sábado, 26 de mayo de 2012

CINE EN CARTEL: "INFILTRADOS EN CLASE"

TÍTULO: INFILTRADOS EN CLASE

DIRECTORES: PHILIP LORD & CHRIS MILLER

REPARTO: JONAH HILL, CHANNING TATUM, ELLIE KEMPER, ICE CUBE, BRIE LARSON, ROB RIGGLE

DURACIÓN: 109 min.

AÑO: 2012

GÉNERO: COMEDIA

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • Les aseguro que no comprendo la necesidad de parece tener mi estimado colega Hyde en, de vez en cuando, disfrutar torturándome a ver alguna que otra película. O el muchacho disfruta con una buena dosis de película mala de cuando en cuando (el masoquismo en los gustos cinematográficos es muy particular de cada uno), o lo ha hecho para hacerme la puñeta porque, de lo contrario, no comprendo que haya accedido a ir al cine a ver una memez del calibre de “Infiltrados en clase”. En primer lugar, ninguno de los dos hemos visto nunca un capítulo de “Jóvenes policías”, la serie en la que se basa “Infiltrados en clase” y que, en su momento, lanzó a la fama a Johnny Depp; en segundo lugar, tanto Jonah Hill como Channing Tatum me parecen dos de los “actores” más mediocres del panorama actual; y, en tercer lugar, ya sólo con la premisa y el tráiler de la película cualquier persona con un mínimo de gusto cinematográfico huye de este despropósito como alma que lleva el diablo. Sin embargo, hete aquí que “Infiltrados en clase” es lo que tenemos que criticar esta semana como cine en cartel. En fin, una buena cucharada de ketchup y para adentro.

    Schmidt (Hill) y Jenko (Tatum) son dos jóvenes y descerebrados patrulleros de policía que, tras una desastrosa operación, son asignados a un grupo especial de operaciones encubiertas. Su nueva misión consistirá en infiltrarse como estudiantes en un instituto en el que se ha empezado a traficar con una extraña y potente droga, y conseguir dar tanto con el distribuidor como con su proveedor. Dispuestos a cumplir con su misión, Schmidt y Jenko vuelven de nuevo al instituto, aunque las cosas parecen haber cambiado bastante desde la última vez que ambos fueron estudiantes.

    “Infiltrados en clase” es una película que pone a prueba la paciencia del espectador. No sólo tiene una realización mediocre y unas actuaciones (por llamarlas de alguna forma poco ofensiva) que harían sonrojar al mismísimo Ed Wood, sino que la película está construida a base de sketches a cada cuál más ridículo. El guión es ridículo; las actuaciones, lamentables; los personajes, de capón; la realización, torpe a más no poder. Y sin embargo, el largometraje se ha convertido en todo un éxito dentro de su mercado nacional lo que, dicho sea de paso, dice muy poco a favor del público norteamericano, también capaz de convertir a una simpleza como “Los juegos del hambre – The hunger games, 2012” o a cualquier entrega de “Crepúsculo” en los éxitos más escandalosos del año.

    Cierto es que el hecho de que unos directores como Chris Miller y Philip Lord, responsables de la simpatiquísima “Lluvia de albóndigas – Cloudy with a chance of meatballs, 2009”, se esperaba, como poco, que “Infiltrados en clase”, aunque no fuera una gran película, al menos sí que fuera un pasatiempo distraído, medianamente entretenido, y con un mínimo de originalidad. Por desgracia, lo único que este film consigue es convertirse en un insulto al buen gusto y al resto de obras que, sin alcanzar los niveles de éxito de esta mamarrachada, no logran la mitad de repercusión. Puede ser que estemos exagerando un poco con tales afirmaciones aunque, el espectador que quiera comprobarlo, no tiene más que comprobarlo en secuencias como aquella en la que tiene lugar una fiesta en la casa de uno de los protagonistas o, por hablar de algo que sucede más al comienzo del film, de la primera detención que trata hacer la pareja de policías. Simplemente desesperante. Ahora bien, lo más preocupante de todo ello es que, en la sala de cine en la que tuvimos que sufrir semejante esperpento, la gran mayoría del público congregado… ¡no paraba de reír las gracias! Ni qué decir tiene que, nada más empezar a salir los títulos de crédito finales, pusimos pies en polvorosa, por lo que no tuvimos ocasión de comprobar el sector demográfico de los espectadores. Para ser sinceros, también nos asustaba ser conscientes de ello.

    En resumidas cuentas, “Infiltrados en clase” es un despropósito de principio a fin, únicamente diseñada con el fin de contentar a los espectadores menos exigentes y amantes de las bromas fáciles, sin el más mínimo ápice de originalidad. Un lamentable espectáculo abocado al olvido más absoluto.

  • MR. HYDE DICE:
  • ¡Uff, pedazo de mierda, chavales! Mira que me he visto truños a lo largo de mi vida. Y, a demás, pagando por verlas en el cine, para flipar aún más con la patata de turno. Pues no os miento si os digo que “Infiltrados en clase” se mete de lleno en el top10 de las películas más malas que recuerdo ahora mismo. Algún espabilado podrá pensar “claro, normal, si ya sólo con ver el título y el póster dan ganas de salir corriendo”. Pues sí, estoy de acuerdo, pero tampoco será la primera vez que un título o un póster no tienen nada que ver con lo que luego es la peli. De hecho, aun suponiendo que también sea mala, eso no quiere decir que sea un bodrio (la de películas que hay que son malas de morirse pero te lo hacen pasar pipa). Pero “Infiltrados en clase” es, directamente, mala, mala de morirse.

    No sabría muy bien por dónde empezar a decir qué me pareció tan malo de “Infiltrados en clase”. Supongo que, para empezar, los actores. El gordo se cree tan pero que tan gracioso que no te hace ni sonreír, y el otro musculitos, parece que lo único de lo que entiende es de machacarse en el gimnasio, porque lo que es actuar… ¡Je! He visto plantas con más expresividad (de hecho, si lo ves en varias pelis –románticas, acción, comedia…- el tío siempre pone la misma cara. Ríete tú de Chuck Norris). Luego, la historia es infumable de principio a fin, no sólo porque no haya quien se la trague o porque saque a los chavales de ahora como anormales profundos (aunque mira, a lo mejor ahí no exagera tanto), sino porque no sabría decir la de chorradas por minuto que acumula. Quitando de un par de cosas que tienen su gracia (los efectos de cuando los dos tipos tienen que probar la droga, con sus respectivas fases), el resto te lo pasas pensando en el desperdicio de pasta que ha sido la idea.

    Está claro que “Infiltrados en clase” no tiene absolutamente ninguna intención de ser más que un entretenimiento pasajero. Pero macho, se lo podían haber currado un poco más, que hasta parece que los mismos actores se lo estén tomando todo en plan cachondeo. Y, si os parece que exagero, sólo tenéis que ver un trozo como, por ejemplo, el de la persecución por una autovía en el que no paran de estamparse coches contra camiones sin que exploten, para sorpresa de los dos figurines, pero mira por dónde que lo que sí que explota es una moto contra una camioneta cochambrosa que lleva pollos. Vamos, para cagarse de currada la escena. Todo eso, por no hablar de la escena en que se marca su escena Johnny Depp, y en la que le pegan un tiro mientras el pollo se suelta un discurso. Lástima que eso no se lo hagan a los otros dos nada más empezar este bodrio.

    En fin, que vuestro tío Hyde os recomienda que ni se os ocurra perder el tiempo –y, sobretodo, el dinero- viéndola. Aquí en España parece que no está funcionando muy bien, cosa que es un pelín esperanzadora, porque la cosa es mala de cojones.