jueves, 28 de julio de 2011

CINE ACTUAL: "NINE"


TÍTULO: NINE

DIRECTOR: ROB MARSHALL

REPARTO: DANIEL DAY LEWIS, PENÉLOPE CRUZ, MARION COTILLARD, NICOLE KIDMAN, JUDI DENCH, SOFÍA LOREN, KATE HUDSON

DURACIÓN: 110 min.

AÑO: 2009

GÉNERO: MUSICAL

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Cuando se anunció que el coreógrafo y director de cine Rob Marshall iba a ponerse tras las cámaras para rodar un nuevo musical, no fueron pocos los cinéfilos que se alegraron con la noticia, pues aún les duraba el buen sabor de boca que éste había dejado con su opera prima, "Chicago - Chicago, 2002". Asimismo, parecía que, tras la experiencia de haber rodado la adaptación cinematográfica de un best seller como "Memorias de una geisha", el propio Marshall necesitaba volver al género con el que se sentía más a gusto. Para ello, antes de embarcarse, valga la redundancia, en el rodaje de la cuarta parte de las aventuras del pirata Jack Sparrow, el director de Wisonsin se decantó por trasladar a la gran pantalla otro de los famosos musicales que ha cosechado premios y buenas críticas por doquier, y que lleva ya sus años representándose en los escenarios de Broadway: "Nine", una versión musicalizada cuya inspiración bebe directamente del largometraje de Federico Fellini "Ocho y medio - Otto e mezzo, 1963".


    Con esta idea en mente, Marshall consiguió reunir a un impresionante reparto, en su mayoría femenino, con al intención de acabar de darle ese toque de distinción a su nuevo musical (de hecho, seis de los ocho protagonistas principales cuentan con un Oscar en su haber) logrando, además, que un mito del cine como es Sofía Loren volviera a ponerse delante de una cámara, aunque fuera en un papel más secundario. Ahora bien, por desgracia para los espectadores, los resultados alcanzados no fueron ni de lejos parecidos a los de su primer largometraje. Pero, antes de seguir con la crítica, pasemos a detallar su argumento.


    Guido Contini (Day Lewis) es un reputado director de cine de ascendencia italiana que se ve incapaz de afrontar la realización de su próximo proyecto. Presionado por un ajustado calendario de rodaje, y sin contar aún con un guión definitivo, Guido trata de encontrar desesperadamente la inspiración en un amplio grupo de mujeres, entre las que se encuentra su amante, Carla (Cruz), su esposa, Luisa (Cotillard), su actriz fetiche y musa, Claudia (Kidman), su diseñadora de vestuario y confidente, Lilli (Dench), y su propia madre (Loren). El resto de la película se completa con diversos números musicales, en los que todos los personajes femeninos protagonizan escenas a caballo entre lo onírico y el mundo real, en las que Guido se deja llevar, dentro de su crisis personal, por las diferentes melodías que adornan el conjunto, en un intento desesperado de encontrar una solución a su crisis creativa.


    Por desgracia, "Nine" acaba siendo sólo una sucesión casi continua de números musicales entre breves momentos de diálogo insulso. Lejos de conseguir que el público se identifique con alguno de sus protagonistas (a excepción de Luisa, la mujer de Guido, el resto de los personajes no están definidos de una forma demasiado "amable"), el largometraje se limita a construir cuidadísimas coreografías y escenas de baile, en las cuáles, no por mucho movimiento sofisticado de cámara y ritmo frenético que se le quiera imprimir, acaba suponiendo una parte interesante del film. Más bien al contrario: la constante interrupción de la poca acción no cantada que tiene acaba por desesperar al público, que acaba por desear que la película haga más hincapié en el desarrollo de las numerosas historias que plantea, y a las cuales no aporta ninguna continuidad.


    Así pues, el problema de "Nine" no es consecuencia de su realización, tal y como muchos entendidos se apresuran a apuntar (de hecho, la labor de Marshall es de lo más correcta), ni de las interpretaciones, ni del diseño de producción. El mayor hándicap de esta película es, ni más ni menos, el guión -sorprendentemente firmado por Michael Tolkin, y el oscarizado y malogrado Anthony Minghella-, tanto por inexistente como por superfluo, banal y torpe. Allí donde muchos musicales recientes han sabido desenvolverse con soltura, sabiendo intercalar con acierto los números musicales con historias divertidas y entretenidas -no hace falta poner como referencia sólo a "Chicago" sino, también, por ejemplo, otras propuestas como "Moulin Rouge - Moulin Rouge, 2001", "Hairspray - Hairspray, 2007" o, incluso, "Rent - Rent, 2005"- el largometraje de Marshall cae en el tedio más absoluto, no aportando más que una serie de secuencias adornadas con música y poco más. Lástima que con los recursos y facilidades con los que se ha contado en su producción, no hayan sido capaces de hacer de "Nine" la película que podía haber sido.



  • MR HYDE DICE:

  • ¡Menuda castaña de película! Mira que me gustó "Chicago" que, además de ser una buena película, te interesaba en ese mundo de musical desde el principio. Hasta "Moulin Rouge" hizo que me lo pasara pipa, y eso que ambos musicales no se parecen en nada. Es más, cuando se anunciaba "Nine", teniendo en cuenta el reparto que tiene, el tema, y que estaba basado en un música del mucho éxito, pues qué menos que esperar algo a la altura de las circunstancias. Pues no señores, lo único que te encuentras son una serie de canciones a cada cuál más aburrida, secuencias en las que uno no entiende muy bien qué está pasando, y unos buenos actores que parecen estar más perdidos que Yola Berrocal en una biblioteca. Pero lo más gracioso es que no está mal hecha, que aún tendría una excusa si quisieras pensar que les ha salido un churro como un castillo a todos los niveles pero, cuando la ves, no te cabe duda de que el montaje, la fotografía, y el reparto están cojonudos. Ahora bien, como película, es un tostón de tres pares de huevos.


    El guión es un lío. Es como si pretendiera utilizar la crisis artística del personaje para meter a presión todas las canciones. Pero, a diferencia de "Chicago", aquí los diferentes números musicales no aportan absolutamente nada a la historia sino que más bien lo contrario. De hecho, hay momentos en que se insinúan temas que podrían tener una importancia clave en el argumento, y justificar por qué el tal Guido es incapaz de inspirarse (el maltrato del sacerdote ante su madre cuando es niño, sus constantes infidelidades con las actrices a las que hace el casting, el momento de su infancia en que se queda fascinado por una prostituta, etc.).


    Si a esto añadimos que hay actrices totalmente desaprovechadas, como es el caso de Nicole Kidman, Marion Cotillard, o la grandísima Sofía Loren, en favor de otras mucho más mediocres como Kate Hudson (repelente como ella sola) o la famosa Pé (en serio, no sé lo que le han visto los yanquis a esta tipa, y más teniendo en cuenta que hay actrices españolas que le dan mil vueltas en belleza y talento), pues apaga y vámonos. Luego va Daniel Day Lewis y dice que no hace muchas películas porque le gusta elegir con cuidado sus papeles y bla bla bla. Pues machote, eligiendo esta mierda pinchada en un palo te has lucido de verdad. Vamos, que ahora tienes que estar dándote de cabezazos contra la pared.


    En fin, que "Nine" es un chasco del carajo, un desperdicio total de tiempo y dinero para el público, y de talento para los artistas que han intervenido en ella. Es más, cuando esta mañana le he dicho a un colega del curro que hoy ésta era la peli que criticábamos, caso se ha llevado las manos a la cabeza mientras decía: "¡Pero qué dices! ¡No pierdas el tiempo comentando eso!" (a él casi que lo obligaron sus amigos a verla en cine, o sea, que imaginad su cabreo cuando salió de la sala). Al menos, si algo bueno tiene la peli es que ha servido para poder disfrutar en la gran pantalla de la presencia de Sofía Loren porque, en lo que concierne al resto, sólo acaba siendo perfecta como remedio contra el insomnio. Lo dicho, un auténtico bodrio.