jueves, 3 de mayo de 2012

CINE ACTUAL: "PRECIOUS"

TÍTULO: PRECIOUS

DIRECTOR: LEE DANIELS

REPARTO: GABOUREY SIDIBE, MO'NIQUE, PAULA PATTON, MARIAH CAREY, LENNY KRAVITZ

DURACIÓN: 109 min.

AÑO: 2009

GÉNERO: DRAMA

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • En Hollywood, existen dos tipos de historias por los que los grandes estudios –y los no tan grandes- sienten especial predilección. Unos son los biopics, en los que un determinado actor/actriz suele conseguir el aplauso general de la crítica al recrear la figura de un determinado personaje histórico (el Oscar concedido a Meryl Streep en la reciente ceremonia de estos premios por interpretar a Maraget Tacther es buena prueba de ello). Los otros son las historias de superación personal, cuyos argumentos versan en torno a las enormes dificultades a las que deben hacer frente los personajes para poder conseguir sus propósitos (desde ganar una competición deportiva, hasta superar una grave enfermedad, lidiar con la muerte de algún familiar, etc.). En especial estos segundos son los que mayor libertad ofrecen a la hora de dar forma a un largometraje ya que, se basen o no en hechos reales, consiguen que el público se identifique en mayor medida con los protagonistas, sintiendo deseos de saber cómo termina el calvario particular de todos ellos –que, dicho sea de paso, suele ser de forma satisfactoria para todos-. Es en este último grupo en el que cabe incluir a “Precious”, film dirigido por el casi debutante Lee Daniels, basado en la novela con tintes autobiográficos “Push”, de una escritora norteamericana apodada Sapphire, y que cuenta con dos de las actuaciones más impactantes vistas recientemente en una pantalla de cine.

    Clarice Jones (Sidibe), a la que todo el mundo llama Precious, es una muchacha de diecisiete años que, aparte de sufrir una tremenda obesidad, está embarazada de su segundo hijo. Precious ya tiene un niño con síndrome de down al que llama Mongui y que, al igual que éste segundo, es fruto de una violación por parte de su padre. Precious vive de forma precaria con su madre, Mary (Mo’Nique), quien se preocupa más de que el Estado no le quite la subvención por la dependencia que tienen su hija y nietos de ella –y, gracias a la cuál, no necesita trabajar- que no en los problemas de su hija, a la que culpa de que su marido la haya abandonado. Dado que, por su estado, Precious es obligada a abandonar el instituto, acude a una centro especial para alumnas problemáticas en la que da clases la señorita Rain (Patton), quien se preocupa no sólo por el aprendizaje de las muchachas sino por los problemas de cada una de ellas. En mitad de este panorama, Precious hará lo posible por graduarse y salir adelante con sus dos hijos.

    Vaya por delante que tanto mi querido colega Hyde como un servidor no hemos leído la novela “Push”, por lo que nos resulta imposible juzgar cómo de fiel es el largometraje al original literario en el que se basa. Ahora bien, de lo que cabe duda es que el director Lee Daniels realiza un trabajo remarcable en ambos campos. Por una parte, la dirección de Daniels es sólida, dura y sin concesiones (ver todas y cada una de las secuencias de enfrentamientos que comparten Precious y su despótica madre) aunque, a la vez, consigue que al público no le resulte asfixiante (gracias a la participación de unas excelentes Paula Patton como maestra y –sorprendentemente- Mariah Carey como agente social, o a los momentos que Precious comparte con el resto de sus compañeras de clase). De esta forma, el espectador acompaña a la protagonista a lo largo de su odisea, compartiendo de ella la rudeza de momentos tan complicados como la aceptación de su situación, el segundo parto, o el abandono definitivo de su casa.

    Sin embargo, si hay un elemento que merezca la pena destacar de “Precious” por encima del resto son sus interpretaciones. Desde una asombrosa Gabourey Sibibe en el papel principal (nadie diría que es el primer film en el que participa), capaz de transmitir emociones terribles con tan sólo una mirada o un silencio (ver la última entrevista que hace con la trabajadora social con la que debate su situación), hasta por una insuperable Mo’Nique en uno de los papeles más desagradables vistos recientemente en un largometraje comercial (atención a la preparación, en su casa, de la entrevista con uno de los agentes sociales para no perder el subsidio), y pasando por unas actuaciones de secundarias como Paula Patton o Mariah Carey de lo más ajustadas, y desprovistas de cualquier halo de sensiblería.

    Así pues, “Precious” es una película muy dura, con un argumento difícil de digerir, pero muy bien hecha y mejor interpretada. Desde su puesta en escena hasta el guión, todos los elementos se encuentran perfectamente integrados para lograr conmover sin necesidad de recurrir a los trucos más sobre explotados de las producciones de este tipo. Desde luego, no es la clase de film que el espectador ve para pasar un rato distendido aunque, no por ello, desmerece lo más mínimo (por no decir que, de cuando en cuando, ver un largometraje como “Precious” es algo necesario).

  • MR. HYDE DICE:
  • ¡Ufff, qué peli más chunga! “Precious” es de las que hay que ver con calma, y sabiendo que la historia es dura de cojones porque, como no sepas a lo que vas, puedes acabar flipando pepinillos. Al principio de la peli te dicen que está basada en una historia real. Me da a mí que eso es algo que dicen casi siempre para vender más entradas, o para darle un toque más serio al tema y que parezca que te están contando la historia más im-prezionante del universo mundo. Ahora bien, en el caso de “Precious”, no tengo ni idea de si será así o no pero, en cualquier caso, si lo que te cuentan es verdad, agüita del avellano lo que ha sido la vida de esa pobre muchacha.

    Os aviso desde ya que “Precious” no es la típica película que te pones un viernes por la noche o un domingo por la tarde cuando te quieres distraer un rato con algo divertido. Puedes hacerlo, of course, pero tened en cuenta que la historia es cruda de cojones, y que lo podéis llegar a pasar un pelín mal (os lo digo más que nada porque yo la vi con mi chica una noche en plan de “por qué no vemos ésta, que me han dicho que es buena”, y ella acabó medio traumada con la historia). Pero, cuando digo eso de pasarlo mal, no quiero decir que sea una película de tortura, sangre y tripas por los aires. Aquí el tema es que es un dramón monumental sobre la vida de una pobre negra, más desgraciada de lo que se hubiera podido pensar en toda su vida. Y, además, si a eso le unes que las actuaciones son impresionantes, pues hacen que toda la película aún sea más creíble.

    Ahora que decía algo acerca de las actuaciones, me llamó mucho la atención el papelón que hace tanto la gorda negra como su madre. La chica es un ejemplo perfecto de actuación debutante, que borda tanto los momentos en que tiene que estar más seria (al principio con la directora del instituto, después con la maestra de ese centro de apoyo, o con la supervisora de atención al menor) o más relajada (cuando celebran la fiesta de nacimiento de su segundo hijo, o como cuando hace un sinpa en un bareto de pollo frito). Eso sí, la que se lleva la palma es la actriz –creo que es una rapera- que hace de su madre. No me extraña que se llevara el Oscar a la mejor secundaria pero, con o sin premio, reconozco que hace de una de las mayores hijasdelagranputa que he visto en mucho tiempo en una película. Y, si no, esperad a ver momentos como cuando le echa en la cara a su hija que le ha quitado a “su hombre” (se ve que la señora no se da cuenta de que el desgraciado de su marido ha violado en más de una ocasión a su hija) o, sobretodo, cuando casi la mata de una paliza cuando Precious vuelve a su casa con su segundo hijo recién nacido para recoger sus cosas y pirarse de allí (ye tú, que la loca de los cojones le tira una televisión por el hueco de las escaleras que no la revienta a ella y al bebé de puro milagro).

    Aparte de eso, “Precious” tiene poco más. Es como si hubieran querido hacer una película sobre lo jodida que es la vida para ciertas personas y cómo consiguen salir adelante a pesar de sus dificultades. Lo que pasa es que aquí lo rizan a tope de forma que, cuando la peli acaba, suspiras aliviado, porque dos horas de dramón intensivo casi te dejan exhausto. Ah, y una cosa que me llamó mucho la atención (aparte de que la maestra que ayuda a la prota a salir adelante sea lesbiana… ¡qué putada, con lo buena que está!) es que Mariah Carey demuestra que sabe actuar, y muy bien por cierto. Por lo demás, “Precious” es una buena película, muy dura, pero que, a pesar de todo, es casi una especie de canto a la esperanza, demostrando que si le echas un par de huevos a la vida cuando estás jodido a base de bien, puedes salir adelante, por muy chungo que parezca. Supongo que, aunque sólo sea por acabar teniendo esa sensación, ya merece la pena ver la película.