DIRECTOR: RUPERT SANDERS
REPARTO: CHARLIZE THERON, KRISTEN STEWRT, CHRIS HEMSWORTH, SAM CLAFLIN, TOBY JONES, RAY WINSTONE, IAN MACSHANE, BOB HOSKINS, BRIAN GLEESON, SAM SPRUELL
DURACIÓN: 122 min.
AÑO: 2012
GÉNERO: AVENTURAS
En anteriores ocasiones, hemos mostrado nuestro desconcierto con algunas de las decisiones que parecen tomar los grandes estudios de la meca del cine. En este caso, la perplejidad viene a santo de estrenar en un mismo año, y con pocos meses de diferencia, dos películas distintas sobre un mismo tema. Si, a principios de los años noventa, esto sucedía con personajes como Robin Hood (versiones de Kevin Reynolds y John Irvin), Cristóbal Colón (versiones de Ridley Scott y John Glenn) e, incluso, con un argumento como la colisión de un meteorito gigantesco contra la Tierra (versiones de Michael Bay y Mimi Leder), ha sido este año en el que dos films acerca de Blancanieves se han estrenado en todo el mundo. Ahora bien, mientras que Blancanieves - Mirror, mirror, 2012" era una versión más juvenil y próxima al relato original que contaba con Julia Roberts en el papel de bruja malvada, en "Blancanieves y la leyenda del cazador" sus responsables parecen haber querido darle u toque más épico al relato, introduciendo elementos nuevos como trols, batallas campales, hechizos siniestros y transformaciones espectaculares. Ahora bien, que todo esto haya reprercutido en favor del largometraje dirigido por el debutante Rupert Sanders es algo que veremos más adelante.
Una malvada hechicera llamada Ravena (Theron) consigue enamorar a un rey viudo con el fin de desposarlo, asesinarlo y después, hacerse con el poder del reino. Ante la amenaza que supone para su constante juventud la existencia de Blancanieves, la hija del rey, decide encerrarla en una torre de por vida, mientras unos pocos guerreros consiguen escapar. Pasados los años, Blancanieves (Stewart) se ha convertido en una adolescente que no pierde la esperanza de recuperar lo que le pertenece por derecho. Por ello, tras enterarse de que su primo William (Claflin) sigue vivo y ha conseguido formar un pequeño ejército de opositores a Ravena, consigue escapar y buscarlo. Dado que en su huida se adentra en el bosque misterioso, Ravena decide enviar a El Cazador (Hemsworth), un rudo y violento viudo que ha logrado sobrevivir a los peligros que reinan en el bosque, a cambio de prometerle que le devolverá la vida a su difunta esposa.
"Blancanieves y la leyenda del cazador" es una película hecha con el único objetivo de atraer a cuantos más espectadores a las salas, mejor. En lo que concierne al apartado más técnico, el largometraje destaca notablemente. Así pues, cuenta con un exquisito diseño de producción (la recreación del los grandes escenarios como el santuario o el bosque maldito son, en una palabra, insuperables), un cuidadísimo vestuario (espectacular y aterrador el aire que le dan a la malvada madrastra esos trajes hechos como con plumas de cuervo), unos efectos especiales de primera (atención a la primera batalla que tiene lugar entre las tropas del rey y los guerreros de cristal negro de Ravena, o a las secuencias de alucinaciones que varios protagonistas experimentan en el bosque maldito), y una banda sonora grandilocuente, en la línea del siempre excelente James Newton Howard (los cortes Death favors no one o Warriors on the beach son fantásticos).
Sin embargo, la otra cara de "Blancanieves y la leyenda del cazador" la representan dos elementos fundamentales de cualquier largometraje: las actuaciones y, sobretodo, el guión. En cuanto a lo primero, poco puede hacer una algo sobreactuada Charlize Theron por salvar el conjunto de la sosería descarada de un Chris Hemsworth que parece estar emulando a Hugh Jackman durante todo el metraje(puede que le funcione encarnando al hijo de Odin, pero no a un personaje que requería de mayor carisma), y a la horrenda participación de esa muchacha que es Kristen Stewart. Asimismo, en lo que al libreto se refiere, es una pena que éste se decante más por la acción pura y dura pero vacía de todo contenido, y que desaprovecha ocasiones espléndidas para darle más profundidad a la historia (la aparición de los enanos, la existencia del poblado de Fenland, o el brevísimo cara a cara final de Blancanieves con Ravena).
Así pues, "Blancanieves y la leyenda del cazador" termina por ser una película más de efectos especiales y mareantes batallas, muy espectacular en su faceta técnica (alberga esperanzas de que Rupert Sanders esté a la altura de realizar futuros proyectos mucho mejores que éste), pero que no consigue engañar a un público que sabe a la perfección que al pan pan y al vino vino.
¡Pero qué cachondos son estos tíos de Jolibú! Desde luego, sólo ellos son capaces de poner en una misma peli a un pivón como Charlize Theron haciendo de bruja mala, y diciendo que la cara-fumada de "Crepúsculo" es más hermosa que ella... ¡Ay, que me parto, lagarto! ¡¡Esta sí que es buena!! Se ve que Rossy de Palma estaba ocupada y no pudo hacer ella de Blancanieves, porque vamos, ya era lo que les faltaba. Desde luego, qué huevos más bien plantados tienen estos pollos. Claro, que en el póster ya te dejan claro que la película es de los mismos productores de ese truño infumable que es "Alicia en el país de las maravillas" made in Tim Burton... ¡como si eso fuera garantía de calidad! Claro, que se ve que como ya han metido bastante la pata con Blancanieves, con el cazador han decidido no jugársela y han puesto al cachas que hace de Thor, y que siempre pone así cara de estar muy cabreado para darle algo de emoción a la historia, porque si no, apaga y vámonos.
Ahora bien, es curioso pero, a medida que iba viendo "Blancanieves y la leyenda del cazador", no podía evitar acordarme de otra peli: la versión de "Robin Hood" que Ridley Scott hizo un par de años atrás. No porque tengan mucho que ver -aunque ese plano de los ejércitos al trote por la playa delante de un castillo en la batalla final parece que está calcado una de otra-, sino porque, el amigo con el que la ví, al salir del cine, hizo un comentario así como que "Esto es Robin Hood como podía haber sido Pepe Hood, porque no tiene más que dos cosas que ver con la historia que todos conocemos". Bueno, pues con "Blancanieves y la leyenda del cazador" pasa algo similar, que es Blancanieves como podría haber sido tu prima la del pueblo. Sale una madrastra mala como la sarna, unos enanos y una manzana envenenada. Pero ahí acaba todo el parecido con la historia que todos conocemos. A partir de aquí, el resto se parece al cuento como un huevo a una castaña.
Pues sí, "Blancanieves y la leyenda del cazador" es una especie de mezcla entre cualquier bodrio de "El señor de los anillos" y película de batallas. Tal cuál. ¿Qué quiere decir eso? Pues que consigue entretener lo justo para que no te pongas nervioso en el cine de pensar que te has gastado la pasta y el tiempo en ver una mierda, pero que no consigue que te quedes con ganas de volver a verla, ni siquiera si la pasan un día por la tele (claro, que si no hay nada mejor que ver, a lo mejor...). ¿Que por qué digo eso, preguntáis? Tranquilos, que en el siguiente párrafo os lo explico.
Para empezar, y obviando la elección de la actriz protagonista, se notan demasiado los cambios de escenas de combate al bla-blá aburrido. Si a "Blancanieves y la leyenda del cazador" le quitas las escenas de acción, el resto es un torro descomunal. Además, tiene trozos importantes que están mal contados. Por ejemplo, ¿por qué demonios ponen en el título "la leyenda del cazador" si en ningún momento se habla de la leyenda de ningún cazador? ¿Cómo saben que dándole un beso en todo el morro a Blancanieves ésta se despierta del hechizo de la manzana? ¿Qué cojones pinta en el bosque ese pedazo de ciervo blanco mutante? ¿Por qué la madrastra no se carga a Blancanieves cuando la tiene ya moribunda en vez de andarse con tonterías de manzanas envenenadas? En fin, que puede que no sean cosas súper fundamentales, pero te dejan coja la historia.
En la parte buena, pues Charlize Theron, of course. No sólo demuestra que hay pocas actrices ahora en Hollywood que sean un bellezón y sepan actuar a la vez sino que, además, lo borda pasándoselo pipa como la mala de la función (la tipa de los pone de corbata sólo con una mirada de esas de cara de loca que es capaz de poner). Aparte de la amiga Charlize, de los efectos especiales -muy currados, todo sea dicho- y de dos o tres cosas más (insuperable el chiste que hacen dos enanos a propósito del ai-go ai-go mientras se intentan colar en el castillo), "Blancanieves y la leyenda del cazador" es una peli que puedes ver perfectamente en el salón de tu casa, porque tampoco es que en pantalla grande gane un huevo. Seguro que a los críos más pequeños les encanta, aunque a los más grandecitos puede que no les chifle tanto.