sábado, 11 de junio de 2011

CINE A DESCUBRIR: "EL RESPLANDOR"


TÍTULO: EL RESPLANDOR

DIRECTOR: STANLEY KUBRICK

REPARTO: JACK NICHOLSON, SHELLEY DUVALL, DANNY LLOYD, SCATMAN CROTHERS

DURACIÓN: 142 min.

AÑO: 1980

GÉNERO: TERROR

  • EL DR. JECKYLL DICE:

Cuando, a principio de los años 80, un realizador de la talla de Stanley Kubrick, que ya contaba con varias obras entre las más selectas de la historia del cine (los escándalos de "Lolita - Lolita, 1962" y "La naranja mecánica - A clockwork orange, 1974", y el impacto visual de "2001: Una odisea en el espacio - 2001: A space odyssey, 1968"), decidió adaptar a la gran pantalla una de las más recientes novelas del maestro del terror Stephen King, tanto la crítica y el público pensaron que se trataba de un intento desesperado del genio neoyorquino de seguir en la brecha de los grandes, tras el fracaso económico que había supuesto su anterior largometraje, la prácticamente perfecta "Barry Lindon - Barry Lindon, 1975".


No obstante, como venía siendo costumbre de Kubrick, éste no veía "El resplandor" como una mera ocasión de reverdecer los laureles, sino como la oportunidad perfecta para desarrollar y mejorar una nueva técnica visual (la hoy ya famosísima steadycam), que le permitiera filmar largos planos ininterrumpidos de los actores, de forma que la cámara los pudiera seguir por los decorados, sin tener que cortar los planos para colocar la cámara en otro sitio diferente. Así pues, una de las primeras cosas que llaman la atención de "El resplandor" son, en efecto, los planos secuencia del crío con el triciclo por los interminables pasillos del hotel, donde se van encontrando con varios de los elementos más aterradores del film.


La acción comienza cuando el escritor Jack Torrance (Nicholson) acepta el puesto de guardián de un hotel de invierno en Maine que, durante los meses de invierno, permanece cerrado al público pero que, para poder mantenerse en condiciones, precisa de la supervisión de una persona. Jack lo toma como una oportunidad estupenda para poder concentrarse en la escritura de su nuevo libro, tras meses de inspiración ausente, por lo que se traslada allí con su mujer Wendy (Duvall) y su hijo Danny (Lloyd). Éste último, antes incluso de llegar al hotel comienza a tener unas extrañas visiones que no logra comprender, y que lo suelen dejar en un estado de semi-trance. Una vez instalados en el hotel, Jack intenta ponerse a escribir, pero la soledad del entorno y las extrañas historias de crímenes que ha oído acerca del anterior guardián le impiden concentrarse. De esta forma, deambulando por el hotel, comienza él también a sentirse invadido por extraños sueños y sensaciones que acaban derivando en un estado esquizofrénico muy peligroso.


"El resplandor" es una película que, por derecho propio, forma parte de la historia del cine de terror. Las secuencias destacables de este largometraje son de lo más abundantes: la escena de Jack con el hacha haciendo añicos la puerta tras la que se esconde su mujer, la aparición de una mujer joven y desnuda transformada en inesperada anciana dentro de la habitación 337, la inmersión del personaje de Jack en una fiesta celebrara a principios de silglo XX, los constantes paseos de Danny en su triciclo por el interior del hotel (donde ya podemos intuir que está a punto de suceder algo extraño), o la huida final a través de ese laberíntico jardín.


Se mire por donde se mire, "El resplandor" es una película excepcional, casi atemporal, con una puesta en escena milimétrica hasta el último plano, y con una caracterización por parte de Jack Nicholson simplemente insuperable. Aún sin haber leído la novela homónima de Stephen King en que se basa (he leído muchas otras del escritor, pero no ésta por miedo a una inevitable comparación con la película), estoy seguro de que el escritor norteamericano puede sentirse orgulloso de que una de sus más famosas novelas haya sido llevada al cine con una maestría que sólo un genio como el desaparecido Stanley Kubrick era capaz de plasmar.



  • MR. HYDE DICE:

"¡Cariño, Jack está en casaaaaaa!" Ufff, qué acojone de película. No os exagero si os digo que, de todas las pelis de terror (y supuesto terror -léase sustos-) que he visto en mi vida, ésta sin duda es la que más canguelo me ha dado. Y mirad que me la vi en el vídeo de casa, a plena luz del día, y el otro idioma que no era castellano. Bueno, pues no quiero ni pensar que hubiera pasado si la llego a ver en el momento de su estreno, hace más de 30 años, y en el cine. Seguramente, que me hubieran hecho falta unos calzoncillos limpios para poder salir del cine.


"El resplandor" es el ejemplo perfecto de película que asusta gracias a, dentro de la ficción, el realismo de las situaciones que presenta. Con independencia de escenas un tanto fantasmales, es impresionante cómo el espectador es capaz de seguir a Jack Nicholson en ese especie de viaje hacia la locura, que no sabes muy bien cómo ha comenzado, pero del que te han hecho formar parte casi sin darte cuenta. Si a los cinco minutos el amigo Jack ya hubiera estado más loco que una cabra, la película no hubiera dado ni la mitad de yuyu. Pero, por suerte, ves cómo, poco a poco, van sucediendo cosas extrañas en ese pedazo de hostal, cómo el aislamiento y la soledad de ese paraje van haciendo mella en una persona con evidentes síntomas de esquizofrenia, hasta que el nivel de desquicie es tan insoportable que el pobre hombre acaba trastornado del todo.


Además, si te paras a pensar, estás enganchado a lo bestia desde casi el comienzo de la peli, y no te das cuenta de que has pasado más de dos horas con las uñas clavadas en tu asiento viendo una peli en la que prácticamente sólo aparecen tres personas. Por otra parte, Nicholson borda su papel gracias a, como decía antes, una interpretación en la que ves cómo va perdiendo el juicio cada minuto, desde que empieza a teclear como un poseso la misma frase en su máquina de escribir (acojonante la escena en que la mujer descubre que todas las páginas mecanografiadas dicen lo mismo una y otra vez, en distinto formato), y cómo eso afecta a su familia, desde su mujer (que flipa con las idas de olla del marido, y acaba por no soltar el cuchillo de carnicero ni durmiendo), y su hijo (las visiones que tiene de las niñas descuartizadas ponen los pelos de punta al más templado, por no hablar de ese torrente bestial de sangre que ve aparecer por la puerta del ascensor y las escaleras).


En fin, que "El resplandor" es lo que debería ser toda película de terror, así como toda adaptación de relatos de miedo del genio Stephen King (porque mira que han hecho mierdas como pianos al adaptar sus novelas de más canguelo -os juro que cada vez que recuerdo el destrozo que hicieron con una obra maestra del género literario de terror como es "It (Eso)", me entra una mala leche de aúpa-). La película es perfecta en cada uno de sus aspectos. Al fin y al cabo, tengamos en cuenta que no estamos hablando de una peli de esas en plan épico, sino de una de terror pura y dura, sin niños fantasmas japoneses que te salen por detrás, mientras la música te trona con un "ta-chán" de esos que hacen que el corazón te dé un vuelco, ni mamarrachadas parecidas.


Un consejo final: si queréis que el efecto de cagancho ya sea total, probad a verla por la noche y con las luces apagadas. Yo la volví a ver así con mi hermana (ella la veía por primera vez) y aún recuedo cómo brincaba la jodía y cómo me cogía del brazo diciendo "jo, qué miedo". Jejeje, qué cabroncete que soy...