jueves, 19 de enero de 2012

CINE ACTUAL: "MOULIN ROUGE"


TÍTULO: MOULIN ROUGE

DIRECTOR: BAZ LUHRMANN

REPARTO: NICOLE KIDMAN, EWAN MCGREGOR, JOHN LEGUIZAMO, JIM BROADENT, RICHARD ROXBURGH

DURACIÓN: 122 min.

AÑO: 2001

GÉNERO: MUSICAL

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Es innegable que, en la historia del cine, el género musical ha sido, durante muchos años, uno de los más explotados y apreciados. Casi podría decirse que los western y los musicales, por años, iban cogidos de la mano, y que se estrenaban con la misma frecuencia. Sin embargo, a principios de la década de los setenta, esa tendencia cambio considerablemente, y tanto un género (el de los vaqueros y "películas del Oeste") como el otro (los musicales) dejaron de interesar al público. No obstante, a principios del nuevo milenio, el género musical pareció revivir una nueva juventud gracias a largometrajes tan laureados como las excelentes "Evita - Evita, 1996" o "Chicago - Chicago, 2002", la correcta "El fantasma de la ópera - The phantom of the Opera, 2004", la divertidísima "Mamma mia - Mamma mia!, 2008", y la muy decepcionante "Rent - Rent, 2005". Curiosamente, la más original de esta nueva tendencia probablemente sea una película musical totalmente original (que no se trate de la adaptación de ningún espectáculo u obra ya existente con anterioridad, para entendernos), y que se las ingenia para romper con un ingenio y brillantez visual tremendos todas las reglas del cine musical más clásico. En efecto, "Moulin Rouge" es un festival de color y montaje trepidante, cuya puesta en escena resulta tan novedosa como extravagante, y que supuso un soplo de aire fresco al género, al presentar una obra terriblemente entretenida y novedosa.


    Christian (McGregor) es un joven escritor que acude al París de principio de siglo, en mitad de la revolución bohemia con el fin de que esta nueva corriente le inspire una nueva obra. A su llegada a la capital francesa conoce a un peculiar grupo de personajes, entre los que se encuentra el famoso pintor Toulouse-Lautrec (Leguizamo), quien introduce a Christian en el mundo de la noche y la farándula parisina, cuya mayor atracción es el cabaret llamado Moulin Rouge. En él, la estrella indiscutible del espectáculo es una corista llamada Satine (Kidman), de la que Christian se enamora perdidamente. El dueño del Moulin Rouge, un excéntrico empresario llamado Harold Zidler (Broadent) pretende servirse de Satine para convencer a un acaudalado aristócrata conocido como El Duque (Roxburgh) de que invierta en la reforma del cabaret y, de paso, produzca un nuevo espectáculo que se convierta en la sensación del momento. Sin embargo, las cosas se complicarán cuando Satine también se enamore de Christian, hecho que pondrá en peligro este negocio.


    Desde que debutara en la dirección de largometrajes con la cinta de bailes "El amor está en el aire - Strictly Ballroom, 1992" y saltara a la fama con "Romeo + Julieta, de William Shakespeare - William Shakespeare's Romeo and Juliet, 1996 -la que, posiblemente, sea la adaptación más irregular y extravagante de una obra del escritor inglés-, Baz Luhrman dejó bien claro que él no era un director al uso como sus compañeros de profesión, y que su estilo alocado y a contracorriente (puesto siempre al servicio de la historia que está contando) iba a dar de qué hablar. En efecto, así ha sido con "Moulin Rouge", uno de los espectáculos más originales y atractivos del reciente cine musical moderno, donde los números de baile están coreografiados más como una lucha entre los bailarines, y donde el desarrollo de historia muy pocas veces ha dependido tanto de la selección de los temas musicales seleccionados.


    A ello, hay que sumar una ambientación excesiva en la que no hay lugar para espacios vacíos ni minimalistas, y donde la ambientación bohemia que quiere reflejar se retrata con una fuerza y exageración tremendas. En mitad de ese aparente caos escénico (nunca antes había sido tan hermoso el caos), los estereotipados protagonistas representan su papel con una corrección y amabilidad insuperable, haciendo disfrutar al público de los inesperados números musicales. De esta forma, "Moulin Rouge" se presenta como un espectáculo fresco y original, diferente a cuanto se había visto anteriormente en una pantalla de cine, y pionero en la forma de ver los musicales. El tiempo dirá si esta genial película es digna de ser recordada con la misma admiración que más de uno (entre los que nos incluimos tanto Hyde como un servido) le profesan.



  • MR. HYDE DICE:

  • Voy a tratar de daros un par de imágenes, para que os podáis hacer una idea aproximada de lo que es "Moulin Rouge". La primera sería más o menos ésta: poned un bote de pintura de todos los colores que podáis imaginar juntos, con un cartucho de dinamita dentro; encended la llama y flipad con la explosión de color que saldría disparada como una bala por todos lados. La otra imagen sería la de ver un espectáculo de baile como si los que bailan fueran soldados de una guerra, y cada paso de baile un movimiento de lucha con el que ganar a su rival (violentos, secos, rápidos, etc.). Bueno, no sé si esto será muy ilustrativo, pero esa es la sensación que tuve cuando vi "Moulin Rouge" por primera vez. Y me encantó.


    "Moulin Rouge" es un exceso por donde lo mires: en el montaje (ni las mejores películas de acción están cortadas con esa rabia), en la fotografía (lo que os decía antes de los colores), en las actuaciones (cada uno insuperable en su papel -el añadido es poder disfrutar viendo lo guapa que era Nicole Kidman antes de cagarse la cara a base de operaciones que la han convertido en el monstruo que es hoy-), en la decoración (barroca que te cagas -fijaos en cómo es el teatro del Moulin Rouge o esa especie de casa-elefante en la que vive Kidman-), en la historia (contada casi como si fuera un cartoon) y, por supuesto, en la música (no creo que pueda describir con palabras la fusión de refritos de canciones súper conocidas que suenan durante las dos horas que dura la peli). Pero, sin embargo, te atrapa desde que empieza con una historia más simple que el mecanismo de un botijo, pero hecha de una forma tan flipante que de hipnotiza aunque no quieras. Es más, hasta los efectos especiales que tiene parece que estén hechos mal aposta, como si esa cutrada fuera intencionada para darle más aire bohemio a toda la historia.


    Yo odio los musicales, os lo prometo. Pero "Moulin Rouge" no es un musical como los que estamos acostumbrados a ver, tipo Broadway (bueno, aquí más bien tipo Teatro Real), ni mucho menos, porque en la peli se utilizan las letras de canciones de todo tipo para contarte la historia. Y, si no, no tenéis más que ver numeritos como ese en el que el pobre poeta convence a la corista para que se enamore de él (si no juntan veinte canciones diferentes en cinco minutos, no juntan ninguna) o, por supuesto, la escena del tango a ritmo de la canción Sting "Roxanne" que te deja con la boca abierta. En fin, que cada canción, aparte de estar apañada de forma súper moderna y no tener nada que ver con esas canciones con olor a rancio de hace más de cincuenta años, hace que los pies casi se te vayan solos.


    Por lo demás, ya os digo que la historia no descubre nada nuevo, pero si tiene el suficiente interés para que cada escena tenga un encanto especial. Ya hemos dicho antes un par de números que te dejan con la boca abierta, pero esperad a ver el momento en que suena la canción "Your song" de Elton John o, sobretodo, el número musical final. Te deja sin palabras. Y ahí es donde reside la magia de "Moulin Rouge", en hacer que la historia avance a ritmo de canciones y que un cuento de amor -la peli no es otra cosa sino eso- te resulte tan entrañable y divertido que, cuando acaba la función, te hayas quedado con una sonrisa tonta en la cara. Os garantizo que pocas veces habéis visto nada igual en una peli musical. Así que "Moulin Rouge" es una película para disfrutar una y otra vez, y en pantalla bien grande. Ah, y atención a la propinilla que os ponemos junto al tráiler, para que veáis el pedazo música original que se marcó el compositor de la banda sonora, Craig Armstrong.