TÍTULO: EL DIARIO DE NOA
DIRECTOR: NICK CASSAVETES
REPARTO: RYAN GOSLIN, RACHEL MCADAMS, JOAN ALLEN, JAMES GARNER, GENA ROWLANDS, SAM SHEPARD, JAMES MARSDEN
DURACIÓN: 115 min.
AÑO: 2004
GÉNERO: DRAMA ROMÁNTICO
Si, durante la década de los noventa, pareció ponerse de moda la adaptación de novelas de ciencia ficción y thrillers judiciales (casi parecía que no hubiera libro de Michael Chrichton o de John Grisham que no contara con su correspondiente versión en la pantalla), ahora quien parece estar de moda es el escritor de novelas –principalmente románticas- Nicholas Sparks de quien, en los últimos diez años, se han llevado al cine la friolera de seis novelas. De todos estos largometrajes, el más exitoso de todos (y, dicho sea de paso, el mejor del grupo) ha sido “El diario de Noa”, que el director John Cassavetes (hijo del mítico actor y director John Cassavetes y de la actriz Gena Rowlands, quien también participa en este film), adapta a partir de la novela del mismo nombre, y consiguiendo realizar la que, junto con otros títulos como “Love actually – Love actually, 2003 ” y “Posdata: Te quiero – P.S. I love you, 2007”, es una de las películas más románticas de los últimos años.
Duke (Garner) es un simpático anciano que, todos los días, le lee una herosa historia a Allie (Rowlands), otra mujer que está, como él, ingresada en un tranquilo asilo. En esa historia, un joven e impetuoso llamado Noa (Goslin) se enamora perdidamente de una hermosa joven llamada, precisamente, Allie (McAdams). Sin embargo, su amor no es bien visto por la madre de ésta, Anne (Allen), quien considera que Noa no es más que un chico de pueblo mientras que su hija, que pertenece a una clase social más alta, merecería estar con alguien de su estilo. Cuando la relación de los dos muchachos se paraliza a causa de la guerra y del fallecimiento del padre de Noa, Frank (Shepard), ambos harán lo posible por volver a encontrarse, a pesar de que Noa haya intentado seguir con su vida y de que Allie se haya comprometido con un oficial de las fuerzas armadas llamado Lon (Marsden).
Como se puede ver por su argumento, "El diario de Noa" es una película que, independientemente de sus orígenes literarios, está planificada hasta el último milímetro para apelar a la sensibilidad más romántica de los espectadores. Pero, por fortuna, Cassavetes lo hace con sumo gusto, al no forzar la historia de amor entre los dos protagonistas. Ésta es limpia, agradable, desde el momento en que ambos bailan sin música en una solitaria calle de la ciudad, hasta el instante en que hacen el amor en una solitaria mansión o, muy especialmente, en la secuencia del embarcadero bajo la lluvia, que acaba siendo el instante definitivo en la historia de amor de ambos.
Por supuesto, como toda película romántica que se precie, también cuenta con personajes encargados de desempeñar el rol de "malos" de la función. Así pues, se establece el contrapunto entre el padre de Noa, Frank, que es bonachón y sencillo, hasta su némesis, encarnada por la madre de Allie. Pero, un nuevo acierto del guión, es no empeñarse en etiquetarlos de buenos y malos absolutos, sino que se toma la molestia suficiente como para exponer los motivos que llevan a la madre de Allie a actuar como lo hace (excelente en la secuencia en que lleva en coche a su hija hasta la mina en la que trabaja el hombre del que antaño estuvo enamorada -soberbia acutazión de Joan Allen-). Estos son pequeños detalles que hacen de "El diario de Noa" una película romántica diferente a la previsibilidad de otras historias similares, incluso hasta en su lacrimógeno final
No obstante, si "El diario de Noa" llama la atención por una cosa es, además, porque no se trata de una relación de amor basa exclusivamente en sus jóvenes protagonistas, sino que trata de ser una historia de amor atemporal. Así pues, la secuencia en la que Duke explica a sus hijos cuáles son los motivos que le mueven a seguir en el asilo, o como cuando la anciana Allie despierta de su letargo y adquiere conciencia de lo que sucede a su alrededor, son momentos que emocionan tanto o más que todo aquello que se le ha contado al público acerca de los jóvenes enamorados.
Para terminar, tan sólo aconsejar "El diario de Noa", que se es una excelente alternativa a toda esa serie de molestas telenovelas baratas que se quieren hacer pasar por verdaderas historias de amor. Aquí, el relato es fresco, amable y, por encima de todo, bien hecho y consicente de los valores tan hermosos que quiere defender.
Ya me extrañaba a mí que esta semana no metiéramos algún pastelorro. Bueno, por lo menos, dentro lo romántico, estamos comentando pelis interesantes, que ya es un consuelo. “El diario de Noa” es una película cien por cien para mujeres pero, con la particularidad de que no ofende a ningún tío. Hay castañas monumentales que no sólo van exclusivamente dirigidas al sector femenino, sino que son una ofensa total al entendimiento de cualquier tío con dos dedos de frente (¿Eh, Jennifer Aniston? ¿Eh, Jennifer Lopez? Joer con las Jennifer…). Bueno, pues ya os digo que “El diario de Noa” es bastante soportable. Es más, la verdad es que es de las películas con mensaje, y no me refiero a esas que parecen metidas con calzador, como le pasa a los bodrios de Sarah Jessica Parker y compañía. Aquí, la historia de amor es muy bonita, todo haya que reconocerlo, y es agradable ver cómo, por una vez, se centra en dos personas que deciden estar juntos y quererse por encima de cualquier adversidad, y por encima de cualquier contratiempo de la edad. Sé que suena un pelín cursi dicho así, y que no es mucho mi estilo. Pero cuando las cosas son de esa manera, no queda más remedio que admitirlo.
“El diario de Noa” sigue el mismo esquema de todas película romántica que se precie: chico conoce a chica, chico se enamora de chica, chico hace que chica se enamore de chico, chico pierde chico y chico recupera chica. En serio, es así de simple. Otra cosa es que el director se haya preocupado de hacerlo más interesante, y de que su peli no sea otra castaña más que ponerle a la churri cuando está necesitada de pegarse una buena llorada en esos días del mes. En “El diario de Noa”, por suerte, la historia es entretenida y más variada. Me explico. De entrada, los personajes no se separan por una chorrada, sino que elementos como la guerra o las diferencias sociales entre clases tienen mucho que ver. Además, las razones que tienen y dan cada uno de ellos parecen igualmente válidas. Traducido, quiere decir que ninguno de los dos se empeña en conseguir al otro desesperadamente, haciendo las típicas americanadas que dan vergüenza ajena. En realidad, cada uno de ellos, cuando llega el momento de la separación, trata de seguir con su vida, conociendo a otras personas, moviéndose de ciudad, ocupándose de sus historias pero, a pesar de todo eso, no pueden evitar volver a coincidir y recuperar el tiempo perdido.
Ya sé que todo esto suena a petardo sentimentaloide, pero qué queréis que os diga, aparte de que a mí me gustó (aunque sea bastante cabroncete, también tengo mi corazoncito). Además, como os decía, está rodada de forma que no se te hace aburrida, sobretodo teniendo en cuenta que avanza y retrocede en el tiempo, y tanto la historia de los protagonistas de viejos como de jóvenes es muy bonita. Además, hay secuencias conmovedoras sin ánimo de manipularte –al menos, no en exceso- (a mí me gustaron, en especial, las partes del asilo, cuando ves que el viejo hace todo lo posible por seguir leyéndole el libro a la otra abuela, hasta cuando sus propios hijos le aconsejan que renuncie y él se niega rotundamente), y otras hechas exclusivamente para los románticos empedernidos (toda la secuencia del paseo en barca y, después, el momento de amor bajo la lluvia).
En fin, que “El diario de Noa” es una película bonita, que se deja ver con agrado y que no aburre. Si a eso me sumas que es romántica hasta la médula y que consigue enganchar a los hombres como -sobretodo- a las mujeres, pues qué más quieres. Digamos que ojalá todos los pastelorros estuvieran hechos igual de bien y fueran tan interesantes como éste.