viernes, 23 de diciembre de 2011

ESTRENOS DE VIDEOCLUB: "LOS PITUFOS"


TÍTULO: LOS PITUFOS

DIRECTOR: RAJA GOSNELL

REPARTO: HANK HAZARIA, NEIL PATRICK HARRIS, JAYMA MAYS, SOFÍA VERGARA

DURACIÓN: 95 min.

AÑO: 2011

GÉNERO: COMEDIA

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Teniendo en cuenta que, en los tiempos que corren, es raro no encontrarse con versiones filmadas de series televisivas más o menos exitosas, era evidente que no se tardaría demasiado en llevar la historia de los pitufos a la gran pantalla. Sin embargo, esto no es tarea fácil, ya que la combinación de imagen real con animación de este estilo, requería de una experiencia y saber hacer que evitara el fracaso de otras series trasladadas al cine, como es el caso de las horrendas "El inspector Gadget - Inspector Gadget, 1999" o "Garfield - Garfield, 2004". Para ello, se convocó a Raja Gosnell, que había dejado buen sabor de boca en la taquilla (artísticamente es otro cantar) con la versión cinematográfica de "Sooby-Doo" y su secuela, para que se pusiera al tras la cámara. Así pues, tras elegir a rostros más o menos conocidos por la audiencia (Hank Azaria es uno de los dobladores más famosos de "Los Simpsons", mientras que Neil Patrick Harris es uno de los entrañables protagonistas de la serie "Cómo conocí a vuestra madre"), la filmación dio comienzo.


    Los pitufos viven tranquilamente en su aldea del bosque. El malvado mago Gárgamel, acompañado siempre de su fiel gato Azrael, quiere destruir a los pitufos a toda costa, para lo que necesita localizar su aldea y extraerles el poder necesario para aniquilarlos y, de paso, hacerse el mago más poderoso del mundo. Tras un aparatoso percance, unos cuantos pitufos (Papá Pitufo, Pitufina, Patoso, Filósofo...), Gárgamel y Azrael son trasladados al planeta Tierra y, más específicamente, al centro de Nueva York. Allí, Patoso cae accidentalmente entre las propiedades de Patrick (Harris), un publicista casado con Grace (Mays), con la que está a punto de tener un hijo. Cuando el resto de pitufos acude a rescatar a Patoso, todos ellos se conocen, con el consecuente revuelo que ello provoca. Las cosas se complican aún más cuando Gárgamel hace acto de presencia, amenazando no sólo la tranquila vida de Grace y Patrick, sino también la vida de los pitufos.


    Evidentemente, un film cono "Los pitufos" está pensado y realizado tan sólo con la esperanza de que guste al público infantil. Con esto no queremos insinuar que conviene que todo aquel que tenga más de ocho o nueve años haría mejor manteniéndose alejada de ella (aunque esto sí sea recomendable para otro tipo de películas infantiles), sino que carece del objetivo planteado por otras producciones semi-animadas como, por ejemplo, la citada "Garfield" o cualquiera de las entregas de "Alvin y las ardillas" -la tercera recientemente estrenada en los cines españoles-, en los que sus responsables parecen más interesados en que los niños se rían con las patochadas y tonterías de los protagonistas animados, que no con el conjunto total del film. Aunque, no obstante, a diferencia de otros realizadores con algo más de pedigrí como Robert Zemeckis (ayer comentábamos su fabulosa "Polar Express - The Polar Express, 2004") o Steven Spielberg (expectantes estamos ante su publicitado "Tintín"), "Los pitufos" se decanta más por un guión plagado de recursos fáciles y situaciones simplonas que no den demasiados quebraderos de cabeza ni a sus máximos responsables para llevarlas a término, ni al público para seguir y entender la línea argumental.


    No obstante, a pesar del carácter inevitablemente infantil de su conjunto, "Los pitufos" se preocupa lo suficiente por entretener a la platea (de ahí la simpática secuencia que tiene lugar en la juguetería, o el final con Gárgamel haciendo frente a toda la aldea de pitufos, con el derroche de efectos especiales que ello conlleva) y de mantener todo lo intacta que pueda la reputación y recuerdo de estos simpáticos personajes azules. Por lo demás, "Los pitufos" es una opción excelente en entre las novedades de videoclub de esta semana para distraer a los más pequeños. Aparte de eso, no hay mucho más que comentar del film.



  • MR. HYDE DICE:

  • Para ser sincero, pensaba que la cosa iba a estar pero que mucho peor. No sé si es que cada vez que sale una película destinada a los niños más pequeños lo interpreto como que va a ser una mierda, pero es que las últimas que he visto de ese estilo me han agotado toda la paciencia. Y eso por no decir que no comprendo por qué se empeñan en dar por hecho que los críos son subnormales (bueno, a veces, sí que lo son) y las pelis que les plantan a las pobres criaturas son una mierda como un horcón. Por no ir más lejos, la peli que comentamos la semana pasada en esta misma sección de videoclub, la infumable "Los pingüinos del señor Popper - Mr. Popper's penguins, 2011" era una ofensa a aquellos que tienen un mínimo de materia gris en el cocotero, y una prueba de resistencia intelectual impresionante. Por eso, cuando nos decidimos esta semana por "Los pitufos", lo cierto es que ya me veía venir otro truño como un pino. Afortunadamente, la cosa no ha sido así y, aunque "Los pitufos" se queda muy lejos de ser un peliculón, mentiría si dijera que no me ha parecido simpática, un tanto entretenida y, hasta cierto punto, recomendable para que los más pequeños pasen un buen rato sin que sus padres se desesperen demasiado.


    El argumento de la película no se lo han currado mucho pero, aunque no tiene ninguna sorpresa, tampoco cae en el ridículo más absoluto como las chorradas esas que hacen parodiando a otras películas que ya se han hecho antes. Además, aquí cuentan con la ventaja de que la gente ya conoce de antemano a los pitufos, por lo que es bastante fácil que les caigan bien las tonterías que hace cada uno con sólo salir en la pantalla. Los efectos especiales, por su parte, están muy bien (al fin y al cabo, si la cagan ahí, se jodió toda la peli, así que era lógico que no iban a ser de los baratos), haciendo que sea creíble que los pitufos están de paseo por Nueva York. Hasta el gato Azrael está currado -aquí mezclan efectos especiales con un gato de verdad-, y es de lo más cachondo cuando tiene que orientar a Gárgamel, que va más perdido que un pollo sin cabeza.


    Por lo demás, ya os digo que "Los pitufos" no tiene mucho más donde rascar. Si te quieres centrar en la historia de las personas de carne y hueso pierdes el tiempo, porque es lo más ñoño y predecible que te puedas imaginar (el hombre descubriendo que no debe tener miedo porque está a punto de ser padre, que la jefa tirana acaba conmovida por el discurso que le sueltan a la desesperada, que la campaña publicitaria en la que trabaja debe decidirla con lo que le salga del corazón, y bla bla bla, más polladas sentimentaloides del mismo palo). Así que, como suele pasar con estos casos, casi se agradece que la peli se centre en los efectos especiales de los pitufos, y que dejen de lado al pobre hombre que hace de Gárgamel -le pone ganas, pero da más pena que miedo-, y apuesten por parecerse a la serie cuanto más posible (ese guiño al cómic de los pitufos cuanto ellos entran en una librería buscando un antídoto).


    Así que, si queréis optar por una película infantil, inofensiva y con su punto divertido, creo que de lo que hay en el videoclub ahora mismo, "Los pitufos" puede ser la mejor opción. Al fin y al cabo, seguro que los críos se divierten con las tontunas que les pasan a estos personajillos azules y, si a ti te toca verla con ellos (o a ti solo, que de todo hay en este mundo), pues tampoco te levantarás del sofá lamentándote por la pérdida de tiempo. Para pasar un rato y olvidarte de ella a la de tres.





    CINE ACTUAL: "POLAR EXPRESS"


    TÍTULO: POLAR EXPRESS

    DIRECTOR: ROBERT ZEMECKIS

    REPARTO: DIBUJOS ANIMADOS

    DURACIÓN: 99 min.

    AÑO: 2004

    GÉNERO: ANIMACIÓN

  • EL DR. JEKYLL DICE:

  • Después de revolucionar el mundo de los efectos visuales y de sentar cátedra en el cine de aventuras con largometrajes como "Regreso al futuro - Back to the future, 1985", "¿Quién engañó a Roger Rabbit? - Who framed Roger Rabbit?, 1988" o "Forrest Gump - Forrest Gump, 1994", el realizador Robert Zemeckis se enfrascó en un nuevo proyecto que le permitiría experimentar con un nuevo tipo de filmación: la animación por captura de movimiento. A través de este complejo proceso, actores de carne y hueso, digitalizados por completo, podían transformarse a gusto de los creadores, animándolos y situándolos en los escenarios más inverosímiles. Así pues, tras interesar a Tom Hanks en la adaptación de un viejo cuento llamado, precisamente, "El Expreso Polar", Zemeckis rodó una revolucionaria película que combinaba tanto la aventura más tradicional de sus anteriores largometrajes con un argumento cien por cien navideño e infantil, en el que Hanks interpretaría a casi la totalidad de los personajes. El resultado, como decimos, es casi una obra maestra de este nuevo cine de animación.


    Una Nochebuena, un niño que ha dejado de creer en Santa Claus, despierta alertado por un extraño ruido y unas luces brillantes. Cuando sale de su casa para comprobar qué es, se encuentra con la sorpresa de que un gigantesco tren ha parado delante mismo de su portal. Allí, un simpático aunque gruñón revisor le informa de que ese tren es el Polar Express, y que se dirige al Polo Norte para llegar a tiempo de que Santa Claus comience con el reparto de regalos a lo largo del mundo. El niño se monta en el tren y, en ese momento, empieza una trepidante odisea llena de aventura y peligros en la que el Polar Express, lleno de niños pequeños, emprende su viaje.


    Como indicábamos al comienzo, partiendo de un cuento corto de clara inspiración navideña, Zemeckis y el guionista William Boyles Jr. (el mismo que se encargó del libreto de "Náufrago - Cast away, 2000", otro film del tándem Zemeckis - Hanks) confeccionaron un largometraje impresionante desde casi todos los puntos de vista. Estéticamente, "Polar Express" es una maravilla, pues el diseño de los decorados asombra casi con la misma facilidad que a los personajes (ese tren envuelto en neblina parando en la entrada de las casas, el lago helado con las vías sumergidas, toda la ciudad del Polo Norte, o los entresijos de los almacenes donde se reparten los regalos), la partitura original compuesta por Alan Silvestri -el compositor habitual del director- es grandiosa y conmovedora, la interpretación de Hanks sorprendente en cada uno de los personajes a los que da vida, y la realización de Zemeckis es, en una palabra, insuperable (ver ese plano secuencia en el que un billete de tren sale volando del mismo para aterrizar minutos más tarde junto a la vía, o todas las secuencias en la que la rapidez adquiere un papel fundamental: el descenso sin frenos del tren hasta precipitarse en un lago helado, el viaje en un habitáculo de los niños para llegar a tiempo de ver a Santa Claus).


    Y, por supuesto, como toda producción navideña que se precie, el mensaje lleno de buenas intenciones, que concluye con una narración en off del protagonista, aquí representando a todos los que hemos sido niños en nuestro momento, y que hemos creído en las mismas cosas que descubren los protagonistas del film durante su aventura. Así pues, "Polar Express", aunque pueda parecer extraño, no sólo es uno de los mejores largometrajes de su director, sino una auténtica lección de lo que debe ser el entretenimiento bien hecho que, además de distraer y emocionar, pone de relieve valores de lo más correctos. En pocas palabras, una maravilla de película, recomendable para todo tipo de público.



    • MR. HYDE DICE:

    "Polar Express" es una pasada de película, tanto para críos -que la flipan si la ven en cine- como para mayores -tres cuartos de lo mismo-. Yo tuve la ocasión de verla en tres dimensiones en un cine Imax y ya os digo que me quedé con la boca abierta. No es ya solo el hecho de que esté hecha de coña (en ese aspecto, os garantizo que es para fliparla), sino que consigue engancharte con un cuento cien por cien infantil, haciendo que el viaje del crío de la peli sea también el tuyo. Sabes que va a Polo Norte a ver a Papá Noel, pero eso te da igual porque durante el viaje pasan tantas cosas y tan trepidantes todas ellas que casi deseas que ese viaje se alargue un poco más. Es lo más parecido a meterse en una montaña rusa, con o sin las gafas de las 3D, porque la peli tiene aventuras, momentos emocionantes (ya os digo que más de una que yo me sé, al final, acabó sacando el pañuelo y llorando como una magdalena), una música preciosa, y unos efectos especiales brutales.


    Por decir algo, el único defecto (que tampoco sería tal "defecto") que le encuentro a la peli es que es una lástima que no la hayan hecho de verdad. O sea, que no hayan cogido a actores de verdad con escenarios reales y la hayan rodado así. Es cierto que desde el punto de vista técnico es muy revolucionario y tal, y que es una maravilla del cine de animación, pero si ya flipas en colores con la película en dibujos animados, imagina cómo hubiera sido todo con escenarios y el resto de verdad. Por supuesto, les hubiera costado un huevo, pero sí que hubiera merecido la pena. Y decía antes eso del defectillo porque aunque impresiona cómo está hecha, sí que da a veces un poco la impresión de que las caras de los personajes de dibujos, aunque hablen e interpreten, no acaban de tener la expresión de una cara normal. Por poner una comparación -que sé que son injustas, pero qué le vamos a hacer-, si tú ves "Wall·E: batallón de limpieza - Wall·E, 2008", alucinas con la cara de ser humano que tiene el robotito pero, en "Polar Express", las caras de los personajes no llegan a tener ese realismo de otras películas de dibujos, cosa que hace que no se le quites de encima esa sensación de cómic.


    De todas formas, aparte de esto que os comento sobre las caras de los personajes, desde que empieza "Polar Express", no tienes en ningún momento la impresión de que estás viendo dibujos animados. La acción está tan bien llevada y calculada a la perfección que sólo piensas en las aventuras que ves en cada momento. Y no son pocas: el momento en que el tren baja una cuesta empinadísima a todo trapo y sin frenos, cuando tiene que cruzar un lago helado que ha cubierto las vías y tiene que derrapar para poder enfilar por el camino correcto (os juro que este trozo corta la respiración), o la ruta que tienen que hacer los críos para llegar a tiempo a la entrega de regalos por en medio de un montón de toboganes.


    En resumen, "Polar Express" es una película estupenda para ver en familia estas navidades (si no es en Navidad, tampoco pasa nada, que la peli sigue siendo una chulada), con emoción, una historia preciosa, hecha de forma impresionante (los movimientos de cámara quitan el hipo), y con los momentos precisos de aventura, acción y ñoñeo que toda peli de este tipo necesita. En serio, no os la perdáis porque, aunque sea verla una vez, merece la pena. Ah, y una última cosa: anteción a la canción del final, "Believe", que interpreta Josh Groban, porque no tiene desperdicio.