sábado, 30 de junio de 2012

CINE A DESCUBRIR: "ARACNOFOBIA"

TÍTULO: ARACNOFOBIA

DIRECTOR: FRANK MARSHALL

REPARTO: JEFF DANIELS, JULIAN SANDS, JOHN GOODMAN, HARLEY JEAN KOZAK, STUART PANKIN, BRIAN MACNAMARA, MARK L. TAYLOR

DURACIÓN: 100 min.

AÑO: 1990

GÉNERO: SUSPENSE

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • "Aracnofobia" supuso el debut en la dirección de largometrajes del, hasta el momento, conocido socio de Steven Spielberg, y co-productor de la inmensa mayoría de sus films. Para ello, Marshall se centró en una historia que, perfectamente, podría incluirse en el grupo de películas catastróficas de finales de los años setenta, pues sus similitudes con uno de sus últimos exponentes, "El enjambre - The swarm, 1978" es más que evidente. Sin embargo, y por fortuna para el director y los espectadores, los resultados de "Aracnofobia" son mucho mejores que los del fracaso realizado por Irwin Allen (cosa que podría ponerse en duda, teniendo en cuenta que Marshall es capaz de dar tanto lo mejor de sí mismo -"¡Viven! - Alive, 1993"- como de lo peor -"Congo - Congo, 1995"), por lo que "Aracnofobia" supone un soplo de aire fresco en el cine de suspense constuído a base de situaciones eventuales y perfectamente reales.

    El doctor James Atherton (Sands), especialista en biología, realiza un viaje de investigación a la selva amazónica, en el que uno de sus colaboradores fallece a causa de la picadura de una terrible especie de araña. De regreso a los Estados Unidos, y son que nadie se dé cuenta, un ejemplar de esta araña ha viajado junto al cadáver del colaborador de Atherton, quedando así en libertad. Los problemas aparecen cuando el insecto se establece en la propiedad de la familia de Ross Jennings (Daniels), un médico que le tiene fobia a las arañas. Conforme vaya proliferando la colonia de arañas de esta rara especie, los habitantes de la región empezarán a sufrir las consecuencias de los ataques de las arañas, por lo que Ross necesitará la ayuda especializada de un extravagante exterminador de plagas llamado Delbert Mclintock (Goodman), y del mismo doctor Atherton.

    Es innegable el papel del famoso cineasta como productor ejecutivo de "Aracnofobia", devolviéndole el favor. Y lo de que es patente la huella de Spielberg viene al caso porque su "toque" se hace presente en la inmensa mayoría del metraje, a tenor de los elementos principales que componen el film: un factor catastrófico desencadenante de toda la acción, una clásica familia americana, la vida en el idílico pueblo tranquilo de la costa oeste, y la férrea voluntad de la familia protagonista de permanecer unidos para hacer frente a la adversidad. Ahora bien, todos estos elementos, cien por cien cinematográficos, que podrían haber sido utilizados de nuevo para realizar la enésima versión de una película catastrofista, están combinados con sumo acierto por Marshall. Ahora bien, que esto no se interprete como una señal de que el film no contiene cierto número de escenas impactantes ya que, de hecho, el plano de una araña surgiendo del cadáver recién descubierto de unos protagonistas principales consigue poner los pelos de punta.

    En efecto, tras una primera mitad algo floja, Marshall demuestra su buen hacer y dominio de la acción desde el momento en que centra la atención en el arácnido protagonista. Pero aún más interesante resulta el medio a través del que lo consigue. Desde el instante en que se desata la alarma general en el pueblo (casi coincide con la secuencia en que un anciano sufre la picadura de la araña), es gracias al temor que expresan los protagonistas -Delbert el exterminador deja de lado sus gracias, Ross hace de tripas corazón para poder hacer frente a la invasión arácnida de su propiedad, y su mujer expresa todo el pánico posible ante la criticidad de la situación- que el espectador comienza a tener realmente la sensación de que la araña tropical es de lo más peligrosa. Y, por supuesto, todo ello alcanza el clímax en la secuencia del granero en llamas que tanto gusta a mi amigo Hyde, y donde el público a penas puede contener sus nervios en la secuencia en que Ross y la araña se encuentran cara a cara, tratando de demostrar cada uno cuál de los dos es más inteligente para vencer a su rival, en un final literalmente explosivo.

    En lo que se refiere a los aspectos más técnicos del film, "Aracnofobia", ésta no puede ser más correcta: el montaje -gracias al que el final trepidante consigue atrapar así al espectador- es obra de Michael Kahn, montador de la práctica totalidad de los films de Spielberg; la fotografía corre a cargo del genial operador sueco Mikael Solomon, director de fotografía de films como "Always, para siempre - Always, 1989", "Llamaradas - Backdraft, 1990" o "Uno horizonte muy lejano - Far and away, 1992"; y la banda sonora está compuesta por el incombustible Trevor Jones (co-responsable de la mítica música de "El último mohicano - The last of the Mohicans, 1992"). Así pues, con estas credenciales, aunque posible, era complicado que "Aracnofobia" no se convirtiera en todo un espectáculo.

    En resumen, aunque, al fin y al cabo, se trate de una película menor, hay que reconocerle las virtudes a una pequeña producción como ésta que, a pesar de la aprensión que pueda suscitar al comienzo a causa de sus protagonistas de ocho patas, consigue interesar y distraer de formas harto eficientes.

  • MR. HYDE DICE:
  • Sí que está chula "Aracnofobia". Lo que pasa es que es una peli bastante jodida de clasificar. Por una parte, parece que vaya a ser una peli de terror con bichos mutantes y cosas por el estilo, que no lo es. Luego, ves el tráiler y poco menos que parece que es una comedia sobre las vacaciones de unos yanquis en el campo, que tampoco lo es. Y, lo que queda, es leer y creerte lo que te contamos el amiguete Jekyll y yo, que sí lo es un pelín más y, entonces, decidir por ti mismo. Lo que sí os puedo decir sin duda, es que "Aracnofobia" empieza siendo una peli de lo más interesante, que se vuelve un poco tontita durante un rato cuando la historia se centra en la familia que se muda a la nueva casa en el campo, y que, después de las presentaciones oficiales, empieza a coger velocidad hasta que el final ya es la pera limonera, porque estás agarrado al sillón sin casi pestañear. Es un poco como una especie de mezcla de película familiar con otras de ese tipo de pelis catastróficas, en la línea de "Gremlins - Gremlins, 1984" pero sustituyendo a los bichos verdes por unas arañas cabronas con muy mala leche. Por supuesto, a quien le den asco este tipo de bicharracos incluso cuando salen en una peli, ya se la puede ir ahorrando porque, aunque, no sea nada exagerado en plan de arañas gigantes, sí que salen bicharracos de ocho patas hasta cansarte (y eso por no hablar de la "mamá" de toda la familia, que es enorme la jodía).

    Pero bueno, dejando de lado el hecho de que salen arañas en la peli -qué truño de película sería ésta si, con ese título, no saliera ni una sola araña-, "Aracnofobia" tiene un ritmo cojonudo. Todo ese principio en la selva, que tampoco dura demasiado, ya te hace intuir que algo malo va a pasar (sobretodo cuando una arañita chiquitaja se carga a un tío más grande que un armario en cuestión de segundos). Y, por supuesto, cuando el bicho ya ha empezado a corretear como si nada por el pueblo, es cuando empieza el show de verdad. Dejando de lado las pintillas del gordo de los Picapiedra cuando se viste de exterminador de insectos, "Aracnofobia" es brutal cuando se centra en dos cosas, principalmente, que ahora os cuento.

    La primera es que, mira tú por dónde, el protagonista les tiene un miedo a las arañas que casi se muere -así que os podéis hacer una idea del calvario que acabará pasando el buen hombre- así que, cuando no tiene más remedio que ayudar al doctor especialista en ese tipo de araña a cazarla, el tío lo hace tan bien que casi puedes respirar el miedo que demuestra (no os perdáis la cara que pone cuando entra en ese granero roñoso que hay junto a su casa y lo ve de telarañas hasta el techo).

    La segunda es que, desde que en la peli ya se sabe que todas las muertes que están pasando las provoca la araña esa amazónica, es como si la cosa fuera en aumento a la velocidad del rayo: empiezan a palmarla los vecinos del pueblo, y hasta el doctor ese se las tiene que ver con la "araña madre", lo que lleva hasta todo ese final que tiene lugar en el granero, entre el fuego y la desesperación de ver que el "bueno" no lo va a conseguir. Sí, ya sé que explicado así tampoco queda muy claro, pero es que la emoción de toda esa parte final hace que se te olviden las paridas que te han hecho perder el momento hasta que el director, el guionista o quien sea, ha decidido que ya es hora de pisar el acelerador y acojonar un poco a la peña.

    Por lo demás, "Aracnofobia" no es ni una gran película, ni una de esas que te mueres por volver a ver (sobretodo el sector femenino, mucho menos dispuesto a ver pelis en las que lo principal es un pedazo araña de aquí a mañana), pero sí que tiene una cosa muy importante a su favor: es distraída a lo bestia, así que hasta que llega el final, poco a poco va siendo más interesante y, por supuesto, te hace estar al tanto de los follones que van pasando cuando la araña empieza a hacer de las suyas. Yo, personalmente, os la recomiendo, aunque sólo sea para ver una película que podría ser perfectamente realista, y ponértelos de corbata si llegara a pasar de verdad.