martes, 28 de agosto de 2012

CINE DE LOS 80: "CITA A CIEGAS"

TÍTULO: CITA A CIEGAS

DIRECTOR: BLAKE EDWARDS

REPARTO: BRUCE WILLIS, KIM BASINGER, JOHN LARROQUETTE, WILLIAM DANIELS, PHIL HARTMAN

DURACIÓN: 91 min.

AÑO: 1987

GÉNERO: COMEDIA

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • Blake Edwards es uno de los grandes maestros de la comedia estadounidense. Si bien no es menos cierto que haya descuidado otros géneros como el western ("Dos hombres contra el Oeste - Wild Rovers, 1971"), el drama ("Días de vino y rosas - Days of wine and roses, 1962"), la sátira ("S.O.B. Sois honrados bandidos - S.O.B., 1981"), o la comedia musical ("¿Víctor o Victoria? - Victor / Victoria, 1982"), lo cierto es que Edwards es mucho más conocido por sus divertidísimas comedias, con "Desayuno con diamantes - Breakfast at Tiffany's, 1961" a la cabeza. No obstante, al llegar la década de los ochenta, salvo en contadas ocasiones, la carrera de Edwards pareció empezar a dar síntomas de cansancio y escasez de inspiración, a tenor de las bochornosas continuaciones que dirigió de su estupenda "La pantera rosa - The pink panther, 1963", o de proyectos totalmente fallidos como las olvidables y olvidadas "El gran enredo - A fine mess, 1986" y "Una cana al aire - Skin deep, 1990". Por fortuna, entre todos estos fracasos, se encuentra "Cita a ciegas", una de sus comedias más rocambolescas, que no sólo descubrió la vis cómica de un Bruce Willis pre héroe de acción, sino que resulta ser una película terriblemente divertida.

    Walter Davis (Willis) es un ejecutivo que no tiene demasiada suerte con las mujeres. Por eso, cuando su hermano Ted (Hartman) le propone quedar con una prima de su mujer, éste se muestra escéptico, aunque acepta. La prima en cuestión, resulta ser una mujer hermosísima llamada Nadia (Basinger). El único problema de Nadia es que su organismo no tolera para nada el alcohol por lo que, cuando bebe a penas un par de gotas, se comporta de una forma totalmente descontrolada. Esto le acarreará a Walter un sinfín de problemas con David Bedford (Larroquette), el psicopático ex-novio de Nadia, con su propio jefe e, incluso, con la autoridad.

    "Cita a ciegas" contiene parte de lo mejor y lo peor del cine de Blake Edwards. En el primer grupo cabría incluir la asombrosa facilidad con la que el realizador lleva a cabo la puesta en escena de manera que, a través de la consecución de situaciones disparatadas, se cree un vínculo de complicidad entre los personajes y el público, logrando que éste no sólo se ría con lo chistoso de las situaciones, sino que anhele que le sigan contando más cosas. Por supuesto, esto es gracias, por una parte, al estupendo libreto escrito por el guionista Dale Launer y, por otra, al excelente reparto (los tres protagonistas principales están espléndidos, aunque John Larroquette se merece una mención especial en su papel de celoso maníaco).

    También cabría incluir en el apartado de lo más positivo de "Cita a ciegas" lo atractiva de su historia. El planteamiento es bien sencillo -una mujer que pierde el control cuando bebe-, pero es la ejecución de las set pièces cómicas la que tiene todo el mérito. Secuencias tan divertidas como las del acoso constante de la ex-pareja de Nadia, o la del restaurante con el jefe de Walter y los inversores japoneses no tiene desperdicio.

    Sin embargo, como suele suceder también en otros films de Edwards, hay un momento a lo largo del metraje parece no avanzar ni ir a ninguna parte. En el caso de "Cita a ciegas" esto sucede cuando finaliza la noche de la cita entre Walter y Nadia, donde es público se pregunta, por momentos, si la película no ha sido más que una constancia de instantes divertidos sin más que aportar a lo que ya ha visto. No obstante, Edwards parece retomar el pulso de la situación en el último tercio, convirtiendo "Cita a ciegas" en un largometraje más próximo a las comedias de Peter Bogdanovich o a ciertos momentos de "La pantera rosa" -la extensa secuencia de Clouseau en el hotel con su mujer y los amantes de ésta-, que no en lo que había sucedido hasta ese momento. De todas formas, es durante este tercio que las situaciones divertidas se retoman, iniciando un simpatiquísimo juego del cazador y la presa que, inevitablemente lleva a los protagonistas hasta el anhelado happy ending.

    En definitiva, coincido con mi estimado colega Hyde cuando afirma que, a pesar de no tratarse de uno de los mejores trabajos del genio de la comedia Blake Edwards, sí que es una película repleta de situaciones divertidas, muy entretenida, y que deja al espectador con una sensación agradable al finalizar.

  • MR. HYDE DICE:
  • ¡Me parto con esta peli! No es lo mejor que ha hecho Blake Edwards, eso está claro, que donde esté "La pantera rosa" que se quite lo demás. Pero "Cita a ciegas" tiene ese toque suyo de historia de enredo, equivocaciones, situaciones comprometedoras y mil cosas más que hace que, por un lado, estés partiéndote la caja y, por otro, tratando de no ponerte nervioso por tanto follón junto. Pero es que ese es, precisamente, parte de su encanto: la capacidad para imaginar las cosas más rocambolescas posibles y hacer que te resulten chistosas, más que nada por el pollo que se monta con cada una de ellas. Y, por supuesto, ninguna de ellas es imposible, sino que son follones en los que nos podemos meter cualquiera de nosotros sin darnos ni cuenta hasta estar con el agua al cuello. Pero, como suele pasar, siempre es más divertido cuando ves que le pasa a otro en vez de a ti.

    El principal mérito que le veo yo a "Cita a ciegas" es ese, que partiendo de una situación normal, alguien ha tenido el talento suficiente como para decir "a ver cómo lo complicamos y hacemos bien retorcido para que sea gracioso". Y lo consiguen. Ver las pirulas en las que se mete el pobre Bruce Willis por culpa de los pedos mentales que le dan a Kim Basinger cuando empina el codo no tienen desperdicio. Vale que hay algunas que, aunque son graciosas, pueden ser demasiado repetitivas (como eso de que el ex-novio de Basinger no pare de empotrarse con su coche en los escaparates de las tiendas), y que otros momentos parecen alargarse demasiado (cuando a Bruce Willis ya se le va la olla del todo en la fiesta de los conocidos de la chica y empieza a decirles a cada uno una profesión distinta que tiene, mientras no para de atiborrarse de canapés y copas). Pero, por lo demás, os prometo que es divertidísimas las situaciones casi delirantes en que se mete el pobre hombre.

    Además, "Cita a ciegas" tiene un añadido, y es que el actor que hace de ex-novio de Kim Basinger es el que salía en aquella serie de comedia tan cojonuda que se llamaba "Juzgado de guardia", en la que hacía de fiscal cachondo. Allí ya me hacía gracia el tío éste, pero verlo haciendo de sociópata es tronchante (cada vez que amenaza de muerte a Bruce Willis, en vez de acojonarte, lo que hace es ser aún más chistoso). Y todo eso funciona de categoría en la peli. De hecho, casi diría que de las actuaciones, es de lo mejor porque, al fin y al cabo, Bruce Willis se limita a poner cara de póker con todo lo que le pasa; Kim Basinger a poner morritos de seductora y hacer el ganso cada vez que se acerca a una botella; y el resto, pues adornando un poco la función.

    Pero, insisto, lo mejor de "Cita a ciegas" son los líos que van pasando uno detrás de otro. Empezando por ese principio en el que ves a Willis casi atacado de los nervios por tener que presentar un informe a tiempo, o en los primeros minutos de su cita con Basinger (cuidadín con la exposición de "arte" a la que ella lo lleva, que no tiene desperdicio), y siguiendo con todos los despropósitos que vive el pobre hombre durante esa noche: el numerito en el restaurante con su jefe, la huída del ex-novio acosador, cuando le desmantelan el coche frente a la casa de Basinger, o cuando le detienen. Ahora, lo guapo de la cosa es que nada de esto es lo único que hay, sino que después viene toda la parte de cuando Willis se tiene que colar en la mansión en la que está Basinger para arreglar unos asuntillos que ahora no os voy a decir para no cagaros la sorpresa. Y eso, aunque algo menos, también es muy divertido, con sus corre corre que te pillo, escindidas, golpes y demás (me encanta el padre del ex-novio preguntando si la secretaria está bien cada vez que escucha un golpe).

    En fin, que "Cita a ciegas" es una comedia muy chula, no de las que estás todo el rato partiéndote el ojete, pero sí que tiene momentazos buenísimos, que hacen que estés todo el rato con la sonrisa en la cara y que, además, presenta situaciones muy originales que hacen que te lo pases aún mejor. No es de las películas más conocidas ni de Bruce Willis ni de Kim Basinger, pero igualmente os la recomiendo.