DIRECTOR: DAVID ZUCKER
REPARTO: LESLIE NIELSEN, RICADRO MONTALBÁN, GEORGE KENNEDY, PRISCILLA PRESLEY, O.J. SIMPSON, NANCY MARCHAND
DURACIÓN: 82 min.
AÑO: 1988
GÉNERO: COMEDIA
En la meca del cine, las siglas ZAZ a la hora de producir una película son de lo más conocidas. Hacen referencia a las iniciales de Jerry Zucker, Jim Abrahams, y David Zucker, productores, guionistas y directores de algunas de las “comedias absurdas y de imitación” más famosas que surgieron a partir de la década de los ochenta. De hecho, fue a raíz de “Aterriza como puedas – Airplane!, 1980”, parodia de los films de catástrofes de los años setenta (haciendo referencia a “Aeropuerto – Airport, 1970” y sus numerosas secuelas), que concibieron un nuevo tipo de cine cómico. En ella, no sólo se sucedían ininterrumpidamente instantes descacharrantes y divertidos, sino que se reproducían en tono paródico diversas escenas de otras películas más famosas, reduciendo al absurdo y al chiste dichas secuencias. Además, convirtieron al recientemente fallecido actor Leslie Nielsen en un cómico de referencia indiscutible de este tipo de comedias, gracias a su personaje de despistado inspector de policía, concebido como una acertada mezcla entre el Inspector Clouseau y James Bond.
Tras el fracaso de una operación de espionaje en el que el agente Nordberg (Simpson) es herido gravemente, el teniente de la policía de Los Ángeles Frank Drebin (Nielsen) es puesto al frente de una peligrosa misión: descubrir quién se encuentra detrás de una conspiración urdida para liquidar a la reina de Inglaterra, aprovechando la visita de la soberana a la ciudad californiana. El principal sospechoso no es otro que uno de los aristócratas mejor posicionados de la sociedad local, Vincent Ludwig (Montalbán), por lo que Drebin tratará de acercarse a él lo más posible. Con lo que no cuenta es con la presencia de Jane Spencer (Presley), por quien Drebin queda inmediatamente fascinado.
Gracias al éxito de público y crítica que había supuesto “Aterriza como puedas”, la llegada del siguiente proyecto seguía esta misma línea, y llegó con la simpática “Top secret – Top secret!, 1984”. No obstante, el estilo desenfrenado y delirante de este tipo de comedias no se consagraría definitivamente hasta el estreno de “Agárralo como puedas”. En ella, la práctica totalidad de los elementos cómicos que habían convertido a ésta primera en una de las mejores comedias de la historia del cine -según la crítica especializada-, se recogen y potencian, obteniendo un resultado tan divertido como original y entretenido. Así pues, “Agárralo como puedas” no es simplemente un film que se apoya en episodios graciosos de alguna secuencia, sino que todo el largometraje es un continuo gag en el que el espectador no puede evitar reírse con alguna de sus secuencias. A este respecto, la lista de los momentos especialmente divertidos es muy larga: la persecución de un sicario que pretende liquidar al agente Nordberg (y que da lugar a una surrealista persecución entre éste y el teniente Drebin a bordo de un coche de autoescuela), el partido de baseball en el que Drebin se hace pasar por varios personajes para poder colarse en el campeonato, y un largo etcétera.
“Agárralo como puedas” es un simple divertimento, una película que permite el espectador pasar un rato de lo más agradable, y divertirse con las estracanadas que va protagonizando su inimitable personaje. Y lo que la hace tan especial es que, en lugar de caer en el tedio y la repetición (como, por desgracia, sí sucedería con otras películas-parodia posteriores –las dos partes de “Hot shots”, o las continuaciones de “Scary movie”-), “Agárralo como puedas”, al igual que sus dos continuaciones, está realizada de forma que dicho tono cómico y acumulación de bromas se mantiene constante a lo largo de su ajustada duración. En definitiva, “Agárralo como puedas” es una película divertidísima que, olvidando la exagerada realización de otras comedias anteriores (caso de, por ejemplo, films como “Loca academia de policía – Police academy, 1984”), consigue resultar simpática a cualquier clase de público. Aunque sólo sea por disfrutar de la estrambótica actuación de Nielsen por la que, paradójicamente, será recordado, a pesar de haber protagonizado una buena cantidad de largometrajes anteriores a éste. Un clásico de la comedia estadounidense ochentera.
¡Sí señor! ¡Esto sí que es un peliculón ochentero de los guapos! ¡Juas! Y os creéis que lo digo con rintintín, pero os aseguro que voy en serio. Vamos a ver, ¿por qué una peli de chorradas bien hecha no puede ser cojonuda? De hecho, casi ha creado un género propio: el de las películas “del tío de pelo blanco”. Jejejeje. La pena es que, luego, quitando las otras dos partes de “Agárralo como puedas” –que, también, ole los huevos del que hizo la traducción del título al español (para los que no lo sepáis, literalmente, el título sería “La pistola desnuda”)-, el resto han sido unas capulladas y pérdidas de tiempo descomunales. Pero bueno, siempre nos quedará, al menos, esta primera parte. Pero bueno, a lo que íbamos.
Cuando ves una peli como “Agárralo como puedas”, curiosamente, aunque la historia importe más bien poco, lo que sí tiene que estar currado es el guión. Las tonterías que se les ocurren tienen que tener la dosis justa de originalidad e ingenio para hacerte gracia porque, si no, a los diez minutos ya te estás preguntando por qué pierdes el tiempo con semejante mierda. Por suerte, en “Agárralo como puedas”, partiendo de un argumento así rollo policiaco, la cosa empieza a acumular bromas súper divertidas que empiezan a complicar situaciones normales, hasta que te parece todo tan delirante (por lo tonto que es el tío del pelo blanco y por lo absurdo de lo que hacen o dicen) que sólo te queda reírte. Por ejemplo, no hay más que ver la que lía cuando se cuela por la noche en el despacho de un pez gordo sospechoso, y no sólo lo revienta todo, sino que hasta lo incendia y casi acaba pasando por obseso sexual que quiere acosar a la vecina de al lado. Brutal.
Pero claro, hablar de “Agárralo como puedas” es ir recordando cada uno de esos momentos de paridas con los que tanto te ríes. Uno de mis preferidos es ése en el que el tío acaba de dar una rueda de prensa junto a la alcaldesa y se mete a hacer pis al baño, sin acordarse de desenchufar el micro. Lo que pasa a continuación, mejor que lo veáis vosotros mismos. O como cuando se quiere poner en plan ligón con la secretaria del malo de turno (esa que es la viuda de Elvis Presley, y no es coña), y prepara una cena como para olvidar. Incluso cuando se quita el traje para echar un kiki. ¡Qué puto crack! Ah, y eso por no hablar de la que lía cuando quiere salvarle la vida a la reina de Inglaterra, que es de los momentos más despelotantes que tiene la peli. Y, por supuesto, luego están todas las imitaciones de otras películas. Claro, que para que te hagan gracia tienes que saber a cuáles hacen referencia. Pero bueno, eso es lo de menos.
En fin, yo os aconsejo “Agárralo como puedas” para pasar un rato súper divertido, riéndote con las tontunas que se le ocurren al pobre hombre, porque aunque parezca una parida de película, es de esa clase de pelis que te hace reír aunque sea a desgana. Haced una prueba: echad un vistazo a los primeros diez minutos y, si después de ver al del pelo blanco metiendo la pata al hacer una declaraciones a la prensa en el aeropuerto nada más bajarse de un avión (lo dicho, un fenómeno), o malinterpretando lo que le susurra un compañero moribundo en un hospital sobre drogas, no os hace gracia la cosa, dejad de verla. Ahora, ya os digo que merece la pena. Yo aún me río cuando la veo (incluyendo las letras del principio, con esa sirena del coche de policía metiéndose por los sitios más extraños posibles, y con esa música tan pegadiza), y eso que me sé ya las paridas casi de memoria!