domingo, 3 de julio de 2011

CINE EN CARTEL: "TRANSFORMERS. EL LADO OSCURO DE LA LUNA"


TÍTULO: TRANSFORMERS. EL LADO OSCURO DE LA LUNA

DIRECTOR: MICHAEL BAY

REPARTO: SHIA LABEOUF, JOHN TURTURRO, JOSH DUHAMEL, ROSIE HUNTINGTON-WHITELEY, FRANCES MCDORMAND, PATRICK DEMPSEY

DURACIÓN: 154 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: AVENTURAS



  • EL DR. JECKYLL DICE:


Desde luego, hay que ver cómo funcionan las cosas por la meca del cine. Allí, en cuanto una película tiene una buena carrera comercial (que tenga buenas críticas es otra historia, de la que el 99% de los productores suele despreocuparse casi por completo), ya empiezan a pensar corriendo en hacer segundas partes. El problema es que, en ciertas ocasiones, estas continuaciones acaban por ser del todo innecesarias. No sólo porque no aporten nada al desarrollo de la historia que ya se ha contado hasta ese momento (algo similar ya lo decíamos en su día con la última parte de "Indiana Jones"), sino porque el público no es bobo, y por mucha popularidad que hayan tenido las anteriores entregas, cuando lo que ven de nuevo no cuadra con sus expectativas, la frustración es inevitable.


En el caso de "Trasnformers. El lado oscuro de la luna" es ni más ni menos lo que ha sucedido. Tras una primera parte impresionante -hablo en especial del aspecto visual, que de la calidad de aquella película tampoco hay que pretender sacar de donde no hay- y una segunda aceptable -con más efectos especiales y más apabullamiento-, este fin de semana ha llegado a las carteleras de medio mundo la tercera parte. El problema de la misma, aparte de lo alto que habían puesto las dos anteriores entregas en cuanto a efectos especiales y gusto por sus fans, era que se esperaba encontrar en ella algún elemento novedoso que hiciera aún más atractivo el conjunto: giros argumentales, apariciones de nuevos personajes, historia con mucho más gancho, etc. Sin embargo, esto no sucede ni por asomo.


La tercera parte de "Transformers" podrá ser más cara y más revolucionaria en la concepción de las transformaciones de los robots, pero está totalmente vacía de toda emoción. No es trepidante, que es lo peor que le puede suceder a un largometraje de estas características, y su ritmo acaba por cansar al espectador, hasta el punto que a éste le trae sin cuidado que ganen los buenos o los malos. Y todo eso, por no hablar de las interminables dos horas y media que dura la función.


Realmente lo siento por aquellos que estuvieran ilusionados con el estreno tan multitudinario que se ha preparado para esta película (sé que Hyde es uno de ellos, y no sabéis lo que lo lamento por mi querido amigo) pero, el que esto suscribe, prefiere pensar que la próxima película de Michael Bay ofrecerá todas las dosis de entretenimiento y emoción que se le ha olvidado poner a su último film. Y lo mismo vale para Steven Spielberg, que ojala los millones que se va a embolsar como productor ejecutivo de la película (no sé muy bien lo que hace un productor ejecutivo, pero a mí me huele a que Spielberg pone su nombre en el poster y poco más), le sirva para que los dos largometrajes que va a estrenar antes de fin de año sean auténticas maravillas. De lo contrario, lástima de dinero mal invertido.



  • MR. HYDE DICE:

Antes de empezar con mi parte de crítica, quiero dejar algo bien claro: me chiflan las pelis de Michael Bay. La que más y la que menos, siempre me ha parecido un espectáculo cojonudo a la hora de hacer que me lo pase de coña durante un par de horitas. Los que me conocen saben que no sólo me he visto "La roca - The rock, 1996" tropecientas veces (y las que quedan), sino que es una de mis películas favoritas. Hasta una cosa tan intrascendente como "La isla - The island, 2006" me resultó divertida. Por eso, con todo el dolor de mi corazón, en esta ocasión, sobre "Transformers 3", sólo tengo dos palabras con las que opinar sobre ella: decepcionante y aburrida.


Os lo juro, no pensé en la vida que podría pensar eso de una peli como ésta, de la que se supone que es el plato fuerte del verano. No sólo porque de pequeño jugara con los muñecos de los Transformers, sino porque también disfruté como un enano con las dos partes anteriores (con la primera un pelín más que con la segunda). Con que os diga que ayer compré las entradas para verlas por la mañana para no quedarme sin un buen sitio por la noche (el cine se peta según a qué sesiones y para qué pelis), ya os podéis hacer una idea de cómo iba de predispuesto. Pues nada, mi gozo en un pozo.


Durante la primera media hora, la cosa pinta bien, con en las anteriores. Ahora bien, cuando hace su primera aparición John Malkovich ya empiezas a notar un tufillo algo raro, como que parece que se están tomando a medio cachondeo la historia (por cierto, que alguien le diga a John Malkovich que hace el ridículo con esa dentadura postiza... ¡Como si el pollo no tuviera pasta para pagarse un dentista como Dios manda!). Cuando ya llevas una hora y pico y John Turturro empieza a hacer el gilipollas sin gracia, y Frances McDormand sale haciendo de tipa dura, te preguntas qué coño se habrán fumado para estar tomándoselo todos a coña. Pero es que, cuando ya llevas más de dos horas y los robots no dejan piedra sobre piedra de Chicago, te acabas preguntando cuánto más va a durar el bodrio.


Igual es que Michael Bay no estaba inspirado para hacer la peli, o que le obligaron a rodarla con demasiada prisa. O vete a saber qué mierda se les habrá metido a los que lo han hecho en el cocotero. Pero de lo que no cabe duda es que, o esta tercera parte acaba teniendo un inmerecido éxito descomunal (para hacer rentable el huevo y medio de millones que ha costado), o no habrá cuarta parte que valga. ¿Que los efectos especiales están bien hechos? Pues sí, como en las otras. ¿Que las escenas de lucha son espectaculares? Pues sí, también como en las otras. ¿Que cuando sales del cine te sientes timado? Pues sí -a secas-.


En fin, que si aún después de leer lo que os dice el tito Hyde, resulta que sois fans incondicionales de los robotacos estos y queréis gastaros la pela para verlos, pues vosotros mismos. Eso sí, yo ya os he avisado de que no es nada del otro mundo y de que, por favor, ni se os ocurra compararla con las dos partes anteriores, que ya sabemos que ciertas comparaciones son odiosas. ¡Ah, y una última cosa, si no queréis acabar tontos perdidos, ni se os ocurra verla en 3D! Yo la he visto en formato digital y os aseguro que la copia no pierde lo más mínimo. Además, teniendo en cuenta lo que le duran los planos a Michael Bay, si vais a verla en 3D, espero que luego tengáis una buena aspirina a mano.