sábado, 25 de febrero de 2012

CINE A DESCUBRIR: "MIENTRAS NIEVA SOBRE LOS CEDROS"

TÍTULO: MIENTRAS NIEVA SOBRE LOS CEDROS

DIRECTOR: SCOTT HICKS

REPARTO: ETHAN HAWKE, YOUKI KUDOH, MAX VON SYDOW, JAMES CROMWELL, RICK YUNE, RICHARD JENKINS, JAMES REBHORN

DURACIÓN: 120 min.

AÑO: 1999

GÉNERO: DRAMA JUDICIAL

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • En Hollywood, en muchas ocasiones, tienen la mala costumbre de, cuando un nuevo director destaca en el panorama cinematográfico por una película -y, en especial, si ésta recibe premios por doquier-, provocar una reacción de expectación maliciosa por parte de la crítica (y de muchos más que no tienen nada que ver con la crítica especializada), que deriva en un especial interés por poder vapulear cada nuevo trabajo de dicho realizador. En el caso del director Scott Hicks, que tres años antes había llamado la atención del público con la premiada "Shine - Shine, 1996", sucedió cuando se planteó la adaptación a la gran pantalla de la novela homónima de David Guterson. Ahora bien, Hicks, aprovechando aún la atención que había suscitado con el film que le reportó a Geoffry Rush el Oscar al mejor actor, se rodeó de grandes nombres de la industria (Robert Richardson como director de fotografía, James Newton Howard como compositor de la banda sonora, Ron Bass como guionista) para hacer de "Mientras nieva sobre los cedros" una película a (re)descubrir.


    A mediados del siglo pasado, al norte del Estado de Washington, es encontrado un pescador ahogado en el océano. Tras una investigación preliminar, Art Moran (Jenkins), el sheriff local, arresta a Kazuo Miyamoto (Yune), al que se acusa de la muerte. El suceso lo cubrirá un joven periodista llamado Ishmael (Hawke) que, desde niño, ha estado enamorado de Hatsue (Kudoh), la esposa de Kazuo, y que acabará investigando qué sucedió en realidad. Mientras en los tribunales se enfrentan el fiscal y el abogado de la defensa (Rebhorn y Von Sydow, respectivamente), Ishmael recuerda lo que significó el amor de Hatsue en su vida.


    "Mientras nieva sobre los cedros" es, por encima de todo, una película hermosa. No nos referimos tan solo a la propia historia que desarrolla a lo largo de un argumento nada lineal, sino a su puesta en escena. Gracias a la sensacional fotografía de Robert Richardson, casi se tiene la sensación de poder "tocar" el ambiente que impregna cada fotograma en cada uno de los escenarios (el claroscuro de la sala del tribunal, los contraluces del interior del bosque de cedros, el colorido pálido de la playa, la densidad de la bruma, o la "textura" del frío de las tormentas de nieve), que la convierte en una auténtica maravilla visual. A ello hay que añadir la acertada elección de contar la historia de amor de los protagonistas a través de numerosos flashback, hecho que ayuda al espectador a diferenciar claramente los fragmentos más de suspense del largometraje (el presente) de los más románticos y menos tensos (el pasado), y un sensacional acompañamiento musical a cargo del siempre acertado James Newton Howard (prestar especial atención a los temas que se escuchan cuando las mujeres suben al estrado y cuentan su versión de los hechos -impresionante el tema Susan Marie remembers-).


    Ahora bien, en el caso de "Mientras nieva sobre los cedros" hay que avisar de que se trata de una película pausada. Y decimos bien "pausada"; ni "lenta" ni "aburrida", términos con los que se podría identificar muy fácilmente. Ello quiere decir, ni más ni menos, que el director no tiene prisa alguna por contar la historia de forma atropellada, sino que disfruta al máximo con la escenografía que le brinda en bandeja su director de fotografía, y aprovecha cada movimiento de cámara, cada sombra y cada mirada de sus personajes para, por un lado, hacer gozar al espectador con semejante espectáculo y, por otro, utilizar el excelente montaje para darle más dinamismo a las partes más interesantes -las del juicio-.


    Evidentemente, con semejante nivel técnico, las interpretaciones debían estar a la altura de las circunstancias. De todas ellas, correctísimas, destaca en especial la magnética presencia del sueco Max Von Sydow como el abogado defensor, quien aporta un candor y emotividad a un personaje tremendo. No sólo brinda algunos de los momentos más entrañables de la cinta (la conversación, casi al final del film, con Ishmael acerca de los sacrificios hechos por amor), y de otros que cargan con el mensaje del largometraje (su alegato final -rodado en un único plano secuencia que el genial actor aborda con una seguridad y brillantez absolutas- ante el jurado antes de la deliberación).


    En resumidas cuentas, "Mientras nieva sobre los cedros" se sirve de una puesta en escena arrebatadora para relatar una historia de amor que deriva en un proceso judicial, siendo ambas caras de una misma moneda que agradan al espectador por igual. La historia de amor no puede ser más sencilla e inocente, y toda la parte relacionada con el juicio dotada de la tensión necesaria para que el público esté en ascuas hasta el último -y decisivo- minuto. En pocas palabras, un film excelente a disfrutar y con el que deleitarse.



  • MR. HYDE DICE:

  • Creo recordar que, el otro día, con motivo de alguna peli, la crítica decía que era chungo saber combinar dos tipos de películas en una sola. En el caso de "Mientras nieva sobre los cedros", pasa algo parecido, solo que para bien. La peli, que está muy chula, es una mezcla de dos cosas diferentes: por una parte, está la intriga de un asesinato y de todo el juicio que se celebra contra un acusado; por otro, es una historia de amor. Vale, sí, ya sé que así, a bote pronto, es raro que en una peli se junten estas dos cosas que no tienen mucho que ver. Pero supongo que eso es un punto a favor de "Mientras nieva sobre los cedros", que aunque toca dos temas muy diferentes, es interesante todo el rato.


    Lo que pasa es que, cuando hablas de una peli de juicios, te imaginas algo más en plan "Veredicto final - The veredict, 1982", o al Tom Cruise de "Algunos hombres buenos - A few good men, 1992" gritándole a Jack Nicholson que quiere la verdad. Pero "Mientras nieva sobre los cedros" no va por ahí. Y, al contrario, si esperas ver una historia de amor como las doscientas que ya se han hecho antes, pues aún menos. Entonces, lo lógico parece preguntarse qué carajo tiene esta peli para merecer darle una oportunidad. Pues muchas cosas. La primera que me viene a la cabeza, es cómo está hecha. Es una pasada brutal, con una fotografía acojonante (la historia pasa en un sitio de esos de Estados Unidos donde hace un frío de la leche, con esa nieve y esas nieblas).


    La segunda, que la historia es muy bonita. Acierta al no querer ser sólo una historia de amor, que podría haberse convertido en una pedorrada del quince. En vez de eso, es estupendo que vayan mezclando las cosas con el tema del juicio, porque así se hace mucho más dinámico. Además, la película va dando saltos hacia delante y hacia atrás, por lo que tienes que estar al loro de lo que pasa para saber bien por qué algunos personajes hacen lo que hacen. Otra cosa original dentro de la historia de amor, es el hecho de mezclar las complicaciones de una relación entre dos razas tan diferentes como la occidental y la oriental. Ahí ves las diferencias que representan tanto los vecinos de ese pueblo como los mismos padres de la chica, que no defienden una tradicionalidad más extrema porque no tienen tiempo. Y, aún así, te das cuenta de que, en el fondo, no somos tan distintos cuando nos enamoramos, como así les pasa a los dos protagonistas.


    La tercera es que, por su parte, todo lo que tiene que ver con la investigación de asesinato está muy bien hecha. Desde el principio, no sabes en realidad si el acusado es culpable o inocente, lo que hace que no pierdas ojo a las pistas que van encontrando y a los testimonios de los que van desfilando por el tribunal. Todo ello, combinado con los problemas raciales que te explican por activa y por pasiva, hacen que te enganches aún más a la historia.


    Así que, como veis, "Mientras nieva sobre los cedros", supongo que podría decirse que es una peli de intriga mezclada con una historia de amor, o una historia de amor que tiene parte de suspense. Yo se la vendí así a mi chica (diciendo primero que es más de amor que de suspense que, si no, ya empezaba a torcer el morro), y coló de fábula. Y lo mejor del asunto es que le gustó. Así que os la recomiendo, porque ya veréis que, aunque sea un pelín larga (y haya trozos en que parezca que enseñan demasiado paisaje y poca chicha), "Mientras nieva sobre los cedros" es una película preciosa. Si a esto le juntas que flipas con cómo está hecha, pues al final te quedas más contento que unas pascuas, además de pasar un buen rato.