miércoles, 4 de julio de 2012

CINE DE LOS 90: "THELMA Y LOUISE"

TÍTULO: THELMA Y LOUISE

DIRECTOR: RIDLEY SCOTT

REPARTO: GEENA DAVIS, SUSAN SARANDON, HARVEY KEITEL, BRAD PITT, MICHAEL MADSEN, CHRISTOPHER MACDONALD

DURACIÓN: 128 min.

AÑO: 1991

GÉNERO: DRAMA

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • Thelma (Davis) es una aburrida ama de casa, casada con Darryl (McDonald), un aburrido y controlador hombre que la ningunea a la mínima ocasión. Louise (Sarandon) trabaja como camarera en una cafetería, mientras espera constantemente que su novio, Jimmy (Madsen) le proponga casarse con ella. Cuando las dos mujeres deciden pasar un fin de semana de diversión, un violento suceso hará que sus planes se tuerzan, por lo que, de forma casi involuntaria, se convertirán en fugitivas a las que acompañará un atractivo y pícaro autoestopista llamado J.D. (Pitt), mientras las persigue el agente especial Hal (Keitel).

    No son muchos los casos en que Hollywood decide poner en marcha una película de evidente factura feminista. Sin embargo, lo que aún sorprende más no sólo es el notorio éxito que obtuvo, sino que fuera, como bien me apuntó en su momento mi querido amigo Hyde, un realizador como Ridley Scott el que asumiera las riendas de un largometraje de estas características. Sea como fuere, lo cierto es que Scott le sabe imprimir una elegancia más que patente al film, consiguiendo que una historia que se podría haber convertido fácilmente en un drama del tres al cuarto, adquiera fuerza conforme avanza el metraje, y donde el espectador no sólo es testigo de cómo se va complicando cada vez más la situación de las dos protagonistas, sino que comparte sus miedos, angustias y decisiones alocadas. Por supuesto, como todo drama que se precie, las protagonistas acaban pagando un precio por sus actos delictivos, instante que queda recogido por la cámara de Scott con un lirismo y nostalgia que resultan conmovedoras.

    Por supuesto, "Thelma y Louise" es una película que, además de por la impecable labor de Scott -como decimos, acertada, aunque por completo inesperada-, destaca por las asombrosas interpretaciones tanto de Geena Davis (impecable como esposa ignorada -ver la diferencia de matices que le otorga a su personaje, y que contrasta enormemente con la Thelma del comienzo del largometraje y de la del final-) como de Susan Sarandon (atención al momento en que, al comienzo del film le aconseja a una muchacha que no fume porque es algo que acaba sustituyendo al sexo para, acto seguido, ser ella la que se lleva un pitillo a los labios, o a la secuencia en que amenaza al parroquiano que pretende abusar de Thelma a la salida de un bar y, por supuesto, cuando le confiesa a ésta lo que sucedió en realidad en uno de sus viajes pasados). Completan el connunto la estupenda fotografía del fallecido Adrian Biddle y la excelente banda sonora de Hans Zimmer, cuyas influencias country encajan a la perfección con el tono de cada una de las secuencias.

    Así pues, "Thelma y Louise", a pesar de que, como película, es correcta aunque sein deslumbrar, hoy en día es más recordada por el revuelo que causó entre el público y asociaciones femeninas (parece ser que vieron en las dos protagonistas un ejemplo de lo que debe ser la negativa de las mujeres a la subyugación incondicional a los hombres) que no por lo que supuso para la carrera de Scott y su dúo protagonista. En cualquier caso, aparte de su aparente intrascendencia, contiene toda la serie de elementos que hemos mencionado, y por los que merece la pena dedicarle un mínimo de atención.

  • MR. HYDE DICE:
  • Para gustos los colores pero, para el menda, “Thelma y Louise” es un petardo. O, como poco, una peli que te deja como esperando muchísimo más de lo que te encuentras. No sé si es que las historias en plan feminista nunca me han interesado mucho (las que van en plan machista tampoco, no os equivoquéis), o que esta película tampoco es que sea la leche. En cualquier caso, con tanto que había oído hablar de ella, y tanto bombo que le habían dado (que si una oda a la liberación de la mujer, a la rotura de la subyugación y no sé qué más chuflas), daba por hecho que la película me iba a impresionar con la historia que cuentan o, como mínimo, que me dejara “tocado” por el mensaje, el final o Dios sabe qué cosa. Bueno, pues ni una cosa ni la otra. Con todos los respectos, y sin ánimo de ofender, “Thelma y Louise” me pareció un panfleto en plan “muerte a los hombres” descarado. Vamos, que hacen una montaña descomunal de un granito de arena –y no, no estoy diciendo que el problema que plantea la peli sea una tontuna, que hay mujeres que las pasan muy putas en su vida, soy consciente de ello- para montar una historia sobre dos tipas que se dan a la fuga por un caso de defensa propia.

    Además, los que me hayáis leído de vez en cuando sabréis que soy un gran admirador de Ridley Scout, y que pienso que hasta en sus bodrios más totales, hay una especie de “algo” que hace únicas sus películas. Vale, pues dicho esto, aún no entiendo qué coño pinta Scout dirigiendo esta película. Salvando las distancias, es como si Stallone dirigiera “Hamlet” o Woody Allen hiciera idem de lo mismo con “Terminador”. ¿Verdad que no pegarían ni con cola? Pues aquí tres cuartos de lo mismo. La fotografía es muy bonita (aunque se limita a sacar esas carreteras polvorientas e interminables que tienen los otros primos del charco), las actuaciones todo lo creíbles que quieras, y una música cojonuda (es de Hans Zimmer, así que no podía ser de otra forma). Pero todo eso es bufa de pato, porque no hay más que rascar de lo que ya ves. Así que, los que empecéis a ver “Thelma y Louise” tened claro qué os espera.

    De lo que más destacaría yo de la película, aparte de que su éxito se debió a que las mujeres la apoyaron a muerte, son las actuaciones. Reconozco que Susan Sarandon hace un papelón (cosa que tampoco tendría que sorprender demasiado, porque la buena señora es una actriz como la copa de un pino) y que Geena Davis, que hace un papel menos impresionante, es capaz de hacer tanto de señora en celo –seamos sinceros, todo lo que pasa en la peli es porque ella se siente despreciada por su marido (que es un capullo) y le apetece “volver a la pecera” de nuevo por un rato- con la misma credibilidad con la que decide mandarlo todo a tomar por saco y saltar al vacío (y los que hayan visto la película, ya saben a lo que me refiero). También es cierto que hay algún que otro momento que mola, ya sea por su falta de vergüenza (cuando Geena Davis atraca una gasolinera como el chulopiscinas al que interpreta Brad Pitt le enseña a hacerlo), por su sentido del humor (el momento en que Geena Davis llama a su marido, que está con el FBI, y él trata de ser súper amable, cosa que hace que, ella, directamente, cuelgue el teléfono porque deduce que la policía está con él), y por la forma en hacer que parezcan IMPORTANTES –así, en mayúscula- cosas que tampoco lo son tanto: cómo las para un coche de policía en mitad del desierto y el polaco acaba metido en el maletero de su propio coche, lloriqueando como una nenaza; lo que le pasa al camión cisterna cuyo camionero se mete con ellas; o el final junto al precipicio a cámara lenta con el policía corriendo hacia ellas.

    Aparte de esto, lo único que queda es una película que ni fu ni fa. Sobretodo ahora, que la violencia machista parece que está al orden del día, ver una película como “Thelma y Louise” te deja bastante frío, a pesar de que también tenga su mensaje y alguna que otra escena cruda (por ejemplo, el intento de violación de Thelma a la salida del bar, o cuando te enteras de lo que le pasó a Louise hace años) que te hace estar tenso. No sé si será porque es una forma de tocar ese problema que se centra demasiado en la forma de ser de los yanquis o que la peli ya ha pasado de moda. El caso es que, por mucho renombre que tuviera cuando se estrenó, y por mucho que haya dado de qué hablar, “Thelma y Louise” me parece una película más del montón, bien hecha y tal, pero que no merece tanta importancia como la que tuvo.