definidos de una forma demasiado "amable"), el largometraje se limita a construir cuidadísimas coreografías y escenas de baile, en las cuáles, no por mucho movimiento sofisticado de cámara y ritmo frenético que se le quiera imprimir, acaba suponiendo una parte interesante del film. Más bien al contrario: la constante interrupción de la poca acción no cantada que tiene acaba por desesperar al público, que acaba por desear que la película haga más hincapié en el desarrollo de las numerosas historias que plantea, y a las cuales no aporta ninguna continuidad.


    Así pues, el problema de "Nine" no es consecuencia de su realización, tal y como muchos entendidos se apresuran a apuntar (de hecho, la labor de Marshall es de lo más correcta), ni de las interpretaciones, ni del diseño de producción. El mayor hándicap de esta película es, ni más ni menos, el guión -sorprendentemente firmado por Michael Tolkin, y el oscarizado y malogrado Anthony Minghella-, tanto por inexistente como por superfluo, banal y torpe. Allí donde muchos musicales recientes han sabido desenvolverse con soltura, sabiendo intercalar con acierto los números musicales con historias divertidas y entretenidas -no hace falta poner como referencia sólo a "Chicago" sino, también, por ejemplo, otras propuestas como "Moulin Rouge - Moulin Rouge, 2001", "Hairspray - Hairspray, 2007" o, incluso, "Rent - Rent, 2005"- el largometraje de Marshall cae en el tedio más absoluto, no aportando más que una serie de secuencias adornadas con música y poco más. Lástima que con los recursos y facilidades con los que se ha contado en su producción, no hayan sido capaces de hacer de "Nine" la película que podía haber sido.



  • MR HYDE DICE:

  • ¡Menuda castaña de película! Mira que me gustó "Chicago" que, además de ser una buena película, te interesaba en ese mundo de musical desde el principio. Hasta "Moulin Rouge" hizo que me lo pasara pipa, y eso que ambos musicales no se parecen en nada. Es más, cuando se anunciaba "Nine", teniendo en cuenta el reparto que tiene, el tema, y que estaba basado en un música del mucho éxito, pues qué menos que esperar algo a la altura de las circunstancias. Pues no señores, lo único que te encuentras son una serie de canciones a cada cuál más aburrida, secuencias en las que uno no entiende muy bien qué está pasando, y unos buenos actores que parecen estar más perdidos que Yola Berrocal en una biblioteca. Pero lo más gracioso es que no está mal hecha, que aún tendría una excusa si quisieras pensar que les ha salido un churro como un castillo a todos los niveles pero, cuando la ves, no te cabe duda de que el montaje, la fotografía, y el reparto están cojonudos. Ahora bien, como película, es un tostón de tres pares de huevos.


    El guión es un lío. Es como si pretendiera utilizar la crisis artística del personaje para meter a presión todas las canciones. Pero, a diferencia de "Chicago", aquí los diferentes números musicales no aportan absolutamente nada a la historia sino que más bien lo contrario. De hecho, hay momentos en que se insinúan temas que podrían tener una importancia clave en el argumento, y justificar por qué el tal Guido es incapaz de inspirarse (el maltrato del sacerdote ante su madre cuando es niño, sus constantes infidelidades con las actrices a las que hace el casting, el momento de su infancia en que se queda fascinado por una prostituta, etc.).


    Si a esto añadimos que hay actrices totalmente desaprovechadas, como es el caso de Nicole Kidman, Marion Cotillard, o la grandísima Sofía Loren, en favor de otras mucho más mediocres como Kate Hudson (repelente como ella sola) o la famosa Pé (en serio, no sé lo que le han visto los yanquis a esta tipa, y más teniendo en cuenta que hay actrices españolas que le dan mil vueltas en belleza y talento), pues apaga y vámonos. Luego va Daniel Day Lewis y dice que no hace muchas películas porque le gusta elegir con cuidado sus papeles y bla bla bla. Pues machote, eligiendo esta mierda pinchada en un palo te has lucido de verdad. Vamos, que ahora tienes que estar dándote de cabezazos contra la pared.


    En fin, que "Nine" es un chasco del carajo, un desperdicio total de tiempo y dinero para el público, y de talento para los artistas que han intervenido en ella. Es más, cuando esta mañana le he dicho a un colega del curro que hoy ésta era la peli que criticábamos, caso se ha llevado las manos a la cabeza mientras decía: "¡Pero qué dices! ¡No pierdas el tiempo comentando eso!" (a él casi que lo obligaron sus amigos a verla en cine, o sea, que imaginad su cabreo cuando salió de la sala). Al menos, si algo bueno tiene la peli es que ha servido para poder disfrutar en la gran pantalla de la presencia de Sofía Loren porque, en lo que concierne al resto, sólo acaba siendo perfecta como remedio contra el insomnio. Lo dicho, un auténtico bodrio.





    miércoles, 27 de julio de 2011

    CINE DE LOS 90: "ATRAPADO POR SU PASADO"


    TÍTULO: ATRAPADO POR SU PASADO

    DIRECTOR: BRIAN DE PALMA

    REPARTO: AL PACINO, SEAN PENN, PENELOPE ANN MILLER, LUIS GUZMAN, JOHN LEGUIZAMO

    DURACIÓN: 144 min.

    AÑO: 1993

    GÉNERO: POLICÍACO

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • "Atrapado por su pasado" representa la segunda colaboración conjunta entre el productor Martin Bergman, el director Brian de Palma, y el actor Al Pacino, después de "El precio del poder - Scarface, 1983", hoy ya convertido en film de culto. Por fortuna, si en aquel largometraje estos tres artistas -cada uno a su nivel- demostraron su buen hacer, en "Atrapado por su pasado" redondean esa profesionalidad y talento para hacer cine, creando una película tan fascinante como violenta, tan interesante como inteligente, tan impactante como trepidante.


    El guionista de moda de Hollywood David Koepp, colaborador habitual de Steve Spielberg, tomó como punto de partidas una serie de novelas escritas por el reputado juez neoyorquino Edwin Torres para construir una historia sólida entorno a un antiguo traficante de droga llamado Carlito Brigante (Pacino) que es puesto en libertad gracias a la pericia de su abogado y buen amigo David Kleinfeld (Penn). Decidido a alejarse por completo del mundo del crimen, decide montar junto a su colega Pachanga (Guzmán) un negocio por su cuenta -un bar discoteca- con el fin de poder juntar con rapidez el dinero necesario para irse de la ciudad en compañía de su antigua novia Gail (Miller) y empezar una nueva vida. Sin embargo, el peso del mundo de la delincuencia en el que ha estado metido tanto tiempo será un lastre muy pesado con el que tendrá que cargar, no siendo tan fácil abandonar para siempre ese mundillo.


    "Atrapado por su pasado", más allá de su estupendo guión e interpretaciones, destaca por la impresionante puesta en escena del realizador Brian de Palma. Parece ser que, tras el traspiés artístico y comercial que le había supuesto su anterior largometraje, "En nombre de Caín - Raising Cain, 1992", De Palma se hubiera visto obligado a demostrar por qué es uno de los grandes directores de la historia del cine reciente y, desde luego, el resultado no pudo ser más satisfactorio. "Atrapado por su pasado" es una demostración de cine puro, ya que no hay recurso del lenguaje cinematográfico que no se encuentre en la pantalla, todo ello sin descuidar los aspectos más espectaculares como esos gigantescos travelling y planos secuencia de más de diez minutos en que el espectador más avispado acaba por preguntarse cómo es posible filmar semejantes planos (la secuencia de la huída de Carlito dentro de una estación de tren, ya al final de la película es, en una palabra, magistral -la cámara va de un personaje a otro, sube y baja escaleras, desciende a través de cristales rotos, se mueve a la velocidad a la que corren los actores... ¡y todo ello sin cortar un solo plano!-).


    Además, el film tiene el acierto de no descuidar el "toque De Palma" tan característico del realizador -esos primeros planos contrapicados y aberrantes-, o el montaje trepidante que le da a la acción un dinamismo insuperable (ver a este respecto el último cara a cara entre Carlito y el corrupto David en el hospital donde el segundo está recluido). Y, como apuntamos, todo ello sin dejar de lado la historia romántica y la intención de resaltar determinados valores como la lealtad y la redención dentro del mundo del hampa, lo que en verdad no suele ser muy frecuente. En resumidas cuentas, no hay duda de que se trata de una película fantástica, y un auténtico regalo para los apasionados del buen thriller. Todo un placer.



  • MR. HYDE DICE:

  • Importante, un consejo antes que nada: si quieres que la peli te sorprenda y flipar con el final, ni se te ocurra ver los primeros tres minutos (más o menos hasta que acaban las letras del principio), porque te enseñan algo que te caga el final a base de bien. No sé si esa era la intención del director pero, a mí, me hubiera gustado llevarme la sorpresa. Avisados quedáis. Vale, y ahora leña al mono. Ayer decía que la peli que tocaba era una de mis preferidas. Bueno, pues hoy toca otra de tal selecto grupo (se ve que Jeckyll está inspirado últimamente... a ver cuánto le dura). "Atrapado por su pasado" -otra peli que se las trae con la traducción al español de su título original- es una pasada, como si dijéramos la versión mejorada y más moderna de "El precio del poder", pero con Brian de Palma queriendo pasárselo pipa con sus piruetas de cámara.


    No tengo ni papa de cómo serán las novelas en las que se basa la peli, pero de lo que no hay duda es que "Atrapado por su pasado" rompe con la tradición de pelis de gangsters y delincuentes que vuelven a las andadas, y justo por lo contrario, porque de lo que aquí se trata es del mangante que quiere dejar todo ese mundillo para empezar una nueva vida, y de cómo su pasado (supongo que de ahí el título) no parece querer dejarle marchar tranquilo.


    "Atrapado por su pasado" es una peli policíaca acojonante, que tiene todo lo que una buena película de este tipo debe tener: suspense a malsalva (el encuentro con los matones en los billares, la fuga del mafioso que se la tiene jurada al abogado y, sobretodo, la huída final desde la discoteca hasta la estación de tren), acción bien dosificada (el anterior momento que decía en los billares, o el tiroteo de la estación de tren por las escaleras mecánicas), y hasta tiempo para una bonita historia de amor (todo lo relacionado con el personaje de Gail tiene un toque tanto de romance como de tristeza muy especiales).


    Que la peli sea tan estupenda, aparte de la interpretación de Pacino -que casi siempre borda los papeles- acaba siendo mérito casi absoluto de Brian de Palma. El tío parece estar más contento que un tonto con un lápiz, y le saca todo el jugo que puede y más a la historia, rodándola como si dijera "vale, te vas a cagar de cómo voy a grabar esta secuencia", con movimientos de cámara que dejan la boca abierta, y planos espectaculares que hacen que, aunque no tengas ni idea de teoría del cine y todas esas cosas, te guste lo que ves, que le notes ese "algo" que hace que te acabe pareciendo una buena película. Por favor, no os la perdáis, es uno de los mejores De Palma, si no el mejor.





    martes, 26 de julio de 2011

    CINE DE LOS 80: "ARMAS DE MUJER"


    TÍTULO: ARMAS DE MUJER

    DIRECTOR: MIKE NICHOLS

    REPARTO: MELANIE GRIFFITH, SIGOURNEY WEAVER, HARRISON FORD, JOAN CUSACK, ALEC BALDWIN

    DURACIÓN: 118 min.

    AÑO: 1988

    GÉNERO: COMEDIA

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Siendo un film menor en la rica filmografía de Mike Nichols, "Armas de mujer" logró llamar particularmente la atención por ser uno de los primeros (y pocos) largometrajes que presentaban a la mujer como un miembro más del agresivo mundo de los negocios, tradicionalmente reservado a un sector demográfico más masculino, y donde demostraba que no sólo era capaz de competir en igualdad de condiciones sino, además, ser aún mejor que todos esos "tiburones" de las finanzas. Y, por si ello fuera poco, además lucía un cartel de lo más atractivo, gracias a la presencia de tres de los actores más respetados de la industria, muy en alza por aquel entonces gracias a los respectivos éxitos que habían logrado alcanzar, cada uno a su nivel.


    Partiendo de un guión de Kevin Wade, muy bien escrito y mejor llevado, la historia comienza presentando a Tess McGill (Griffith), una secretaria que trabaja en una importante compañía de Wall Street, con un carácter excesivamente fuerte para los gustos de sus jefes, la mayoría de los cuales son tan machistas como cretinos, por lo que no consigue mantenerse fija mucho tiempo en un mismo puesto de trabajo. Por este motivo, cuando se le ofrece la posibilidad de trabajar como secretaria para una importante mujer de negocios llamada Katherine Parker (Weaver). En un principio, el entendimiento entre las dos no puede ser mejor. Sin embargo, un aparatoso accidente de esquí deja inmovilizada a Katherine por un tiempo, siendo entonces cuando Tess descubre que su jefa tenía la intención de robarle una más que interesante idea para lograr cerrar una importante operación de fusión. Por ello, aprovecha la usencia de Katherine para hacerse pasar por su propia jefa, y poner en marcha la operación con la ayuda de su mejor amiga Cyn (Cusack) y de Jack Trainer (Ford) un importante hombre de negocios que participa en la otra parte de dicha fusión.


    "Armas de mujer", sin pretender en ningún momento ser una película de denuncia feminista, consigue resultar una agradable comedia sobre los pormenores de abrirse camino en un mundo de lo más duro y competitivo, pero haciendo hincapié en unos principios basados en la honradez y buena praxis. Quizás sea por ello que la interpretación de Melanie Griffith acaba por ser, sin duda, una de las mejores de toda su carrera, pues la esposa de Antonio Banderas es capaz de dotar a su personaje tanto de las maneras burdas y toscas de las secretarias más descerebradas para, segundos después, mostrarse como una auténtica máquina para los negocios (memorable la secuencia en que le confiesa a un socarrón Harrison Ford "tengo una mente para los negocios y un cuerpo para el pecado"). Por su parte, Weaver es capaz de interpretar a la perfección tanto el papel de jefa comprensiva (el momento en que anima a Tess a no desanimarse porque su idea no haya sido aceptada por los jefes superiores -cuando en realidad sucede justo lo contrario-) como de cínica manipuladora (soberbio el final en que se la pone en evidencia delante de la plana mayor). Los secundarios tampoco se quedan atrás, y tanto Joan Cusack como Alec Baldwin cumple con solvencia sus respectivos papeles.


    Finalmente, cabe destacar un par de aspectos más. El primero es la asombrosa comodidad con la que parece llevar la historia Mike Nichols, un excelente director más acostumbrado a la realización de largometrajes con fuertes cargas dramáticas ("¿Quién teme a Virginia Wolf? - Who's afraid of Virginia Wolf, 1966" o "Closer, cegados por el deseo - Closer, 2004") que a las comedias de este tipo, quien no desaprovecha para nada la oportunidad de demostrar saber hacer una comedia de calidad, sin caer en ningún momento en ninguno de los tópicos que, por desgracia, se encuentran tan presentes en este tipo de producciones. El segundo es la inmensa popularidad que alcanzó la canción que constituye el tema principal de la película, Let the river run, en base a la cuál casi parece construirse toda la historia que va guiando a los personajes por las diferentes partes de la película. "Armas de mujer" es una película muy bien hecha, intrascendente pero asombrosamente digna, capaz de mostrar a la mujer como un miembro más (y mucho más eficaz de lo que muchos piensan) del mundo de los negocios. Y si, además está protagonizada por actores estupendos en plena forma y pleno estado de gracia, la experiencia no puede acabar siendo más positiva. Una película amable de principio a fin.



  • MR. HYDE DICE:

  • Esta es una de mis películas favoritas. Sé que no es gran cosa, y que a penas podría pasar de ser una comedia muy simpática sin ninguna pretensión más. Pero cuando la vi por primera vez, a los trece años recién cumplidos, me quedé fascinado. Sí, ya sé que suena exagerado, pero mira, fijo que a vosotros os ha pasado también con alguna otra peli que tampoco es que sea el no va más, y aún así le guardáis un cariño especial, ¿no? Bueno, pues a mí eso mismo me pasó en su día con "Armas de mujer" -que, por cierto, vaya mierda de título le han traducido al español-. Es más, me gustó tanto el mundo empresarial en el que se mueven todos los personajes, hablando de acciones, fusiones y adquisiciones, y no sé qué más cosas, que fue en ese momento en el que decidí hacer una carrera que me permitiera un día ser como ellos (puede que lo que me gustara en realidad fuera el propio hecho de hacer películas, más que la economía, pero bueno, eso ya es otro rollo que a vosotros ni os va ni os viene).


    La historia de la peli está muy bien llevada, siendo una especie de cuento de la Cenicienta pero ambientado en el mundo de los yupis (¿os acordáis de ellos?) americanos. Melanie Griffith borda el papel de secretaria que parece tonta, pero que acaba siendo más lista que todos juntos, mientras que Sigourney Weaver (¿qué será de esta mujer? Con lo buena actriz que es, casi ni se la ve últimamente) se sale haciendo de jefa zorrona. Lo más flojillo de todo el elenco es Harrison Ford, que se limita a aportar su carisma habitual (cuando no hace chorradas como las últimas castañas que se ha cascado el pobre hombre) y poco más.


    Pero, si hay algo por encima de todo que hay que destacar, es la canción. No tenía ni idea de quién era la tal Carly Simon que se llevó el Oscar por Let the river run, pero desde luego se quedó a gusto después de parir este temazo. Es como la peli, que tiene un no sé qué que hace que tengas ganas de escucharlas seguida más de una vez.


    Y, por lo que respecta al resto de la peli, sólo añadir a todo lo dicho que es una comedia tremendamente amable, muy entretenida, y con un guión inteligente que les permite a las actrices lucirse a base de bien. Vamos, de ese tipo de pelis que, cuando empiezan a salir las letras del final, te das cuenta que estás con una sonrisa tontorrona en la cara. Supongo que será buena señal. Desde luego, a mí me sigue gustando a rabiar cada vez que tengo ocasión de verla, y os aseguro que ya han sido unas cuantas veces.





    BONUS TRACK DE MR. HYDE:


    Este es un detallito para un par de amigas mías que tengo al otro lado del charco (bueno, una va y viene, pero igual... creo que ahora está de vuelta de San Francisco...), para que recuerden lo bien que nos ha hecho escuchar alguna que otra vez esta canción, y lo mucho que nos seguiremos acordando de aquellos días cuando la oigamos de nuevo. Miss U ladies!



    lunes, 25 de julio de 2011

    CINE CLÁSICO: "BARRY LYNDON"


    TÍTULO: BARRY LYNDON

    DIRECTOR: STANLEY KUBRICK

    REPARTO: RYAN O'NEAL, PATRICK MCGEE, STEVEN BERKOFF, MARISA BERENSON

    DURACIÓN: 183 min.

    AÑO: 1975

    GÉNERO: DRAMA ÉPICO

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Cuando Stanley Kubrick, a mediados de los setenta, rodó "Barry Lyndon", no era ningún desconocido en el mundo del cine, ni ningún principiante que se ponía al frente de su segundo o tercer proyecto. De hecho, ya había tocado las fibras más sensibles de la sociedad norteamericana (y de fuera de los Estados Unidos también), con varios de sus anteriores largometrajes como "Lolita - Lolita, 19625" o "La naranja mecánica - A clockwork orange, 1971". Por ello, cuando el autor de la revolucionaria (y, en mi opinión, sobrevalorada) "2001: una odisea en el espacio - 2001: a space odyssey, 1968" se propuso rodar un drama épico centrada en los pormenores de un pícaro en el siglo XVIII, en plena contienda del ejército inglés, no fueron pocos los que sintieron curiosidad por ver qué es lo que un genio semejante se traía entre manos. Por fortuna, la espera valió la pena, pues "Barry Lyndon" es uno de los largometrajes más fascinantes de la historia del cine, y todo un hito en el momento de su creación, gracias muy especialmente a una técnica revolucionaria de diseño de lentes y película fotográfica que permitió rodar la integridad del largometraje sin utilizar ni un solo foco.


    Adaptación de la novela de William Thackeray, "Barry Lyndon" cuenta la historia de Redmond Barry (O'Neal), un joven apuesto que, desde su adolescencia, descubre el poder seductor que es capaz de ejercer sobre las damas de la alta sociedad inglesa, en pleno siglo XVIII. Esta particular habilidad no le depara pocos problemas, por lo que se ve forzado a alejarse de sus conocidos, alistándose en el ejército de su majestad, del que tratará de desertar a la mínima ocasión. Desde ese momento, su vida será una constante ida y venida por las cortes de los nobles más destacados, pasando a convertirse tanto en el pupilo de un experimentado timador, tan seductor como Barry, como en un reconocido noble cuyo título logra alcanzar al desposarse con una joven a la que sus constantes infidelidades le acaban por costar más de un disgusto con el primer hijo que ella tuvo de su anterior marido.


    Si hay algo, aparte de lo mucho que cuesta creer que toda la luz empleada en la película sea cien por cien natural, que llame la atención en particular de "Barry Lindon", es la belleza plástica de las imágenes. Según parece, Stanley Kubrick y el director de fotografía del film, John Alcott, se empaparon de las pinturas de Reynolds y Constable para los apabullantes exteriores pero, sobre todo, de la obra pictórica de Jan Vermeer y Rembrandt para el toque general de toda la ambientación. Sin duda, es uno de los casos más llamativos de plasmación pictórica convertida en imágenes en movimiento, todo ello adornado por el estilo particular de Kubrick con esos travelling laterales (como ya hiciera en "Senderos de gloria - Paths of glory, 1957") y frontales (técnica que alcanzaría su mayor expresión con su siguiente obra, "El resplandor - The shining, 1979"), la utilización del zoom para describir el marco escénico de las secuencias, o el tono en ocasiones ácido del guión, que le permite mostrar al protagonista principal como un anti-héroe total, capaz de mentir y engañar a quien se tercie con tal de prosperar socialmente (magnífica la secuencia en que se enumeran sus méritos ante el rey de Inglaterra y éste le replica que tan fiel es su devoción, que tome una partida de hombres y acuda a la defensa de las tropas británicas que están en guerra).


    Lo dicho, "Barry Lyndon" es una película asombrosa, fascinante, que no deja indiferente a nadie. Sí que es cierto que sus tres horas de duración pueden parecer un tanto excesivas, si bien la totalidad del largometraje es de una belleza y atracción tal, que sus ciento ochenta y pocos minutos acaban por convertirse en una auténtica lección de arte, en una auténtica lección de cómo hacer verdadero cine.



  • MR. HYDE DICE:

  • No me voy a cortar un pelo, así que ahí va mi opinión de "Barry Lyndon": es la peli per-fec-ta. Así de claro. No digo la que más me haya gustado. Ni siquiera la que más veces haya visto. Pero sí la que resulta insuperable en todos y cada uno de sus aspectos artísticos. Flipa colega. La fotografía, el montaje, la música, el vestuario, el guión... ¡Joder, si es que lo tiene todo medido al milímetro! Tampoco tenía por qué resultar extraño, teniendo en cuenta que detrás está uno de los creadores cinematográficos más creadores y perfeccionistas de todos los tiempos. Pero aún así, recuerdo que también es quien hizo "2001: una odisea en el espacio", que a mí me pareció una castaña de pelota de mico. No obstante, por suerte, "Barry Lyndon" acaba siendo una peli acojonante, de esas que te quedas mirando cada fotograma con cara de tonto preguntándote cómo lo habrán hecho para no utilizar ni una sola bombilla para iluminar los miles de planos que tiene la peli (ojo, que dura más de tres horas).


    Si alguien le parece que estoy siendo inusualmente benévolo con la peli, y que le estoy lamiendo el culo a Kubrick, deberíais ver la peli primero, y luego opinar. Aún así, sí que podría decir que tal vez me parezca un pelín larga (hay pelis que duran tres horas y se te hacen cortas, y otras de hora y media que parecen alargarse una eternidad), y que el actor protagonista no parece que sea demasiado ese retrato del pícaro sobre el que quiere hablar Kubrick -de hecho, el pobre hombre tiene una cara de tonto que no se aguanta-. Sin embargo, a pesar de esas tonterías, "Barry Lyndon" no pierde ni una pizca de su grandeza.


    Como bien decía antes Jeckyll (por una vez estoy de acuerdo con sus comentarios pedorros), es como ver un cuadro continuo en movimiento, como si Kubrick te metiera de lleno en un museo viviente, haciendo que cada plano de la peli sea impresionante. Y, repito, sin usar ni una sola bombilla. Olé los huevos del genio capaz de lograr algo semejante. Por favor, no os la perdáis, que tal vez no sea de las diez indispensables en la historia del cine (yo creo que sí, pero bueno...) pero, desde luego, sí que es de las que da gusto ver.





    domingo, 24 de julio de 2011

    CINE EN CARTEL: "MEDIANOCHE EN PARÍS"


    TÍTULO: MEDIANOCHE EN PARÍS


    DIRECTOR: WOODY ALLEN


    REPARTO: OWEN WILSON, RACHEL MCADAMS, MARION COTILLARD, MICHAEL SHEEN, KATHY BATES


    DURACIÓN: 95 min.


    AÑO: 2011


    GÉNERO: COMEDIA


  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • "Medianoche en París" viene precedida por un excelente funcionamiento del boca a boca. La última comedia del prolífico Woody Allen ha experimentado un fenómeno que pocas veces tiene ocasión de suceder con un film del genio estadounidense: el de gustar tanto a la audiencia que, el estreno más bien limitado de una de sus películas, acaba por convertirse en un éxito artístico y comercial al mismo tiempo. Si bien, de sus largometrajes recientes, destacaban "Match point - Match point, 2005" y "Vicky Cristina Barcelona - Vicky Cristina Barcelona, 2009" como dos de lo más taquilleros de Allen, no ha sido hasta la llegada a las pantallas de "Medianoche en París" que el un público formado por los incondicionales de Allen y por aquellos que se han dejado aconsejar, han convertido a su última propuesta, al menos en el mercado americano, en la más taquillera de cuantas ha estrenado. Una de las principales razones de este éxito cabe encontrarla en su argumento.


    Gil e Inez (Wilson y McAdams, respectivamente) son una pareja de prometidos que decide aprovechar un viaje de negocios a París que tienen que hacer los padres de ella, para pasar unos días en la capital francesa. Gil se siente bloqueado al no saber cómo acabar una novela en la que lleva trabajando un tiempo, y no cree que sea de mucha ayuda que, en París, Inez y él se hayan encontrado con un antiguo novio de ella llamado Paul (Sheen), quien no le cae nada bien. Una noche, Gil decide pasear sólo por las calles de París e inexplicablemente, se ve arrastrado hacia la edad dorada del pasado siglo XX, donde la práctica totalidad de las artes y artistas conviven en París, disfrutando de la vida, filosofando sobre el futuro, y dando rienda suelta a su inmensa creatividad. Asombrado por su encuentro, Gil no perderá la oportunidad de congeniar con figuras de la talla de Heminway, Picasso, Fitzgerald, Porter o, incluso, Dalí y Buñuel. Sin embargo, tanto Inez como sus padres, comenzarán a encontrar sospechosa la actitud de Gil.


    Pocas veces ha sido tan fácil y claro transmitir el amor por una ciudad como sucede con "Medianoche en París". Allen no oculta ni por un sólo instante la fascinación que le produce la ciudad, tanto por las breves instantáneas de casi todos sus barrios (nunca antes en una película dirigida por Allen aparecía un sólo fotograma antes de que apareciera el título de la película), como por el plano que abre propiamente el largometraje (ese increíble plano del estanque con nenúfares parece sacado tal cuál de un cuadro de Monet). Aparte de esto, Allen decide no alargar en exceso la presentación de los personajes y va al grano, confeccionando un auténtico desfile de personalidades talentosas y conocidas dentro del mundo de la cultura universal, resultando tan fresca la interactividad con el personaje de Gil como original para el espectador que tiene ocasión de ir reconociendo a cada una de las personalidades. Al respecto, resulta particularmente divertida la conversación que mantiene Gil con Salvador Dalí (Brody) y Luis Buñuel (de Van), fruto del esperpento más logrado -impagable el momento en que Gil le sugiere a Buñuel la historia de un grupo de amigos que se reúnen para cenar sin que, luego, ninguno pueda salir del salón donde se han juntado-.


    En resumidas cuentas, "Medianoche en París" es una de las películas más recomendables de Woody Allen quien, en esta ocasión, decide evitar los temas que ha exprimido una y otra vez con anterioridad (matrimonio, infidelidad, hipocondria, snobismo descarado, etc.) para confeccionar un excelente largometraje, digno de destacarse entre lo mejor de la muy extensa filmografía del realizador de Brooklyn. Una gozada de comedia, fresca, original, divertida y de lo más entretenida. Un acierto rotundo del señor Allen.



  • MR. HYDE DICE:

  • "Medianoche en París" me ha sorprendido -para bien- por más de una cosa. En primer lugar, y la más insospechada, es que Owen Wilson demuestra, un poquito, lo que es saber actuar. Yo, particularmente, no me trago a este tipejo que se cree la leche de gracioso y que, en lugar de ello, lo único que consigue es tocarme las bolas con sus chorradas y pelis malas de cojones. Pero mira por donde que en "Medianoche en París" hace un papel de lo más convincente y bien llevado. Lástima que haya necesitado desperdiciar todos estos años hasta que Woody Allen ha podido sacar algo de su potencial. A ver si, a partir de ahora, sabe seguir por el mismo camino.


    Lo segundo que me ha llamado la atención ha sido el propio Woody Allen. Por suerte, el fenómeno neoyorquino ha dejado aquí de lado sus paranoias sobre la hipocondria, el psicoanálisis y la infidelidad, y se ha marcado una peli como Dios manda, divertida, original y de lo más entretenida. El pollo sabe ser novedoso cuando quiere (no me cansaré de decir que "Zelig - Zelig, 1983" o "La rosa púrpura del Cairo - The purple Rose of El Cairo, 1985" son dos de las películas más originales que se han hecho) y, con "Medianoche en París" ha sabido sacarle el jugo a una comedia de las más amenas que ha parido en los últimos años.


    Lo tercero y último es la pasión sin disimulos que Allen siente por París. No hay un solo momento de la película que Allen no aproveche para hacer que la capital francesa sea no sólo un personaje más, sino un escenario insuperable donde poner hasta el cuello de líos a sus personajes, y donde hacer que te lo pases pipa con lo que se trae entre manos. Eso sí, aún no conozco a nadie que sepa por qué el 90% los protagonistas principales de las pelis de Woody Allen tienen que hablar medio tartamudeando. Si quiere que hable así, sólo tiene que volver a contratar a Hugh Grant, que ese lleva el tartamudeo de serie...


    Después de decir todo esto, hay una pregunta que me sigue rondando por la cabeza: si la película es tan buena, original, divertida y bien llevada, ¿por qué coño no lo hace siempre así? En lugar de hacer más como ésta, ¿quién demonios le engaña para que siga aburriendo al personal con sus chuflas de tarados intelectuales que se empeñan en mantener conversaciones totalmente irreales? ¿Habéis visto la que hizo antes que ésta, "Conocerás al hombre de tus sueños - You will meet a dark tall stranger, 2010"? ¡Pues es un toooooooorro de cojones! Y eso que no digo que a uno se le haga la boca agua con "Medianoche en París", cuidado. En realidad, no creo que sea una película como para gastarte la pasta que cuesta la entrada para verla en pantalla grande, que en la tele de casa fijo que el resultado es el mismo. Pero, al menos, se agradece que no te haga perder el tiempo con las paridas de siempre, sino que se haya tomado la molestia de hacer una peli que guste a la gente, bien hecha, y con una simpatía que hacía tiempo que parecía haberse olvidado en el tintero.














    sábado, 23 de julio de 2011

    CINE A DESCUBRIR: "REQUIEM POR UN SUEÑO"


    TÍTULO: REQUIEM POR UN SUEÑO

    DIRECTOR: DARREN ARONOFSKY

    REPARTO: JARED LETO, ELLEN BURSTYN, JENNIFER CONNELLY, MARLON WYANS

    DURACIÓN: 112 min.

    AÑO: 2000

    GÉNERO: DRAMA

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Tras su más que celebrada opera prima con "Pi (fe en el caos) - Pi, 1998", una acertada combinación de historia esquizofrénica y enigmas matemáticos, para su segundo proyecto como director, Darren Aronofsky quiso centrarse en las consecuencias que podía provocar la adicción a las drogas y a los fármacos en personas normales y corrientes. No obstante, allí donde otras propuestas similares se habían atrevido únicamente a tocar el tema de forma más o menos indirecta, el film de Aronofsky sumerge de lleno al espectador en una espiral de autodestrucción de sus personajes, que acaba suponiendo un descenso a los peores infiernos del mundo de la droga.


    Harry y Tyron (Leto y Wyans, respectivamente) son dos amigos que trapichean con pequeñas cantidades de droga, con el fin de poder ganar el dinero suficiente para montar un negocio propio en un lugar diferente al barrio en el que viven, y en el que casi todos los residentes parecen estar abocados al fracaso, a la soledad, o a ambas cosas. Harry tiene una novia llamada Marion (Connelly) quien, al igual que Harry, desea poder deshacerse de su estatus de perdedora. Sin embargo, los tres amigos, a la vez que trafican con droga, también son consumidores ocasionales de las sustancias que venden. La madre de Harry, Sara (Burstyn), es una viuda solitaria que anhela ser llamada para participar en un concurso televisivo con el que está obsesionada, y que desearía poder pasar más tiempo con su hijo, ante el que sueña poder convertirse en alguien a quien éste admire. Sin embargo, todos los protagonistas acaban perdiendo el control de sus vidas, al comenzar a sumergirse en un universo tenebroso dominado por el abuso de las drogas (los jóvenes para evadirse de un mundo del que no pueden escapar, y los mayores para controlar la ansiedad que les provoca la fabricación de una vida totalmente irreal) y, cada uno a su estilo, acaban sumidos en la autodestrucción más corrosiva para el cuerpo y la mente.


    Como ya hemos apuntado, el largometraje de Aronofsky no se anda con tapujos a la hora de retratar la forma en que personas por completo diferentes acaban siendo esclavizadas por las drogas, con independencia de los motivos que provoquen su consumo. Así, "Réquiem por un sueño" vendría a ser la versión seria y sin sentido del humor de "Trainsportting - Trainspotting, 1996", que apostaba más por el humor negro y la sátira para criticar los mismos puntos que la película que hoy nos ocupa. De esta forma, el universo que presenta "Réquiem por un sueño" carece por completo de un punto de vista positivo, es decir, que la totalidad de la historia así como el destino de los personajes parece abocado a una decadencia de la que no hay escape posible, dado que ellos mismos no son conscientes de la gravedad del asunto. Por ello, el director acaba por mostrar secuencias terribles sobre los efectos de la droga en sus personajes (la secuencia final de Harry con su brazo insalvable, o el ingreso de Sara en una clínica) y de los más explícitas, capaz de poner a prueba la sensibilidad de los más templados. Al menos, consuela ver que, al final, la nota de esperanza la pone la decisión de uno de los personajes de redimirse y salir de la forma que sea posible de ese pozo que ellos mismos han cavado.


    Sin embargo, no todo el mérito de este terrible retrato (dicho como un cumplido) no es sólo de Aronofsky, sino también del montador Jay Rabinowitz y del músico Clint Mansell (la melodía Lux aeterna compuesta para la película se hizo muy famosa) quienes, con sus respectivas aportaciones consiguen redondear esta feroz y brutal crítica al consumo de estupefacientes.



    • MR. HYDE DICE:

    Jo tú, qué película... Y no lo digo en plan "¡buah, macho , qué peliculón!", sino más bien como "¡madre mía, qué mal rollo de peli!". Recuerdo que, cuando tocó hablar, en su día, de "Días de vino y rosas - Days of wine and roses, 1962", decía algo así como que mucha gente debería verla para darse cuenta de cómo de grave puede ser la afición excesiva a darle al codo. Bueno, pues pienso lo mismo acerca de "Réquiem por un sueño", que mucha gente debería echarle un vistazo antes de ponerse a coquetear con las drogas. Particularmente, nunca me he sentido lo más mínimamente atraído por el coloque a base de esas mierdas, pero es que, después de ver esta peli, aún menos si cabe.


    La película es un brutal retrato de cómo un grupo de personas, con independencia de su edad, empiezan a tontear con las drogas, de formas diferentes y cómo, poco a poco, la dependencia va tan en aumento, que acaban convertidos en auténticos despojos humanos. La peli está hecha de forma muy real, a pesar de ciertas secuencias un tanto forzadas para recalcar más ese declive (para los de la E.S.O., "declive" = "acabar chungo de cojones") de todos los personajes -toda la secuencia de la orgía lésbica entre Marion y la otra chica en casa del camello-, pero ello no quiere decir que, por eso, sea menos irreal. De hecho, estoy seguro que es justo lo que pasa en más de una ocasión lo que, por lo tanto, hace que la sensación de angustia tras ver la peli sea mayor.


    No quiero decir que la película sea mala, ni mucho menos. De hecho, creo que es uno de los retratos más bestias del mundo del consumo de droga que he visto en mi vida (y tampoco es que tenga mucho interés en ver otros más). Pero, como os digo, está tratado con un realismo tan impactante que acabas casi con escalofríos cuando salen las letras del final. Los actores se salen todos, cada uno desarrollando su propio infierno de manera impresionante (hasta un actor especializado en papeles chorra como Marlos Wyans está tremendo en su papel). Y el director se asegura de dejar claro el mensaje de la peli: las drogas son malas. Sí, vale, dicho así casi parece que me lo esté tomando a coña, pero espera a ver la peli y luego ya me cuentas si te han quedado ganas de probar esa mierda.


    "Réquiem por un sueño" es una peli muy dura, muy bien hecha, pero sin ninguna intención de hacer que te sientas bien cuando acabes de verla. Quizás por eso sea tan necesaria, porque no sólo te hace reflexionar, sino porque además te hace espabilar y darte cuenta de cómo una persona tan normal y corriente como cualquiera de nosotros, puede acabar destrozada del todo por meterse donde no debe. Brutal, descorazonadora, angustiosa y deprimente. Pero, por alguna extraña circunstancia, me dejó fascinado cuando la vi.



    viernes, 22 de julio de 2011

    ESTRENOS DE VIDEOCLUB: "EL RITO"


    TÍTULO: EL RITO

    DIRECTOR: MIKAEL HAFSTRÖM

    REPARTO: ANTHONY HOPKINS, COLIN O'DONOGHUE, ALICE BRAGA, TOBY JONES, RUGHTER HAUER

    DURACIÓN: 110 min.

    AÑO: 2011

    GÉNERO: TERROR

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Reconozco que, esta semana, cuando me decanté por "El rito" de entre todos los estrenos de videoclub, tenía la esperanza de ver una película que me pareciera diferente a las otras muchas que se han hecho y hablan de lo mismo. Sobre todo teniendo en cuenta que el director al frente de semejante proyecto es Mikael Hafström, quien demostró que sabe perfectamente cómo meter al público de lleno en sus películas, ya sea por la intriga de la historia (caso de "Sin control - Derailed, 2005") o por lo bien que sabe llevar las riendas de una historia de terror (como sucedió con "Habitación 1408 - 1408, 2007"). Además, al frente del reparto, aunque en un papel algo menor a lo esperado, se encuentra Antohny Hopkins, un actor al que siempre es un placer ver en la gran pantalla para disfrutar de una interpretación más del genial actor británico. No obstante, ha sido una verdadera pena comprobar que no ha sido para nada así.


    Tratando de ofrecer una nueva visión de las historias de poseídos y exorcistas, el film comienza con la presentación de Michael (O'Donoghue), un joven que trabaja como embalsamador en la funeraria de su padre (Hauer). Su deseo es alejarse al máximo del negocio familiar, por lo que decide estudiar teología, no con el fin de ordenarse sacerdote, sino para poder especializarse en psicología y que la matrícula universitaria no le salga cara. Llegado el momento de su ordenación, le expone sus dudas a su mentor -tras un incidente que es mejor no revelar aquí-, quien le recomienza que, dada su afición por la psicología, haga un curso en especialización en exorcismos en Roma, antes de tomar una decisión definitiva. Michael acepta y, tras su llegada a Roma, es puesto bajo la supervisión del padre Lucas (Hopkins), un franciscano no muy ortodoxo que lo introduce en el perturbador mundo del exorcismo, mostrándole una visión de este rito que para nada tiene que ver con lo que Michael esperaba.


    Tal y como apuntábamos al comienzo, las expectativas eran altas, y en la primera hora de metraje Hafström demuestra una capacidad asombrosa para crear atmósferas inquietantes y ambientes perturbadores. Pero, por desgracia, toda esa habilidad parece quedar subyugada a la exigencias de una historia que se acaba desinflando a pasos agigantados, y cayendo una vez más en los cauces más previsibles del cine de este tipo de producciones. Ni siquiera la más que correcta actuación de sus principales protagonistas acaba por resultar suficiente para mantener el interés en una película en la que los tópicos acaba por restarle una calidad que, al menos en su primera mitad, se encontraba en niveles más que correctos.



    • MR. HYDE DICE:

    ¡Qué lástima que, con lo interesante que empieza "El rito", acabe repitiéndose más que el ajo! Joer, la misma historia una y otra vez, sólo que con menos acojone. La primera hora de película sí que propone algo diferente, con esa descripción de cómo se investigan los exorcismos, cómo diferenciarlos de una enfermedad como la esquizofrenia (o de las coñas de los supuestos poseídos), y con la introducción de un personaje principal marcado por su voluntad de creer a pesar de su falta de fe. Hasta aquí todo bien, incluida la presencia inquietante de Anthony Hopkins. Pero conforme avanza la cosa, tu gozo acaba en un pozo. ¿Y en qué acaba entonces todo? Pues en contorsiones raras de los poseídos, en voces más distorsionadas que la de Carmen de Mairena, vómitos varios (de clavos, en este caso, y lo la guarrada verde esa de "El exorcista - The exorcist, 1973"), y todo lo demás que ya ha salido cientos de veces en el mismo tipo de películas.


    Como ya decía antes, la primera mitad tiene un punto más que acertado. La forma de contar es ágil y no te aburre (se pasa de una ciudad cualquiera de Estados Unidos a Roma en un pispás), y el ambiente con el que se encuentra el aspirante a exorcista, ya da canguelo nada más verlo. De hecho, la primera sesión de exorcismo que tiene que pasar con Hopkins y una chica embarazada está de lo más currada.


    Pero, ¡ay amigo! Que en cuanto le cogen el gustillo a lo de los exorcismos, ya vuelven a enseñar la misma chufa de siempre. Tendrá todo el toque de misterio que le quieran dar (y, a veces ni eso), pero cuando ya se les va la pinza con las visiones demoníacas (ese mulo con los ojos rojos da más risa que susto). Y toda la historia relacionada con el padre del protagonista está desaprovechada por completo, haciendo de mera excusa para que lo use Anthony Hopkins al final de la peli. Que esa es otra, los últimos quince minutos son pa cagarse, y lo de miedo precisamente. En serio, no sé cómo Sir Hopkins ha podido aceptar participar en una historia que carece por completo de toda la garra e interés que demuestra al principio (en serio, esperad a ver el final y ya me diréis si el pobre hombre no está para que le peguen un tiro).


    En resumen, que la peli distrae, pero que no es nada del otro mundo. Seguro que hay más y mejores opciones para elegir en el videoclub este fin de semana. Pero, como siempre, para gustos lo colores.





    jueves, 21 de julio de 2011

    CINE ACTUAL: "EL CABALLERO OSCURO"


    TÍTULO: EL CABALLERO OSCURO

    DIRECTOR: CHRISTOPHER NOLAN

    REPARTO: CHRISTIAN BALE, HEATH LEDGER, AARON ECKHART, MICHAEL CAINE, GARY OLDMAN, MORGAN FREEMAN, MAGGIE GYLLENHAAL

    DURACIÓN: 150 min.

    AÑO: 2008

    GÉNERO: AVENTURAS

  • EL DR. JECKYLL DICE:

    • La puesta del británico Christopher Nolan al frente de la franquicia de Batman ha representado un verdadero soplo de aire fresco en lo que a la adaptaciones cinematográficas de superhéroes se refiere, y un auténtico acontecimiento mundial que ha provocado que, a día de hoy, las dos partes dirigidas por Nolan se encuentren entre las más taquilleras de cuantas se han rodado acerca del hombre murciélago. Tras el destrozo artístico que había supuesto para la serie la realización de Joel Shumacher de las dos películas anteriores (Schumacher es un director excelente al que los productores deberían saber qué tipo de proyectos darle), la llegada de "Batman begins - Batman begins, 2006" demostró que era posible realizar una película de aventuras de héroes de cómic con grandes y patentes dosis de calidad artística y comercial. Por este motivo, cuando se estrenó su continuación, "El caballero oscuro", la expectación era máxima -alentada, también, por el morbo que había despertado entre la audiencia ver al malogrado actor Heath Ledger en uno de los últimos papeles que había representado antes de fallecer-. Y no decepcionó lo más mínimo.

      La historia de "El caballero oscuro" continúa prácticamente allí donde finalizaba el anterior largometraje. Bruce Wayne (Bale), alias Batman, continúa enfrentándose al crimen organizado de Gotham City. Es entonces cuando los jefes de los diferentes grupos delictivos recurren a un extraño personaje llamado Joker (Ledger), quien afirma ser capaz de acabar de una vez con la amenaza que les supone la presencia del hombre murciélago. Para ello, no duda en poner en jaque a los máximos exponentes y dirigentes públicos de la ciudad, entre los que se encuentra el fiscal del distrito, Harvey Dent (Eckhart), y su ayudante -y amiga de la infancia de Bruce, quien sigue enamorado de ella- Rachel Dowson (Gyllenhaal).

      Si hay una cosa en especial por la que "El caballero oscuro" llame la atención, es por el acercamiento a la realidad de la cinta, en comparación con las anteriores entregas (evidentemente, para ello es necesario aceptar un mínimo de ficción dentro de la historia). Allí donde las otras partes presentaban escenarios hiperrealistas y situaciones más propias de un chiste más contado que de un film como éste, el largometraje de Nolan se desmarca de los anteriores apostando por una historia que, en lugar de centrarse en Batman, podría estar perfectamente protagonizada por James Bond o Jason Bourne. Quizás sea por ello que impacta tanto la aparición de un personaje tan siniestro como el del Joker (las cicatrices de su rostro dan escalofríos), ya que éste actúa como un total perturbado mentar y asesino de sangre fría.

      En efecto, hasta ahora, la inmensa mayoría de adaptaciones de cómics de superhéroes que habían llegado a la gran pantalla, dependían en exceso de las influencias de las historietas en las que se basaban, por lo que el mayor interés de sus responsables se centraba en la recreación de costosísimos efectos visuales, en detrimento del hilo argumental que debía dar coherencia a todo el conjunto. Sin embargo, "El caballero oscuro" se apoya en una historia sólida y tremendamente atractiva (ese ataque indiscriminado de "el mal" al bien, forzando a los justos a acabar corrompiéndose), haciendo que el espectador no tenga la sensación en ningún momento de que le están tomando el pelo con diálogos infantiles y situaciones infantiles en exceso. Además, pone de relieve otros aspectos como la codicia, la lealtad o, incluso, el respeto por el prójimo (ver al respecto la secuencia, al final de la película, que tiene lugar en un ferry de pasajeros y en otro de convictos).

      En lo que a los aspectos técnicos del film se refiere, se ha mejorado sustancialmente la realización en comparación con el acierto del primer "nuevo" Batman. La fotografía de Wally Pfister (la película fue rodada con cámaras de IMAX) es impresionante; el montaje de Lee Smith, trepidante; la música compuesta por Hans Zimmer y James Newton Howard es tan perturbadora como sobrecogedora y hermosa; y, como ya hemos apuntado antes, la dirección de Nolan es, en una palabra, sobresaliente. Además, siempre es un auténtico gusto poder disfrutar de la interpretación que brindan unos secundarios de lujo, que acaba de redondear la película, como es el caso de Michael Caine, Gary Oldman o Morgan Freeman.

    • MR. HYDE DICE:


      • ¡Vaya tela, qué pedazo de peliculón! Sé que hay películas que podrán ser mucho mejores, que estén más curradas yo todo lo que tú quieras. Pero, a mí, "El caballero oscuro" aún me sigue pareciendo acojonante desde que empieza hasta que acaba. A ver qué listo es capaz de explicarme por qué todas las películas de superhéroes no pueden ser así. No hay derecho a que, en lugar de encontrarte con lo que ha sido capaz de lograr Christopher Nolan, hayamos tenido que padecer las paridas tan monumentales que fueron "Batman forever - Batman forever, 1995" (que será todo lo divertida que dicen, pero mala cantiduvi) y "Batman & Robin - Batman & Robin, 1997", o las idas de coco de Tim Burton (y eso que la primera peli de Batman me parece buena película y todo).


        "El caballero oscuro lo tiene prácticamente todo: acción a rebosar, aventura a saco, toda la intriga y más, drama bien llevado y, también, hasta sus momentos de comedia. Pero, eso sí, si hay algo que sobresale por encima de todo es, sin duda, el Joker. Mira que era jodido superar el papel que Jack Nicholson había hecho en la primera película de todas. Pues nada, que Heath Ledger se lo ha comido con patatitas, y ha bordado el que creo que, junto con Hannibal Lecter, es la mejor interpretación de un villano de la historia (menos mal que, en esta ocasión, igual que pasó con Anthony Hopkins, el Oscar sí que ha sabido reconocer el papelón que hicieron los dos colegas). El Joker de Ledger acojona porque está pirado de verdad, nada de malo que quieren destruir el mundo y chorradas de esas. El tío es un psicópata de primera categoría, y lo mejor de todo es que es listo como él solo, lo que eleva a lo bestia la calidad de la peli.


        Otra cosa curiosa es que, dado que, de todos los superhéroes, Batman es el único que no tiene poderes especiales, y que lo que le hace tan especial son los gadgets y aparejos exóticos que utiliza, no se anda por las ramas con polladas de rayos láser, telas de araña, o fuerzas descomunales. "El caballero oscuro" es una peli redonda, un ejemplo de lo que debería ser siempre el cine chulo de aventuras moderno, y una demostración más que clara de que se pueden hacer pelis de puta madre centradas en superhéroes sin que, luego, la peli acabe dando pena. Lo dicho nenes, un auténtico gustazo.



        miércoles, 20 de julio de 2011

        CINE DE LOS 90: "DICK TRACY"


        TÍTULO: DICK TRACY


        DIRECTOR: WARREN BEATTY


        REPARTO: WARREN BEATTY, AL PACINO, MADONNA, DUSTIN HOFFMAN, GLENN HEADLY , JAMES CAAN, PAUL SORVINO


        DURACIÓN: 120 min.


        AÑO: 1990


        GÉNERO: AVENTURAS


      • EL DR. JECKYLL DICE:

      • La carrera cinematográfica de Warren Beatty ha sido de lo más prolífica y variada. Desde que debutara en los años sesenta de la mano de Elia Kazan con "Esplendor en la hierba - Splendor in the grass, 1961", Beatty ha sabido combinar de forma acercada la interpretación con la dirección, producción y escritura de largometrajes, en especial a partir de su gran primera incursión en funciones de director con "El cielo puede esperar - Heaven can wait, 1978". No obstante, a raíz del estrepitoso fracaso crítico y comercial que supuso su participación en la comedia "Ishtar - Ishtar, 1987" -por otra parte, un film más que correcto- , Beatty quiso recuperar el prestigio y comercialidad perdidos con la adaptación a la gran pantalla del cómic creado por Chester Gould, "Dick Tracy", por lo que este proyecto pasó a convertirse en un desafío casipersonal para el artista.


        El film da inicio cuando se comete el asesinato de varios miembros de una familia mafiosa, incluido el gángster "Labios" (Sorvino). Tras ponerse Dick Tracy (Beatty) al frente de la investigación, las pistas parecen llevarle a uno de los delincuentes más peligrosos de la ciudad, Big Boy Caprice (Pacino). No obstante, en su persecución incesante de la banda de Caprice, Tracy deberá aprender a manejar a una peligrosa y seductora testigo que trabaja para el propio Caprice, llamada Suspiros Mahoney (Madonna), y a conseguir que colabore el único testigo de este crimen, un huérfano llamado "Chico".


        Planteada como una película de aventuras con clarísimas alusiones al cómic en el que se basa, "Dick Tracy" llamó la atención, sobre todo, por tres elementos: la caracterización de los protagonistas, la escenificación completa de la película, y la sólida (y, a la vez clásica) realización de Beatty. En lo que concierne a la caracterización de la todo el reparto, los trucajes de maquillaje empleados para hacer prácticamente irreconocible al gran reparto que integra la película (Pacino, Hoffman, Forsythe, Sorvino...) lograron una semejanza asombrosa con los personajes de las historietas. En cuanto a la ambientación, resultó llamativa la combinación descarada de escenarios urbanos de dos dimensiones -efecto plano- que consigue darle un toque definitivo de cómic al largometraje, sin caer en ningún momento en el absurdo, para lo que también resultó fundamental la excelente fotografía del veterano Vittorio Storaro y el acertado vestuario de Milena Canonero. Y, en último lugar, la puesta en escena de Beatty quien, apoyándose en la estupenda labor de montaje de otro veterano del gremio, Richard Marx, dota al film de un ritmo tremendamente ágil que contribuye en buena medida a acentuar ese toque de película policíaca de aventuras por encima de cualquier semejanza con meras historietas de tebeo.


        En resumidas cuentas, "Dick Tracy" es una película muy dinámica, que combina con acierto un argumento puramente policiaco con el entretenimiento propio de los largometrajes de aventuras detectivescas más clásicos. Es una película muy entretenida, amena y que ayuda a pasar un buen rato, al mismo tiempo que el público más veterano tiene la oportunidad de disfrutar con las más que interesantes interpretaciones de un reparto de lujo, disimuladas, eso sí, entre capas de un maquillaje espectacular.



        • MR. HYDE DICE:

        Nunca he leído un cómic de Dick tracy. Ni siquiera me sonaba el personaje cuando mi tío me llevó a un cine de Alicante a verla -siempre he sido más devoto de Mortadelo y Filemón-. Y, sin embargo, reconozco que me lo pasé de rechupete viéndola (pues no habré flipado ni nada imaginando que mi Casio de cuatro duros también era un walkie-talkie como el que tiene el prota). Es como si quisieran haberle dado un toque de película de gánsgters de los años 50, pero con el estilo de tebeo que lo hace todo más original. Y eso por no hablar del maquillaje de los actores, que a Dustin Hoffman aún se le puede reconocer pero, a Al Pacino ya cuesta. Y a William Forsythe ni os cuento.


        Lo que a mí no me acabó de convencer para nada es la actuación de Madonna. Mira que la película habría salido ganando si, en lugar de la reina del pop, hubieran contratado a otra actriz más seria que supiera hacer también de "mujer fatal" (Madonna, más que de "mujer fatal" hace de "putón verbenero fatal") y que, de paso, no aburriera con esos dos o tres numeritos musicales metidos a presión en la historia, y que no aportan nada -de hecho, es casi insultante que la canción I always get my man se llevara el Oscar-. Y tampoco termina de calar la elección de Glenn Headly como chica del protagonista ya que, por muy buena actriz que sea esta señora, es casi comprensible que el amigo Dick (chistaco de juego de palabras para los que sepan inglés) acabe fijándose más en el zorrón ese del 15 que se contornea en sus napias.


        En fin, pues eso, que aunque no es el no va más, "Dick Tracy" sí que es una película muy original, tanto por la forma en que está hecha como por el toque serio que tiene al mismo tiempo (a la mente me viene otra peli hecha de forma parecida, "La sombra - The shadow, 1994", pero que acaba por resultar un poco cutre y con pinta de baratilla si se compara con la de Warren Beatty), alejada de otras idas de olla más a lo Tarantino, como sucedía en "Sin City. Ciudad del pecado - Sin City, 2005". Entretenida y divertida, ni más ni menos, ni menos ni más.