miércoles, 13 de abril de 2011

CINE DE LOS 90: "BRAVEHEART"

TÍTULO: BRAVEHEART DIRECTOR: MEL GIBSON REPARTO: MEL GIBSON, SOPHIE MARCEAU, PATRICK MCGOOHAN, CATHERINE MCCORMACK, BRENDAN GLEESON, BRIAN COX DURACIÓN: 175 min. AÑO: 1995 GÉNERO: AVENTURAS - ÉPICO

  • EL DR. JECKYLL DICE:

Después de ver hoy en día "Braveheart", parece mentira que ya hayan pasado 16 años desde que se estrenó en cines. Esta aparente intemporalidad es, sin duda, una de las muchas cualidades que tiene la espléndida película dirigida por Mel Gibson.


Curtido mayoritariamente en el terreno de la actuación, la primera incursión de Gibson en la dirección dos años antes con "El hombre sin rostro - The man without a face, 1993" no parecía presagiar un destino tan prestigioso como el que el actor / director australiano ha acabado por consagrarse. Después de todo, parece que no perdió el tiempo aprendiendo cuando recibía órdenes de otros realizadores más reputados como Franco Zefierlli, Peter Weir, Richard Donner o Mark Rydell.


Desde luego, la labor de Gibson tras las cámaras es impecable, demostrando no sólo qué hacer con la cámara, sino sabiendo otorgarle a la historia el dinamismo y emoción que una película épica de estas dimensiones requiere. Desde luego, buena parte de ese mérito recaen en tres figuras clave de "Braveheart": el director de fotografía John Toll, que es capaz de retratar los verdes paisajes de la Escocia medieval con una belleza arrebatadora (no en vano ganó su segundo Oscar por su labor en esta película); el montador Steven Rosenblum (editor habitual del director Edward Zwick), sin la pericia del cuál, las escenas de batallas no tendrían ni el mismo ritmo ni la misma fuerza; y el compositor James Horner, capaz de aportar tanto el sonido al dramatismo y violencia de la historia, como el romanticismo a las escenas más emotivas del film.


"Braveheart" es una película que cumple perfectamente sus pretensiones, y aún va más allá. No sólo entretiene y emociona, sino que además hace que el espectador se meta de lleno en la historia del rebelde independentista escocés del siglo XIV William Wallace en su lucha contra los ingleses, sino que lo atrapa desde el comienzo y durante las casi tres horas restantes (cosa que no es nada fácil), logrando que se identifique con los principales personajes del relato.


Como dato curioso, apuntar que, en el momento de su estreno, se criticó severamente las dosis de violencia que contiene la película, evidentes en las abundantes secuencias de batallas. No obstante, a pesar de su crudeza, Gibson lo único que hace es presentar la historia tal y como sucedía en aquel momento de la historia, y esa violencia nunca se presenta de forma gratuita, sino justificada por los aspectos que se presentan en cada momento. Al fin y al cabo, sería absurdo rodar escenas de violencia descafeinadas, en las que a penas se apreciaran las consecuencias de los enfrentamientos (como igual sucede en los posteriores trabajos de Gibson como director: "La pasión de Cristo - The Passion of the Crist, 2004" y "Apocalypto - Apocalypto, 2006").


Sin embargo, esto no es impedimento para que "Braveheart" sea una película excelente donde las haya, emocionante y digna del mejor cine épico de la pasada década. Y si no, que venga un ángel y lo explique.



  • MR HYDE DICE:

Muy, pero que muy guapa. Y mira que es larga, la puñetera. Pero, cuando acaba, como que te quedas con ganas de que te cuenten algo más. No sé si será por el tono algo pesimista del epílogo, pero recuerdo perfectamente el plano final de ese colega de William Wallace y cómo, justo a punto de besarle el culo a los ingleses en la rendición, tira el escudo al suelo, desenfunda la espada del Wallace, y la lanza al aire. Y, mientras ésta lo surca, los escoceses se encabronan y se lanzan al ataque en plan mariquita el último, justo antes de que la espada se acabe clavando en el suelo. ¡Ufff, sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta!


A estas alturas, hablar de "Braveheart" resulta casi anecdótico, puesto que casi todo el mundo la ha visto. Pero si tú eres uno de los que aún la tiene pendiente, no te lo pienses dos veces: vete corriendo a conseguirla (si es el Bluray mejor que en DVD) y póntela a toda paleta en el salón de casa. Y, si los vecinos protestan porque parece que la pelea está teniendo lugar en el salón de tu casa, siempre les puedes decir que sólo faltan dos horas y media para que acabe... Juas!


No, ahora en serio, la peli es muy muy chula. No me extraña que se llevara tanto Oscar. Mel Gibson (que está mejor como director que como actor) se lo ha currado a lo bestia, y la gente se lo ha sabido reconocer. De hecho, salvo mi hermana, no conozco a nadie que la haya visto que no reconozca enseguida que se trata de un peliculón (y, aunque lo niegue, mi hermana no lo reconoce porque se durmió enfadada nada más empezar la peli - sorry teta).


"¡Podrán quitarnos la vida! ¡Pero jamás nos quitarán... LA LIBERTAD!" Olé, con un par.