miércoles, 11 de mayo de 2011

CINE DE LOS 90: "INSTINTO BÁSICO"



TÍTULO: INSTINTO BÁSICO

DIRECTOR: PAUL VERHOEVEN

REPARTO: MICHAEL DOUGLAS, SHARON STONE, JANNE TRIPPLEHORN, GEORGE DZUNZA

DURACIÓN: 117 min.

AÑO: 1992

GÉNERO: INTRIGA POLICIACA


  • EL DR. JECKYLL DICE:

Presentada como el film-escándalo del año, "Instinto básico" se convirtió en un auténtico fenómeno desde el comienzo. Los motivos son varios. En primer lugar, se trata de un largometraje con altas dosis de sexo explicito; en segundo lugar, supuso la presentación definitiva de una, hasta el momento, actriz secundaria llamada Sharon Stone; y, en tercer lugar, el guionista Joe Eszterhas cobró una suma récord en aquel entonces por su labor.


En cuanto al primer punto, hoy en día resulta imposible imaginarse una película como "Instinto básico" sin ese fuerte contenido de sexo. De hecho, es realmente loable que alguien haya sido capaz de filmar un largometraje como éste en el que el sexo acaba siendo un ingrediente imprescindible del conjunto de intriga de la historia, y no siendo al final una mera excusa para sacar a los protagonistas como Dios los trajo al mundo (más o menos como sucede en el 99% de las películas españolas). Esto, sin duda, es gracias a la magistral labor tras la cámara de Paul Verhoeven, quien integra el sexo en la historia de forma maestra, tanto en las secuencias más tórridas, como en la definición de los personajes.


En lo que concierne al segundo punto, Sharon Stone, a pesar de haberse querido desencasillar con posterioridad de este tipo de personajes, será siempre recordada por su papel de Catherine Tremell. Stone interpreta como ella sola sabría hacer a la mujer-fatal moderna con una sensualidad única en la pantalla. Basta recordar el ya famosísimo cruce de piernas durante un interrogatorio, o su baile semi-lésbico en una discoteca ante la perpleja mirada del personaje encarnado por Michael Douglas.


Por último, en lo que refiere al tercer punto, Eszterhas creó una combinación de sexo, muerte e intriga monumental. La historia atrapa desde el comienzo: una pareja se encuentra en pleno acto sexual cuando, la mujer, de súbito, saca un pica hielos de entre las sábanas y asesina brutalmente al hombre. El detective encargado del caso, Nick Curran (Douglas) centra sus sospechas en escritora de novelas policíacas Catherine Tremell (Stone). Sorprendentemente, Tremell, lejos de defender su inocencia comienza a desarrollar un peligroso juego de sospechas y sexo con Curran, que hará que éste acabe dudando de la presunta culpabilidad de la escritora, a pesar de que los crímenes se siguen sucediendo.


Como apuntaba antes, el logro de "Instinto básico" no sólo reside en la fabulosa interpretación de Sharon Stone, sino en la manera en que está filmada. Verhoeven es capaz de hacer que el público tenga claro la clase de mujer seductora que es su protagonista tan sólo con la forma de mirarla que tienen los policías durante su famoso interrogatorio, y de juntar todas las piezas de la historia policíaca de forma que un elemento que podría haber sido tan fácilmente vulgarizado, como es el sexo, acabe siendo uno de los ejes fundamentales de la película, sin resultar chabacanero en ningún momento. Y todo ello, por no mencionar la grandiosa banda sonora del desaparecido maestro Jerry Goldsmith, quien fue capaz de transmitir esa sinuosidad con la música de cada imagen, o el inesperado final de la cinta.


Sea como sea, "Instinto básico", a pesar de tener casi dos décadas a sus espaldas, es una película que no ha envejecido lo más mínimo. Es más, casi parece que gane con el tiempo, en particular, gracias a la compleja intriga criminal que la adorna, al juego de tentación urdido por la protagonista, y a la maestría de un director consciente del buen material que tiene entre manos.



  • MR. HYDE DICE:

¡Mamma mia, cómo está la Stone! Recuerdo como si fuera ahora la primera vez que vi la película a trozos, obvio, y con el temor de que me sorprendieran mis padres ya que, evidentemente, no se trataba de una película apropiada para la edad que tenía yo entonces. Sin embargo, aparte de las escenas de sexo, había un "algo" en la historia que se contaba que te atrapaba y te hacía querer saber cómo acababa la historia de la misteriosa asesina del pica hielos.


Cuando tuve ocasión de revisionarla, años más tarde, la peli me gustó más si cabe (recomiendo encarecidamente la edición en DVD con 2 discos y un porrón de extras). Es cojonudo cómo está hecha, cómo está planteada. Ese juego malsano del gato y el ratón, la forma en que el personaje de Stone se enrosca como una víbora en el pobre Michael Douglas, que a penas es capaz de reaccionar.


La intriga de la peli es brutal, y no sólo porque, incluso hasta después de los títulos finales de crédito, no tengas muy claro quién es el asesino, sino porque la cámara recorre cada plano como si en realidad fuéramos nosotros los que tuviéramos la ocasión de espiar a los personajes. La historia de intriga atrapa desde el comienzo, amén de tener ocasión de disfrutar con lo que debe ser una "mujer fatal" como Dios manda, con unas frases cojonudas, unas miradas que derriten el hielo de los polos, y con una sensación de que se está quedando contigo, sin que uno se plantee por un sólo momento resistirse. Y, si no, sólo hay que ver toda la secuencia previa al primer casquete de la pareja, en la discoteca, que deja en paños menores a lo que hacía Marlon Brando con la mantequilla en aquel tostón de Bertolucci.


Desde luego, es una de las mejores películas de intriga de los 90. Lástima que, luego, el director se suicidara artísticamente al hacer "Showgirls - Showgirls, 1995" que, dicho sea de paso, tampoco es que estuviera tan mal (hay mierdas mucho peores que han contado con más apoyo). Por desgracia, hasta la fecha no se ha vuelto a lograr en Hollywood estrenar una película en que todos los ingredientes están tan milimétricamente medidos como en "Instinto básico". Será que genios con talento hay pocos y que, los que hay, no hacen cine con la frecuencia que se agradecería.