viernes, 2 de diciembre de 2011

ESTRENOS DE VIDEOCLUB: "NUESTRA CANCIÓN DE AMOR"


TÍTULO: NUESTRA CANCIÓN DE AMOR

DIRECTOR: OLIVIER DAHAN

REPARTO: RENÉE ZELLWEGER, FOREST WHITAKER, ELIAS KOTEAS, NICK NOLTE, MADELEINE ZIMA

DURACIÓN: 110 min.

AÑO: 2010

GÉNERO: DRAMA

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Desde que el cine es cine y, muy especialmente en a lo largo de las últimas décadas, no han sido pocos los directores o guionistas que han buscado desesperadamente conmover al público con las películas que ruedan. Hay ocasiones en que lo consiguen con resultados más que satisfactorios y otras en la que dichos intentos se acaban diluyendo en el olvido. Por el contrario, hay largometrajes que conmueven sin buscarlo (me viene a la mente la excelente y recientemente estrenada en España “Criadas y señoras – The help, 2011”) y otros que, pese a pretenderlo de forma más o menos insistente, no lo consiguen aunque tampoco molestan. “Nuestra canción de amor” forma parte de este último grupo ya que, a pesar de ser una cinta correcta que tiene claros tanto sus bazas acertadas como sus debilidades, el último film dirigido por el francés Olivier Dahan no pasa de ser una película intrascendente, tediosa por momentos pero que, pese a todo, está llena de buenas intenciones y finales esperanzadores.


    Jane (Zellweger) es una cantante que, a causa de un accidente automovilístico, enviudó y quedó condenada a una silla de ruedas para el resto de su vida. Desde entonces, no ha vuelto a cantar, y sobrevive gracias a las ganancias que obtuvo cuando aún se dedicaba a la música. Jane es amiga de Joey (Withaker), un pobre hombre que quedó trastornado cuando, a causa de un incendio, vio cómo ardía casi toda su familia. Joey convence a Jane para que lo acompañe a una pequeña localidad de Nueva Orleáns, ya que allí va a dar una ponencia un escritor especializado en la existencia de los ángeles –a los que Joey asegura que puede ver e, incluso, hablar-. De paso, la intención de Joey es facilitar el reencuentro de Jane con su hijo Devon, al que Jane tuvo que dar en adopción tras el accidente al no poder hacerse cargo de él. En su viaje, lleno de imprevistos y situaciones embarazosas, conocerán a Dean (Koteas) un ladrón de poca monta que les jugará una mala pasada, Billie (tt), una chica joven que busca desesperadamente a su marido desaparecido, y a Caldwell (Nolte), un viejo cantante que malvive tocando su guitarra en salas de conciertos de tercera.


    Una de las primera cosas que llama la atención de “Nuestra canción de amor” no tiene en absoluto que ver con el largometraje. O, al menos, de forma directa, sino más bien acerca de la forma de promoción del film. En la carátula, se hace hincapié en que “Nuestra canción de amor” está protagonizada por dos ganadores del Oscar, y que su director es mucho más que un francés de renombre, ya que fue el responsable de hacer que Marion Cotillard se alzara también con la preciada estatuilla por su estupenda recreación de la malograda Edith Piaf. Se ve que buena parte del tirón comercial que pretendían explotar los productores del largometraje reside precisamente en ello, en los involucrados a nivel artístico en el proyecto. Es más, incluso se subraya que la música de la película ha sido compuesta por Bob Dylan, cuando esto suele ser una mínima mención en los créditos finales de cualquier película (al no ser que estemos haciendo referencia a alguna de las colaboraciones del grupo Queen, que casi hacían más famoso al film, esta vez sí, por su música que por la propia película). Con ello, lo que pretendemos indicar es que, acudiendo al refranero popular, mucho ruido y pocas nueces, ya que “Nuestra canción de amor” no es más sino un intento fallido de construir una historia emotiva de gente que sufre y lucha por alcanzar su propia redención.


    “Nuestra canción de amor” parece ser un quiero y no puedo de cualquier historia emocionante y, sobretodo, emotiva. Si no, resultaría complicado entender el sentido de secuencias como aquella en la que Jane y Joey cenan con la familia de Billie, momento en el que, por unos minutos, se sienten parte de una familia, instante que concluye con un bonito espectáculo de fuegos artificiales. Esta secuencia parece querer lanzar a gritos al espectador que se conmueva ante tanta emoción reflejada en la pantalla pero, sin embargo, no se produce dicho efecto. Además, tampoco ayuda demasiado ni la música compuesta por Bob Dylan ni el montaje, excesivamente lento en secuencias que requerirían de una mayor agilidad (ver toda la secuencia de los momentos previos a la actuación de jane junto a Caldwell, o la confusión en que torna la persecución en coche). En resumidas cuentas, “Nuestra canción de amor” es un film fallido, al no conseguir transmitir esa desesperada sensación de empatía al público y que, sin molestar, tampoco consigue otra cosa que distraer lo justo para no aburrirse. Prescindible como opción para alquilar este fin de semana.



  • MR. HYDE DICE:

  • Ésta ha sido una semana floja en cuanto a estrenos de videoclub. Posiblemente, el más destacado haya sido la segunda parte del resacón en Las Vegas pero, como ya hablamos de ella en su día, cuando salió en cines, nos hemos tenido que decantar por otra que, a priori parecía prometer lo suyo (que tampoco era mucho, pero menos daba una piedra). La afortunada ha sido “Nuestra canción de amor” que, pese a tener uno de los títulos más cursis del año –para una vez que podían haberle puesto en castellano uno que no tuviera nada que ver con el original, va y lo traducen tal cuál-, no tiene nada que ver con las películas romanticonas y pastelorras más típicas. A decir verdad, no tiene nada que ver con ninguna historia de amor tal cuál, sino que el tema es más el drama de una ex cantante amargada porque un accidente de tráfico la dejó en silla de ruedas. A partir de aquí, el resto de la peli es el dramón de la pobre muchacha, que sobrevive de mala manera, por conseguir soportarse a sí misma (qué penoso lo que le pasa en el bar, al principio de empezar la película), sobretodo gracias a la ayuda de un amigo que está más zumbado que el que voló sobre el nido del cuco. Si a eso llamáis historia de amor, pues vale aunque, a mí, la peli me ha parecido más bien de esas de sobremesa del fin de semana que no algo en lo que merezca la pena gastarse la pasta sacándolo del videoclub.


    Los dramas emocionales no están del todo mal, siempre y cuando lo que te cuentan merezca la pena y no sea un tostón, o que los personajes sean todos una panda de capullos integrales que te caen a cuál peor. Lo que le pasa a “Nuestra canción de amor” es que no es ni una cosa ni la otra. Pretende ser una peli para que Renée Zellweger pueda demostrar que hay vida más allá de Bridget Jones, así que la sacan en una silla de ruedas, sin maquillaje y como si se acabara de levantar, para de la sensación de lo chunga que es la historia (eso sí, los tatuajes de sus brazos lucen más falsos que una moneda de cuatro duros, y a la pobre mujer le quedan como una patada en la entrepierna). Por su parte, Forest Withaker se limita a hacer de Forest Withaker, siempre con esa cara de estar más p’allá que p’acá, y con una sonrisa que ya no se sabe si es un tic o que el hombre está contento (tendré que ver la peli por la que se llevó el Oscar, porque me cuesta creer que realmente fuera capaz de hacer algo diferente a lo que hace casi siempre), sin hacer mucho más en toda la película.


    “Nuestra canción de amor”, que podría haberse convertido en una entrañable historia de apoyo mutuo entre dos pobres diablos, se acaba quedando en tierra de nadie, y no consigue ni a la de tres que sintonices con ellos. Es cierto que hay momentos, como cuando Jane canta por primera vez desde su accidente, o como cuando está a punto de encontrarse con su hijo, que hacen que sientas verdadero interés por lo que te están contando. Pero el resto es de lo más intrascendente. De hecho, hay un par de momentos en que personajes secundarios (los mejores, dicho sea de paso) desaparecen casi por las buenas, y te la pela olímpicamente que no vuelvan a salir ya más. Así que es una lástima que por culpa de la historia, o del director, la peli te deje frío y que, cuando llevas ya una hora, reces para que no dure otra más. Así que si la opción es ver “Nuestra canción de amor” o la del resacón, os aconsejo a la de ya que prefiráis ésta segunda. Y, si no está disponible, que reviséis alguno de los clásicos que os sugerimos, o de las pelis a descubrir, que fijo que son mucho más interesantes que ésta.