martes, 11 de octubre de 2011

CINE DE LOS 80: "BIG"


TÍTULO: BIG

DIRECTORA: PENNY MARSHALL

REPARTO: TOM HANKS, ELIZABETH PERKINS, JOHN HEARD, ROBERT LOGGIA, MERCEDES RUEHL

DURACIÓN: 104 min.

AÑO: 1988

GÉNERO: COMEDIA

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • A finales de la década de los ochenta, surgió, en Hollywood, un pequeño grupo de directores que, tomando una especie de relevo artístico de lo que habían sido las comedias de otros compañeros de profesión como John Huges. Este selecto grupo empezó logrando moderados éxitos de taquilla, hasta topar con un proyecto que los colocó en un puesto importante dentro de la industria cinematográfica de aquel momento. En este conjunto de directores, se encuentran, por ejemplo, Gary Marshall, Rob Reiner, Penny Marshall (hermana del primero y esposa del segundo), o Nora Ephron, quienes firmaron algunas de las comedias más reconocidas de finales de esa década. En el caso de Penny Marshall, su gran oportunidad llegó con "Big", una comedia acerca de lo que significa crecer y convertirse en una persona adulta y que, a día de hoy, sigue siendo su mayor éxito.


    Josh Baskin es un niño de doce años que está cansado de que, a causa de su joven edad, ni sus padres lo tomen demasiado en serio, ni las chicas que le gusten se fijen en él. Una noche, en la feria de su barrio, casualmente, se encuentra con una vieja máquina en la que, a cambio de una moneda, una bruja de trapo promete cumplir el deseo que formule. Josh echa la moneda y pide dejar de ser un niño para convertirse en un hombre adulto. Cuál no será su sorpresa cuando, a la mañana siguiente, su deseo se ha cumplido, pues Josh se ve convertido en su propia versión de adulto (Hanks). El problema es que, por mucho que su apariencia física sea la de un adulto, Josh no deja de ser un crío de doce años. Así pues, con la ayuda de su mejor amigo, trata de ganarse la vida por su cuenta trabajando en una empresa juguetera, propiedad de MacMillan (Loggia), quien ve en Josh unas cualidades asombrosas para saber qué quieren los niños, cosa que le suscitará la envidia de Paul (Heard), un ambicioso ejecutivo, y la admiración de Susan (Perkins), quien se empieza a sentir atraída por él.


    Sin ser ningún espectáculo del otro mundo, la receta del éxito de "Big" cabe encontrarla, principalmente, en dos elementos: su planteamiento y la interpretación inocentona que brinda un divertido Tom Hanks. En lo que a lo primero se refiere, el libreto escrito por Gary Ross (nominado al Oscar en el apartado de mejor guión original), se las ingenia para criticar el síndrome de Peter Pan pero a la inversa, es decir, mostrar las ansias de ser mayor cuando se es niño para disfrutar de las ventajas de cualquier adulto. Pero, cuando el protagonista alcanza súbitamente esa edad, el hecho de tener que asumir las responsabilidades que van asociadas a dichos privilegios ya no resultan tan atractivos. El guión de Ross incide precisamente en ello, pero a través de los ojos de un niño encerrado en el cuerpo de un adulto que, como el crío que es, disfruta jugando con sus muñecos, y mostrándose reacio a cumplir con sus obligaciones más allá de las básicas (memorable el instante en el que el personaje de Josh adulto manifiesta que es genial no sentirse obligado a lavarse los dientes antes de acostarse).


    En cuanto al segundo factor, Hanks cumple estupendamente con una interpretación ausente por completo de complejos, facilitando que el público crea que, en efecto, es un niño de doce años (ver el momento en que, en mitad de una reunión con el equipo de diseño de juguetes, empieza a lanzar ideas sobre cómo mejorar un juguete para que éste sea mucho más interesante). Esa mezcla de inocencia, desconocimiento e infantilismo son reflejadas por Hanks en cada fotograma de la película, lo que contribuye a que la historia de "Big" resulte así de distraída y mucho más creíble.


    Más allá de estos dos elementos, "Big", como largometraje, no contiene mucha profundidad más. Cierto es que algunos críticos quisieron ver en ella una simpática alegoría sobre lo que conlleva hacerse adulto y asumir responsabilidades, en contraposición con lo que sucede cuando, ya de adultos, parecemos tender más a querer justo lo contrario. Pero, más allá de estas consideraciones, "Big" no deja de ser una película bienintencionada y correcta, cuyo único objetivo no es aleccionar sino distraer. Y distraer, distrae.



  • MR. HYDE DICE:

  • Ahí va otra de las pelis que tienen más fama por alguna cosa en particular que porque la misma película sea todo lo buena que se esperaría. "Big" es una comedia simpática, muy simpática, vale, estamos de acuerdo, pero tan intrascendente que, si su protagonista no fuera la súper estrella que es hoy, ya nadie se acordaría de ella. Tampoco es que eso sea algo malo porque, ya de entrada, se agradece que una película consiga distraer durante un rato, ya que es más de lo que muchas acaban consiguiendo. Pero vamos, que también es más la fama que acaban acumulando al cabo del tiempo que lo que realmente vale la cosa.


    "Big" es la típica película de sobremesa del domingo. De esas que puede ver entre cabezada y cabezada: si quieres, te distrae; y, si no, pues te piltras y a otra cosa mariposa. Tiene sus momentos divertidos, como cuando la jefa de Hanks se le insinúa y él no pilla las indirectas tan poco sutiles. O la más célebre de todas: aquella en que Hanks está en la juguetería y con los pies se pone a tocar el piano gigante que hay en el suelo, a dúo con su jefe (sobretodo esta escena, creo que es de las más famosas de la peli). Ahora, por lo demás, el resto acaba siendo la clásica comedia americana, entretenida y poco más.


    Lo que no deja de tener su gracia es el planteamiento que acaba haciendo la peli que, dicho sea de paso, es lo único un poco más serio que pretende destacar: cuando se es niño, uno no quiere más que crecer para poder hacer todas las cosas que no le dejan y, cuando ya es adulto, se da cuenta de lo chunga que puede ser a veces la vida y lo único que desea es poder volver atrás y dejar de tener todas esas responsabilidades. Vamos, que tampoco es que la historia de la peli haya descubierto América, pero no deja de tener gracia que lo planteen de una forma cómica y, hasta cierto punto, inocente (puede que, incluso, demasiado sutilmente).


    Entretenida, distraída, pero una tontuna al fin y al cabo. Tom Hanks lo hace muy bien, de eso no cabe duda, aunque le faltaban algunos años para bordarlo haciendo de abogado sidoso. En fin, pues eso, para pasar el rato y poco más.