viernes, 18 de mayo de 2012

ESTRENOS DE VIDEOCLUB: "LA DAMA DE HIERRO"

TÍTULO: LA DAMA DE HIERRO

DIRECTORA: PHYLLIDA LLOYD

REPARTO: MERYL STREEP, JIM BROADBENT, IAIN GLENN, SUSAN BROWN, ALEXANDRA ROACH, HARRY LLOYD, OLIVIA COLMAN, NICHOLAS FARELL

DURACIÓN: 105 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: DRAMA

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • Respaldada por la avalancha de premios (Oscar, Globo de Oro, BAFTA...) que le ha supuesto a la incombustible Mery Streep su interpretación de la ex-primera ministra británica Margater Thatcher, llega a los videoclubs "La dama de hierro", nueva y laureada colaboración entre la veterana actriz y la directora de uno de los más notorios éxitos de la carrera de ambas, la divertidísima "Mamma mía - Mamma mia!, 2008". En esta ocasión, el film constituye un nuevo biopic aunque, curiosamente, se aleja más de los clichés propios de este tipo de producciones para presentar la vida de la protagonista desde un punto de vista más humano, más cercano al mundo real, y sin magnificar tanto la figura sobre la que versa el argumento. Más adelante consideraremos el acierto o equivocación de tal decisión pero, de momento, lo único que podemos es asegurar una cosa: la actuación de Mery Streep es insuperable y demuestra, una vez más, que tras más de treinta años de carrera, Streep es capaz de seguir dando lecciones de actuación a cualquiera que ose ponerse delante de una cámara.

    Margaret Thatcher (Streep) es una anciana que vive sola en su una discreta casa londinense. Allí, es vigilada casi constantemente por una serie de cuidadores, a causa de su debilidad física y mental, pues la ex-primera ministra sufre constantes alucinaciones en las que se le aparece su difunto marido, Denis (Broadbent). A partir de determinados momentos de su vejez, Tatcher rememora determinados instantes de su vida política y personal, que abarcan desde su ingreso en el partido conservador británico o matrimonio con Denis y relación con sus hijos cuando éstos son pequeños, hasta su ascendente carrera política con los diversos conflictos a los que debe hacer frente, incluyendo su declive profesional dentro del partido.

    En la introducción mencionábamos que "La dama de hierro" se aleja de los cánones tradicionales de lo que vienen siendo largometrajes semi-biográficos. Para empezar, aunque el film da comienzo ya en la vejez de la protagonista, la acción regresa constantemente a ese momento, en el que se contempla a un personaje completamente derrengado y anciano en todos los sentidos. Además, a penas se dedican un par de secuencias a describir su juventud -la infancia ni siquiera se retrata- antes de pasar al grueso de la acción. Ahora bien, esto cabría considerarlo más como un acierto que no como un fallo puesto que, en estos breves instantes, se describen un par de aspectos de la personalidad del personaje que tendrán sus consecuencias en actos posteriores: la negativa a ser considerada una mera mujer destinada a cuidar de su marido y parir hijos -atención a la reacción de la joven Margaret cuando es invitada a acudir a una estancia especial para las mujeres, en la que tan sólo hay unas pocas sillas y una tabla de planchar-, y la declaración de principios que le hace a su futuro marido en el momento en que éste le pide la mano en matrimonio -y donde le deja claro su prioridad de elementos en cuanto a su carrera profesional en la política y la familia-.

    Por otra parte, algo en lo que quizás se equivoca el guión, es que "La dama de hierro" da la impresión de haber querido tocar demasiados temas sin llegar a centrarse en ninguno en particular. Sí que resulta, por ejemplo, precisa la integración y formación de Thatcher como miembro (y, después, líder) del partido conservador aunque, después, se limite a una simple mención de temas considerados fundamentales dentro de la historia política de Gran Bretaña del pasado siglo: las huelgas de mineros, la elevada subida de impuestos, los repetidos ataques del IRA (escalofriantes las secuencias de los atentados de uno de los amigos más incondicionales de Thatcher con un coche bomba, o del ataque perpetrado a uno hotel en el que se hospeda la primera ministra con su marido), el fin de la Guerra Fría, o el ya citado conflicto de las Malvinas. A todo ello se hace referencia en diversos momentos del film sin que se llegue a profundizar en la resolución de ninguno de ellos. Y lo mismo podría decirse de la tensa relación que se establece entre el personaje y sus hijos, pues a penas se le dedica un par de secuencias a este tema, sin que el espectador pueda tener claro del todo qué es lo que acabó sucediendo.

    Por lo demás, "La dama de hierro" es una película de lo más correcta. La directora Phyllida Lloyd mueve la cámara con seguridad y dinamismo suficiente para que la acción del film no se sienta pesada sobre los hombros del espectador, que asiste a este espectáculo con la convicción de que la interpretación de Mery Streep es tan genuina que casi parece, por momentos, estar viendo a la verdadera Margaret Thatcher. En resumidas cuentas, "La dama de hierro" es una de las películas más interesantes que salen en alquiler esta semana por lo que, si la ven disponible, no duden que les hará pasar un rato de lo más entretenidos.

  • MR. HYDE DICE:
  • Lo he dicho ya antes y lo vuelvo a repetir: Mery Streep no sólo es una de las mejores actrices que se pueden encontrar ahora en una película sino, posiblemente, una de las mejores de la historia del cine. Ya sé que cada uno tiene su propia opinión, y que otros podéis preferir a otras más veteranas como, por ejemplo, Katherine Hepburn. Cojonudo, pues que os aproveche, pero yo me quedo con la Streep sin necesidad de pensármelo mucho. Y, quien aún tenga dudas sobre ello, no tiene más que echarle un vistazo a "La dama de hierro", donde merece la pena estarse algo menos de dos horas viendo la peli sólo por el placer de ver como borda, una vez más, un papel.

    A mí, la historia de los ingleses, por lo general me la suele soplar como no os podéis imaginar (de hecho, me sopla hasta la española cuando no ves más que la misma mierda sobre la Guerra Civil), así que creedme si os digo que es todo un logro que "La dama de hierro" no se haga ni aburrida ni pesada desde que empieza. Claro, que otra cosa muy distinta es que, cuando acaba, te entren unas ganas locas de volverla a ver, aunque eso ya es otra historia. Vayamos por partes.

    En primer lugar, la actuación de Mery Streep. "La dama de hierro" la he visto en el castellano de toda la vida, así que ni tengo ni papa de si clava el acento británico o si toma la misma pronunciación que Margaret Thatcher. Pero vamos, que ni falta que hace, porque ya sea cuando es más jovencita o cuando está convertida en una abuela de la cabeza a los pies, Streep hace que te olvides de que es una actriz la que está saliendo en la pantalla. Por ejemplo, sólo tenéis que ver el momento, nada más empezar la peli, en el que aparece en un súper de mala muerte comprando una botella de leche. ¡Pero si es que hasta se mueve como una abuela reumática! (cuánto tendría que haber hablado antes con ella Leonardo Di Caprio antes de meterse en la piel de J. Edgar Hoover). El resto de la película, en lo que a la actuación de Mery Streep se refiere, es nada ni más y nada menos que una gozada porque ella está ahí, dando una lección de lo que es actuar.

    En segundo lugar, lo que es la película en sí. Se ve que no han querido hacer una peli en plan biografía como estamos acostumbrados a ver, con la descripción de una infancia traumática, en cómo lucha a lo bestia por abrirse camino, y en cómo acaba sus días. Aquí, en "La dama de hierro" parece que al director, guionista o quien sea, eso de lo trae al fresco, porque no le dedican más tiempo del imprescindible (un par de momentos de Margaret con sus padres de joven, otros tantos metiéndose en el partido conservador, y poco más), para aprovechar todo el resto en el que te la enseñan haciendo frente a los cirios en los que tuvo que tomar decisiones (la Guerra Fría, las revueltas populares, la Guerra de las Malvinas, etc.) y, sobretodo, de lo reventada que se ha quedado la pobre mujer al hacerse mayor.

    Es en esto último que os comento (lo que viene a ser "La dama de hierro") donde te quedas un poco con ganas de más. Se ve que han querido contar demasiadas cosas sobre lo que fue la vida política y personal de Margaret Thatcher, y se han quedado a medias. Pero no porque no tuvieran tiempo, sino porque, a mi nada modesto parecer, no han calibrado bien el tiempo que le quieren dedicar a cada parte. Por ejemplo, me parece cojonudo que todo lo de su vida de joven dure poquito (al fin y al cabo, sólo un par de secuencias -cuando se junta con los miembros del partido por primera vez o cuando su marido le pide que se case con ella-, que van directas al grano), pero no entiendo por qué insisten tanto en la chochez de la señora cuando se hace vieja. Si nos ha quedado claro con los primeros quince minutos que alucina viendo y hablando aún con su marido muerto, y que se siente triste por haber pasado olímpicamente de sus hijos por dedicarse a la política, ¿para qué puñetas te lo sacan una y otra vez? En cambio, luego, cosas como la solución de la Guerra de las Malvinas o los atentados del IRA se los ventilan en dos patadas. Hombre, ni calvo ni dos pelucas, pero un poquito más de equilibrio, ¿no?

    En fin, aparte de eso, "La dama de hierro" es una peli que no se hace nada aburrida, a pesar de no tener que ver nada con las historia de política a las que estamos acostumbrados. Así que, aunque la historia, a priori, no parezca que vaya a ser muy interesante, os la aconsejo como novedad de videoclub de esta semana porque, como pasatiempo funciona de lo más bien y, como demostración de que Mery Streep es más grande, también. Aunque eso no quita para que, por muy bien hecha que esté y tal, "La dama de hierro" sea una peli exclusivamente para ver en casa, que no merece la pena verla en grande y pagar una animalada por ello.