jueves, 19 de mayo de 2011

CINE ACTUAL: "EN TIERRA HOSTIL"



TÍTULO: EN TIERRA HOSTIL

DIRECTORA: KATHRYN BIGELOW

REPARTO: JEREMY RENNER, ANTHONY MACKIE, BRIAN GERAGHTY

DURACIÓN: 122 min.

AÑO: 2009

GÉNERO: BÉLICO

  • EL DR. JECKYLL DICE:

Durante los años 80, Hollywood pareció tener una predilección especial por concentrarse en producir largometrajes centrados en la Guerra de Vietnam que había tenido lugar casi dos décadas antes. Así fue cómo, con mayor o menor suerte, acabaron surgiendo largometrajes como "Platoon - Platoon, 1986" y "Nacido el cuatro de julio - Born on the 4th of July, 1989" (en el grupo de los primeros), o "Corazones de hierro - Casulaties of war, 1989" y "La chaqueta metálica - Full metal jacket, 1987" (en el grupo de los segundos).


Así pues, no resulta extraño que, tras las dos Guerras del Golfo, haya surgido una moda parecida en la Meca del cine por volver a utilizar el escenario de estas contiendas bélicas como trasfondo para desarrollar nuevas y viejas historias. Así es como surgen películas como "Redacted - Redacted, 2008", "En el valle de Elah - In the valley of Elah, 2007", "Expediente Anwar - Rendition, 2007" y muchas otras. No obstante, de todas ellas, la que probablemente haya alcanzado una mayor repercusión sea "En tierra hostil". Las razones son varias.


En primer lugar, de todas ellas, es la única realizada por una mujer (ya saben lo políticamente correcto que sienta esto en Hollywood), Katrhyn Bigelow quien, a pesar de lo que muchos puedan pensar, cuenta con una serie de títulos a sus espaldas que avalan su capacidad para contar no sólo historias interesantes sino, a la vez, trepidantes. Sirva para el caso los ejemplos de la interesantísima "Acero azul - Blue steel, 1989" (donde quedaba claro que Jamie Lee Curtis podía plantar cara a cualquier maleante por peligroso que éste fuera), "Le llama Bodhi - Point break, 1991" (donde la relación de los protagonistas principales acabaría siendo casi plagiada en la primera entrega de "A todo gas - The fast and the furious, 2001") o, incluso, la infravalorada "Días extraños - Strange days, 1995".


En segundo lugar, a pesar de tratarse de una película bélica, no tiene nada que ver con otras propuestas similares del género, en los que buena parte del metraje se centra en las contiendas en las que ambos bandos se enfrentan. Curiosamente, en "En tierra peligrosa" no hay a penas secuencias de combates y, los pocos momentos de enfrentamientos que hay, están rodados con tanta discreción que uno casi tiene la sensación de que están luchando a distancia (esa presencia constante del enemigo invisible). Todo ello, gracias al acertadísimo montaje a cuatro manos de Chris Innis y Bob Murawski (habitual colaborador de Sam Raimi) y la rabiosa dirección de Bigelow.


Y, por último, en tercer lugar, de todas las películas de temática similar, es la que mayor ovación había despertado desde el momento de su estreno. ¿En qué se habrán basado los expertos para encumbrar a esta sosa cinta bélica? Tal vez en alguno de los puntos destacados anteriormente, o puede que en ninguno de ellos, y que todo se trate de una nueva moda impuesta por los recientes cambios políticos y por el panorama bélico internacional. Sea como sea, de lo que no cabe duda es que "En tierra hostil", a pesar de contar con una realización de vértigo, no acaba estando a la altura de lo que cabría esperar de ella. El resto de elementos (actuaciones, música, guión, etc.) son bastante neutros, por lo que es una lástima que éste no haya acabado siendo el largometraje apasionante y entretenido que podría haber sido.



  • MR HYDE DICE:

Pues será todo lo buena que tú quieras, y le habrán dado premios hasta quedarse nuevos pero, a mí, "En tierra hostil" me pareció un coñazo de cojones. Y mira tú que fui al cine con ganas de verla y predispuesto a que me gustara por todo lo bueno que había oído de ella. ¡Pero menudo chasco! Es como ver una especie de documental raro de la guerra del Golfo; como si, en lugar de haber hecho una película, la directora y demás equipo, hubiera tenido en mente una serie de televisión sobre lo que significa ser un artificiero en Irak. Tal cuál. Y eso que no digo que sea mala, en absoluto. Es sólo que no me encontré con lo que esperaba.


Eso sí, se agradece que, al menos, se hayan tomado la molestia de hacer bien película, que ya sólo faltaba que salieran los típicos nasíos pa matá, saludando a sus superiores antes de dar su último aliento, y con una bandera americana ondeando al fondo. Por suerte, no hay nada de eso. Pero donde cabría esperar algo de emoción, lo único que se encuentra uno son una serie de situaciones casi aisladas las unas de las otras, que poco importa el orden en que las veas, ya que tanto da.


Hoy a Jeckyll se le ha escapado contar el argumento de la peli, así que lo sintetizaré yo sin toda la verborrea que suele usar él: esto es un desactivador de bombas que está en Irak (Pearce). Muere por culpa de un petardazo que detona un moro (con cara de muy malo), y en su lugar mandan a otro experto (Renner). Desde aquí hasta el final de la peli, es la historia de cómo este pollo se encarga de desactivar hoy una bomba aquí, mañana una bomba allí. Hasta que le toca volver a casa con su mujer y su hijo y... ¡¡el tío se da cuenta de lo bien que estaba en Irak, entre Mohameds y misiles!! ¡Ahí, campeón, con dos cojones!


Lo dicho, el guión es una mierda que casi ni existe, pero no porque lo hayan sustituido por escenas de acción, como suelen hacer en las machomovies americanas, sino porque se limitan a enseñarte al colega con sus bombacas. La música, escuchada así a palo seco, hace que uno se pregunte qué derrame cerebral le había pasado al pobre Marco Beltrami para cascarse semejante castaña. Y los actores... pues poco que aportar, la verdad. Como hubiera dicho Gila, "estar están, que no vas a decir que no están; pero cómo están...".


Lástima que la película no fuera una continuación de los primeros diez minutos que, en honor a la verdad, son realmente impresionantes, y con una acumulación de tensión brutal. Por desgracia, esa pompa se acaba deshinchando y el resto, pues es lo que ya hemos comentado. No diré una vez más que los Oscar cada vez tienen menos prestigio, porque ya sería repetirse más que el ajo, pero da vergüenza pensar que ésto se ha llevado, entre otros, el de mejor película y... ¡mejor guión! Pffffff...


Eso sí, divertidos los cameos de David Morse y Ralph Fiennes. ;-)