sábado, 30 de julio de 2011

CINE A DESCUBRIR: "UN TIPO GENIAL"


TÍTULO: UN TIPO GENIAL

DIRECTOR: BILL FORSYTH

REPARTO: PETER RIEGERT, BURT LANCASTER, PETER CAPALDI, FULTON MCKAY, JENNY SEAGROVE

DURACIÓN: 110 min.

AÑO: 1983

GÉNERO: COMEDIA

  • EL DR. JECKYLL DICE:


  • El cine inglés, en líneas generales, se suele caracterizar por poseer un toque se distinción especial, y una elegancia a la hora de confeccionar cada largometraje que hace que las producciones británicas que se estrenan vengan impregnadas de ese estilo refinado y culto. A lo largo de los últimos años, este "toque" particular ha estado presente en muchísimas películas de las presentadas fuera de sus fronteras, ya sean comedias ("Un niño grande - About a boy, 2002", "Love actually - Love actually, 2003"), dramas ("La versión Browning - The Browning version, 1994, "El discurso del rey - The king's speech, 2010") u otros géneros (las gamberras "Trainspotting - Trainspotting, 1996" y "Lock and stock - Lock, stock and two smoking barrels, 1998" o, incluso, las películas de la serie "Harry Potter").



    Mac (Riegert) trabaja para una gran compañía petrolífera de Houston. El dueño de ésta, Felix Harper (Lancaster) lo envía a una remota región de Escocia, donde tiene un particular interés en adquirir una vasta extensión de terreno en la que construir una refinería, para que agilice los trámites y consiga cerrar el trato con todas las partes implicadas. A regañadientes, Mac se viaja hasta allí donde, nada más llegar, conoce al enlace de su compañía, un dicharachero escocés llamado Danny (Capaldi) que lo introduce en el ambiente local. Una vez llegan al pueblo, se topan con un estilo de vida que nada tiene que ver con el ajetreo de la gran ciudad al que Mac está acostumbrado, y que allí parece reinar la calma, y donde congeniar con todos los residentes del lugar es una de las tónicas generales. Es entonces, cuando Mac se ve obligado a olvidarse de su forma de negociación agresiva y pasar a adoptar una actitud muy diferente, mucho más amable y distendida pues, aparte de su intención de cerrar el trato, también empieza a sentirse fuertemente atraída por una de las muchachas del pueblo. A su vez, casi sin esperarlo, Danny quedará fascinado por una misteriosa joven llamada Marina, que aparece y desaparece en el agua con una facilidad tan curiosa como asombrosa.



    "Un tipo genial" no es ninguna excepción a esas referencias del cine inglés al que hacíamos referencia al comienzo. El largometraje del escocés Bill Forsyth (quien pudo filmar la película gracias a la reputación que se habría sembrado el productor británico David Puttnam gracias al éxito que había tenido dos años antes su "Carros de fuego - Chariots of fire, 1981") posee, sin ninguna duda, esa distinción de comedia inteligente y con toques sofisticados, en la que los diversos giros argumentales de la historia contienen una elegancia y simpatía totalmente alejadas de las absurdas comedias románticas que, con demasiada frecuencia y facilidad, se producen casi en serie. De hecho, no hace más falta que asistir al progresivo enamoramiento de los personajes de Mac y Danny en esas remotas localizaciones de los parajes escoceses, o ese final, a caballo entre lo mágico y lo trágico, en que Mac se da verdadera cuenta de cuánto le gusta aquello nuevo que ha descubierto. Una delicia de película, pequeña y pasajera, pero no por ello menos hermosa.



  • MR. HYDE DICE:


  • ¡Qué cosa más curiosa de película! Y, en parte, qué rara también. No sé muy buen cómo definirla. Por una parte, casi entraría en el grupo de comedias americanas de esas en la que a uno de esos "tiburones" de la gran ciudad lo obligan a irse un tiempo a un pueblo de esos que está por donde Sansón perdió el flequillo y que, cuando llega, no le gusta nada esa mierda de pueblo pero que, conforme pasan los días y empieza a conocer a los habitantes del lugar, acaba por enamorarse de cómo es la vida allí. Pues "Un tipo genial" va más o menos en esa línea, aunque de una forma que no tiene nada que ver con las otras pelis esas parecidas, malas de cojones, que son mucho más populares (por ejemplo, "Sweet home Alabama - Sweet home Alabama, 2002" o "Ejecutiva en apuros - New in town, 2009" -échale huevos al título de esta última, que con eso ya te lo dicen todo-). Por fortuna, es como si los ingleses hubieran querido darle a "Un tipo genial" ese toque de elegancia que tienen las pelis que suelen hacer, capaz de convertir una historia totalmente intrascendente en un entretenimiento de lo más simpático y amable.



    Merece la pena ver "Un tipo genial" por varias cosas. La primera es que, cuando acaba, sabes que te ha gustado. Tienes esa sensación en la boca de habértelo pasado bien. De que, aunque te han contado una historia que no descubre América, la peli tiene ese "algo" que hace que le guardes un recuerdo de lo más simpático, y que la recomiendes a tus conocidos para tengan ellos también la oportunidad de, con un poco de suerte y afinidad de gustos, compartir tu opinión. Bueno, pues eso es lo que me pasa a mí.



    En segundo lugar, la historia es estupenda. Como ya os digo, es diferente a todo lo que se había hecho hasta el momento y, para ser sincero, ahora mismo no recuerdo que se haya hecho después otra comedia parecida. Todos los personajes son bestiales, desde el primero hasta el último, y acaban cayéndote bien tanto los ejecutivos estirados de la compañía petrolera esa, como los pueblerinos de ese lugar casi desconocido al que van a parar los protas. Y creo que eso lo consiguen no forzándolos, es decir, que no tienen que insistir en mostrar un carácter determinado (ya sabéis, como cuando aparecen la típica abuelita que se pasa el día cocinando tartas caseras, el dueño del bar al que no le gustan los forasteros, la tía buena de turno inocente e indefensa que se enamora del nuevo que llega para rabia del pretendiente eterno de su mismo pueblo...) sino que, simplemente, se limitan a ser ellos mismos. Y, todo ello, formando parte de un argumento simpático y agradable a más no poder.



    En tercer lugar, destacan las actuaciones, que no son como las de esos actores con cuerpos danone y cara de bobos que pretenden hacer ver que la vida en el campo es lo mejor del mundo. Nada de eso. El papel que hace el actor que interpreta a Mac es de lo más comedido y, ni siquiera al final, acaba por caer en un sentimentalismo barato y bochornoso. Por su parte, el actor que hace de Danny no puede estar mejor en su papel, bordando cada una de las escenas en las que se queda fascinado con esa chica que parece surgir en el agua casi como de la nada. Y, por su puesto, Burt Lancaster, que hace un papel para nada parecido a lo que había hecho antes, sino que deja salir su lado más cachondo (está genial, tanto poniendo a parir a ese acreedor al que trata de espantar de una de las ventanas de su rascacielos, como haciendo una defensa absoluta de la naturaleza en su diálogo final con Mac, en Escocia).



    Por último, no puedo dejar de lado la música que el guitarrista Mark Knopfler, líder de los Dire Straits, compuso para la película. Lejos de parecerse a las melodías más rockeras del conocido grupo, Knopfler compuso el famoso tema Going home: theme from Local Hero, que se hizo de lo más famoso, y no tenía nada que ver con las melodías pedorras y excesivamente acarameladas de las otras pelis parecidas que decíamos antes. De hecho, en "Un tipo genial" es esta melodía que os digo la que se va repitiendo poco a poco a lo largo de toda la peli, y la que le acaba dando al final ese toque especial y de encanto. No sabría muy bien cómo describirlo, así que supongo que será mejor que lo veáis y escuchéis vosotros mismos para que sea más sencillo comprender de lo que hablo.