miércoles, 13 de julio de 2011

CINE DE LOS 90: "DÍAS DE TRUENO"


TÍTULO: DÍAS DE TRUENO

DIRECTOR: TONY SCOTT

REPARTO: TOM CRUISE, ROBERT DUVALL, NICOLE KIDMAN, RANDY QUAID, MICHAEL ROOKER, CARY ELWES

DURACIÓN: 104 min.

AÑO: 1990

GÉNERO: AVENTURAS

  • EL DR. JECKYLL DICE:
Tras el descomunal éxito conjunto que alcanzaron en su primera colaboración conjunta con "Top Gun - Top Gun, 1986", Tony Scott (director), Tom Cruise (actor principal) y la pareja Don Simpson & Jerry Bruckheimer (productores), volvieron a juntarse para desarrollar una historia algo más diferente a aquella, aunque igualmente rodada a un ritmo de frenética velocidad.

Para esta nueva ocasión, el conjunto arriba mencionado contó con la colaboración en el argumento del prestigioso guionista Robert Towne (autor, entre otros, del libreto para "Chinatown - Chinatown, 1974, comentada esta misma semana), y de una historia esbozada por el propio Cruise, acerca de la odisea de un novato piloto de carreras en su ascenso en el mundo de la competición automovilística, hasta conseguir ser el número uno. Así pues, nos encontramos con Cole Trickle (Cruise), quien es fichado por el equipo de Tim Dadland (Quaid). Aunque, en un principio, el jefe de equipo, Harry Hogge (Duvall) no lo ve con buenos ojos debido a su falta de experiencia e incapacidad para aceptar consejos, juntos comienzan a hacerse un importante hueco en el mundo de la competición de la nascar, debiendo incluso superar los obstáculos que representa la dura competición con otros pilotos (Rooker & Elwes), y un grave accidente dentro de la pista, para cuya atención médica se acaba requiriendo la pericia de la doctora Claire Lewiki (Kidman).

Si bien este largometraje no supuso un taquillazo a la altura de "Top Gun", sí que generó los suficientes beneficios como para amortizar los elevados costes de producción. Y es que, a pesar del impresionante desfile de nombres que encabezan su cartel, lo cierto es que "Días de trueno", como obra, deja mucho que desear. A pesar de contar con un equipo técnico de primer (el montador Chris Lebenzon, Hans Zimmer como compositor, Scott como director), y con unos esfuerzos más que notables de los actores de reparto (Duvall, Quaid, John C. Reilly), el conjunto no termina siendo más que una traca de grandes proporciones: llena de ruido y supuestas secuencias de acción, pero vacía de todo el contenido que cabría encontrar en ella.

"Días de trueno" está bien como entretenimiento, pero no deja de ser una lástima que responda tan poco a las expectativas del público. Eso sí, como vehículo de lucimiento de Tom Cruise, hay que reconocer que funcionó de maravilla (no en vano, conoció ahí a la mujer que se convertiría en su segunda esposa, Nicole Kidman), así como a nivel de promoción del conocido tema musical Show me heaven, interpretado por Maria McKee. Lo dicho, muy mejorable. No cansa, pero no deja de ser un burdo pasatiempo.

  • MR. HYDE DICE:
Os voy a explicar por qué esta es una de mis pelis favoritas. Los yanquis, hablando de cine, usan la expresión "guilty pleasure" (traducido, vendría a ser algo así como "placer culpable") para hacer referencia a esas pelis que, sin ser ninguna maravilla -algunas de ellas incluso realmente malas- acaban fascinándote sin que sepas muy bien por qué. Porque tienen ese "algo" que te engancha y que te provoca una simpatía brutal hacia la peli, y que hace que te la veas todas las veces que tengas ocasión. Bueno, pues, dentro de las pelis que reconozco que no son nada del otro mundo, para mí se encuentra "Días de trueno". Recuerdo, en el momento de su estreno, que me gustó mucho el póster (sé que es una chorrada, pero son las cosas que llaman la atención de los críos) ya que, por aquel entonces, yo era un auténtico fanático de los coches, y me encantaba la idea de que un buga pudiera ir a la velocidad del trueno, como decía la frasecita publicitaria de turno. Años más tarde, cuando la vi en la tele por primera vez, me dejó de piedra la música de Hans Zimmer (acabé escuchando la banda sonora casi en bucle), y las carreras de coches con la boca abierta -recordad que estábamos en 1990, y que los efectos especiales y montaje de entonces no es el de ahora-.

Tampoco es que tenga mejores argumentos para defender una película que, reconozco, que no es de lo mejor, ni de lejos, de Tom Cruise o Tony Scott. Pero a mí me pareció un entretenimiento cojonudo, con esas secuencias de coche de nascar a todo trapo, y esos planos rodados a toda velocidad de los coches al ritmo de la música tan trepidante. Porque no nos engañemos, "Días de trueno" es una peli de carreras de coches; la historia que pretende rellenar los huecos del resto de la peli acaban importando bastante poco y, a pesar de lo que intentan dramatizar algunas secuencias (el primer accidente de Cole, la enfermedad de Rowdy que le impide correr la carrera final, la imposible historia de amor entre Cole y la doctora), se la acaban soplando al público, que sabe de sobra de qué va el tema.

Como digo, que nadie piense que ésta es una película imprescindible, porque no lo es. Para mí sí, pero soy consciente de que para gustos los colores. Ahora bien, sí que os invito, queridos colegas, a que le deis una oportunidad, que os dejéis enganchar por el torrente de adrenalina de las secuencias de carreras, por el variadísimo espectáculo de color de todos los coches trucados y, muy por encima de todo, por la impresionante música de Zimmer (el tema Car building es uno de los mejores ejemplos, así como el tema The last note of freedom, interpretado por David Coverdale). Por lo demás, tanto más da que sea Cruise el que esté al volante o el vecino de la esquina. Eso carece de toda importancia.