DIRECTOR: TIM BURTON
REPARTO: MIA WASIKOWSKA, JOHNNY DEPP, HELENA BONHAM-CARTER, ANNE HATHAWAY, CRISPIN GLOVER
DURACIÓN: 108 min.
AÑO: 2009
GÉNERO: AVENTURAS
Tim Burton es un realizador que ha conseguido labrarse una importante reputación en la meca del cine por méritos propios. Su genio a la hora de dibujar y concebir historias originales ha fascinado desde hace años a las audiencias de medio mundo, tanto cuando da lugar a cuentos originalísimos ("Eduardo Manostijeras - Edward Scissorhands, 1990", "Sleepy Hollow - Sleepy Hollow, 1999"), como a excelentes películas de aventuras ("Batman - Batman, 1989", "Charlie y la fábrica de chocolate - Charlie and the chocolate factory, 2005"). Así pues, a pesar haber sufrido algún que otro batacazo comercial y artístico, como le sucedió con el lamentable remake de "El planeta de los simios - Planet of the apes, 2001", Burton ha seguido contando con el favor de la industria cinematográfica para seguir realizando proyectos, a cada cuál más sorprendente. DE esta forma, hace un par de años llegaba a las carteleras de todo el mundo su particular versión de la novela de Lewis Carroll, "Alicia en el país de las maravillas", un largometraje de lo más publicitado tanto por suponer una nueva colaboración entre Burton y Johnny Depp -la séptima- como por un innovador uno del formato 3D.
Alicia (Wasikowska) es una joven muchacha que se opone a someterse a la hipocresía y falsa diplomacia de su familia, cuyos miembros tratan de emparejarla con un repelente pretendiente. Escapando del agobio que representan para ella esas reuniones de sociedad, Alicia descubre un misterioso agujero junto a un gran árbol, por el que se acaba precipitando. Al llegar al fondo del mismo, Alicia descubre una extraña habitación con una puerta que da paso a un mundo de fantasía lleno de criaturas particulares -un gato "etéreo" y siempre sonriente, un conejo obsesionado con el tiempo, otro conejo medio majareta...-, que se sienten amenazadas por la despiadada dictadura impuesta por la reina de corazones (Bonham-Carter). Así pues, Alicia, ayudada por un extravagante personaje conocido como el Sombrerero Loco (Depp) y la Reina Blanca (Hathaway), tratará de ayudar a todos los personajes de este extraño mundo, a la vez que tratar de encontrar la salida de vuelta a su mundo.
Aunque, a primera vista, la versión burtoniana de "Alicia en el país de las maravillas" pueda parecer una mera actualización del famoso largometraje de dibujos animados realizado por Walt Disney hace más de medio siglo, lo cierto es que sólo comparte con éste los primeros quince minutos. En efecto, desde el momento en que el personaje de Alicia entra en el mundo de fantasía, la historia toma un camino muy diferente, jugando con el relato original de Carroll y haciendo parecer que la historia que el público ya conocía de anteriores versiones fue una primera parte, de forma que esta nueva aventura no es sino un regreso del personaje de Alicia al país de las maravillas tras haber olvidado todo lo que sucedió tiempo atrás. Comparativamente, aunque salvando mucho las distancias, ocurre algo similar a lo que Bryan Singer pretendió lograr con su poco inspirada revisión del hombre de acero en "Superman returns - Superman returns, 2006", quien partía del hecho de que el film era una continuación de lo sucedido en largometrajes previos para, a partir de ese punto, desarrollar una historia completamente nueva.
Sin embargo, Burton parece no sentirse cómodo con el libreto, ya que su "Alicia en el país de las maravillas", aunque no puede negar que posea su particular toque, sí que carece de la emoción de la que había hecho gala en sus anteriores películas. Así pues, en el film abunda una exagerada preocupación por sorprender al público con apabullantes efectos especiales, y secuencias asombrosas (como sucede con casi todo lo que tiene lugar en el palacio de la reina de corazones), en detrimento de un relato que resulte emocionante y que consiga hacerse con la atención de los espectadores. Sólo así se entienden secuencias como la de las tropas de la reina roja buscando a Alicia cerca de donde el Sombrerero y Conejo Loco están tomando té (y que al público no consigue emocionar lo más mínimo, a pesar de su supuesto suspense), o la parte final en la que Alicia debe hacer frente al dragón (toda esta secuencia está excelentemente bien coreografiada y mejor hecha a nivel de efectos especiales), que no terminan de encajar con el resto del film.
De esta forma, a pesar del esfuerzo en resultar originales al no relatar una vez más la misma historia que el público ya conocía, y de un despliegue visual de primer orden (el vestuario de Colin Atwood -ganadora del Oscar por su labor en esta película-, la decoración -también galardonada con el premio de la Academia-, los efectos visuales, la partitura original de Danny Elfman...), por desgracia, el resto del largometraje resulta aburrido y monótono, desinflándose igual que un globo pinchado a medida que avanza su metraje. Una lástima que la versión de "Alicia en el país de las maravillas" made in Burton no se encuentre a la altura de las expectativas.
No entiendo muy bien a Tim Burton. Por lo general, me gustan bastante sus pelis. Es más, creo que es uno de los tíos con más imaginación de los que hay ahora mismo por Jolibú y, además, se la pela que las historias que le molan sean un poco truculentas o que no sigan el buen rollito de las otras pelis de tipo fantástico. Y esa forma de hacer películas la mantiene hasta cuando la peli en sí es un poco patata (como creo que pasa con "Charlie y la fábrica de chocolate" -que es una chorrada monumental-, o "Sweeny Todd - Sweeny Todd, 2008"), o una frikada de pelotas ("Ed Wood - Ed Wood, 1994" o "Mars attacks! - Mars attacks!, 2006). Ahora, que un tío capaz de hacer peliculones como "Big fish - Big fish, 2003" se suelte mierdas descomunales como "El planeta de los simios" (versión 2001) o esta última versión de "Alicia en el país de las maravillas", es algo que no consigo comprender. Pero, encima, que ésta se convierta en una de las películas más taquilleras de la historia del cine, ya me deja bailando break-dance del vibrote.
Porque, vamos a ver, entiendo que quiera hacer una peli así más como para críos, como la de la fábrica de chocolate. Además, es un estilo que le va como anillo al dedo para plantar decorados de esos así rarísimos que me molan por todos los lados. ¿Que quiere volver a trabajar con Johnny Depp? Vale, cojonudo, no problem. Pero macho, ¿qué te has fumado para hacer semejante truño? Algunos dicen que es chungo superar el nivel de encanto de la versión de dibujitos que hizo Disney hace la pera de tiempo, pero bueno, como a mí tampoco es que aquella sea una de las pelis del tío Walt que más me hayan gustado no me rasgo las vestiduras. Pero es que mira que es jodido hacer una película en la que ya ha pasado todo lo de la vez anterior para sacarse de la manga una peli que se inventa el cuento de cabo a rabo.
Pero, fijaos, que el problema ni siquiera es ese. Porque lo mismo podría decirse del Batman que ha hecho Christopher Nolan, y ya veis que es una pasada. Lo que te deja con cara de "no puede ser" es que toda la peli es aburrida desde que empieza hasta que acaba. Vale que se nota que se han gastado una pasta en decorados, maquillaje y todo ese rollo, y que los efectos especiales están muy bien. Eso no lo niego. Pero coño, hazlo entretenido. Para empezar, la actriz que hace de Alicia tiene la misma expresividad en la cara que Chuck Norris -es más, casi parece que le jode tener que estar haciendo la película-; el guión (o como se diga) es un coñazo que no interesa ni tiene el más mínimo misterio pasados los primeros quince minutos; a pesar de los efectos especiales, el ritmo es lento de pelotas; y, si lo que quería era hacer una película familiar, puede que a los nanos les encante ver a Johnny Depp haciendo tonterías, o a ranas-soldado disimulando que se han comido un pastel, pero lo que no te explicas es por qué carajo no se han preocupado de hacerlo un poco más interesante. No sé, con un pelín de intriga, de emoción...
Que tenga momentos que así me vengan a la mente ahora mismo, recuerdo que sí me gustó la cara de cabroncete que tiene el gato ese que siempre está sonriendo o, como os decía antes, toda la parte en la que Alicia se cae al agujero, bebe las pociones mágicas y tal. Hasta resulta curioso el momento en el que tiene que domar a una especie de perro gigante. Pero es que del resto, no merece la pena ni las ralladas mentales del sombrerero, ni el enfrentamiento con el dragón, ni nada de lo demás. Ni siquiera la música (estupenda como siempre) de Danny Elfman -¿para cuándo un merecido Oscar, miembros y miembras de la Academia?-.
En fin, espero que a la próxima Tim Burton esté más inspirado, porque podrá haberse forrado con esta versión de "Alicia en el país de las maravillas", pero eso no quita para que la peli sea un truño como un piano. Podría haber tomado ejemplo de lo que suele hacer Spielberg cada vez que se la quiere jugar con una peli más arriesgada, que antes rueda una película comercial a lo bestia, pero de calidad, y luego se la juega con la otra. En este caso, comercialidad toda la que le quieras ver pero, de calidad, poca tirando a nada. Así que si aún no la habéis visto, mejor quedaos con la de dibujitos, que tampoco es nada del otro mundo pero, al menos, no te da la sensación de estar perdiendo el tiempo.