miércoles, 11 de enero de 2012

CINE DE LOS 90: "MÁS ALLÁ DE LOS SUEÑOS"


TÍTULO: MÁS ALLÁ DE LOS SUEÑOS

DIRECTOR: VINCENT WARD

REPARTO: ROBIN WILLIAMS, CUBA GOODING JR. ANNABELLA SCIORRA, MAX VBON SYDOW

DURACIÓN: 113 min.

AÑO: 1998

GÉNERO: DRAMA

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Darle forma a un proyecto como "Más allá de los sueños" no es tarea nada fácil. En primer lugar, debido al lacrimógeno guión de Ronald Bass contiene una variedad tal de elementos metafísicos (el dolor, la muerte, la pérdida de seres queridos, la depresión, el amor inmortal...), y de complicación ambiental (el cielo y el infierno... casi nada) que convertían su puesta en escena en un auténtico desafío para cualquier director. En segundo lugar, porque por muy explícito que sea la historia acerca de lo mucho que se aman los personajes, traducir las palabras escritas en imágenes que consigan emocionar del mismo modo al espectador sin caer en el almibaramiento más descarado también es una tarea de lo más compleja. Y, en tercer lugar, que quien se atreviera a dirigir el film debía tener la capacidad de sorprender tanto con escenarios únicos como con propuesta visuales que logran hacer de él el largometraje "mágico" que se pretendía conseguir.


    Chris y Annie Nielsen (Williams y Sciorra, respectivamente) son un matrimonio que debe afrontar la trágica muerte de sus hijos en un accidente de tráfico. Cuando parece que sus vidas, poco a poco, van recuperándose, Chris fallece en un aparatoso de automóvil, lo que sume a Annie en una depresión aún más profunda. Chris, es enviado al cielo, donde lo acompaña un viejo amigo, también fallecido, llamado Albert (Gooding Jr.), quien se encarga de "ubicarlo" en su nueva existencia. Sin embargo, cuando Chris descubra que su mujer se ha suicidado al no poder sobreponerse a sus pérdidas, y que ha sido enviada al purgatorio, Chris emprenderá un peligroso viaje hasta las mismas entrañas del infierno junto a un particular guía (Von Sydow) con el fin de poder rescatar a su amada.


    Ahora bien, lo que llama la atención de todo ello no es el impresionante avance en el campo de los efectos visuales, o la idea de plasmar el cielo como un cuadro inmenso e infinito en el que se puedan traducir los sentimientos de quienes lo pueblan. Ni siquiera que actores con una vocación cómica tan evidente como son Robin Williams o Cuba Gooding Jr. (el primero en muchísima más medida que el segundo) sean capaces de asombrar con sus respectivas interpretaciones. O que la interpretación de Annabella Sciorra impresione a más de uno (insuperable el momento en que su Williams la visita en el sanatorio en el que se está ingresada por haber intentado suicidarse). Lo sorprendente es que haya sido el neozelandés Vincent Ward el elegido para ocupar la silla del director. Si bien Ward había demostrado anteriormente su capacidad para desarrollar historias fuera de lo común, y con un componente evidentemente fantástico (no hay más que recordar su extraña aunque lograda "Navigator. Una odisea en el tiempo"), eran pocos los que pensaban que éste sería capaz de hacer de "Más allá de los sueños" la fantástica epopeya romántica que es. No obstante, y a pesar de ello, es cierto que el guión también contiene algún que otro pasaje torpemente tratado (la relación de Chris con sus hijos cuando aún están vivos no deja de ser resultar un tanto ridícula -ver el momento en que habla con su hijo bajo la lluvia en un bosque, o como cuando su hija le echa en cara que vaya a sacrificar a su perro-) aunque, por fortuna, son inconvenientes que quedan solventados con cierta gracia por el resto de elementos narrativos del largometraje.


    Tratar de resumir todos los aspectos que comprende una película como "Más allá de los sueños" sería una tarea tan inútil como poco aconsejable. De hecho, una de las cosas que hacen de este largometraje una experiencia tan fantástica y original es, precisamente, la capacidad para asombrar al espectador. Desde los impresionantes trucajes visuales que permiten recrear un hermosísimo cielo (atención a la influencia de las pinturas Ascensión de un globo Montgolfier en Madrid de Antonio Carnicero, o La pradera de San Isidro de Francisco de Goya), hasta ese mar de rostros condenados que representa la puerta al infierno. Y, además de la puesta en escena, la experiencia de asistir a un relato en el que se deja claro que el poder del amor desafía cualquier elemento que quiera ponerse en su contra.


    En resumidas cuentas, "Más allá de los sueños" es una película hermosísima, repleta de buenas intenciones y de emociones que hace que los espectadores no sólo se identifiquen con los personajes, sino que también participen de ese viaje al más allá que todos ellos emprenden. una experiencia fenomenal en la que la preciosa música compuesta por el tristemente desaparecido Michael Kamen o la fotografía de Eduardo Serra no hacen sino reforzar esa sensación de estar asistiendo a un espectáculo único.



  • MR. HYDE DICE:

  • Quienes hayáis leído alguna vez mis opiniones, sabréis que no me gustan nada de nada los pastelorros sentimentaloides en plan culebrón, sobretodo si son de esos en los que hay más azúcar que en una confitería, o más amor por metro cuadrado que en un episodio de los osos amorosos. Y, si además, da la casualidad de que la película en cuestión es una mierda (coincidencia más que frecuente en estos casos), pues ya apaga y vámonos. Digo todo esto porque, al hablar de "Más allá de los sueños" y decir que me parece una peli cojonuda y bonita a rabiar, alguno podría pensar que me estoy amariconando o que, de tanto ver truños de Jennifers (da igual si es la López o la Anniston, que tanto monta), ya he perdido el poco buen gusto que me quedaba. Pero no es así, my friends, porque "Más allá de los sueños" es una historia de amor que va mucho más allá del tópico chico-encuentra-chica y todas esas mamarrachadas. Aquí, la historia comprende tanto el amor incondicional que se tienen dos personas como el dolor que deben soportar a lo largo de su vida, y que hace que ese amor sea tan fuerte y tan sincero que le ayude a uno a atravesar el mismo infierno -literalmente- para poder persistir. Y si, además, te cuentan todo esto con unos efectos especiales que te dejan con la boca abierta, pues ya de perlas.


    De todas formas, "Más allá de los sueños" tampoco pretende engañar a nadie. A los cinco minutos de película, pasan de contarte cómo se enamoran los protagonistas a ver cómo mueren sus hijos. Así que nada de mundo perfecto pintado de rosa. Pero, lo curioso del tema, es que, a pesar de toda esa historia deprimente, la peli no deja de ser un festival en el que te emocionas casi más por lo bonito que presentan el cielo que por lo que sufren los muertos y los vivos que los han perdido. Hay una escena que a mí me emociona particularmente, y es cuando Robin Williams, ya en el cielo se pone a correr por un campo hecho como de acuarelas, volando y saltando como su pudiera hacerlo prácticamente todo, hasta que se para delante del árbol que había pintado en un cuadro su mujer, y lo reconoce. Os prometo que ese instante te pone los pelos de punta. Y ya, de cuando te empiezan a contar la relación que tenía el padre con sus hijos, ni os cuento, porque también agüita con esos momentos.


    Supongo que, los que hicieron la peli, lo que querían era hacer un par de cosas. Primero, demostrar que se puede hacer una peli romántica (porque, por muchos géneros que se le puedan dar, me quedo con el de "romántica" sin pensármelo dos veces) con unos efectos especiales flipantes -no me extraña que se llevaran el Oscar- y, segundo, que es posible hacer una película sobre el amor (sé que suena un poco cutre dicho así, pero no veo una forma más clara de decirlo) como Dios manda: demostrando que, cuando es auténtico, incluso con sus altibajos, ni la muerte ni el infierno es capaz de matarlo. Y, por supuesto, atención a cómo te enseñan tanto los diferentes lugares del cielo (la biblioteca esa, los paisajes con bosque, etc.) como el infierno (con esos barcos encallados o esos suelos que son iglesias del revés).


    En fin, que tampoco me quiero poner muy moñas. Lo que pretendo decir es que "Más allá de los sueños" es una película preciosa, digna de ser vista en una buena pantalla y con buen sistema de sonido para disfrutar de la música tan bonita que tiene. Eso sí, si sóis de lágrima floja, más vale que tengáis a mano un paquete de pañuelos (o más), porque os prometo que los usaréis.