jueves, 9 de junio de 2011

CINE ACTUAL: "EL ESCRITOR"



TÍTULO: EL ESCRITOR

DIRECTOR: ROMAN POLANSKI

REPARTO: EWAN MCGREGGOR, PIERCE BROSNAN, OLIVIA WILLIAMS, KIM CATRALL, TOM WILKINSON

DURACIÓN: 125 min.

AÑO: 2010

GÉNERO: INTRIGA

  • EL DR. JECKYLL DICE:
Si hay en el cine actual un realizador que haya sabido crearse un estilo propio, difícil de encasillar, capaz de convertir cada nuevo largometraje en un esperado acontecimiento, y con un toque de calidad que siempre acaba convenciendo a la crítica, desde luego ese es Roman Polanski. Dejando de un lado los problemas que ha tenido (y tiene) con la justicia desde hace más de treinta años - al fin y al cabo, nada de eso tiene que ver a la hora de hablar de su obra cinematográfica -, resulta incuestionable que estamos ante un director que domina a la perfección el lenguaje cinematográfico, que no sólo sabe dónde poner la cámara, sino que tiene un don único para convertirla en un personaje más que acompaña a los actores a través de la historia, y hacernos partícipes de estos acontecimientos.

En el caso de "El escritor", Polanski vuelve al cine de suspense que tan buen resultado le dio con otras películas anteriores como "Frenético - Frantic, 1988" o "La novena puerta - The ninth gate, 1999" (con ésta última guarda precisamente más de una cosa en común), para adaptar la novela homónima de Richard Harris. La acción da inicio cuando a un joven escritor (McGreggor) le proponen hacerse cargo de la escritura de las memorias del Primer Ministro británico, Adam Lang (Brosnan). Convencido por el suculento cheque que le proponen a cambio, éste acepta, y se traslada a una pequeña isla del norte de Estados Unidos junto al equipo de Lang para ponerse manos a la obra. Sin embargo, una vez allí, descubre que, antes que él, hubo otro escritor que apareció muerto en extrañas circunstancias, hecho que, junto con detalles tan misteriosos como escabrosos del pasado de Lang que va descubriendo, poco a poco le hacen empezar a sospechar que el Primer Ministro no es trigo limpio.

Como apuntábamos en la introducción, Polanski sabe a la perfección qué clase de historia tiene entre manos, y sabe sacarle jugo casi sin complicación. Las dosis de misterio e intrigan están repartidas a lo largo del film con una facilidad asombrosa. Al respecto, destacan secuencias como las primeras indagaciones del escritor en la inhóspita casa en la que se junta el equipo de Lang (y donde el escritor tiene que llevar a cabo su labor), que le llevan a encontrar documentos y fotografías del Primer Ministro, las cuales ofrecen pistas inconexas sobre "algo" que el su predecesor muerto quería mantener en secreto. O como cuando, tras hacerle una visita al Profesor Paul Emmet (interpretado por un excelente Tom Wilkinson), el escritor se da cuenta de que le siguen sin saber muy bien por qué, y se las ingenia para escapar del ferry. Si a esto añadimos la trama política que se esconde tras las sospechas y averiguaciones del escritor, así como la cuestión de descifrar qué había averiguado el anterior escritor (cosa que no sucede hasta los dos minutos finales de la película), es fácil imaginarse lo sugerente y atractivo que puede resultar todo el conjunto.

No obstante, hay un "pero" bastante importante: la frialdad con la que está hecho el largometraje. Y no me refiero tan sólo a la localización en esa isla semi-desierta en la que acontece la historia (pocas veces la sensación de frío y desazón ha sido mostrada de forma tan involuntaria pero tan efectiva). La acción de la historia es tremenda, y el suspense que subyace, aún más evidente pero, por desgracia, Polanski se limita a contar la historia con un ritmo más pausado de lo que un largometraje como éste hubiera necesitado. Por mucho que el montaje del francés Hervé De Luze lo dé todo de sí, que la música del también galo Alexandre Desplat resulte de lo más sugerente, o que los actores estén todos de lo más correctos (lástima que la participación de Brosnan no sea más abundante), da la sensación de que Polanski ha querido contar la historia con calma, sin transmitir del todo esa sensación de angustia del escritor por todo lo que va averiguando acerca del hombre sobre quien escribe, y haciendo que la cámara actúe como mero transmisor de información, sin mostrar a penas emoción.

Esta crítica, que podría hacer referencia a un elemento menor en cualquier otro largometraje, por desgracia, acaba afectando por completo a las excelencias descritas más arriba acerca de "El escritor". Por concretar un poco más, aparte de la conclusión cien por cien atípica del relato (el plano fijo final mientras salen las letras es impresionante, más por lo que no muestra que justo por lo contrario), si la cinta hubiera tenido la concentración de tensión e intriga que guardan los últimos cinco minutos, ahora mismo estaríamos hablando de una de las mejores películas de suspense de la década. Pero, por desgracia, no es el caso. Una pena.


  • MR HYDE DICE:

Coincido plenamente con Jeckyll. Mira tú que cuando empieza la peli, tú piensas "vale, esto tiene pinta de estar muy guapo". Pero, conforme avanza la historia, te vas quedando con la sensación de que le falta repreise a la historia, o sea, como si quisiera arrancar a lo bestia pero no pudiera dar más de sí, como si la frenaran a posta. Y mira que tiene trozos cojonudos, como cuando el escritor decide robar el primer manuscrito de las memorias, o como cuando empieza a sentir esa especie de paranoia de que lo están persiguiendo, o como cuando empieza a atar cabos sobre el pasado del Primer Ministro. Pues nada de nada, ni aún así. ¡Y lo más raro es que te sigue dejando pegado al sillón! En fin, que el director sabrá por qué lo ha hecho así, pero yo, desde luego, me quedo un poco con la sensación de que hubieran podido hacer una película mucho más emocionante de lo que es.


Eso sí, cuidado, que ni estoy diciendo que sea un peñazo ni que sea mala. Más bien al contrario, que muchos supuestos directores y artistas ya quisieran ser capaces de hacer una peli como ésta. Pero esa sensación de frialdad (cosa muy acentuada por el sitio donde pasa todo... jo macho, qué sensación de frío da la isla esa de los huevos), acaba pasando factura.


De todas formas, yo os la aconsejo en serio. La peli, a pesar de ese distanciamiento emocional que marca respecto a los que la están viendo (uf, ya empiezo a hablar como Jeckyll), engancha desde el principio, y es interesante hasta el final -aunque éste parezca estar un poco cogido con pinzas, porque la forma y el momento que tiene el escritor de averiguar qué se esconde detrás de todo lo que ha ido averiguando es un poco de traca-. En resumidas cuentas, que a pesar de estos defectillos que os he dicho, merece la pena dedicarle un par de horas. Seguro que luego no lo lamentáis.