jueves, 10 de noviembre de 2011

CINE ACTUAL: "CREPÚSCULO" & "LUNA NUEVA"


















TÍTULO: CREPÚSCULO

DIRECTORA: CATHERINE HARDWICKE

REPARTO: KRISTEN STEWART,ROBERT PATTINSON, TAYLOR LAUTNER, JACKSON RATHBONE, BILLY BURKE, ANNA KENDRICK

DURACIÓN: 120 min.

AÑO: 2008

GÉNERO: FANTÁSTICO

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TÍTULO: LUNA NUEVA

DIRECTOR: CHRIS WEITZ

REPARTO: KRISTEN STEWART, ROBERT PATTINSON, TAYLOR LAUTNER, ANNA KENDRICK,JACKSON RATHBONE, MICHAEL SHEEN, DAKOTA FANNING

DURACIÓN: 130 min.

AÑO: 2009

GÉNERO: FANTÁSTICO


  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Hoy, Hyde ha querido hablar de las películas de la saga “Crepúsculo”. Al menos de las dos primeras: “Crepúsculo” y “Luna nueva”. Como favor especial, me ha pedido encargarse él de toda la crítica, y dejarme a mí el resumen del argumento. Aunque no soy muy partidario de ir cambiando ciertas costumbres, dado que tampoco soy muy fanático de las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Stephanie Meyer, he aceptado su petición. Espero, al igual que ustedes, de no arrepentirme de tal decisión.


    "Crepúsculo” da inicio con la presentación de Bella (Stewart), una joven adolescente que, tras el divorcio de sus padres, se muda con su padre, a Forks, donde éste ejerce como sheriff local. Allí, al llegar al instituto, conoce a Edward Cullen (Pattinson), un extraño muchacho, algo retraído, pero por el que empieza a sentir una peculiar atracción. Sin embargo, pronto comienza a observar cosas extrañas en el comportamiento de Edward: posee una fuerza extraordinaria, a penas come, y puede trepar hasta lo alto de un árbol sin problemas. Y es que Edward es un vampiro, al igual que el resto de su familia. Los problemas comenzarán cuando, por una parte, Bella y Edward se enamoren y, por otra parte, cuando el clan de los Cullen deba enfrentarse a otro clan rival, hecho que pondrá en jaque tanto la relación de Bella y Edward como la vida de ambos.


    En “Luna nueva”, por su parte, se potencia la relevancia un personaje que aparecía brevemente en “Crepúsculo”: Jacob (Lautner), vecino de Bella, está perdidamente enamorado de ella, por lo que no entiende que ella prefiera a Edward, y más teniendo en cuenta su aparente secreto. Edward, por su parte, ante un incidente acaecido entre Bella y su familia, decide alejarse de la muchacha para no herirla, lo que la precipitará a los brazos de Jacob quien, ante una nueva amenaza del clan rival de los Cullen, le revelará a la joven muchacha que él también pertenece a otro clan: el de los hombres lobo. A partir de este momento, Bella se debatirá entre el amor que siente por Edward y la atracción cada vez más fuerte que experimenta hacia Jacob.


    Hala, todo tuyo Hyde…



  • MR. HYDE DICE:

  • Pero qué ganas tenía de que comentáramos estas películas. De hecho, me ha costado lo mío convencer a Jekyll para que pusiéramos las dos primeras entregas en una sola crítica, y que me dejara hacer todo el trabajo a mí (aquel es bastante estricto y le gusta hacer todo de la misma forma). Vosotros os preguntaréis por qué tanto interés. Si es que me encantan esas historias, si es que son mis favoritas, si es que me han llamado la atención por el éxito tan grande que han tenido, o si es que me parecen un ejemplo de lo que siempre debe ser el buen cine. Vale, pues las respuestas a estas preguntas, dicho así por orden, son: “no”, “ni de coña”, “sí”, y “¿estáis borrachos o qué?” Si he querido comentar estos bodrios ahora es porque, dentro de unas semanas, estrenarán la primera parte de la última entrega, y porque creo que este finde ponen la primera por la tele. Y pienso pasármelo pipa destrozándolas vilmente en los siguientes párrafos. Las fans quedáis avisadas.


    La primera “Crepúsculo”, me tocó verla en una sesión de cine casero en la tele, cuando salió en DVD después de arrasar las taquillas de medio mundo, y ver al sector femenino más joven (entre los que incluyo tanto a las niñas de trece años como a las treinteañeras más asentadas) se volvía tarumba por los protagonistas. No voy a negar que la cosa no me intrigaba. Bueno, pues después de ver “Crepúsculo”, os juro que no me podía creer que semejante patata hubiera causado tanto revuelo. Ellas dicen que es porque les gusta el hecho de que la chica de turno se enamore del “malote” del asunto, y que el hecho de que el tío sea un vampiro complica que los dos puedan conseguir establecer una relación por la que luchan. O sea, un culebrón de cojones, pero con vampiros en lugar de venezolanos llamados Waldo Alfredo o Melanie Catalina.


    Pero es que, cuando le pegas un vistazo a los actores, ya te descojonas de la risa. El supuesto vampiro, aparte de parecer que se ha untado la cara de pintura blanca (y que no me digan que es porque está muerto, que no cuela), para ser un chupasangres, es más blandito que Jake Gyllenhaal haciendo de príncipe de Persia (más que sangre, parece que le guste chupar otra cosa); la tipa, en lugar de ser la guapita incomprendida, se pasea por la película con cara de haberse fumado cuarenta porros seguidos; y el hombre lobo… pues que tendrá unas abdominales sobre las que se podría rallar queso, pero sabe tanto de actuar como yo de barcos. Si a esto unes una historia de vampiros adolescentes en estado de celo, pues ya flipas en colores, y no para bien.


    La historia no hay por dónde cogerla. Aunque “Crepúsculo” es más soportable que “Luna nueva” -pero sólo un poquito, no os vayáis a creer que mucho más-, no deja de ser un petardo de huevos. Es aburrida, no tiene interés más allá de sus primeros quince minutos y de los cinco finales, que es cuando hay un poco más de acción y emoción. Pero es que tanto los protagonistas como los diálogos son de risa. A la mente me viene, de la primera parte, el siguiente trozo: cuando la tipa ve que el blanquirucho que le pone perraca está más blanco que el papel, que tiene los ojos amarillos, y que le asoman los colmillos más de lo normal, mantienen el siguiente diálogo que voy a tratar de reproducir:
    - Ella: Tú eres...
    - El: ¿Sí?
    - Ella: Eres...
    - El: Sí, dilo
    - Ella: No, no puede ser
    - El: Vamos, no tengas miedo
    - Ella: Pero es que, entonces...
    - El: Continúa
    - Ella: Eres un... vampiro


    ¡Oooooolé tus huevos! Pero qué espabilada. Eso es darle al coco y lo demás tonterías. Porque vamos, si necesitas una hora de película para deducir que un tío así es un vampiro, es la prueba definitiva de que tienes que dejar de fumar tanto canuto.


    En fin, que ese es más el tono de la primera parte que, por cierto, aún no entiendo porqué toda la fotografía es de color azul. Vale que a los vampiros no les puede dar el sol, pero digo yo que el resto de la peña podrá tomarlo un poquito, ¿no? Pero es que, cuando ves la segunda parte, “Luna nueva”, ahí sí que ya te cagas encima. “Luna nueva” sí que me tocó tragármela en el cine, lleno de gente –todos los tíos que estaban en la sala iban acompañando a su pareja, os lo garantizo- hasta los topes. Yo creo que a mí la película me dio risa porque era el mecanismo automático más sencillo para hacer soportable las casi dos horas que dura ese tostón. Os explico por qué.


    A los dos minutos de empezar la peli, el vampiro blancucho sale a un prado soleado, se quita la camisa así despacito y a cámara lenta como si estuviera en un anuncio de colonia y cuando le da la luz… ¡el tío se pone a brillar como si estuviera bañado en purpurina! ¡Os lo juro! Si Drácula levantara la cabeza, fijo que se zampaba una cabeza de ajos entera para no volver a ver nada igual. Pero es que ya, lo que es para pegarles a los que han hecho este disparate es otro trozo en el que la cara-fumada coge una moto sin tener ni puta idea de cómo funcionan, y se cae después de avanzar dos metros –ahora una pequeña aclaración: la tipa se cae casi parada, ni mamporro del quince ni nada por el estilo, que yo me he dado leches con la bici mil veces más brutas, mientas que ésta sólo se deja caer así como si nada-. Bueno, pues el hombre lobo se le acerca pitando, le ve un corte en la frente de medio milímetro (que tú te preguntas cómo ha podido siquiera hacerse ni media rozadura estando casi parada) y, para detener semejante hemorragia, se quita la camiseta en medio segundo y se la planta en la frente. Evidentemente, cuando todas las tías del cine lo vieron quitarse la camiseta como si fuera el obrero del anuncio de la Coca-Cola light, empezaron a aullar como coyotes. En serio, qué espectáculo más lamentable y bochornoso.


    Del resto de la peli pues qué decir… aparte de que es una mierda como un piano de grande. De esta segunda, no merecen la pena ni las partidas de culo que te pegas de lo mala que es la jodía. De hecho, me cuesta muchísimo comprender qué es lo que la gente ha visto en estas historias para que lo hayan petado como lo han hecho. Si me dijeras lo mismo de las de “Harry Potter” o de “El señor de los anillos”, aunque tampoco me gustan mucho, podría comprenderlo por lo épico y distraído de las historias. Pero de las de “Crepúsculo”… Yo tuve que paparme las dos primeras, aunque en la tercera parte me negué en redondo a perder el tiempo, la paciencia y el dinero en ir al cine para verla (ni chica se fue con mi prima, así que yo más feliz que una perdiz en casita con la Play). Y ya os adelanto que a la cuarta parte que se estrena dentro de poco, tampoco pienso ir.


    En fin, sé que despotricar así de “Crepúsculo” me puede meter en líos (al menos con una que yo me sé), pero es que son malas hasta decir basta, y sería muy cabrón si no os avisara a vosotros, almas inocentes, de lo que os espera si os camelan para ver cualquiera de sus partes. De hecho, dudo bastante que las entregas malas sean solo las que he visto yo y que las otras sean una pasada. Dicho queda.



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