lunes, 9 de abril de 2012

CINE CLÁSICO: "EL SUEÑO ETERNO"

TÍTULO: EL SUEÑO ETERNO

DIRECTOR: HOWARD HAWKS

REPARTO: HUMPHREY BOGART, LAUREN BACALL, JOHN RIDGELY, MARTHA VICKERS, DOROTHY MALONE, CHARLES WALDRON

DURACIÓN: 114 min.

AÑO: 1946

GÉNERO: POLICIACO

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Lo que son las cosas. Durante las últimas críticas que hemos escrito acerca de los estrenos semanales de películas en videoclub mencionábamos que, en la meca del cine, parecían no tener claros los límites a la hora de explotar una receta de éxito en la realización de una película. Pues bien, resulta que más de medio siglo antes ya se recurría a esta receta aunque, en el caso del que hoy hablamos, los resultados son francamente extraordinarios. Si, dos años antes, con el estreno de "Tener y no tener - To have and to have not, 1944" el realizador Howard Hawks había conseguido reunir a dos monstruos de la interpretación como Bogart y Bacall, logrando que la química en la pantalla de la pareja fuera indiscutible, en 1946 volvía a emplear la fórmula que tan buenos resultados le había dado para adaptar la novela homónima de Raymond Chandler. Por supuesto, el resultado no pudo ser más satisfactorio ya que "El sueño eterno" es una obra maestra del cine negro, y una de las más interesantes aproximaciones al personaje del detective privado Philip Marlowe que se ha rodado hasta el día de hoy.


    Philip Marlowe (Bogart) es contratado por el retirado General Sternwood (Waldron) con el fin de que investigue una serie de turbios asuntos en los que parece estar involucrada su hija Carmen (Vickers). Marlowe acepta el encargo pero, conforme comienza a indagar en el problema, descubre que detrás de todo se encuentra una peligrosísima red de delincuentes especializados en el asesinato y chantaje, utilizando como arma de coacción la explotación sexual, la prostitución y el negocio de la pornografía. La situación se complicará aún más con la aparición de una amiga de la familia Sternwood llamada Vivian (Bacall), que no sólo pondrá a prueba la lealtad de Marlowe, sino que también condicionará su forma del ver el caso.


    "El sueño eterno" es una película hipnotizadora. Desde ese comienzo lleno de sombras y personajes ambiguos (atención al recibimiento que le hace Carmen a Marlowe nada más llegar éste a la casa de los Sternwood, ya la tranquilidad con la que Marlowe se deshace de ella), hasta un complejo argumento diseñado en forma de caja china, en el que el implacable detective se adentra conforme avanza la acción, el film hace gala de una tensión y suspense únicos. Además, no sólo llama la atención por la seguridad con la que Marlowe afronta el caso (cualquier otro investigador privado se sentiría confundido por los progresivos descubrimientos, y asustado ante lo que le pudiera suceder por meterse donde no le llaman), sino también la dura temática a la que el film hace referencia ya que, al fin y al cabo, se hace referencia a la explotación sexual y la ninfomanía en una época en la que estos temas eran prácticamente tabú.


    Afortunadamente, el enorme talento de Howard Hawks a la hora de realizar la puesta en escena es magnífico, logrando no sólo hacer entendible un argumento enrevesado, sino conseguir que el interés por parte del espectador sea total durante todo el metraje. De esta forma, la actuación de los personajes principales de "El sueño eterno" se asemeja a la de otra joya del cine negro clásico como es "El halcón maltés - The maltese falcon, 1941" (todo el entramado relacionado con la investigación y la dedicación del detective privado al que da vida un inigualable Humprhey Bogart), o la citada "Tener y no tener" (sobretodo en lo que concierne a la relación entre Bogart y Bacall, ya que el argumento de ésta última, en comparación, es bastante más sencillo).


    En resumidas cuentas, "El sueño eterno" es una película fabulosa, que no ha perdido ni un ápice de su grandeza con el paso de los años, y que sigue resultando igual de interesante, atractiva y cautivadora ahora que cuando se estrenó. Un clásico del cine destinado a perdurar para ser disfrutado una y otra vez.



  • MR. HYDE DICE:

  • ¡Por fin un poco de cine negro del bueno! No creo que sea la mejor peli clásica de cine negro que haya visto pero, desde luego, sí una de las que más me ha gustado. ¿Y por qué? Pues porque tiene todo lo que una película de esta clase tiene que tener. Para empezar, el detective más chulo que un ocho, y que Bogart interpreta casi con los ojos cerrados, capaz de darle un guantazo a la tipa de turno para, segundos después, estar comiéndole todo el morro. Después, la "mujer fatal" está deslumbrante, y le encanta el juego del gato y el ratón con el detective, aunque éste parezca ser de piedra (y, evidentemente, el detective caerá en sus brazos por mucho que se resista). Después, hay malos malísimos que quieren salirse con la suya, para lo que no dudarán en chantajear, robar y matar como con la misma facilidad y tranquilidad de quien compra el periódico en el quiosco de la esquina. Y, por supuesto, un final en el que el detective lo resuelve todo, pilla a los malos y se queda con la chica. ¿Qué más se puede pedir?


    En el caso de "El sueño eterno" se cumple todo esto y con creces. La peli no sólo se las ingenia para sacar juntos todo lo que puede a Bogart y Bacall (a ver si algún día de estos hay alguna pareja cinematográfica que consiga la mitad de lo que lograron éstos convirtiéndose en iconos de la historia del cine -y no, Julia Roberts y Richard Gere no valen-) sino que, además, te cuenta una historia complicada, enrevesada, pero que queda clarísima conforme avanza la cosa. Salvando las distancias, es un poco como el "L.A. Confidencial - L.A. Confidential, 1997" de la época, o lo que es lo mismo, una historia centrada en los años cincuenta, con corrupción y vicio hasta las cejas, con mujeres tan guapas como peligrosas metidas hasta las cejas en asuntos turbios, y tíos con cara de muy malos y pocos amigos. Y, por supuesto, en medio un detective al que le cuesta sonreír que se ve metido en un follón del carajo que debe resolver.


    En lo que respecta a la historia de "El sueño eterno", como os digo, aunque parece claro al principio, conforme avanza la peli, te pierdes un poco. Por supuesto, cuando el general ese de la silla de ruedas le cuenta al detective qué es lo que quiere, la cosa parece fácil. Pero cuando éste empieza a conocer al resto de los que bamban por ahí (sobretodo a las hijas del viejo) y se empiezan a mezclar los asuntos de sexo y chantaje, la cosa ya se complica. Por supuesto, como es Bogart el que está resolviéndolo todo, pues puedes estar tranquilo. Y es una suerte porque, además de saber que lo va a arreglar todo, la historia te la van explicando poco a poco para que todo quede bien clarito.


    Evidentemente, lo mejor de "El sueño eterno" es cualquier escena que comparten Bogart y Bacall, donde los dos se hacen los duros hasta el extremo, incluso cuando se tienen que besar, como si mostrar alguna emoción fuera señal de debilidad. Y, aunque no esté Bacall de por medio, tanto da, como cuando no para de insinuársele la chica que hace de hermana de Bacall (y que está metida de mierda hasta el cuello) aunque, por muchos ojitos de cordero degollado que ponga, el tío se mantiene frío y duro como el acero. Señor, por qué no habrá hoy en días películas así de chulas... En fin, que "El sueño eterno" es un referente universal del cine policíaco clásico, y que deberíais ver si sois de los que decís que os gusta el cine. Si no, pues nada, vosotros os lo perdéis. Eso sí, antes de acabar os doy un pequeño consejo: ved "El sueño eterno" en español, porque en la versión original Bogart, para variar, casi no vocaliza y no se le entiende una leche.