TÍTULO: SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD
DIRECTOR: MARTIN BREST
REPARTO: EDDIE MURPHY, JUDGE REINHOLD, JOHN ASHTON, RONNY COX, LISA EILBACHER, STEVE BERKOFF
DURACIÓN: 104 min.
AÑO: 1984
GÉNERO: COMEDIA DE ACCIÓN
No son pocos los artistas hollywoodienses que, populares gracias a diversos shows televisivos, acaban dando el salto al cine, logrando tremendos éxitos de taquilla. Dentro de dicho grupo de actores que alcanzaron una notable fama en la década de los años ochenta, en el que se encuentran, entre otros, Bill Murray, Chevy Chase o Dan Aykroyd, cabría incluir también a Eddie Murphy, protagonista indiscutible de "Superdetective en Hollywood". Gracias a este film, Murphy no sólo logró asentarse en la industria cinematográfica estadounidense tras una serie de éxitos ("Límite: 48 horas - 48 hours, 1982" -excelente cinta policiaca-, o "Entre pillos anda el juego - Trading places, 1983"), sino que también se permitió, con mayor o menor suerte, dirigir sus propios proyectos ("Noches de Harlem - Harlem Nights, 1989").
"Superdetective en Hollywood" da comienzo con la presentación de Axel Foley (Murphy), un policía muy poco ortodoxo, no tanto por sus métodos sino por su constante omisión de las órdenes de sus superiores para resolver sus casos cosa que, en no pocas ocasiones, le acaba trayendo más de un dolor de cabeza. Cuando un antiguo amigo suyo metido en líos es asesinado delante de él, Foley es apartado del caso, por lo que decide tomarse unos días libres para investigar por su cuenta quién se esconde detrás del crimen y poder ponerlo entre rejas. Para ello, decide seguir con la única pista con la que cuenta, viajando desde Detroit hasta Berverly Hills, donde acabará contando con la improvisada ayuda de otro detective, bastante patoso, llamado Billy Rosewood (Reinhold).
Curioso resulta el hecho de que Murphy se decantara, para el que iba a ser su prueba de fuego en solitario en la gran pantalla (anteriormente, su fama había ido acompañada a la colaboración con actores como Nick Nolte o Dan Aykroyd), por una historia de corte policial, contemplada desde un punto de vista cómico, como si hubiera querido fusionar en una misma película el estilo de sus dos primeros trabajos en el cine. Sin embargo, una de las bazas que, precisamente, tiene "Superdetective en Hollywood" es que Murphy se encarga de insertar su particular sentido del humor a lo largo del film, a pesar del carácter policiaco del argumento, por lo que el espectador no acaba de tener claro del todo si tomársela en serio como película de policías y criminales, o de broma como una comedia ambientada en el mundo del crimen.
No obstante, es el humor y las continuas bromas de Murphy lo que hizo que el largometraje destacara por encima de otros tantos parecidos, ya que el guión -nominado al oscar- acaba siendo de lo más flojo y empecinado en recalcar el carácter aparentemente gracioso de su principal estrella. Por este motivo, a pesar de lo divertidos que pueden parecer algunos momentos (en especial, lo que acaban compartiendo Murphy y Reinhold), en lo que al film se refiere, éste no se acaba encontrando a la altura de las circunstancias. Es más, hasta el mismo Murphy quiso volver a repetir la fórmula de este éxito con otras películas similares (las siguientes partes de "Superdetective en Hollywood", "El negociador - Metro, 1997", "Showtime - Showtime, 2002") sin conseguirlo.
Por otra parte, llama la atención que su director, Martin Brest, filmara esta película antes de labrarse una dudosa reputación como realizador de films tanto alabados por la crítica ("Esencia de mujer - Scent of a woman, 1992") como masacrados sin piedad ("Una relación peligrosa - Gigli, 2003"), y que éste también fuera uno de los primeros proyectos producidos por el todopoderoso Jerry Bruckheimer -cuando todavía estaba vivo su socio, Don Simpson-. En resumidas cuentas, "Superdetective en Hopllywood" es un exponente del cine de moda de los ochenta potenciado por el éxito en otros formatos de sus principales protagonistas, y mucho más potenciado por el carisma de dichos actores que por la calidad de la misma cinta. Suficientemente atractiva como para pasar el rato, aunque lejos de ser considerada una buena película.
Cuando dicen eso de que más vale caer en gracia que ser gracioso, por algo será. Lástima que Eddie Murphy no haya acabado de tener esto muy claro ya que, el tío, desde que hizo esta primera parte de "Superdetective en Hollywood", se piensa que es la leche de gracioso, y no ha parado de hacer un churro tras otro (salvo alguna que otra excepción, como ponerle la voz al asno de "Shrek" o de demostrar que, si quiere, puede ser muy buen actor, como en "Dreamgirls - Dreamgirls, 2008"). El problema es que no lo es tanto como él se piensa (mentiría si dijera que no me ha hecho gracia alguna de las chorradas que se le han ocurrido). Ahora bien, que "Superdetective en Hollywood" se convirtiera en el mayor éxito del año, y que batiera records de permanencia en el numero uno de taquilla (trece semanas, que se dice pronto), es de traca. Y no porque la película sea una mierda -que tampoco es nada del otro jueves- sino porque es una comedia de esas de acción mas del montón, como las hay a patadas por donde mires.
Lo que es la peli, entretiene y te hace pasar un rato distrado, pero ya esta, nada mas. Por eso digo que quien piense que, por el bombo que ha tenido "Superdetective en Hollywood" es una peli cojonuda, ya se puede ir olvidando. Por supuesto, digo yo que eso habra tenido que ver algo con la popularidad que tenia Murphy antes de estrenarse esta peli, y que la gente esperaba poder divertirse tanto como lo hacia con el cuando salia por la tele contando chistes. De hecho, es innegable el estilo medio chulesco y gamberro que tiene (claro, que tambien pienso yo que los yanquis fliparian con alguno de los polis que tenemos por estas tierras...), y como lo integra en una historia hecha unicamente para que el tio luzca palmito.
En fin, que esta peli no es para tirar cohetes (es mas, no creo que haya ningun trozo que merezca la pena destacarse), aunque parece que Eddie Murphy vive aun de las rentas que se gano con ella. Pero vamos, que para una tarde de sabado, sirve como cualquier otra chorrada de esas que ponen por la tele.