viernes, 22 de julio de 2011

ESTRENOS DE VIDEOCLUB: "EL RITO"


TÍTULO: EL RITO

DIRECTOR: MIKAEL HAFSTRÖM

REPARTO: ANTHONY HOPKINS, COLIN O'DONOGHUE, ALICE BRAGA, TOBY JONES, RUGHTER HAUER

DURACIÓN: 110 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: TERROR

  • EL DR. JECKYLL DICE:

  • Reconozco que, esta semana, cuando me decanté por "El rito" de entre todos los estrenos de videoclub, tenía la esperanza de ver una película que me pareciera diferente a las otras muchas que se han hecho y hablan de lo mismo. Sobre todo teniendo en cuenta que el director al frente de semejante proyecto es Mikael Hafström, quien demostró que sabe perfectamente cómo meter al público de lleno en sus películas, ya sea por la intriga de la historia (caso de "Sin control - Derailed, 2005") o por lo bien que sabe llevar las riendas de una historia de terror (como sucedió con "Habitación 1408 - 1408, 2007"). Además, al frente del reparto, aunque en un papel algo menor a lo esperado, se encuentra Antohny Hopkins, un actor al que siempre es un placer ver en la gran pantalla para disfrutar de una interpretación más del genial actor británico. No obstante, ha sido una verdadera pena comprobar que no ha sido para nada así.


    Tratando de ofrecer una nueva visión de las historias de poseídos y exorcistas, el film comienza con la presentación de Michael (O'Donoghue), un joven que trabaja como embalsamador en la funeraria de su padre (Hauer). Su deseo es alejarse al máximo del negocio familiar, por lo que decide estudiar teología, no con el fin de ordenarse sacerdote, sino para poder especializarse en psicología y que la matrícula universitaria no le salga cara. Llegado el momento de su ordenación, le expone sus dudas a su mentor -tras un incidente que es mejor no revelar aquí-, quien le recomienza que, dada su afición por la psicología, haga un curso en especialización en exorcismos en Roma, antes de tomar una decisión definitiva. Michael acepta y, tras su llegada a Roma, es puesto bajo la supervisión del padre Lucas (Hopkins), un franciscano no muy ortodoxo que lo introduce en el perturbador mundo del exorcismo, mostrándole una visión de este rito que para nada tiene que ver con lo que Michael esperaba.


    Tal y como apuntábamos al comienzo, las expectativas eran altas, y en la primera hora de metraje Hafström demuestra una capacidad asombrosa para crear atmósferas inquietantes y ambientes perturbadores. Pero, por desgracia, toda esa habilidad parece quedar subyugada a la exigencias de una historia que se acaba desinflando a pasos agigantados, y cayendo una vez más en los cauces más previsibles del cine de este tipo de producciones. Ni siquiera la más que correcta actuación de sus principales protagonistas acaba por resultar suficiente para mantener el interés en una película en la que los tópicos acaba por restarle una calidad que, al menos en su primera mitad, se encontraba en niveles más que correctos.



    • MR. HYDE DICE:

    ¡Qué lástima que, con lo interesante que empieza "El rito", acabe repitiéndose más que el ajo! Joer, la misma historia una y otra vez, sólo que con menos acojone. La primera hora de película sí que propone algo diferente, con esa descripción de cómo se investigan los exorcismos, cómo diferenciarlos de una enfermedad como la esquizofrenia (o de las coñas de los supuestos poseídos), y con la introducción de un personaje principal marcado por su voluntad de creer a pesar de su falta de fe. Hasta aquí todo bien, incluida la presencia inquietante de Anthony Hopkins. Pero conforme avanza la cosa, tu gozo acaba en un pozo. ¿Y en qué acaba entonces todo? Pues en contorsiones raras de los poseídos, en voces más distorsionadas que la de Carmen de Mairena, vómitos varios (de clavos, en este caso, y lo la guarrada verde esa de "El exorcista - The exorcist, 1973"), y todo lo demás que ya ha salido cientos de veces en el mismo tipo de películas.


    Como ya decía antes, la primera mitad tiene un punto más que acertado. La forma de contar es ágil y no te aburre (se pasa de una ciudad cualquiera de Estados Unidos a Roma en un pispás), y el ambiente con el que se encuentra el aspirante a exorcista, ya da canguelo nada más verlo. De hecho, la primera sesión de exorcismo que tiene que pasar con Hopkins y una chica embarazada está de lo más currada.


    Pero, ¡ay amigo! Que en cuanto le cogen el gustillo a lo de los exorcismos, ya vuelven a enseñar la misma chufa de siempre. Tendrá todo el toque de misterio que le quieran dar (y, a veces ni eso), pero cuando ya se les va la pinza con las visiones demoníacas (ese mulo con los ojos rojos da más risa que susto). Y toda la historia relacionada con el padre del protagonista está desaprovechada por completo, haciendo de mera excusa para que lo use Anthony Hopkins al final de la peli. Que esa es otra, los últimos quince minutos son pa cagarse, y lo de miedo precisamente. En serio, no sé cómo Sir Hopkins ha podido aceptar participar en una historia que carece por completo de toda la garra e interés que demuestra al principio (en serio, esperad a ver el final y ya me diréis si el pobre hombre no está para que le peguen un tiro).


    En resumen, que la peli distrae, pero que no es nada del otro mundo. Seguro que hay más y mejores opciones para elegir en el videoclub este fin de semana. Pero, como siempre, para gustos lo colores.