domingo, 24 de junio de 2012

CINE A DESCUBRIR: "EL JURAMENTO"

TÍTULO: EL JURAMENTO

DIRECTOR: SEAN PENN

REPARTO: JACK NICHOLSON, ROBIN WRIGHT PENN, MICKEY ROURKE, BENICIO DEL TORO, AARON HECKHART, HELEN MIRREN, VANESSA REDGRAVE, SAM SHEPHARD, PATRICIA CLARKSON

DURACIÓN: 124 min.

AÑO: 2001

GÉNERO: SUSPENSE

  • EL DR. JEKYLL DICE:
  • Si como actor, Sean Penn, resulta difícil de clasificar bastante a menudo, como realizador ésta no resulta una tarea mucho más sencilla. Ahora bien, como director, la cosa no varía mucho menos. Desde su debut en la dirección de largometrajes con "Extraño vínculo de sangre - The Indian runner, 1991", Sean Penn ha conseguido sacudir por completo la conciencia del espectador, hasta lograr su propósito. De hecho, ya en la primera colaboración conjunta con Jack Nicholson en la excelente "Cruzando la oscuridad - The crossing guard, 1995" Penn demostraba una habilidad única para presentar a una serie de personajes que viven sus vidas a través de una frágil línea que separa la cordura de la enajenación total. En el que fue su siguiente film como realizador, "El juramento", Penn da un paso más allá al, basándose en la novela "El cebo" de Friedrich Düirrenmatt, servirse de una situación más o menos corriente para, a partir de ella, desarrollar un macabro juego de investigación y persecución de un criminal impune. "El juramento" es, pues, una nueva oportunidad de contemplar un film sólido y estupendamente interpretado que pone en jaque muchas de las ideas preconcebidas de los espectadores que ven un thriller de estas características.

    Jerry Black (Nicholson) es un detective de la brigada de homicidios que se acaba de jubilar. Sin embargo, el mismo día de la celebración de su retiro oficial, aparece el cadáver de una niña pequeña. Aunque su superior, el capitán Eric Pollack (Shephard) y el detective Stan Krolak (Heckhart) confían en las pistas que apuntan a un hombre algo retrasado mentalmente llamado Toby Jay (Del Toro), Jerry tiene la impresión de que el asesino aún anda suelto. Por ello, tras su aparente retiro, Jerry continúa por su cuenta la investigación, para lo que le será de gran ayuda Lori (Wright Penn), una madre soltera cuya hija guarda un asombroso parecido con la víctima.

    "El juramento" es una película que puede hacer sentir incómodo a más de un espectador. Al fin y al cabo, no contiene demasiados elementos que inviten a una agradable sesión de cine policíaco, si se tienen en cuenta determinados factores: los paisajes desérticos de hielo y arena -retratados de forma magistral a través de la fotografía del oscarizado Chris Menges, y con el acompañamiento musical tan sugerente de Hans Zimmer y Klaus Badelt-, los personajes poco empáticos (los policías parecen interesados en dar el caso por cerrado y, ni siquiera los progenitores de ambas niñas resultan ser excesivamente simpáticos), la estrategia que adopta Jerry para demostrar que el asesino aún continúa el libertado, determinadas secuencias que incluso parecen poner a prueba la resistencia de los personajes (mención especial merece tanto la secuencia en que Jerry jura por un crucifijo que atrapará al asesino de la niña, como ese final descorazonador que desemboca en una espiral de destrucción)... Como se puede apreciar, son ingredientes que no invitan demasiado a ver "El juramento" y, sin embargo, son de lo más necesarios para comprender todo el film.

    No obstante, ello no quita para que esta sensacional película esté repleta de secuencias duras: la conversación que mantiene Jerry en la cárcel con el padre de la niña muerta (una ocasión más para que Mickey Rourke demuestre lo bien que puede actuar... cuando quiere), o cuando hace lo propio con la madre en mitad de una granja de pavos (la expresión de dolor de la mujer es conmovedora) y, sobretodo, cuando un accidente final pone en tela de juicio la cordura de Jerry.

    Por su parte, Jack Nicholson destaca por encima del resto del conjunto, regalando la interpretación de un papel que parecía estar hecho a medida del genial actor. Sólo él es capaz de hacer del detective Jerry Black algo muy diferente al investigador Jack Gittes al que ya había dado vida anteriormente en dos ocasiones, para centrarse en la psique de un personaje que vive obsesionado con dos cosas: demostrar que su teoría es verdad, y atrapar al asesino de la niña, al que aún considera en libertad. Para ello, el complemento perfecto de la puesta en escena lo pone Sean Penn, quien logra que toda la intriga de la investigación (el "falso culpable", la figura de un desconocido misterioso al que apodan "el mago", al descripción de su forma de vestir y del coche que conduce, etc.) se acumule gradualmente conforme avanza el largometraje, hasta ese final devastador con el que da comienzo la película.

    En resumidas cuentas, "El juramento" está lejos de ser la clásica historia de detectives y casos sin resolver que el público tan bien conoce. Aquí, la historia choca frontalmente con la conciencia del espectador que, en última instancia, tiene la oportunidad de disfrutar con un film original, diferente y de lo más correcto.

  • MR. HYDE DICE:
  • Muy buena peli. Al principio, cuando empiezas a ver "El juramento" parece que estés a punto de ver una vez más la misma historia sobre un policía retirado que se mete de lleno en un caso para resolverlo antes de dedicarse a tocarse las narices a base de bien. En realidad, la primera media hora es así: el descubrimiento del cadáver de la niña pequeña, la jubilación del detective, el arresto de un sospechoso que tiene todos los números para que le carguen el muerto a él (nunca mejor dicho)... Pero, de repente, hay un momento en que todo cambia y la cosa se vuelve muchísimo más seria. Y es a partir de ahí que "El juramento" se vuelve una película tan interesante, porque ves cómo, poco a poco, el detective empieza a construir una especie de juego enfermizo (el tío está obsesionado con atrapar al verdadero asesino de la niña) que es capaz de llevar hasta el límite.

    Os aviso de que "El juramento" tiene, en mi opinión, un fallo importante que no tendría que haber hecho: empieza por el final. ¿Y qué quiere decir eso? No que te quite la sorpresa, pero sí que te adelanta una cosa fundamental que hubiera hecho mejor en guardarse para más adelante. Tranquilos, que no desvela nada, aunque hace que, conforme van pasando cosas, te preguntes por qué demonios pasa lo que pasa para que el final sea ese que te acaban de contar.

    Otro aviso importante a la hora de ver "El juramento" es que tengáis clara una cosa: no todas las películas de asesinatos terminan como a uno le gustaría. Tampoco es que ésta acabe como "Seven - Seven, 1995", con la cabeza de alguien dentro de una caja. Pero sí que estamos acostumbrados a que el bueno sea el bueno, que el malo sea el malo, y que siempre pague por ello el que se cree más listo que nadie. Bueno, pues digamos que en "El juramento", la justicia es más poética que nunca, porque ni en un millón de años adivinaríais lo que pasa al final. Y, mira tú por dónde, eso es lo que hace de ella una peli tan... no sé, "madura" tal vez sea la palabra, aunque también valdría "pesimista" y "diferente".

    En medio de toda la historia, lo que queda al final es un juego macabro de caza entre un cazador dispuesto a jugársela a base de bien (no tenéis más que ver el plan que va montando poco a poco, y lo que pasa cuando una determinada persona se entera de ello -impresionante la que hace de novia del prota-), y un lobo que no se detiene ante sus ganas de matar. Pero, aunque "El juramento" tenga ese tono de medio chungo, es curioso que entiendes al protagonista por completo, en su no querer para con tal de cumplir la promesa que le hizo a la abuela de la niña muerta (por favor, no os perdáis esa escena, en la que la vieja le hace jurar por un crucifijo que no parará hasta encontrar al asesino de su nieta), y que tiene una serie de momentazos espectaculares protagonizados por actores muy conocidos en la que todos, sin excepción, lo bordan durante esos pocos minutos que salen -lástima que no tengan más película por delante-: Mickey Rourke cuando le cuentan lo que le ha pasado a su hija, Benicio del Todo durante el interrogatorio en la comisaría, Helen Mirren explicándole al detective qué es lo que pasa con los casos como los que está llevando el detective, etc.

    Un último consejo, cuando vayáis a ver "El juramento", que sea uno de esos días que no estéis de bajón, porque el final no es que te deje muy p'allá que digamos. Aún así, os la recomiendo de verdad, porque es de las que, cuando te la vuelven a mencionar, guardas muy buen recuerdo de ella y no te importaría volver a ver.