domingo, 30 de octubre de 2011

CINE EN CARTEL: "CRIADAS Y SEÑORAS"


TÍTULO: CRIADAS Y SEÑORAS

DIRECTOR: TATE TAYLOR

REPARTO: EMMA STONE, VIOLA DAVIS, BRYCE DALLAS HOWARD, OCTAVIA SPENCER, SISSY SPACEK, JESSICA CHASTAIN

DURACIÓN: 137 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: DRAMA

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • No es fácil llevar a la gran pantalla una historia ambientada en la mitad de siglo veinte, en los estados sureños Norteamérica. De hecho, hasta el momento, cada vez que se ha hecho, la mayoría de historias han sido de carácter policíaco para relatar el enfrentamiento entre hombres y mujeres de raza blanca y negra, como forma de plasmar las tensas relaciones existentes entre ambos colectivos, en las que se conseguía un cierto equilibrio gracias, en la mayoría de los casos, al dominio de unos por encima de otros. Algunos largometrajes más recientes que han tratado este tema (excelentes, por otra parte), son "Arde Mississippi - Mississippi burning, 1988", "Tiempo de matar - A time to kill, 1996", o clásicos más reputados como "Matar a un ruiseñor, To kill a mockingbird, 1962", de la que ya hablamos en entregas anteriores. Sin embargo, este año, se ha estrenado una pequeña película llamada "Criadas y señoras", cuyas aspiraciones limitadas y sencillo rodaje no ha sido ningún impedimento para convertirse en uno de los éxitos más sonados del año y que, entre otras cosas, pone de relieve esta temática, así como otras secundarias que no dejan de llamar la atención: la bondad ilimitada de los subyugados, el hecho de que se dediquen a criar a los hijos de otras familias para luego ser olvidados, etc.


    Skeeter (Stone) es una joven de Mississippi que sueña con convertirse en escritora, sin importarle que todas sus amigas ya se encuentren plenamente asentadas, casadas y con hijos. Tras empezar a trabajar para un periodicucho local, cree encontrar una jugosa oportunidad cuando le propone a una importante editora literaria la confección de un libro en el que se exponen los testimonios de las sirvientas de todas las familias bien del lugar, todas ellas de raza negra, y cuya vida sacrificada en favor de sus señores convierte su existencia en una verdadera pesadilla (no en vano, son ellas quienes acaban criando a todos los niños de estos matrimonios, mientras ellos no les prestan la más mínima atención). Será entonces cuando Skeeter acuda a Aibileen (Davis) y a Minny (Spencer), dos criadas que trabajan para dos amigas suyas, y que deben sufrir los maltratos y humillaciones de sus despiadadas señoras -especialmente las de Hilly (Howard), tan despiadada como hipócrita-.


    "Criadas y señoras" se estrena en nuestro país con una impresionante acogida en su país de origen, donde se ha convertido en uno de los estrenos sorpresa más taquilleros del año. En realidad, no es para menos, ya que lejos de constituir una drama acerca del maltrato y la vejación a la que eran sometidas las personas de raza negra -sobretodo en los estados del sur norteamericanos-, "Criadas y señoras" acaba convirtiéndose en una entrañable historia sobre la voluntad de hierro de dos mujeres que, a pesar del mal tiempo, siempre encuentran las fuerzas necesarias para poner buena cara. A ello, también contribuye la introducción de momentos ciertamente cómicos, como todo lo relacionado con Minny y una de las lugareñas rechazadas por la sociedad más intransigente (divertidísimo el instante en el que deben cocinar pollo frito), o como cuando Minny relata la venganza que se tomó contra su antigua señora (impresionante la breve participación de Sissy Spacek).


    Pero, por encima de todo, "Criadas y señoras" es un film amable, entrañable y plagado de buenas intenciones. El director Tate Taylor consigue con nota convertir toda esa historia acerca de la tragedia de unas sirvientas en algo cálido, interesante y emocionante, pero sin caer en el error de edulcorar demasiado el conjunto, sino limitándose a filmar un impecable guión (obra suya, también). El ritmo no decae en ningún momento, a pesar de sus más de dos horas de duración y, a pesar del inevitable estereotipo de alguno de los personajes (Hilly no puede ser más desagradable y malvada -ver la respuesta que le da a su nueva criada cuando ésta le pide prestados setenta y cinco dólares para que su hijo pueda ir a la universidad-), y de lo que significaba la vida en el sur de los Estados Unidos. Sin embargo, el largometraje se revela como una historia extraordinaria de valor humano, abnegación y buenas intenciones, extremadamente bien rodado y aún mejor interpretado. "Criadas y señoras" es más que recomendable; es casi de obligada visión.



  • MR. HYDE DICE:

  • Pues a mí eso del tema del racismo y tal me daba bastante igual cuando me decanté por "Criadas y señoras". A mí lo que más me llamaba la atención era ver cómo de buena era la peli para haberse convertido en un bombazo en los Estados Unidos, teniendo más éxito que otras películas que parecía que se iban a comer el mundo. Después de verla, he entendido por qué. "Criadas y señoras" es una pasada, una película preciosa, de esas que hacía tiempo que no veía (será que últimamente veo demasiados truños, o pelis que, directamente, podían no haberse rodado nunca y el mundo no se hubiera perdido gran cosa). Me sorprendió y mucho porque, al principio, me olía una de esas pelis que tratan de ser más sensibleras imposibles, enseñando lo desgraciaditos y pobrecitos que son los protagonistas, y todo ese rollo. Pero nada de eso, aquí es una maravilla todo: las actuaciones de todos los protagonistas (de Oscar), el guión (también de Oscar), el ritmo... Prácticamente todo.


    Lo que sí me extraña es que haya arrasado en la taquilla cuando, precisamente, lo que hace, es meterles el dedo en el ojo a esas sociedades hipócritas y fariseas llenas de falsa bondad, y que tanto siguen abundando hoy en día. Punto para los yanquis. "Criadas y señoras" es una película que conmueve sin pretenderlo a cualquier precio, que hace que la historia casi funcione por sí sola, sin necesitar forzar ninguna situación, y que te resulta interesante desde los primeros minutos, cuando empieza ese demoledor retrato de lo que era la case social "blanca" de mediados de siglo pasado. Y buena señal es que las dos horas y cuarto que dura se te pasen en un suspiro porque estás pendiente de la historia (y de ver cómo acaba) como si no pudieras despegar los ojos de la pantalla.


    Eso sí, si "Criadas y señoras" es la película redonda que es, es gracias a las actuaciones soberbias de las dos actrices negras, de las que nunca antes había oído hablar, pero que lo bordan en cada segundo que salen. No es que el resto lo haga peor, sino que ellas brillan con luz propia. Sólo hay que recordar momentos como en el que Aibileen relata cómo murió su hijo, o el primer minuto de película, en que le preguntan qué siente ella al criar a los hijos de los demás sin casi poder dedicarles tiempo a los suyos propios. Pero es que la actriz que interpreta a Minny no se queda atrás (el momento en el que entrega el pastel a la petarda que la ha despedido no tiene precio, y cuando la veáis, ya sabréis a qué momento me estoy refiriendo).


    Tampoco se puede decir mucho más de "Criadas y señoras", porque cuanto menos sepa uno de qué va todo, más agradable será su sorpresa. Como ya he comentado en más de una ocasión, a mí me gusta ir al cine para ver las pelis que merecen ser vistas en pantalla grande (las de acción, efectos especiales por un tubo, etc.). Bueno, pues "Criadas y señoras" es de las que merece la pena verse en todo su esplendor, y pagar el precio de una entrada por disfrutar de ella. Os garantizo que el desembolso merece la pena. No es una película perfecta (de hecho, como algo mejorable, casi diría que un cuarto de hora menos hubiera sido de agradecer), pero sí que es de las que se disfruta de cabo a rabo. Preciosa, de las que no se te olvidan.