miércoles, 19 de octubre de 2011

CINE DE LOS 90: "LLAMARADAS"


TÍTULO: LLAMARADAS

DIRECTOR: RON HOWARD

REPARTO: KURT RUSSELL, WILLIAM BALDWIN, SCOTT GLENN, REBECA DE MORNAY, JENNIFER JASON LEIGH, DONALD SUTHERLAND, ROBERT DE NIRO, J.T. WALSH

DURACIÓN: 135 min.

AÑO: 1991

GÉNERO: INTRIGA

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Si hay algo que caracterice particularmente a la carrera de realizador del oscarizado director Ron Howard es, sin duda, la variedad. Tan pronto es capaz de realizar una efectiva comedia (unas veces mas inspiradas -"Dulce hogar... ¡a veces! - Parenthood, 1989"- que otras -"EdTV - EdTV, 1999", "El Grinch - Dr. Seuss' How the Grinch stole Christmas, 2000"), películas de aventuras con corte épico ("Willow - Willow, 1987", "Un horizonte muy lejano - Far and away, 1992"), de ciencia ficción ("Cocoon - Cocoon, 1985"), biopics de reconocido prestigio ("Una mente maravillosa - A beautiful mind, 2001", "El desafío: Frost contra Nixon - Frost / Nixon, 2008"). Por ello, tampoco sería de extrañar que el realizador norteamericano se pusiera al frente de esta épica odisea acerca de un grupo de bomberos, en la que consiguió unos resultados fascinantes en el campo de los efectos visuales cosa que, por fortuna, supo combinar de una forma muy acertada con una historia de intriga policiaca que capta la atención del espectador desde el comienzo.


    Brian McCaffrey (Baldwin) es un joven muchacho que regresa a su ciudad natal, Chicago, para convertirse en bombero, siguiendo así la tradición familiar. Allí entra a formar parte del parque de bomberos en el que se encuentra su hermano Stephen (Russell) y el "padrino" de ambos, John Adcox (Glenn). Su llegada coincide con la sucesión de unos extraños y devastadores incendios que se van cobrando la vida de varias personas. Cuando el inspector del cuerpo Donald Rimgale (De Niro) descubra que los incendios siguen un patrón determinado en cuanto a su preparación, empezara a intuir que las víctimas de los incendios no son casuales, sino que responden a motivos políticos. Sera entonces cuando Brian comience una carrera a vida o muerte para desenmascarar al pirómano responsable de tales sucesos, con la ayuda de su antigua novia, Jennifer (Leigh) y un viejo y recluso pirómano (Sutherland).


    El resultado de "Llamaradas" es ciertamente espectacular. Partiendo de un fenómeno natural cuya traducción mas aproximada al español sería el de "contracorriente" (el backdraft en el original inglés, que también da nombre a la película en su versión original), y cuya aparición es explicada en el film, Ron Howard orquesta la trepidante odisea de un grupo de bomberos por cumplir con su trabajo y resolver el enigma de quién y por qué se producen esos siniestros incendios. Arropado por una impresionante labor de fotografía del sueco Mikael Solomon y por unos efectos especiales increíbles, amén de por la partitura de un inmenso Hans Zimmer -atención al tema You go, we go), Howard logra mantener la tensión del relato a lo largo de todo el metraje, y fascinar al espectador con secuencias ciertamente increíbles.


    No obstante, para ser un poco críticos con el largometraje, una vez contemplado, da la sensación de que, por mucho fuego de artificio que contenga, no se tiene muy claro si la historia con gancho está al servicio de los costosísimos efectos visuales, o si sucede al contrario. Algunas secuencias no son más que una mera excusa para incluir escenas asombrosas con dichos efectos pero, no por ello le aportan una progresión dramática al film que lo haga avanzar más allá. Aunque esto no son más que inconvenientes muy mínimos que no hacen de "Llamaradas" un film menor sino que, a pesar de ello, no deja de ser el gran espectáculo que es.



  • MR. HYDE DICE:

  • ¡Buah, impresionante! No creo que haya habido antes ninguna película capaz de enseñar el fuego con tanto realismo y hacer que te acojones de ver que los personajes pueden acabar achicharrados. Pero tampoco creo que haya ninguna película que, dependiendo tanto de las secuencias de efectos especiales con fuego, tenga una historia con tanta intriga y con ese ritmo tan acojonante. Así es amigos, "Llamaradas" no es una peli de catástrofes del tipo "El coloso en llamas - The towering Inferno, 1974", sino que es una historia policiaca que mete por medio a un grupo de bomberos en una carrera contrarreloj para descubrir quién es el pirómano que esta cargándose a gente, haciendo que parezca un accidente con tanto fuego.


    Ahora, aparte de este misterio por desenmascarar al malo de turno, ya os digo que las secuencias de incendios son impresionantes, pero de verdad, de esas que hace que te quedes con la boca abierta mientras piensas "¡pero como coño habrán podido rodar todo eso!". Tienes para dar y para tomar: la primera vez que entran Brian y Stephen en un incendio de unos grandes almacenes, el momento en que una explosión alcanza de lleno a uno de los bomberos o, sobre todo, la escena final del incendio en la que el fuego se come literalmente al edificio. Es alucinante como han podido hacer esas lenguas de fuego amenazadoras, las explosiones de combustible que estallan a un par de pasos de los actores (increíble ese momento en que, al final, Brian corre por lo alto del tejado del edificio que se va rompiendo con cada paso suyo). Pero lo que ya hace que te quedes de piedra no son solo los planos de fuego, sino cuando la cámara se aleja y ves que esta todo ardiendo y que no han prendido fuego solo a un par de cosas cerquita para rodar la secuencia, sino que ves que el plato entero está ardiendo... ¡y los actores y la cámara están justo en medio! Alucina vecina.



    Además, si a esto unes que la peli tiene un reparto acojonante (Robert de Niro le da ese toque de calidad, mientras que Donald Sutherland, que sale cinco minutos, hace que se te erice el pelo con su personaje de piromano tarado) y una música que lo peta (brutal la banda sonora de Hans Zimmer -¡no podía se otro!-), pues ya fetén. Y, como os digo, con una historia que te atrapa no solo por las secuencias de incendio sino por la intriga de ver si las pistas les llevan hasta el malo y, por supuesto, quien será él (o ella). En fin, una peli estupenda, con unos efectos especiales acojonantes, y con un ritmo brutal. ¡Ojala la hubiera podido ver en cine cuando salió! Ya os digo que la ocasión bien habría merecido la pena. Muy recomendable para pasar el rato y apretar un poco el culete, que de vez en cuando también mola.