domingo, 19 de febrero de 2012

CINE EN CARTEL: "WAR HORSE (CABALLO DE BATALLA)"

TÍTULO: WAR HORSE (CABALLO DE BATALLA)

DIRECTOR: STEVEN SPIELBERG

REPARTO: JEREMY IRVINE, EMILY WATSON, PETER MULLAN, DAVID THEWLIS, NIELS ARESTRUP, TOM HIDDLESTON, CÉLINE BUCKENS, PATRICK KENNEDY

DURACIÓN: 146 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: DRAMA BÉLICO

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • A estas alturas, se ha dicho prácticamente de todo de "War horse (Caballo de batalla)". Desde que es la oportunidad de Spielberg de recrear una historia que acontece en la Primera Guerra Mundial (tras la algo decepcionante "El imperio del sol - Empire of the sun, 1987" y su magnífica "Salvar al soldado Ryan - Saving Private Ryan, 1998"), hasta que es una demostración más de que no hay nadie como el director de la saga de Indiana Jones para sacar adelante un proyecto que, en manos de cualquier otro director, hubiera caído en el desastre más absoluto. Por lo que respecta al resultado de tal esfuerzo, "War horse (Caballo de batalla)" es ambas cosas al mismo tiempo, y muchas más también. Aunque ello no quiera decir que el vigesimoséptimo film de uno de los cineastas más importantes de la historia se encuentre a la altura de sus mejores obras.


    Albert Narcott (Levine) es un joven inglés que vive en la región inglesa de Dartmoore con sus padres. Cuando su padre, Ted (Mullan) paga un elevado precio por un joven y vigoroso caballo, su mujer, Rose (Watson) le increpa que haya cometido semejante imprudencia. No obstante, Albert, que está fascinado con el animal, se empeña en demostrar que, con la suficiente práctica, Joey (así es como llama al caballo) se convertirá en una gran ayuda para trabajar el campo. Sin embargo, cuando se declara la Primera Guerra Mundial, Ted, apurado por las deudas, vende a Joey a un capitán del ejército inglés llamado Nicholls (Hiddlestone), que promete cuidarlo durante los enfrentamientos. A partir de este momento, Joey vivirá una auténtica odisea a través de los mayores frentes europeos, viéndose cuidado tanto por Emilie (Buckens), una pequeña niña francesa, y su abuelo (Arestrup), como por un simpático soldado galo (Kennedy).


    Hay dos protagonistas en "War horse (Caballo de batalla)". Por una parte, se encuentra en caballo que da título al film, a quien Spielberg se encarga de retratar como un ejemplar ciertamente único en fuerza, vigor y valentía, con independencia de lo que suceda a su alrededor. Por otra parte, se encuentra el conflicto bélico, que ocupa las dos terceras partes del largometraje. El inconveniente del que parece adolecer en ocasiones la película es que el realizador no tiene claro del todo en cuál de los dos centrarse. Cierto es que dedica al caballo y a su joven dueño inglés todo el primer tercio del film (el más flojo, dicho sea de paso) pero, el hecho de que, durante los cien minutos restantes, la tranquilidad de la campiña inglesa sea sustituida por el desastre de la guerra -en cualquiera de los tres frentes-, hace que resulta un tanto complicado llegar a desarrollar una emoción clara por alguno de los personajes (humanos) que deambulan por ella.


    Desde el punto de vista técnico, "War horse (Caballo de batalla)" es un film impecable. Desde la hermosísima fotografía de Janusz Kaminski (mucho más colorida de lo que es habitual en él: ver cómo la luz parece acariciar los prados ingleses, o la forma en que inmortaliza tanto un campo de cereales como el frío del frente), pasando por la eficaz banda sonora del maestro John Williams, y terminando en un diseño de producción excelente. Por supuesto, el talento del mismo Spielberg también es una pieza fundamental del largometraje, como así lo demuestra la elegante puesta en escena, más pendiente de los detalles (el travelling que acompaña a una carrera que disputan Joey y Albert contra el coche del hijo del terrateniente local, el aspa de un molino impidiendo contemplar la ejecución de dos muchachos, el plano picado que describe la masacre realizado por las tropas alemanas...) que no de la grandiosidad del escenario en que tiene lugar la historia (los enfrentamientos bélicos son retratados de forma casi minimalista, en comparación con lo que se suele mostrar en otros films del género).


    No obstante, como mencionábamos en la introducción, a pesar de que "War horse (Caballo de batalla)" sea un film de lo más correcto, no consigue atrapar al espectador en el mismo torrente de emoción al que Spielberg sí ha sabido introducirle en otras ocasiones. No debe verse esto, sin embargo, como un defecto, sino más bien como una forma diferente de contar una gran historia de amistad. En resumidas cuentas, aunque por su contexto y realización pueda dar la sensación de que éste se trata de otro gran film del cineasta norteamericano, no es menos cierto que no alcanza ni el grado de perfección ni de emotividad de otras películas suyas.



  • MR. HYDE DICE:

  • Pues hombre, no está mal la peli, aunque me esperaba mucho más. Está muy bien hecha, y se nota el estilo Spielberg en más de una ocasión pero, como dice a veces mi padre, para ese viaje no hacían falta alforjas. O lo que es lo mismo, que si Spielberg, en vez de hacer "War horse (Caballo de batalla)" le hubiera dedicado algo de tiempo a pensar una forma de no destrozar Indiana Jones por quinta vez, tampoco hubiera pasado nada (es más, igual hasta hubiéramos salido ganando). ¿Quiere decir eso que "War horse (Caballo de batalla)" es una peli mala? No, para nada. ¿Aburre? Mmmm... a veces es un poco lenta, pero tampoco creo que sea eso. ¿Entonces, qué coño le pasa? Pues yo os lo digo, que da la sensación de que se muere por hacer que te emociones, pero que lo que te enseña no es tan emocionante como él querría.


    En primer lugar, y lo más importante según mi opinión (que, al fin y al cabo, es la que cuenta en esta sección), es que estamos hablando de un caballo -y no porque sea un equino el protagonista, que si fuera un perro, una oveja o un escarabajo pelotero, pasaría lo mismo-. Es decir, que quiere hacer que la flipes con el bicho éste a cualquier precio. Y yo le tengo amor a los animales, pero no tanto. Si habláramos de una persona (la novia del protagonista, madre, mujer...) pues aún tendría más sentido, pero de un caballo... Por ejemplo, "Salvar al soldado Ryan" tenía por objeto encontrar a Ryan, aunque eso costara la vida de medio pelotón, pero era una historia que te atrapaba desde el principio, y que provocaba que casi hicieras fuerza para que Ryan volviera a su casa. En "War horse (Caballo de batalla)" es no pasa ni a la de tres.


    Por poner otro ejemplo, durante los primeros cinco minutos, después de unas cuantas panorámicas de la campiña inglesa (se ve que rodadas el único día del año que no llovió por allí arriba), ya te sale el protagonista -que tiene una pinta de blandito que no se aguanta el muchacho-, con cara de flipado delante del caballo, haciendo que casi se le caiga la baba. Vale, repito lo dicho: si fuera una tía buena, aún lo podríamos entender, pero coño, que estamos hablando de un caballo. Cuando el borrachín del padre se gasta los duros en comprarlo, aunque su mujer tenga que dejarse las manos cosiendo y su hijo la espalda sembrando, lo hace porque siente que ese caballo "es especial". ¡Ja, mis huevos! Ese caballo podrá ser más o menos bonito, pero esa sensación que quieren dar de que es un flipe de bicho, pues no me ha terminado de cuajar.


    Luego, está bien que la historia del caballo sirva para conocer lo que pasa a tres grupos de personas más: el capitán que se lo queda para ir a la guerra, la niña que lo encuentra y se lo enseña a su abuelo, y los soldados franceses del final que lo recuperan. Ahí reconozco que el paso de una historia a otra está muy bien llevado, más que nada porque es la oportunidad que tienes de cambiar un poco el chip de tanto acaramelamiento y ver cosas que son más interesantes (yo, particularmente, me quedo con la parte de la niña y el abuelo en el molino; lástima que no sea más larga). El resto, pues flojea bastante entre la movida que se trae en caballo (impresionante su huída por el frente franco-germano en mitad de un bombardeo, y cómo se engancha en unos alambres de espino) y las consecuencias de lo absurda que resulta cualquier guerra (ni los soldados ingleses, ni los franceses ni, por supuesto, los alemanes dan muestra de ser un poco simpáticos -sólo los dos valientes que se juntan para liberar al caballo de la alambrada-.


    En fin, que iba con ánimo de que me gustara "War horse (Caballo de batalla)" pero, después de verla, salí del cine con la sensación de que era muy flojita. Vale que Spielberg demuestra que sabe mejor que nadie cómo hacer una peli (cada movimiento de cámara es una pasada, y la fotografía es, en una palabra, preciosa) pero, lo que el amigo Esteban no ha conseguido esta vez, ha sido emocionar y conmover como sí ha dejado claro que sabe hacer en otras ocasiones. una pena, porque iba predispuesto a que me gustara, pero no a que me dejara con esa sensación de ni fu ni fa.