domingo, 5 de junio de 2011

CINE EN CARTEL: "X-MEN: PRIMERA GENERACIÓN"



TÍTULO: X-MEN. PRIMERA GENERACIÓN

DIRECTOR: MATTHEW VAUGHN

REPARTO: JAMES MCAVOY, MICHAEL FASSBENDER, KEVIN BACON, JENNIFER LAWRENCE, JANUARY JONES

DURACIÓN: 123 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: AVENTURAS

  • EL DR. JECKYLL DICE:
Exceptuando el caso de Batman y Superman, cuyas versiones cinematográficas se realizaron en las décadas de los 70 y 80, la mayoría de adaptaciones de super héroes de cómic han tenido lugar desde no hace más de diez años, cuando el Spiderman de Sam Raimi y el Hulk de Ang Lee aterrizaron en la gran pantalla. Desde entonces, casi parece que no haya habido época estival (sobretodo) en que las aventuras de algún super héroe del universo Marvel acaben figurando entre las más vistas de la cartelera. Así pues, han desfilado con mayor o menor suerte ("X-Men - X-Men, 2000"Batman begins - Batman begins, 2005" y "El caballero oscuro - The dark knight, 2008" en el primer grupo; las dos partes de Los 4 fantásticos, "Daredevil - Daredevil, 2003", "El motorista fantasma - Ghost rider, 2007" y "Superman returns - Superman returns, 2006" en el segundo grupo; en tierra de nadie se quedan las dos partes de Iron man, "Thor - Thor, 2011", las últimas tres entregas de los X-men, y "El castigador - The punisher, 2004").

De todas las citadas, guardo particularmente un buen recuerdo de la segunda entrega del Batman de Christopher Nolan, quien no sólo supo hacer una buena película, sino que demostró que con talento y ganas es posible contar la historia de un super héroe sin caer en la trampa de sobrecargar una película con fuegos de artificio digitales, como había pasado en las aventuras del hombre murciélago rodadas por Joel Schumacher, o en ambas partes de Hulk. Sin embargo, cuando parecía que había que resignarse a tener que esperar a que Christopher Nolan volviera a contar por tercera vez la historia de Bruce Wayne (ya barrer taquillas), aparece como obra de magia la última película acerca de los mutantes conocidos como X-men que, sin llegar al nivel de maestría de Nolan, sí que se le acerca de manera más que satisfactoria.

En el 90 % de los casos, la historia que se cuenta en las películas de super héroes giran en torno al héroe en cuestión, empezando y acabando todo con él: cómo adquiere sus poderes, con qué enemigos tiene que enfrentarse, cómo lo consigue, etc. No obstante, son muy contadas las veces en que es el super héroe el que está al servicio de la historia, participando de ella porque no le queda más remedio, y colaborando a que ésta adquiera importancia y sea fundamental para que la película avance. A Dios gracias, esto es precisamente lo que ocurre con "X-men. Primera generación". El director Matthew Vaughn, productor habitual de otro visionario cineasta como es Guy Ritchie, da en el clavo al confeccionar una estupenda película en que, en lugar de dejarse llevar por los carísimos efectos especiales a los que parece que ya estamos demasiado acostumbrados, hace que sus personajes se integren de forma perfecta con el marco histórico en que la aventura se desarrolla.

La historia da comienzo con una descripción más detallada del mismo prólogo con que comenzaba la primera parte de los X-men, en que un niño judío llamado Erik, en medio de un campo de concentración, desata su furia, demostrando su claro control mental sobre los objetos metálicos. Conocedor de semejante poder, un científico alemán llamado Sebastian Shaw (Bacon), decide experimentar con él para potenciar dicho poder, a costa de la vida de la madre del muchacho, cosa que éste jamás olvidará. Pasados los años, en la década de los 60, un Erik ya adulto (Fassbender) busca por todo el planeta a Shaw para vengarse por el asesinato de su madre. Lo que desconoce es que Shaw está preparando una conspiración junto con los países comunistas para iniciar, a través de lo que se acaba conociendo como la crisis de los misiles cubanos, una guerra mundial que acabe con los humanos y permita sobrevivir únicamente a los mutantes. Por ello, con tal de pararle, acaba asociándose con un joven telépata llamado Charles Xavier (McAvoy) y un grupo de mutantes que, como él, necesitan aprender a dominar su poder y ponerlo al servicio de la humanidad. Sin embargo, las ansias de venganza de Erik parecen ser mayores de lo que todos esperan.

Quienes estén al corriente de las aventuras de los X-men ya saben de antemano cómo termina acabando la historia. Sin embargo, ello no es impedimento para que este prólogo resulte de lo más interesante. De hecho, considero que es un acierto total insertar las aventuras de los jóvenes mutantes en un contexto histórico real, alejando de situaciones más irreales como en otras adaptaciones similares. La crisis de los misiles cubanos en mitad de la Guerra Fría está muy bien reconstruida, el papel que los héroes juegan en este relato se adapta a la perfección a dicho contexto histórico, a la vez que el entretenimiento y la diversión se encuentran presentes en cada fotograma.

A pesar de todas estas ventajas si, en mi opinión, no llega a alcanzar la maestría de "El caballero oscuro" es porque la propia historia queda condicionada ya de por sí a lo irreal de los poderes de cada mutante. Cosa que, por otra parte, es imprescindible ya que estamos hablando de los X-men, y no de otro héroe como Batman que carece de cualquier super poder. Además, pensándolo con calma después de verla, puede ser que la cinta carezca de toda la emoción que podrían haberle impreso al relato, cosa que la anterior entrega del hombre murciélago dí tenía. Pero, de cualquier modo, ello no es impedimento para que la película esté muy bien construída, rodada con tremenda eficacia, y sepa entretener divertir a la vez.


  • MR. HYDE DICE:
Pues a mí me ha gustado. Es cierto que se deja de pajas mentales como las de Hulk (no me cansaré de decir que, por muy buenas que sean las pelis de La Masa, a mí las dos me han parecido un petardo de cojones), y que parece que quiere seguir el mismo camino que "El caballero oscuro", haciendo que todo parezca más real. Además, sorprende la violencia que le han metido a la peli ya que, en estos casos, lo normal suele ser que no aparezca ni una sola gota de sangre para que puedan ir a verla cuantos más niños mejor. Pues en este caso, sangre no es que aparezca, pero digamos que la muerte de más de un personaje acaba siendo más que cruel (y, si no me creéis, esperad a ver lo que hace Erik con una moneda - ¿recordáis cómo hacía desaparecer el Jocker un lápiz?-).

Por fortuna, entre tanto acontecimiento histórico, la aventura acaba siendo constante a lo largo de casi toda la peli, tanto mientras se van encontrando los mutantes como cuando éstos tienen que entrenarse para acabar dominando sus poderes. Y, por fortuna, han contado con un malo como toca, dejándose de chorradas de tíos que salen poniendo cara de perro para demostrar lo malo malísimos que son. Aquí, Kevin Bacon se lo pasa pipa haciendo de hijoputa despiadado, que casi parece que son los únicos papeles en los que no hay quien le gane.

Ahora mismo, de lo que hay en cartel, a la espera de que a finales de mes nos llegue un auténtico torrente con todos los peliculones que Hollywood se reserva para el verano, si ya habéis visto la de "Thor" y "Fast & furious 5", creo que "X-men. Primera generación" es de lo más recomendable. Eso, teniendo en cuenta que queráis ir al cine para pasároslo pipa, que si queréis ver la última de Woody Allen o alguna de esas de corte más independiente, pues vosotros mismos. Yo, al menos, cuando voy al cine, me gusta ver cosas que luego pierden un huevo en pantalla pequeña, sin tener en cuenta que sean de gente normal o que sea un tipo de cine que alguien que conozco siempre acaba criticando con la frase "ese tipo de cine a mí no me interesa". Macho, cambia un poco la canción y dale una oportunidad a pelis como ésta, que ya te digo que te lo pasas bien fijo.