martes, 20 de septiembre de 2011

CINE DE LOS 80: "TOP GUN: ÍDOLOS DEL AIRE"


TÍTULO: TOP GUN: ÍDOLOS DEL AIRE

DIRECTOR: TONY SCOTT

REPARTO: TOM CRUISE, KELLY MCGILLIS, VAL KILMER, TOM SKERRITT, ANTHONY EDWARDS, MEG RYAN, MICHAEL IRONSIDE

DURACIÓN: 110 min.

AÑO: 1986

GÉNERO: ACCIÓN

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Uno de los hechos que caracteriza a la década de los ochenta es que se la considera como aquella en la que nació el cine de acción moderno. Creo que alguna ocasión ya hemos comentado esto. Sin embargo, a pesar de ello, no se ha hecho mucho hincapié en que sería a partir de una película en concreto que, dentro del mismo cine de acción, se acabaría creando una especie de sub-género formado por aquellos largometrajes que daban un paso más allá. Este paso consistía en rodar apabullantes escenas de acción (más allá de los tiroteos o explosiones convencionales), dotadas de un ritmo tan trepidante que apenas dejaban al público asimilar cada secuencia. Para ello, los directores responsables de estas producciones solían aplicar un estilo visual (fotografía, sonido, y, muy especialmente, montaje) más propio de estéticas videocliperas y provenientes de otros formatos como reportajes dinámicos o retransmisiones de conciertos y eventos similares. Tony Scott acabaría siendo el primero de muchos los directores que acabarían aplicando esta técnica, y "Top Gun: Ídolos del aire" la película que lo consagraría como director especialista del cine de acción más explosivo, y a Tom Cruise como una de las jóvenes promesas con una carrera más alentadora.


    Sin embargo, también es cierto que, lo que por una parte gana este tipo de películas en espectacularidad, lo suele perder también en calidad como largometraje. Ello no quiere decir que las películas sean malas. De hecho, "Top Gun: Ídolos del aire", pese a sus limitaciones, no lo es. Pero tampoco son consideradas de lo mejor del séptimo arte. Y es que el denominador común que tienen, casi siempre, es el mismo: su flojo guión. En el caso de "Top Gun: Ídolos del aire", ésta no acaba siendo una excepción, pues la historia resulta ser una mera excusa para, por una parte, permitirle a su principal protagonista lucirse en todo su esplendor y, en segundo lugar, confeccionar espectaculares escenas de acción donde las escasa líneas de diálogo son meros convencionalismos.


    "Top Gun: Ídolos del aire" da inicio con la presentación de un escuadrón de pilotos especialmente entrenados por la marina norteamericana con el fin de desarrollar nuevas y más eficaces habilidades de vuelo en combate. En la escuela en la que estos pilotos se forman, conocida como Top Gun, uno de sus máximos representantes es el joven Maverick (Cruise), un piloto difícil de domar, hijo de un reputado y fallecido piloto del que todos los instructores guardan un grato recuerdo. Maverick y su amigo Goose (Edwards) forman equipo de vuelo, y deben asistir a las clases tácticas que imparte la instructora Charlie (McGillis) de la que Maverick se acaba enamorando. Condicionado por su atracción hacia Charlie y la lealtad hacia el resto de sus compañeros -incluyendo sus constantes enfrentamientos con su rival en la academia, Iceman (Kilmer)-, Maverick deberá demostrar no sólo que es un gran piloto, sino que es el mejor.


    Tal y como apuntábamos, el descomunal éxito en que se convirtió "Top Gun: Ídolos del aire", provocado, en gran parte por el célebre tema musical Take my breath away que se acabaría llevando el Oscar a la mejor canción, sirvió para que dicho largometraje fuera referencia indiscutible del cine de acción moderno. Secuencias como aquella con la que arranca el film, con esa demostración de Maverick de sus habilidades ante sus superiores, o las numerosas escenas de combates aéreos -especial impacto generó la muerte de uno de los protagonistas secundarios, incluyendo un explosivo final en el que los pilotos se deben enfrentar a un enemigo extranjero, no hacen sino demostrar el talento de los realizadores que firmarían algunas de las películas de acción más conocidas de los años siguiente.


    En lo que concierne a "Top Gun: Ídolos del aire", éxito de taquilla aparte, hay que reconocer que se trata de un entretenimiento muy bien filmado, divertido y agradable. No de los que hacen historia -generaciones de adolescentes de los ochenta aparte-, pero a la que tampoco hay que negarle sus méritos, que los tiene.



  • MR. HYDE DICE:

  • Si la semana pasada hablábamos de cómo Eddie Murphy se convirtió en una celebridad gracias a la chorrada del superdetective en Hollywood, ahora le toca el turno a otro de los que triunfaron a base de bien: Tomasete Cruise. Gracias a cómo supo lucir palmito en esta peli, hoy es lo que es (aunque no tengo claro si eso es bueno o malo). Pero bueno, que ya me desvío, vayamos con la peli. Parece que por aquel entonces, la estética de los videoclips estaba a la orden del día, y que con cada vídeo musical, las técnicas que usaban llamaban la atención de los que tienen la pasta en Hollywood. Así que un par de colegas espabilados llamados Don Simpson y Jerry Bruckheimer (el que quiersa saber quiénes son estos dos y qué súper pelis hicieron, que se lo pregunte al sabelotodo de arriba) quisieron fichar a unos cuantos directores de videoclips para que le dieran ese ritmo machacón y más dinámico a las pelis de acción. Y, en esta ocasión, el premio le tocó al hermano pequeño de Ridley Scott, Tony.


    En lo que se refiere a "Top Gun: Ídolos del aire", lo cierto es que, aunque el argumento de la peli sea un poco bodrio, hay que reconocer que sabe entretener. Las escenas de lucha con aviones de combate a reacción no se habían grabado así antes en una película, y ese montaje tipo acelerado (fijo que Michael Bay aprendió lo suyo de este tipo de pelis) marcó un antes y un después en el cine de acción. Desde luego, eso es innegable. Casi se la puede considerar como la primera macho movie, y eso que aquí no revientan todo lo que se mueve, aunque tanto las escenas que os decía de combate como todo lo que envuelve a la preparación de los pilotos entretiene desde el primer minuto.


    Pero, mira tú por donde, queriendo ser algo más que una simple peli de acción, donde la cosa flojea más es en la historia de amor. Aquí es donde queda descarado el calco que le han querido hacer a "Oficial y caballero - An officer and a gentelman, 1982" y, si no, quedaos con el tema: el héroe, condicionado por la reputación de su padre, decide alistarse en una academia militar donde va a su bola y pasando olímpicamente de las reglas, se enamora de una mujer por la que acaba en una situación comprometida y, al final, acaba demostrando su valía como persona y soldado. Lo dicho, buscad las siete diferencias. Pero, y eso hay que admitirlo, con mucho más ritmo, acción y música cañera.


    De toda la película, yo me quedo con las escenas de combate. Vale, puede que parezca algo poco original, pero es que tenéis que recordar que esta peli salió en el ochenta y seis, y que antes, lo que es cine de acción de este tipo, como que más bien poco. Pero son los momentos en que aprietas el culete y te metes en la historia, tanto como cuando Cruise se parte la cara con Kilmer por demostrar quién es mejor, como cuando, al final, se enfrentan de verdad a los pilotos enemigos. En fin, que es una peli que marcó moda, que hizo de Tom Cruise una estrella (pese a quien pese, cuando quiere, demuestra que es un gran actor... ¿Eh, Alejapendeja?), y que batió records de taquilla y de chavales que se quisieron alistar en las fuerzas armadas de los EEUU -hay gente para todo; ¿Os imagináis la cara que se les quedaría cuando vieran que en las bases de entrenamiento ninguna instructora era como la tía buena que sale en la peli? ¡Juas!-. Pues eso, recomendable para pasar un rato distraído y perdido entre las idas y venidas de los pilotos. un pasatiempo divertido.