martes, 8 de noviembre de 2011

CINE DE LOS 80: "FOOTLOOSE"


TÍTULO: FOOTLOOSE

DIRECTOR: HERBERT ROSS

REPARTO: KEVIN BACON, JOHN LITHGOW, DIANNE WIEST, LORI SINGER, CHRIS PENN, SARAH JESSICA PARKER

DURACIÓN: 115 min.

AÑO: 1984

GÉNERO: DRAMA MUSICAL

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Las historias de un héroe solitario que debe hacer frente a un grupo considerable de gente que se pone en su contra por defender ideales equivocados, o que se proponen hacerle la vida imposible a toda cosa y que, aún así, consigue superar dichas dificultades, siempre han tenido el éxito suficiente como para que Hollywood se preocupe en desarrollar líneas argumentales que tomen este argumento como base para un largometraje. No obstante, si bien es cierto que han sabido explotar esta idea de las más variopintas formas, no resulta menos acertado confesar que pocas veces se ha explicado esta historia desde un punto de vista artístico y, en especial, del musical. Así pues, durante la primera mitad de los años ochenta, se realizaron una serie de producciones ("Fama - Fame, 1980", "Flashdance - Flashdance", 1983, "Staying alive (la fiebre continúa) - Stayin' alive, 1983"...) que utilizaban la música y el baile como telón de fondo para contar la misma historia. Por ello, no es de extrañar que "Footloose" se estrenara justo en aquel momento, cuando jóvenes actores como los hoy mucho más célebres Kevin Bacon o Sarah Jessica Parker comenzaban a despuntar con sus primeros trabajos protagonistas.


    Ren McCormak (Bacon) es un joven adolescente que se traslada desde Chicago hasta un pequeño pueblo del interior del país en el que está prohibido el baile, la música y cualquier tipo de fiesta pública. El motivo no es otro que un accidente mortal que sufrieron varios muchachos del mismo pueblo tras una celebración anterior, en la que la fiesta, la bebida y el descontrol provocaron la tragedia. Esta norma se encuentra apoyada con mano de hierro por el reverendo Shaw Moore (Lithgow) quien, junto con su mujer, Vi (Wiest), tienen una hija llamada Ariel, compañera de clase de Ren. Sin embargo, a pesar de esta restrictiva norma, Ren hará lo posible por demostrar al pueblo que el baile, la música y las ganas de vivir no son incompatibles con el orden, lo que provocará el enfrentamiento directo con el reverendo, aún más acentuado cuando éste se entere de que Ariel está tonteando con Ren.


    Uno de los mayores atractivos de "Footloose" es, evidentemente, sus secuencias musicales. Dejando de lado el conocidísimo tema Footloose que fue nominado al Oscar en el apartado de mejor canción, la película tiene sus momentos más recordados cuando uno o varios de los protagonistas ejecutan sus escenas de baile. Así pues, Kevin Bacon hace lo propio con el tema Let's hear it for the boy y, junto al resto de sus compañeros de reparto, en la secuencia final que cierra el film, con la primera canción a la que hacíamos referencia, y que da título al largometraje.


    Sin embargo, el film de Herbert Ross, no deja de ser un entretenimiento tan efectivo como banal e intrascendente. No sólo por el hecho de que la misma historia ya haya sido contada con anterioridad sino porque, canciones aparte, "Footloose" carece de elementos realmente originales por los que merezca la pena ser muy recordada. Cierto es que resulta la mar de inofensiva, aunque hubiera sido deseable la introducción de algún giro argumental que le permitiera desmarcarse del cliché al que se ve irremediablemente abocada. Por fortuna, excelentes actores secundarios como Lithgow o Wiest consiguen dar una réplica de más calidad a diálogos imposibles y situaciones mil veces vistas antes. Aparte de ello, y en honor a la verdad, hay que reconocer que la música de la película se deja oír con agrado, que ya es más de lo que consiguen muchos otros largometrajes.



  • MR. HYDE DICE:

  • Si os soy sincero, no me acuerdo muy bien de esta peli. Sé que la vi ya hace tiempo, y que dentro de poco parece que se estrenará un remake que han hecho los yanquis (supongo que por eso Jekyll ha querido ponerla). Pero "Footloose" no es una peli que me haya marcado, ni mucho menos. Es simpática y tal, pero de las que ves, te distrae y olvidas. Ahora, lo divertido del asunto es poder verla de nuevo y darte cuenta de lo jovencitos que eran los actores que salían en ella. De hecho, a quien se le diga que Kevin Bacon, uno de los "malos" por excelencia del cine más actual, es el mismo tipo que va bailando y dando brincos por una especie de almacén abandonado, en vaqueros y camiseta de tirantes, no se lo creería. Y lo mismo puede decirse de ese pedazo de actriz versátil y camaleónica que es Sarah Jessica Parker -esto siendo sarcástico-, que hace de mejor amiga de la protagonista de turno.


    El argumento de la peli es un poco ñoño, y en la línea de las americanadas que les gustan a los primos del otro lado del charco. Tú prueba a prohibir la música y la juerga en cualquier pueblo de España como hacen los de "Footloose", que ya verás lo rápido que sacan a leches del pueblo. Y, si además es un cura el que lo dice, ya ni te cuento el pollo que se monta. Ahora bien, si estas cosas pasan en los EEUU, pues se ve de lo más normal del mundo y hasta hacen que te dé pena el pobre hombre incomprendido que se muere por bailar en un pueblo de mala muerte.


    En fin, poco más que añadir de lo que se ha dicho ya. Es verdad que la historia acaba siendo el típico cuento del bueno haciendo frente al pueblo cabrón, a los padres que predican la biblia pero con una escopeta en la mano, y al novio camorrista de la pobrecita chica -un pelín calientapollas, todo haya que decirlo- de la peli que se enamora del forastero. Como veis, nada nuevo bajo el sol. Eso sí, la canción Footloose mola, que ya es algo.