martes, 10 de julio de 2012

CINE DE LOS 80: "ACORRALADO"

TÍTULO: ACORRALADO

DIRECTOR: TED KOTCHEFF

REPARTO: SYLVESTER STALLONE, BRIAN DENNEHY, RICHARD CRENNA, MICHAEL TALBOTT, BILL MCKINNEY, DAVID CARUSO

DURACIÓN: 97 min.

AÑO: 1982

GÉNERO: ACCIÓN

  • EL DR. JEKYLL DICE_:
  • A finales de los años setenta, fueron numerosos los films norteamericanos acerca de la catástrofe humana que había supuesto la participación de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam. Sin embargo, lo que tenían de particular dichos films es que no sólo se centraban en los pormenores de aquellas campañas militares (como hace la magistral "Apocalipsis now - Apocalypse now, 1979"), sino que insisten en la dificultad de reinserción en la sociedad de los soldados que presenciaron el horror de dichos combates, tanto a causa de las lesiones físicas que les habían supuesto ("El regreso - Coming home, 1978") como del trauma psicológico causado ("El cazador - The deer hunter, 1978"). Por ello, cuando el escritor David Morrell publicó su obra "Primera sangre", en la que relataba los pormenores de un ex-combatiente de Vietnam que regresaba a los Estados Unidos alentado por la posibilidad de empezar una nueva vida junto a uno de sus compañeros en el frente y que, de repente, se ve inmerso en una caza despiadada, los productores Andrew Vajna y Mario Kassar  -fundadores de la hoy ya desaparecida Carolco- se apresuraron a comprar los derechos para poder llevar la historia al cine. El resto, como suele decirse, ya es historia.

    John Rambo (Stallone) es un ex boina verde de la guerra de Vietnam, que acude a un pequeño pueblo llamado Hope, en la que un antiguo compañero del ejército ha prometido darle trabajo. Sin embargo, al llegar, recibe la noticia de que su amigo ha muerto, por lo que se queda perdido sin rumbo. Será entonces cuando el sherriff de Hope, Teasle (Dennehy), que vela mantener "su pueblo" limpio de cualquier tipo indeseable, obligue a Rambo a abandonar Hope y, ante la negativa constante de éste, lo detiene. Cuando el resto de guardias de la comisaría se propasen con Rambo, éste estallará poniendo en práctica su adiestramiento militar no sólo para escapar de la policía, sino para sobrevivir a la caza a muerte que éstos dirigen contra él.

    A principios de los ochenta, Sylvester Stallone se había convertido ya en toda una celebridad, gracias a la descomunal popularidad que el personaje de Rocky le había dado. No obstante, sería el personaje de Rambo (tras haber sido considerados previamente actores como John Travolta, Jeff Bridges o Robert de Niro) el que lo consagraría como héroe de acción definitivo. Por desgracia, las continuaciones de las aventuras de John Rambo no siguieron la misma línea ni ritmo de la primera y, a pesar de ser más espectaculares, también fueron mucho más vulgares.

    No se engañen, "Acorralado" es mucho más que una simple cinta de acción. Cierto es que carece de la trascendencia que otro director y, sobretodo, actor principal, hubiera podido darle aunque, rompiendo una lanza a favor del film, hay que reconocer que "Acorralado" consigue resultados más que decentes. A nivel técnico, llama la atención la agrisada fotografía del operador Andrew Laszlo, capaz de darle ese toque frío a los boscosos parajes en los que se desarrolla la acción (ver la secuencia en la que Rambo trepa por una pared de piedra, o cuando se refugia en una antigua mina abandonada), y la notoria banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith, hoy considerada uno de sus mejores y más populares trabajos. Asimismo, el montaje de las escenas de acción destaca por encima del resto de secuencias por la claridad de las mismas, logrando a la vez resultar espectaculares (la huida en moto al comienzo del film, la entrada en Hope de Rambo a bordo de un camión militar, o la explosión de la gasolinera) y perfectamente planificadas.

    En resumidas cuentas, "Acorralado", a pesar de la apología descarada de la violencia que más de un crítico especializado parece haber querido ver en ella, destaca por ser una película de acción muy bien filmada, entretenida, y con el suficiente mensaje como para dar que pensar al espectador, a pesar de que todo ello quede diluido en una parte final excesivamente preocupada por primar la espectacularidad de la acción más vacía por encima del estupendo conjunto que habían ido manteniendo al respecto (a pesar de algún que otro momento de lo más destacable -la secuencia final de Rambo y Trautman-).

  • MR. HYDE DICE:
  • Lástima que, ahora, cuando dices "Rambo", lo primero que te viene a la cabeza es a Stallone con la cinta roja en la cabeza, torciendo el morro, y reventando lo que pille por delante a ritmo de metralleta. Y digo que es una pena porque, si ves "Acorralado" (otro título que tiene huevos), lo cierto es que tiene su chicha, más allá de las explosiones, los tiros y la acción a cascoporro. No tengo ni idea de cómo será la novela en la que se basa la peli -pocas son las veces que me la he leído antes de ver la película-, pero da la sensación de que algo de ese espíritu crítico se ha quedado en la peli, sobretodo durante su primera hora, que es donde "Acorralado" demuestra que quiere ser algo más que una peli de acción. Lo que pasa es que, después de que Stallone lo petara haciendo de Rocky, quedó más que claro que a éste pollo le iban los pistolones, y claro, así ha pasado a la historia Rambo. En fin, vamos a lo nuestro.

    Aquellos de vosotros que aún no hayáis visto "Acorralado" (sí, los que decís "¡uy, quita, qué voy a ver yo eso!"), que sepáis que no es una película en la que uno bueno les da por la retambufa a un montón de malos sin despeinarse. "Acorralado" tiene acción, sí, y tiros y explosiones a tituplén. Pero no es lo principal. En realidad -y te das cuenta de ello nada más empieza la película- es como si dijéramos una versión más animada de lo que supuso para muchos veteranos volver a sus casas después de la Guerra de Vietnam, lo que les costó integrarse y volver a ser personas civilizadas sin pensar como lo hacían cuando todo lo que veían era caos y muertos a destajo. Esa es más o menos la línea de la que parte "Acorralado", de lo que supone la vuelta de un veterano y lo chungo que lo tiene para que le dejen en paz (si os dais cuenta, él no tiene culpa de nada de lo que pasa al comienzo, sino que es ese sheriff capullo al que le da por tocarle los huevos al pobre hombre). Cómo hacen para que, a partir de eso, se llegue a un tío subido en el tejado de una ferretería reventando medio pueblo con una metralleta casi más grande que él, es una cosa que supongo que os habrá explicado mejor el listillo de arriba.

    De todas formas, "Acorralado", a pesar de todos los pesares (y estos pesares son más lo que ha acabado haciendo Stallone cincuenta veces más después de esta peli), no es una mala película ni mucho menos. Es más, aparte de conseguir que te interese la historia y te caiga bien el hombre (como os digo, él no es responsable de la inmensa mayoría de las cosas que pasan: lo detienen injustamente, medio abusan de él en los calabozos, le disparan porque sí, le culpan de la muerte de un policía que se ha caído solo de un helicóptero...), a pesar de todo el pollo que se monta. La primera media hora, "Acorralado" es más drama que otra cosa; la segunda media hora, es película así en plan policíaco, con esa especie de juego macabro de "caza al hombre"; y, ahí sí, la media hora final es acción pura y dura. ¿Que se podían haber ahorrado un poco más de explosiones y reventones? Pues sí y, además, creo que la peli hubiera salido ganando un poco más, porque es la diferencia entre que te quedes con Rambo como víctima (no os perdáis la conversación final con el coronel Traurman, cuando suelta la famosa frase de "no se sentía las piernas", para daros cuenta de lo que querían hacer de verdad con la historia), que no la bestia parda destrozona que los capullines de los policías se piensan que es.

    De todas formas, e insistiendo una vez más en que "Acorralado" no tiene nada que ver con las segundas, terceras y demás partes que se han hecho sobre Rambo, os aconsejo que, al menos ésta, la veáis y salgáis de dudas. No es el peliculón del siglo, pero sí lo suficientemente bien hecho y entretenido como para que no te arrepientas de estar hora y media viéndola.