martes, 12 de abril de 2011

CINE DE LOS 80: "LOS GOONIES"

TÍTULO: LOS GOONIES DIRECTOR: RICHARD DONNER REPARTO: SEAN ASTIN, COREY FELDMAN, ROBERT DAVY, JOE PANTOLIANO, MARTHA PLIMPTON, JOSH BROLIN DURACIÓN: 111 min. AÑO: 1985 GÉNERO: AVENTURAS








  • EL DR. JECKYLL DICE:

No es de extrañar que un realizador como Richard Donner, que en 1985 ya tenía en su currículum películas de aventuras como "Superman - Superman, 1978" o "Lady Halcón - Lady Hawk, 1985", amén de la aterradora "La profecía - The Omen, 1976", fuera el elegido por Steven Spielberg como el realizador adecuado para este proyecto, antes de consagrarse como uno de los grandes directores del cine de acción gracias a la serie de "Arma letal".


Partiendo de un guión escrito por Chris Columbus, futuro director de las dos primeras partes de "Sólo en casa" y "Harry Potter", y con Spielberg en la producción ejecutiva del film, Donner propone al espectador a una extraordinaria aventura, en la que el hallazgo de un mapa centenario y las pistas sobre la ubicación de un fabuloso tesoro se hacen con la atención del espectador desde el comienzo.


Resulta curioso que, siendo jóvenes adolescentes los protagonistas principales del relato, se pueda hallar en ellos una inocencia y hasta cierta ternura que, por desgracia, parece casi imposible de volver a encontrar en las películas más actuales. Así, el espectador no sólo se puede identificar en parte con cada uno de ellos, sino que se emociona con las mil y una peripecias que sufren en búsqueda de ese tesoro mítico, a la par que escapan de una familia de delincuentes que les persiguen sin tregua.


La cinta, sin llegar a ser ninguna obra maestra, es un no parar de aventura simpatiquísima, con momentos tan remarcables como ese siniestro órgano hecho de huesos, la entrada de los protagonistas en el pozo de los deseos, los túneles de agua (más parecidos a los de un parque acuático de hoy en día) y, evidentemente, todo lo que acontece en el apreciado barco pirata.


Donner, consciente de la gran oportunidad que tiene entre manos para agradar a la platea, aporta su toque personal en secuencias muy hermosas, como la que se desarrolla en el pozo de los deseos como mencionábamos anteriormente, en la aportación del personaje de un impagable Sloth (extraordinario cómo un ser tan aprensivo a primera vista acaba resultando de lo más tierno), o ese plano de los personajes introduciéndose en un túnel que, cuando la cámara se aleja, abre una panorámica en que las piedras adquieren la forma de una calavera.


Se trata, sin duda, de uno de los referentes por excelencia del buen cine de los 80 y consigue que, aquellos que tuvimos la suerte de disfrutar de la película cuando éramos críos, sonriamos casi con nostalgia cuando la evocamos.




  • MR HYDE DICE:

Pues sí, coincido con Jeckyll. Recuerdo ver "Los Goonies" en el salón de mi casa y fliparla con todas las movidas que les pasan a los personajes. Aunque también era una época en que nos bastaba con cerrar los ojos para imaginar que nosotros también participábamos de esas aventuras; una época en que jugábamos a la pelota en un parque y no nos agilipollábamos en casa como zombis con una máquina de matar marianos. Pero bueno, que me empiezo a poner filosófico y me desvío del tema...


"Los Goonies" es un entretenimiento de primera. A los que ahora rondan la treintena (incluidos los que la pasan unos años, hasta buena parte de veinteañeros) puede que aún la recuerden como la peli guay de aventuras que es. Aquellos que ya eran más mayores cuando salió, seguro que la pueden ver de nuevo y pasar un buen rato. Y los más "peques" que aún no sepan de qué va, pues no sé a qué esperan para ponérsela a la de ya.


Como película dentro de la historia del cine, no representa ningún hito. Aunque, que yo sepa, eso nunca ha sido impedimento para que una película esté bien hecha, bien interpretada pese a la juventud de los actores (brutal el Sloth ese, el chinaco de los inventos diciendo que Michael Jackson había entrado a mear en su casa, el primo que no se calla ni a la de tres, o el gordo meneando el ombligo), y con una emoción que la convierte en la película de una generación de jóvenes.


En fin, que si tenéis ocasión de verla, la recomiendo de corazón. Seguro que no os arrepentís.