TÍTULO: LA HUÍDA
DIRECTOR: SAM PECKINPAH
REPARTO: STEVE MCQUEEN, ALI MACGRAW, BEN JOHNSON, AL LETTIERI
DURACIÓN: 125 min.
AÑO: 1972
GÉNERO: POLICIACO
Hay largometrajes que, con el tiempo, son más recordados por algún chismorreo que sucede mientras se rodea, que por la misma calidad de la película. Uno de los casos más recientes podría ser el de ese entretenimiento inofensivo que es "Sr. y Sra. Smith - Mr. & Mrs. Smith, 2005", durante cuya filmación se hizo público el idílico romance que vivieron sus protagonistas principales. Pues con la adaptación cinematográfica de la novela de Jim Thompson que rodó un inspirado Sam Peckinpah, y que daría lugar a "La huída", sucede algo similar (fue sonadísimo el romance entre Steve McQueen y Ali MacGraw que acabaría en boda) aunque, en este caso, sí que estamos hablando de una buena película. Así pues, sin tener en cuenta un pasable remake que se realizó a mitad de los años noventa, en "La huída" se dan una serie de elementos que la convierten en un film policiaco digo de encontrarse entre lo mejor de su malogrado director.
Don McCoy (McQueen) sale de la cárcel gracias a la intermediación de su esposa, Carol (MacGraw) y de un peligroso gangster llamado Jack Beynon (Johnson). Sin embargo, el "favor" de éste último no es gratis: Don y Carol, junto a un violento y descontrolado matón llamado Rudy (Lettieri) deberán robar un banco, aprovechando una importante entrada de efectivo. Por desgracia, el golpe no sale como lo tenían pensado, y Don liquida a Rudy antes de que éste los traicione a él y a Carol. Lo que ni Don ni Carol saben es que Rudy no está muerto y que tanto él como los hombres de Baynon emprenderán una incansable persecución del matrimonio, situación que se agravará cuando la policía también vaya tras ellos. La única salida que les queda a Don y a Carol es huir hacia la frontera de Estados Unidos con Méjico y cruzarla para desaparecer definitivamente.
A simple vista, podría decirse que "La huída" es una especie de road movie, si entendemos como tal que la inmensa mayoría de su metraje tiene lugar entre diferentes medios de locomoción a bordo de los que el dúo protagonista tratará de escapar. Evidentemente, no se trata de un film similar en características a otras road movies más puras (caso de, por ejemplo, "Buscando mi destino - Easy rider, 1969") sino que, en "La huída", Peckinpah consigue entremezclar el suspense, la acción, la intriga y los momentos más distendidos con una maestría ejemplar. No se trata, por consiguiente, de un thriller de acción ininterrumpida. De hecho, Peckinpah parece querer que sus personajes se tomen un respiro en más de una situación (las secuencias posteriores al atraco fallido, la huída en tren, o el epílogo del film, éste mucho más extenso de lo que se podría pensar) con el fin de que, de esta forma, resulten más impactantes los excelentes momentos en los que la acción toma el mando.
Sin embargo, cuando hablamos de la acción de "La huída", no estamos hablando de secuencias espectaculares como aquellas a las que el cine más reciente nos tiene acostumbrados. Aquí, la violencia es directa y sin concesiones ni artificios, pero coreografiada de forma que, por una parte, da la sensación de ser de lo más realista y, por otra, encaja a la perfección con el tono que se mantiene a lo largo de toda la película.
Por su parte, tanto McQueen como MacGraw resultan perfectamente creíbles en su papel de delincuentes fugitivos, tanto gracias a la rudeza y frialdad del primero como a la determinación y capacidad de llenar la pantalla de la segunda. A ellos, se les unen unos secundarios que aportan el resto del equilibrio necesario que requiere la cinta, de forma que el matón al que encarna Lettieri resulta cruel en la justa medida para ser considerado el "malo entre los malos" (ver la secuencia en que seduce deliberadamente a la esposa de un sanitario que se ve obligado a atenderle tras ser dado por muerto).
En resumidas cuentas, si bien "La huída" no se encuentra a la altura de las mejores obras de su realizador ("Grupo salvaje - The wild bunch, 1969" se encontraría sin problemas a la cabeza de ellas), sí que es un largometraje policiaco estupendo, con un ritmo excelente que le aporta las suficientes dosis de acción, y que consigue interesar al público durante sus ajustadas dos horas.
Este sí que es cine policíaco del bueno, con sus ladrones guayones, los malos malísimos que no se dan por vencidos ni a la de tres, los polis corruptos, y la policía normal y corriente que siempre llega a tarde a todos los sitios. Es cierto que "La huída" -al menos la peli original- tiene ya sus años y que, vista ahora, puede parecer un poco vieja con esos coches del año de la polca, esa violencia mamporrera que llamaba la atención en los setenta pero que ahora ya se ve un tanto desfasada, y con esos estilos (de vestir, de hablar, de comportarse, etc.) que ya están pasados de moda. Pero, cuando una película con esos "contras" hace que te pases las dos horas pegado al sofá sin perderte ni un solo detalle, por algo será.
"La huída" es una película que está guapísima. Tiene un argumento súper interesante, y un ritmo que hace que siempre estén pasando cosas, hasta cuando parece que no hay nada nuevo (el momento en que McCoy ha salido de la cárcel y está relajándose con un baño, luego con su mujer planeando el último golpe, o caminando con ella después de salir de un camión de basura), siempre tienes la sensación de que, si te descuidas, te vas a perder cómo los malos los pillan, o algún chanchullo que tendrán que hacer para poder seguir adelante hasta la frontera con Méjico. No es que la misma historia sea siempre interesante, sino que la forma en que "La huída" está hecha hace que siempre esté presente esa sensación de peligro o de intriga, cosa a la que siempre ayuda la cara de sospecha de Steve McQueen.
Además, por suerte, no se andan con tonterías cuando tienen que hace una escena de acción, y los disparos son violentos (ya de entrada, cualquier disparo lo es). Aunque hay que recordar que estamos hablando de una peli de Peckinpah, lo que quiere decir que si alguien le pega un tiro a otro, fijo que hay sangre, ruido, cristales rotos y leña al mono de la buena. Pero no de forma exagerada, sino bien encajada dentro de la historia. Y, si no entendéis muy bien lo que estoy tratando de deciros con esto, no hace más falta que ver todo lo que pasa al final en ese hotel cochambroso que está cerca de El Paso. Agüita del avellano cómo dejan todo por ahí, personas incluidas.
"La huída" ha sido recordada, entre otras cosas, por el rollete que se gastaron los dos actores principales, McQueen y MacGraw (¡qué guapa era esta mujer!), que se liaron mientras lo rodaban, mucho más que por la peli en sí. Ahora bien, si tenéis ocasión de verla, aprovechadla porque es una interesante y que te mantiene en tensión desde el primer atraco que tiene que hacer el grupito, hasta el final en ese hotel cutrón. Es una película que ya tiene sus añitos encima, sí, pero no por ello deja de ser menos interesante. Como os digo, es una lección cojonuda de cómo entretener y atrapar la atención de la peña con una historia estupenda.