domingo, 22 de mayo de 2011

CINE EN CARTEL: "PIRATAS DEL CARIBE. EN MAREAS MISTERIOSAS"



TÍTULO: PIRATAS DEL CARIBE. EN MAREAS MISTERIOSAS

DIRECTOR: ROB MARSHALL

REPARTO: JOHNNY DEPP, PELÉLOPE CRUZ, GEOFFREY RUSH, IAN MCSHANE

DURACIÓN: 140 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: AVENTURAS

  • EL DR. JECKYLL DICE:

Cinco años han pasado desde que Jack Sparrow dijera adiós por última vez. En todo este tiempo, se ve que desde los estudios Disney han estado tratando de darle una vuelta más de tuerca a la posibilidad de seguir explotando la gallina de los huevos de oro que supuso para la compañía - y para su máximo responsable, el todopoderoso Jerry Bruckheimer - la presentación mundial del pirata más inusual y más querido de la historia del cine. Ahora bien, que se le guarde cariño al caradura que interpretó de manera magistral un cada vez mejor actor Johnny Depp, y que fuera necesario una nueva entrega de piratas, son cosas diferentes.


A pesar de sus descomunales éxitos mundiales, tanto la segunda parte como la tercera, dejaron un cierto sabor a cansancio entre las plateas. Por este motivo, en Hollywood (que, aunque a veces lo parece, no tienen un pelo de tontos), han creado una nueva entrega de piratas del Caribe. Ahora bien, aunque el envoltorio sea diferente (nuevo director, nuevos intérpretes principales), el contenido vuelve a ser el mismo.


Años después de partir en búsqueda de la fuente de la juventud, el pirata Jack Sparrow se ve forzado a liderar a otro grupo de piratas, capitaneados por Barbanegra (McShane) y su hija Angélica (Cruz), con la que Sparrow mantuvo un romance tiempo atrás, hacia la preciada fuente. Sin embargo, semejante propósito también es perseguido tanto por la monarquía británica, al mando del antiguo capitán Barbossa (Rush), como de la armada española, capitaneada por un oficial al que interpreta el español ganador de un Goya Óscar Jaenada. En el trascurso de la búsqueda, las tres expediciones deberán hacer frente a numerosos peligros, como sirenas, parajes geográficos inhóspitos, y a los poderes de la propia fuente de la juventud.


Para la cuarta entrega, el director Rob Marshall ha puesto toda la carne en el asador, y ha querido trasladar su amplia experiencia en el terreno del musical (donde previamente había realizado la excelente "Chicago - Chicago, 2002", y la aburridísima "Nine - Nine, 2009"), para otorgar a las aventuras de los piratas un dinamismo y ritmo trepidante nuevos. En efecto, así lo consigue. El "pero", no obstante, es que tanto da que el director sea Marshall o Gore Verbinski (firmante de las tres primeras), ya que el resultado acaba siendo el mismo. De hecho, si esta cuarta parte viniera firmada por su primer realizador, o por cualquier otro proveniente del cine de acción, la diferencia seguiría sin notarse. Desconozco si ello se debe al férreo control del productor, Jerry Bruckheimer, a las presiones de los directivos de la compañía Disney por apostar por lo seguro, o a que poco tenía que aportar Marshall a unos personajes que funcionan prácticamente solos.


En cualquier caso, la película está bien hecha, las interpretaciones son convincentes, y el ritmo nunca decae. Ahora bien, quienes quisieran encontrarse con algo nuevo, que se olviden; y quienes ansíen volver a ver el mismo tipo de aventuras del Jack Sparrow, desde luego, están de enhorabuena, porque ésta es su película.



  • MR. HYDE DICE:

Más de lo mismo. Tal cuál. Si te gustó la primera, te va a gustar ésta. Eso sí, en esta ocasión, por suerte, se han dejado de coñas tan sobrenaturales como los marineros malditos mitad pez - mitad hombre, lo del limbo, a los calamares gigantes, o los remolinos gigantes capaces de succionar medio mundo. En la cuarta parte, está más claro que el agua que han querido volver un poco al espíritu de la primera parte, que es la que de verdad enganchó al público de medio mundo, y no andarse por las ramas con pajas mentales como hicieron con al segunda y, especialmente, en la tercera parte.


En este caso, parece que lo de ir en busca de algo que no tenga que ver con las partes anteriores, le da un soplo de aire fresco a la cosa. Y ello pasa no sólo por meter de por medio a las sirenas (antención a Sirenia - échale huevos al nombre que le pone el espabilado de turno -, que es interpretada por la guapísima actriz española Astrid Bergès-Frisbey), sino por el toque español que el da Pé (así, con acento y todo, que mola más).


Mira que veo sobrevalorada a Pé y que, de hecho, salvo contadas ocasiones, me parece una actriz más bien mediocre. Pero, en honor a la verdad, reconozco que en esta ocasión lo hace bien; no para lanzar cohetes, pero bien al fin y al cabo. Digamos que le da la réplica a Depp con salero y convicción.


Por lo demás, pues poco más que añadir. Que entretiene, que te lo pasas bien las dos horas y pico de rigor, y que cuando acaba no pasan ni cinco minutos para que te hayas olvidado de ella. Hasta que, dentro de unos años, nos vengan con la inevitable quinta parte. Lástima que, en ocasiones, no sepan que lo poco agrada y lo mucho cansa. Y esto es lo que veo a la legua que le va a acabar pasando a los piratas. Mira que me lo pasé de coña viendo la primera parte pero, a medida que se han empeñado en repetir una y otra vez lo mismo, pues en fin. Que si ha funcionado una vez, se supone que tiene que seguir funcionando. Sólo queda rezar para que, por fin, llegue el equivalente que supuso Christopher Nolan a Batman, y le den un vuelco de los guapos a la cosa.


Por lo demás, pues que si te lo quieres pasar bien y, ahora mismo, es de lo más entretenido que hay en el cine. Y eso, tampoco es que sea decir mucho.