DIRECTORES: LARRY & ANDY WACHOWSKI
REPARTO: KEANU REEVES, LAURENCE FISHBURNE, CARRIE-ANN MOSS, HUGO WEAVING, JOE PANTOLIANO
DURACIÓN: 136 min.
AÑO: 1999
GÉNERO: CIENCIA FICCIÓN
Dentro del cine de ciencia ficción, hay producciones que, conforme han ido pasando los años, se han convertido en auténticas obras de referencia. Si, durante la primera mita de siglo, que se combinara la acción real con la animación bastó para fascinar al público de todo el mundo (hablamos de, por ejemplo, producciones tan emblemáticas como "Mary Poppins - Mary Poppins, 1964" o "La bruja novata - Bedknobs and Broomsticks, 1971"), a finales del mismo fueron las producciones de creadores como George Lucas o James Cameron las que nos dejaron fascinados. Y es que, pese a quien le pese, tanto las obras de uno como de otro, han sido verdaderas revoluciones del cine de ciencia ficción. Ahora bien, la guinda llegaría a finales de los años noventa, con una producción de la que se sabía más bien poco -aparte de su casting y de que estaba producida por el especialista en cine de acción Joel Silver-, que estaba dirigida por dos hermanos que, unos años antes habían entrado en la industria de Hollywood como guionistas y directores (su debut en la dirección se produjo con "Lazos ardientes - Boud, 1996", un más que recomendable thriller erótico), y que prometía ser la aportación definitiva a los efectos especiales de final de siglo. Unas afirmaciones un tanto exageradas, estamos de acuerdo pero que, tras comprobar el resultado, a más de uno le parecieron de lo más justas.
Thomas Anderson (Reeves) es un programador que, pese a llevar una aparente vida normal, busca constantemente en la red información acerca de "algo" que le ronda por la cabeza desde hace tiempo, y que identifica sólo con una palabra: "matrix". Tras ser arrestado por un grupo de agentes especiales encabezados por el Señor Smith (Weaving), Neo es rescatado por una misteriosa mujer llamada Trinity (Moss) y llevado ante un no menos intrigante hombre que responde al nombre de Morfeo (Fishburne). Será Morfeo quien le dé a Neo la oportunidad de averiguar qué es en realidad "matrix", cuáles son las intenciones de los agentes que le persigue, y por qué él es una persona tan importante.
A día de hoy, no hay prácticamente quien niegue que la influencia de "Matrix" en la historia del cine está más que probada. Por supuesto, hay que tener claro de qué tipo de película estamos hablando, pues su trascendencia no se encuentra a la altura de obras cumbres del séptimo arte como, por ejemplo, "Ciudadano Kane - Citizen Kane, 1949" o "El padrino - The godfather, 1972". Tampoco le hace falta. "Matrix" es una referencia total en el cine de ciencia ficción. Tal y como emncioábamos en la introducción, al igual que James Cameron fue capaz de crear una auténtica revolución en el campo de los trucajes visuales con la segunda parte de Terminator (o, posteriormente, con "Avatar - Avatar, 2009"), los hermanos Wachowski sentaron cátedra en lo que a los efectos especiales para lo que sería la ciencia ficción del siglo XXI. Para ello, no dudaron en recurrir a novedades tales como la ralentización de la acción mientras la cámara permanece en movimiento (no sólo en su impecable comienzo, con Trinity escapando de sus perseguidores, sino la ya clásica secuencia del enfrentamiento entre Neo y un agente en el cuartel en el que tienen preso a Morfeo), la alteración de cualquier ley de la física (los descomunales saltos de sus protagonistas, la presentación líquida de elementos sólidos como un espejo o una cuchara...), o la fascinación provocada por el montaje musical y de la acción (ver al respecto la magistral entrada de Neo y Trinity en el cuartel de los agentes).
Así pues, aunque la influencia que ha tenido "Matrix" en tanto en la gran pantalla como en la sociedad -al menos en lo que a la forma de entender el cine se refiere-, no llega a alcanzar el desfase que la saga galáctica de George Lucas ha ido generando a lo largo de las décadas, lo que está claro es que "Matrix" supuso un paréntesis entre el cine de ciencia ficción conocido hasta la fecha y el que se realizaría a partir de entonces. Cierto es que, en muchas ocasiones, se ha tendido a copiar la misma estética, cuando no el diseño de estos efectos visuales tan famosos (incluso en películas-parodia).
Ahora bien, a diferencia de las dos continuaciones que se estrenaron unos años más tarde, donde prevalecía más el espectáculo abrumador que el diseño de set pièces de acción ejemplares -y ello a pesar de contar con alguna que otra secuencia de lo más memorable-, "Matrix" lograba hacerse con el interés del público gracias, a su rebuscado guión (paradójico, cierto), a una puesta en escena cautivadora y, como ya se ha indicado persistentemente, a unos efectos visuales sin parangón. Desde luego, los amantes de la ciencia ficción están de enhorabuena con un largometraje como "Matrix", aunque el resto del público amante de otro tipo de películas más "normales" tampoco quedará defraudado por el espectáculo endiabladamente divertido que el film ofrece.
¡Ole, ole y ole! Esto sí que es una película revolucionaria, y no esos petardos que hicieron hace poco sobre El Che (chistaco fácil, lo sé, pero es que me venía a huevo). No sé vosotros, pero aún recuerdo ver "Matrix" en el cine y no entender de qué puñetas iba el asunto, pero quedarme totalmente flipado con lo que salía por allí. ¡Qué pedazo de efectos especiales más alucinantes! Sobretodo, qué forma de no pipar de qué va la puñetera película pero, aún así, pasártelo bomba. Y es que, en "Matrix" lo que te hace ni parpadear lo es prácticamente todo: desde su enrevesado argumento, pasando por esos pedazos de efectos especiales tan chulos, y continuando con toda su estética esa en plan futurista.
Aquí te encuentras de todo: gente que para el tiempo como si le estuviera dando al botón de "pausa", tíos que pegan saltos descomunales o que esquivan balas como si se movieran a una velocidad de vértigo, trozos de acción que te dejan con los ojos fuera de las órbitas (y, si no, esperad a ver cómo consiguen Neo y Trinity rescatar a Morfeo, escapada con helicóptero incluida), y mil cosas más. Pero os juro que la forma en que todo está hecho no lo habíais visto nunca antes. Aunque claro, hablar ahora de "Matrix" puede que sea un poco tontería, sobretodo porque, a no ser que hayáis pasado los últimos diez años en una isla desierta, ya sabéis a la perfección de qué va la cosa.
"Matrix" es un flipe desde que empieza. Por supuesto, no es la clase de película en la que te quedas con el mensaje, con lo bien que actúan todos los actores (y eso que tampoco lo hacen nada mal), o en lo profunda que es la historia. Para nada. Aquí se trata de un espectáculo con mayúsculas, solo que la diferencia es que te lo enseñan de una forma que nunca antes habías visto. ¿Que quieres peleas a lo Bruce Lee que desafían la gravedad? Hecho. ¿Que prefieres las pelis de acción con tiros y explosiones impresionantes? Vale. ¿Que te van más las comidas de tarro metafísicas en plan de esas idas de flapa que parecen súper trascendentes? Pues toma dos tazas. Porque "Matrix" tiene todo eso y muchísimo más.
Eso sí, por sacarle algún defectillo a la peli, supongo que hubiera sido un poco deseable que no le dieran tanta vuelta a la historia e hicieran que la peña se armara esos líos descomunales con el argumento, total para explicar algo que en la primera Terminator ya parecían haber querido dejar claro (no diré el qué, no vaya a ser que todavía le cague la sorpresa a alguien que no la haya visto). Pero es algo que se perdona fácilmente. De hecho, parece que a los tarugos de Jolibú no les importó mucho, porque "Matrix" no solo fue uno de los petardazos de la temporada sino que, además, se llevó cuatro Oscars, más o menos como las grandes ("Terminator 2, el juicio final - Terminator 2. Judgement day, 1991" u "Origen - Inception, 2010").
En fin, que guste o no, "Matrix" es una de las pelis definitivas de la ciencia ficción, y que ha tenido una influencia total en las pelis que se han hecho después, y que también ha sido capaz de dejar con la boca abierta durante un poco más de dos horas a la mayoría de los que, como el menda, alucinaron cuando la vieron en el cine.