martes, 23 de agosto de 2011

CINE DE LOS 80: "ROBOCOP"


TÍTULO: ROBOCOP

DIRECTOR: PAUL VERHOEVEN

REPARTO: PETER WELLER, NANCY ALLEN, RONNY COX, KURTWOOD SMITH, MIGUEL FERRER

DURACIÓN: 102 min.

AÑO: 1987

GÉNERO: ACCIÓN

EL DR. JEKYLL DICE:

Algo que diferencia particularmente a la segunda mitad de la década de los años ochenta es, entre otras cosas, el salto cualitativo y estilístico que dio hacia adelante el cine en lo que al género de acción se refiere. Si bien, hasta ese momento, era posible encontrar propuestas más que interesantes, lo cierto es que las producciones procedentes de Hollywood parecían más orientadas a mezclar géneros como la aventura y la comedia para dar pie a sus más célebres largometrajes. Así pues, se encuentran casos como las primeras partes de Indiana Jones o de los Cazafantasmas. Sin embargo, al llegar 1987, los parámetros parecen cambiar, gracias a la aparición de tres largometrajes, que sentarían las bases de la práctica totalidad del cine de acción posterior: "Arma letal - Lethal weapon, 1987", "Depredador - Predator, 1987" y "Robocop - Robocop, 1987".

En lo que a ésta última se refiere, supuso la primera súper producción del holandés Paul Verhoeven en territorio norteamericano, si bien ya se había estrenado en este mercado unos años antes con la curiosa "Los señores del acero - Flesh and blood, 1985". Sin duda, la elección de Verhoeven como máximo responsable del proyecto es lo que le otorgó a "Robocop" la personalidad tan particular que tiene. Partiendo de un guión escrito por Edward Neumeier (quien volvería a colaborar con Verhoeven en "Starship troopers, las brigadas del espacio - Starship troopers, 1997"), el director logró recrear un futurista ambiente social terriblemente decadente, en el que las fuerzas policiales se ven desbordadas en su intento de controlar a las violentísimas bandas de criminales que parecen dominar la ciudad, Detroit. Por este motivo, el desarrollo tecnológico puesto a disposición de la policía recibe la máxima prioridad y, dentro de ello, un proyecto presentado bajo el nombre de Robocop, cuyo principal objetivo es la creación de un cyborg-policía, casi indestructible. No obstante, dado que para ello se requiere la disponibilidad de un cuerpo humano, cuando el agente de policía Alex murphy (Weller) fallece en acto de servicio a manos del sanguinario Clarence (Kurtwood), su cuerpo pasa a formar parte de la maquinaria de Robocop, consiguiendo resultados asombrosos. Sin embargo, aunque el experimento es un éxito, en la conversión en máquina los científicos no han conseguido borrar del todo la memoria del fallecido agente, por lo que Robocop comienza su vendetta personal contra los delincuentes que lo mataron.

Como decíamos al comienzo, la puesta al frente de Verhoeven fue decisiva para darle ese toque ácido a una cinta de estas características. Así pues, llaman la atención los llamativos anuncios y noticiarios que interrumpen cada equis tiempo la acción, o la violencia explícita de determinadas secuencias, en las que la sangre aparece a borbotones como parte necesaria de la esta misma acción, aunque de una forma muy llamativa para el momento (ver al respecto la tortura que sufre Murphy a manos de Clarence antes de ser asesinado, o las muertes finales de los bandidos a manos de Robocop -impactante el resultado del ácido en el cuerpo de unos de los villanos-).

No obstante, a pesar de esta violencia deliberada y sin tapujos, "Robocop" es una obra de lo más interesante, no sólo representativa del nuevo cine de acción, sino también de las obras más apreciadas por los aficionados al género, gracias a la forma de mostrar esta violencia siempre como parte del relato (un relato muy violento, por otra parte), y a una estética que, hasta el día de hoy, no ha sido igualada en resultados (el diseño de producción y del propio Robocop son impresionantes). Para los aficionados al género de acción, "Robocop" se trata de una película imprescindible, y para todos aquellos que no la vieron en su día, una oportunidad excelente para rescatar uno de los títulos más fascinantes del cine de acción de finales de los ochenta.

  • MR. HYDE DICE:


  • Reconozco que en su momento me dio un poco de canguelo (cuando apareció en videoblub, yo tenía una edad comprensible para flipar en colores con los diez primeros minutos -os juro que no se me olvidará el momento en que el malo de turno le revienta con una escopeta la mano al poli que luego se acaba convirtiendo en Robocop-). Pero mentiría si no dijera que, desde que ya tuve una edad más "apta", me he visto tres o cuatro veces esta peli. Tiene un algo que no sé muy bien cómo describir, que hace que te fascine desde que empieza hasta que termina. Es cierto que algunos efectos especiales se ven de lo más envejecidos, como es casi todo lo relacionado con la otra máquina policía que acaba siendo controlada por el malo (su funcionamiento lo han hecho por "stop-motion", que es algo así como grabar foto a foto los movimientos del trasto, así que os podéis hacer una idea). Pero esa especie de "cutrada" de efectos, contrasta que te rilas con la violencia y las escenas de acción, que se salen por la puerta grande.

    De todas formas, la peli no engaña a nadie: persecuciones, disparos, malos cabrones como ellos solos, policías incorruptos que serían el modelo de Elliot Ness, y malos que se hacen pasar por buenos. Sí que es cierto que llama la atención por las dosis deliberadas de violencia que tiene (al asesinato de Murphy, tendríamos que añadir el del creador de Robocop -al que el malo tortura disparándole un huevo de veces en las piernas- o los mamporros que se lleva la pobre Louise, la compañera de Robocop). Pero, a los que les gusten las pelis de policías y delincuentes psicópatas, desde luego, no les extrañará demasiado nada de lo que sale en esta peli que, como digo, a pesar de todo ello, no deja de atrapar y enganchar con su descaro.

    "Robocop" no es una película que pasará a la historia del cine, eso es obvio, pero sí que representa una de las obras más significativas de los años ochenta (¡uy Dios, ya esto hablando como Jekyll!) y, desde luego, una de las primeras pelis "para adultos" que mejor recuerda la gente de mi generación. Así que, para pasar un buen rato vale. Siempre y cuando no se os ocurra ver las otras dos partes que llegaron a hacer, porque son una mierda pinchada en un palo que, ni siquiera con un incremento brutal de las dosis de violencia consiguen hacer que el público se olvide del genuino que únicamente un genio como Paul Verhoeven podía rodar.