miércoles, 21 de diciembre de 2011

CINE DE LOS 90: "PESADILLA ANTES DE NAVIDAD"


TÍTULO: PESADILLA ANTES DE NAVIDAD

DIRECTOR: HENRY SELICK

REPARTO: -

DURACIÓN: 76 min.

AÑO: 1992

GÉNERO: ANIMACIÓN

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Desde que, a finales de la década de los ochenta, llegara a las pantallas “Bitelchús – Beetlejuice, 1988”, la estética creada por Tim Burton en sus largometrajes es tan fácilmente identificable como única. Burton, iniciado en el mundo del cine como dibujante de storyboards, ha conseguido crear, a lo largo de los años, una ambientación única en todas sus películas, con independencia de que esté filmando una historia de súper héroes, un desacertado remake o un cuento popular acerca de un jinete sin cabeza. En todos y cada uno de estos largometrajes, la huella de Burton se hace presente en cada plano. Ahora bien, lo que ya no suele ser tan frecuente –salvo alguna que otra excepción- es que un director de tales características apueste por ponerse al frente de la producción de un film animado mediante la técnica del stop-motion, y cuyo guión se encuentre casi más plagado de números musicales que de diálogo propiamente dicho. Sin embargo, “Pesadilla antes de Navidad”, dirigida por uno de sus colaboradores habituales –el realizador Henry Selick-, no sólo es una película estupenda e innovadora desde una perspectiva visual, sino que está impregnada de principio a fin por la estética burtoniana a la que antes hacíamos referencia. El resultado, como decimos, es sorprendente, aunque para llegar a esos niveles de originalidad tanto la historia como el aspecto visual del film tengan que ir a contracorriente.


    Jack Skelleton es la estrella principal de Halloween Town, una pequeña aldea oscura y tenebrosa cuyos habitantes son monstruos, brujas y seres legendarios de la más diversa índole. Sin embargo, entre todos ellos existe una sorprendente relación de cordialidad y altruismo. En Halloween Town están acostumbrados a centrar todos sus esfuerzos en la preparación de la noche de Halloween que, a pesar de celebrarse una sola vez al año, requiere de toda su atención y dedicación. Sin embargo, Jack ya está cansado de ser siempre la atracción principal y echa de menos algo diferente en el ritual, que todos los años se repite de la misma forma. Así pues, un día, por casualidad, se pierde por un misterioso bosque que contiene unos troncos con puertas que llevan a otros mundos de fantasía, como el mundo de la pascua o el de la Navidad. A este último mundo es transportado Jack de forma inesperada, descubriendo todo lo vinculado con la Navidad (los regalos, la nieve, los trajes típicos…) y contagiándose del espíritu alegre que lo impregna todo. Por ello, cuando regresa a Halloween Town, propone a todos los habitantes un cambio en sus rutinas: ser ellos los que se encarguen de la celebración de la Navidad en el mundo, para lo que deciden secuestrar a Papá Noel y hacerse pasar por él, e introduciendo una serie de cambios en la tradicional nochebuena: cambio de juguetes por otros más macabros propios de su mundo, el trineo está tirado por esqueletos de reno, etc.


    Son muchas las cosas que llaman la atención de “Pesadilla antes de Navidad”. En primer lugar, que a pesar de tratarse de un largometraje filmado mediante la técnica del stop motion alejado de otras estéticas más tradicionales (como los dibujos de “Wallace y Gromit”, por ejemplo), resulta fascinante en cada uno de sus planos –atención al primer número musical interpretado en solitario por Jack Skelleton-. En segundo lugar, su tono es deliberadamente siniestro, con un guión que contiene escenas tales como una especie de tortura inflingida al mismo Papá Noel o una zombi que no para de envenenar una y otra vez al tétrico científico chiflado que la ha inventado, y una serie de personajes a cada cuál más escalofriante (no en vano el personaje principal es un esqueleto andante, y la muchacha que está enamorada de él es una especie de criatura de Frankenstein cuyos miembros están cosidos a partes). En tercer lugar, el humor negro del que está plagada la película es tan simpático que, en ocasiones, casi asusta (al fin y al cabo, hacen que parezca divertido regalar monstruos y bichos de cualquier tipo a niños ilusionados con al Navidad). Y, en último término, la banda sonora compuesta por Danny Elfman es sobresaliente, resultando mucho más efectiva la música instrumental que no las diversas canciones que, en más de una ocasión, entorpecen levemente el avance de la acción.


    En resumen, “Pesadilla antes de Navidad” es un film muy original, extraordinariamente bien hecho –tengamos en cuenta las limitaciones evidentes del estilo de animación con el que se ha realizado-, y que se erige como una nueva muestra de la fascinación con la que Burton y Selick son capaces de sorprender al público. Además, si tenemos en cuenta que hasta los personajes más macabros acaban resultando simpáticos y que su duración a penas supera la hora y cuarto, el resultado no puede ser más que una película digna de reconocerle todos sus méritos.



  • MR. HYDE DICE:

  • Pues hombre, no digo que “Pesadilla antes de Navidad” no sea una peli original, pero a mí me pareció una frikada de tres pares de cojones. Está bien ver cómo los monstruos de toda la vida (vampiros, brujas, el hombre lobo, un alcalde con dos caras…) tienen un buen rollito estupendo entre ellos, y que se lo pasan de coña asustándose entre ellos, y compitiendo por ver quién es el más aterrador. Vale, eso mola. Y la historia esa de que el esqueleto se mete de golpe y porrazo en el mundo de la Navidad también tiene su puntillo. Pero el resto ya es demasiado extraño (esa imagen de Jack Skelleton montado en un trineo tirado por renos-esqueleto y repartiendo paquetes llenos de monstruos y bichos), por no decir que a Tim Burton y el director se les va un poco la pinza. El humor de la peli –que lo tiene, y mucho- es más negro que el sobaco de Denzel Washington y, aunque alguna que otra idea hace que te partas el culo (el doctor ese paralítico con forma de pato raro fabricándose otra “novia” a la que le pone la mitad de su cerebro, la serpiente que sale de un paquete comiéndose un árbol de navidad, o la reacción de los padres de un niño tras preguntarle qué le ha regalado Santa Claus cuando éste saca de una caja una cabeza cortada).


    Lo malo son otras cosas que no tienen mucho que ver con esto que os digo. La primera que me viene ahora a la cabeza, es que tiene demasiadas canciones. Se ve que para hacerlo más llevadero y que los nenes más pequeños no salgan escopetados al verle el careto a la calavera cuqui ésta, la peli acaba teniendo más canciones que todas las de dibujitos de Walt Disney juntas. Y eso, cuando la peli va por el minuto treinta y ya te has papado siete canciones, pues acaba cansando un poco, para qué mentir.


    La segunda cosa que tampoco mola tanto es que la historia empieza muy bien para acabar desinflándose al final más que un globo pinchado. El principio con Jack Skelleton flipándola en colores en el pueblo de la Navidad mola, más que nada porque te imaginas por dónde irán los tiros. Es más, cuando vuelve a su aldea de muertos y les cuenta lo que ha visto y lo que se proponen hacer, la cosa se pone interesante (cojonudos los tres críos cabrones que tienen que secuestrar a Santa Claus, y que llevan puestas todo el rato unas máscaras que, en realidad, son de sus propias caras). Pero, cuando viene el momento en que Jack Skelleton se pega un paseo por las ciudades normales para repartir el montón de bicharracos y monstruos que han empaquetado, la cosa ya se les va de las manos. Es más, el trozo en el que el ejército empieza a meterle cañonazos para derribarlo, y éste acaba medio reventado encima de una estatua, es de lo más lamentable.


    En fin, que “Pesadilla antes de Navidad” podrá ser todo lo original que quieras, tener unos decorados brutales y unos efectos de animación de premio. Todo eso lo no discuto. Pero yo me esperaba otra cosa. No sabría si decir algo más gamberro, o algo menos made in Tim Burton (por comparar, el humor que tenía, por ejemplo, “Mars attacks – Mars attacks, 1996” me pareció divertidísimo) pero, de cualquier forma, algo que me gustar más. Así que digamos que, sin ser una mierda pinchada en un palo, “Pesadilla antes de Navidad” no entraría a formar parte de las pelis que me veo una y otra vez. Entretiene y está simpática, pero poco más. Y os lo digo yo, que me encanta casi todo lo que hace Tim Burton.