DIRECTOR: PAUL VERHOEVEN
REPARTO: CARICE VAN HOUTEN, SEBASTIAN KOCH, THOM HOFFMAN, DEREK DE LINT, HALINA REIJN, WALDEMAR COBUS
DURACIÓN: 135 min.
AÑO: 2006
GÉNERO: INTRIGA
Tras filmar en Holanda algunas de las películas que lo darían a conocer en el mercado norteamericano, Paul Verhoeven filmó de regreso en su país un proyecto más personal, enmarcado en las tramas de espionaje de la Segunda Guerra Mundial que tan buenos resultados le había dado en su momento con títulos como "Eric, oficial de la reina - Soldaat van Oranje, 1977". El resultado es un largometraje fascinante, repleto de emoción e intriga, que se sitúa entre lo mejor de su recuperada filmografía.
Segunda Guerra Mundial. Tras asistir impotente a la ejecución de su familia y amigos, Rachel Stein (Van Houten) consigue refugiarse en una pequeña granja, en las cercanías de Amsterdam. Cuando también aquella es arrasada por las tropas nazis, Rachel se unirá a un grupo de rebeldes holandeses dirigidos por el implacable Hans Akkermans (Hoffman). Allí, Rachel será la única esperanza del grupo para infiltrarse en las altas esferas nazis, seduciendo a un importante oficial llamado Ludwig Muntze (Koch) y consiguiendo información crucial para hacer frente a las tropas de Hitler en Holanda. Sin embargo, la misión se complica cuando, por una parte, Rachel se enamora de Muntze y, por otra, cuando se descubre la existencia de un llamado "libro negro" que contiene información muy codiciada tanto por el ejército nazi como por las tropas holandesas.
"El libro negro" fue considerada una vuelta a los orígenes de Verhoeven, tras seis años de ausencia en la realización cinematográfica. Según parece, tras los estrenos de "El hombre sin sombra - Hollow man, 2000" y "Starship troopers (Las brigadas del espacio) - Starship troopers, 1997", que no llegaron a cumplir del todo las espectativas comerciales previstas, Verhoeven decidió vovler a su Holanda natal para concentrarse allí en la concreción de un proyecto más personal, y sin las presiones de los grandes estudios hollywoodienses. El resultado de ello es "El libro negro" un afortunadísimo regreso del mejor Verhoeven, quien demuestra no sólo que sigue manteniendo vivo su trepidante pulso narratiuvo, sino que nadie mejor que él para plasmar en imágenes una historia de traición, amor, violencia y desilusión.
En la introducción mencionábamos que "El libro negro" se trata de uno de los mejores trabajos de Verhoeven, lo cuál no es del todo exagerado. Cierto es que no alcanza el grado de irresistibilidad de "Instinto básico - Basic Instinct, 1992" o el entretenimiento desenfrenado de "Desafío total - Total recall, 1990", pero tampoco le hace falta. "El libro negro" se aleja de sus anteriores films para revelarse como una obra mucho más seria y madura. De este modo, el magnífico guión escrito a cuatro manos entre Verhoeven y Gerard Soeteman contiene todos los elementos de las mejores cintas de espionaje centrados en la Segunda Guerra Mundial. Con el añadido que le proporciona la realización, en ocasiones adrenalítica, de Verhoeven. A penas hay un momento de descanso para el espectador, que se sume desde el comienzo en una historia trepidante y repleta de misterio.
Si a todo ello unimos detalles como los de las estupendas incursiones de las tropas nazis en pos de los judíos más adinerados a los que sabe cómo localizar, las secuencias de bombardeos y tiroteos (en especial las que tienen lugar como consecuencia de aquello que va averiguando Rachel) y, muy especialmente, de aquellos instantes más logrados en los que cualquiera de los personajes está a punto de ser descubierto por el enemigo.
En resumidas cuentas, "El libro negro" es un film excelente, lleno de giros inesperados, secuencias ejecutadas con gran destreza y un ritmo que consigue que el público permanezca atento hasta los créditos finales.
Buen broche de oro para acabar la semana. Me encantan las pelis de Verhoeven, desde las primeras que hizo en Holanda hasta, sobretodo, las made in USA (y sí, estoy incluyendo "Showgirls - Showgirls, 1995"). Sé que el tío a veces parece un salidorro con toques gores, con eso de que en sus pelis siempre haya, como poco, o una tía en cueros o sangre a cascoporro. Supongo que es una especie de Almodóvar, pero con talento y muchos más millones para hacer sus películas. En el caso de "El libro negro", Verhoeven ha hecho una peli cojonuda, llena de intriga, suspense y, sobretodo, emoción, que es lo que, te guste o no, siempre encuentras en sus películas.
Así, a grandes rasgos, creo que la única pega que le puedo poner a "El libro negro" es que es demasiado larga. Es como si a la peña que hace la peli le gustara tanto lo que está haciendo, que quisiera alargarlo al máximo posible porque se lo está pasando pipa. La verdad es que no me extraña, porque cuando empieza el show, te olvidas de que estás en una sala de cine y te metes de lleno en la historia. Pero, como suele ser normal en estos casos, por muy chula que esté la cosa, cuando ya llevas dos horas de suspense, pues te acaba cansando un poco. Creo que hasta aquí lo que podríamos decir que es lo más malo de la peli porque...
Entonces es cuando llega una de las mejores cosas: el final. Te pensabas que ya estaba todo resuelto, que los malos habían mordido el polvo, que eras tan listo que ya lo tenías todo claro, hasta que te llega ese final tan cojonudo. Hace que la historia se alargue aún más, casi quince minutos más, con una especie de juego de caza en mitad de un desfile, pero creedme que merece la pena. Ahí es como si quisiera concentrar en un ssolo momento toda la tensión que ha ido acumulando a lo largo de la peli. Menuda pasada.
Por lo demás, pues "El libro negro" da casi lo mismo que cualquiera de las otras pelis de espías de las tropas aliadas a los nazis: momentos en que crees que le van a dar matarile a la infiltrada (no os perdáis la cara que pone la protagonista cuando uno de los oficinales la acusa ante los demás de ser una traidora de los judíos), tiroteos y persecuciones entre unos y otros (me encanta una de las incursiones nocturnas que hacen los colegas de la chica, rematando a una serie de oficiales en mitad de la calle y luego lanzándolos a los canales). Lo que pasa es que todo eso que suele ser ya bastante conocido, mi querido Paul lo adorna todo con unos movimientos de cámara que te cagas, con violencia cruda pero más que justificada en la historia, y con detalles tan suyos que no podrían estar en ninguna otra peli de espías alemanes (por ejemplo, que la prota se tiña de rubio los pelos del chocho para que el nazi al que tiene que seducir se crea que es rubia por completo).
En definitiva, "El libro negro" es un peliculón cojonudo, de los que te dejan clavado a la butaca desde el principio y que, cuando acaba, aunque lo agradeces, te quedas con esa sensación de que te ha gustado un montón lo que has visto.