DIRECTOR: JOHN WOO
REPARTO: JOHN TRAVOLTA, NICOLAS CAGE, JOAN ALLEN, NICK CASSAVETES, GINA GERSHON, ALESSANDRO NIVOLA, DOMINIQUE SWAN
DURACIÓN: 133 min.
AÑO: 1997
GÉNERO: ACCIÓN
Tras haberse labrado una sólida reputación dentro de la industria del cine chino como realizador de trepidantes -y violentas- películas de acción, el director John Woo consiguió debutar en territorio norteamericano con "Blanco humano - Hard target, 1993", un vehículo pensado exclusivamente para el lucimiento de su principal protagonista (Jean-Claude Van Damme), a la que siguió la entretenidísima "Broken arrow (alarma nuclear) - Broken arrow, 1995", donde ya demostró con mayor libertad el tipo de cintas de acción que era capaz de diseñar. Así pues, contando con mucho más presupuesto y con la participación de estrellas de mayor talla, a finales de los años noventa filmó una de sus más interesantes películas de acción, "Cara a cara", donde Woo demostró su buen hacer a la hora de diseñar complejas escenas de acción y toda clase de virtuosismos a la hora de grabar tiroteos. Así pues, aunque "Cara a cara" está lejos de ser una buena película, sí que se presenta como una oportunidad excelente para disfrutar con una película entretenida, con garra y, por qué no admitirlo, filmada con soltura.
El agente del FBI Sean Archer (Travolta) ha dedicado años de su vida a dar caza al peligrosísimo terrorista Castor Troy (Cage), sobretodo desde que éste matara accidentalmente a su hijo pequeño. Tras una espectacular persecución, Sean consigue detenerlo, ya que Castor cae en un profundo coma. El problema es que Castor ha programado una potente bomba en un sitio público y concurrido que Sean y su gente desconoce. Dado que la única oportunidad para descubrir dónde se esconde la bomba es hacer hablar Pollux (Nivola), el hermano encarcelado de Castor, Sean accede a someterse a una complicada operación quirúrgica consistente en intercambiar su cara con la de Castor y, así, poder infiltrarse en la prisión de máxima seguridad en la que está encerrado Polux para que éste, al confundir a Sean con su hermano, diga dónde está la bomba. La misión será secreta para Sean, por lo que ni su mujer Eve (Allen) ni su rebelde hija Jamie (Swan) deberán saberlo. Los problemas empiezan cuando Castor despierta inesperadamente del coma y toma, a su vez, la identidad de Sean.
"Cara a cara", es una película cien por cien John Woo. Aunque cuente con un guión más o menos sofisticado y original -hay que reconocer que la idea de partida lo es-, no se puede negar que la puesta en escena es obra del reputado director chino. Woo, que realiza el largometraje como si fuera un niño al que le dejan experimentar con un carísimo juguete, se encarga de mover las decenas de cámaras que utiliza para sumergir por completo al espectador en la acción tan trepidante con la que cuenta el film, y con el juego de manipulación de identidades en el que participan sus personajes. Evidentemente, es gracias a los montadores cinematográficos y al director de segunda unidad del evento (incluso a la excelente ambientación que consigue darle la banda sonora, muy hanszimmeriana compuesta por John Powell) que "Cara a cara" cuenta con semejante dinamismo. Las secuencias de acción son espectaculares, siendo conscientes por completo de que la regla del "aún más imposible" -regla que cumplirían, incluso excediéndose, en la segunda parte de "Misión: imposible"- juega a su favor. Y, si no están seguro de ello, sólo tienen que ver la secuencia completa del tiroteo que tiene lugar en el piso de uno de los amigos del villano en el que el Sean, con los rasgos de Castor, se refugia. O, por supuesto, la persecución de lanchas motoras que tiene lugar al final del largometraje. No hay casi un minuto de descanso y, si bien, los planos no duran milésimas de segundos como sucede con la mayoría de films de Michael Bay, no es menos cierto que dichas secuencias de acción resultan tan entretenidas y espectaculares como increíbles, rozando casi el absurdo.
No obstante, tal y como suele ser frecuente en el cine estadounidense, los americanos saben a la perfección cómo hacer una película entretenida, y eso es, ni más ni menos, lo que "Cara a cara" pretende ser: un divertimento extraordinariamente caro y apabullante. Tanto da que la historia pudiera haber dado un poco más de sí (toda la trama acerca de la suplantación mutua de identidades podría haberse convertido en un excelente thriller policiaco pero, en lugar de ello, todo deriva hacia el blockbuster de acción), porque lo importante es hacer que el espectador pase un buen rato. Y, en honor a la verdad, hay que reconocer que, al menos a ese respecto, "Cara a cara" cumple de sobra las expectativas.
¡Guau! ¡Esta sí que es una peli de esas de coger un buen paquete de palomitas y pasártelo de coña durante dos horas! Al menos eso es lo que os tendrá que decir quien os la recomendase. Eso, o que lo importante es pasárselo pipa con el festival pirotécnico que se montan ellos solos, y que lo importante al ver la peli es no pensar (aquí, el que piensa, pierde) y dejarse llevar por la acción frenética que lleva. Como sé que más de uno puede ser un poco alérgico a todas las películas esas de explosiones a tutiplén, os aviso de algo: "Cara a cara" es una ensalada de disparos a lo bestia, y con piruetas de esas que piensas "sí, claro, mis huevos dispara el tío ese pegando una voltereta". Pero claro, estamos hablando de una peli de John Woo, el mismo que hizo que Tom Cruise hiciera el pino con una moto, así que tampoco era mucho de esperar que en esta peli se lo tomara con mucha más calma.
Pero vamos, que tampoco merece la pena andarse con mucha parafernalia, porque "Cara a cara" es un cocktail cojonudo de persecuciones, tiroteos, explosiones y peña apuntándose a la cara por todos los lados. Y, además, del que está bien hecho y con una historia interesante que te rilas, con la típica excusa a lo Chuacheneguer en lo que lo único que importa son los mamporros que mete. Para mi gusto, creo que Woo se pasa un pelín con eso de la cámara lenta, exagerando demasiado los momentos previos a un tiroteo, cuando los que se van a dar de leches se miran unos a otros así como con cara de tíos duros. Y lo mismo vale para las palomas. Sí, sí, habéis leído bien, palomas. Se ve que al buen hombre le encantan esos bichos, porque siempre los mete en sus películas y, si no, ya me diréis que coño pintan, en "Cara a cara" unas palomas revoloteando por el interior de una capilla que está la lado de la playa.
En fin, aparte de eso, que no son más que pequeños detalle, lo cierto es que "Cara a cara" es un peliculón de acción cojonudo. Escenas como la de la caza inicial de Nicolas Cage en un aeropuerto, el tiroteo en el piso del mejor amigo del malo, o todo lo que pasa al final con las barcas te deja con la boca abierta. Y, como os digo, con el añadido de que la historia engancha muchísimo. Puede que el único problema así como película (dejando de lado lo que os decía antes de la cámara lenta), es que se nota mucho la diferencia entre los trozos de acción y los que tienen más diálogo. Es decir, son tan espectaculares las escenas de acción y te hacen estar casi conteniendo el aliento que, cuando toca contar los trozos de la peli en la que la gente habla, estás como con la sensación de quieres que la peña empiece a pegarse tiros cuanto antes para poder seguir pasándotelo igual de bien. Pero, también es cierto que, si fuera así, la historia de "Cara a cara" no valdría un pimiento, con lo que creo que salimos ganando todos.
Y, para acabar, una cosa que me llama mucho la atención: las actuaciones de John Travolta y Nicolas Cage. Yo, personalmente, creo que Travolta lo hace un poco mejor que Cage, pero es que también le toca hacer durante más tiempo del personaje guay. Hay que tener en cuenta que los dos hacen de bueno y de malo, pero es que ves que Travolta se lo está pasando en grande haciendo de malo malísimo, mientras que Cage se limita casi todo el rato de hacer de bueno puteado. En fin, que "Cara a cara" es la peli de acción que, junto a "La roca", puede que mejor represente el mejor cine de acción de los noventa. Lo tiene todo, y consigue enganchar y mantenerte en vilo durante toda la duración. Una pasada de peli, para disfrutar con el volumen a toda paleta.