DIRECTOR: AKIRA KUROSAWA
REPARTO: TOSHIRO MIFUNE, MACHIKO KYO, MASAYUCKY MORY, TAKASHI SHIMURA
DURACIÓN: 88 min.
AÑO: 1950
GÉNERO: SUSPENSE
Las películas se convierten en clásicos por los más variados motivos, con independencia de la antigüedad que tengan. Así pues, a nadie le sorprendería que nos refiriéramos a films bastante recientes como "Matrix - The matrix, 1999" como clásicos del cine de ciencia ficción, o que "Up, una aventura de altura - Up, 2009" esté considerado un auténtico clásico del cine de animación. Unas veces el elemento diferenciador que convierte los films en clásicos es su ingeniosísimo guión (¿cuántas frases célebres contiene un largometraje como "Casablanca - Casablanca, 1942" o "El padrino - The godfather, 1972"?), o la planificación de determinadas secuencias (caso del asesinato en la ducha de "Psicosis - Psycho, 1961" o del cruce de piernas de Sharon Stone en "Instinto básico - Basic Instinct, 1992". Ahora bien, no son muchas las películas que pasen a formar parte de los clásicos básicos de la historia del cine por la forma en que está contada su historia, y mucho menos si se limitan a contar lo mismo una y otra vez. Bien, pues a este respecto, fue el maestro Kurosawa quien no sólo realizó uno de los films nipones más famosos de todos los tiempos, sino que definió una nueva forma de hacer cine tan fresca y sorprendente que, a pesar de haber sido "homenajeada" en más de una ocasión -curioso eufemismo para decir "copiada descaradamente"-, sigue siendo tan fresca y actual como el primer día.
A principios del año 1300, tres desconocidos se resguardan de una implacable tormenta, en un templo de las afueras de la ciudad de Kioto. Los tres han oído hablar de un curioso y violento suceso que ha tenido lugar unos días atrás en uno de los bosques de la región. En dicho suceso, uno hombre ha resultado muerto, un peligroso bandolero capturado, y una mujer, viuda del hombre difunto, forzada. Lo llamativo del caso es que, en el momento de prestar declaración, tanto los testigos presenciales de los hechos como los mismos implicados dan versiones completamente diferentes de lo ocurrido.
La realización de "Rashomon (el bosque ensangrentado)" es espectacular. Y no decimos esto porque cuente con sofisticadísimos movimientos de cámara o con una fotografía deslumbrante, sino porque cada plano parece estar estudiado hasta el más mínimo detalle para conseguir el efecto desconcertante correspondiente a cada una de las versiones. Cada descripción está contemplada de una forma diferente (de una forma más distendida y contemplativa para el campesino que descubre el cadáver del marido de la mujer, mucho más dinámica para la versión del delincuente, y con una carga emocional de lo más elevada para la versión de la mujer), y el comportamiento de los intérpretes varía magistralmente de una versión a otra -en especial el de la mujer que tantas emociones contrapuestas debe mostrar, según quién sea el que cuente la versión-.
Tal vez el impredecible y, hasta cierto punto, desconcertante final que tiene "Rashomon (el bosque ensangrentado)" pueda sorprender a más de uno, dejándole con la sensación de que le han tomado el pelo ya que, la resolución que propone, se aleja de los estilos más frecuentes de los largometrajes más recientes que siguen una estructuración similar, y cuyo desenlace sólo contiene una posible opción. Si embargo, es evidente que la realización de Kurosawa va mucho más lejos, y hace que ésta se presente como una película original hasta la médula, y pionera en un estilo de contar una historia que ha hecho escuela. Sin ir más lejos, ahí tenemos el ejemplo de largometrajes recientes como "Basic - Basic, 2003" o "En el punto de mira - Vantage point, 2008" -ambos excelentes films de suspense-, que se sirven de una construcción parecida con resultados de lo más satisfactorios.
En resumidas cuentas, "Rashomon (el bosque ensangrentado)" es una película extraordinaria que ya forma parte de la historia del mejor cine de todos los tiempos. A revisar una y otra vez.
Había oído hablar mil y una veces de esta película, pero no había conseguido aún sentarme a verla. Todos los que me decían que era estupenda (Jekyll incluido) me daban motivos diferentes, así que tampoco tenía muy claro qué podía tener una película del año de la polca, japonesa y en blanco y negro -aunque el hecho de que no fuera a color era lo de menos- para que tanta gente estuviera que no cagaba con ella. Y después de verla, puedo decir que, teniendo en cuenta todo lo que os he dicho que pensaba de ella a priori, y a pesar de ello, "Rashomon (el bosque ensangrentado)" cojonuda. Ahora bien, si la veis comparándola con las otras películas que se han hecho hoy en día, evidentemente, tiene cosas que huelen a viejo que te rilas. Así que voy a tratar de explicaros qué es lo que yo veo de excepcional en ella, y porqué creo que tiene esa fama tan universal.
En primer lugar, "Rashomon (el bosque ensangrentado)" es un clásico en el sentido más amplio de la palabra. Y eso de clásico, a mi entender, lo que quiere decir, ni más ni menos, es que esta película ha sido la primera en hacer algo que, hasta ese momento, nadie antes había hecho: contar una misma historia desde diferentes puntos de vista, de forma que cada relato no tiene nada -o muy poco- tiene que ver con el anterior. De esta forma, tú, que estás viéndola con la intención de ser más listo que todos y anticiparte a quién miente y quién no, o a saber qué pasó en realidad en el bosque, te quedas desconcertado y con bastante cara de bobo por todo lo que pueden llegar a jugar contigo hasta que la película termina.
Por supuesto, otra cosa es cómo esté hecha, interpretada, y esas cosas. Como os digo, hay que tener en cuenta que "Rashomon (el bosque ensangrentado)" tiene más de medio siglo y que, por muy hábiles que fueran los japoneses en su momento, tampoco contaban con la tecnología y las forma de actuar de los yanquis, así que no tendría mucho sentido compararla con la forma de hacer cine que tenían los primos del otro lado del charco. Pero claro, cuando ves a los actores exagerar tan a lo bestia los papeles, o esos diálogos más propios de un huevo de tiempo atrás, la verdad es que sientes un poco como un tufillo a falso que espanta. De todas formas, no hay que se bobo y quedarse sólo en esto, sino que "Rashomon (el bosque ensangrentado)" hay que verla sin querer prejuzgarla nada más empezar, porque si no, apaga y vámonos.
En cuanto a señalar algún momento en particular que se salga de lo normal, pues no sabría muy bien por dónde empezar. Supongo que ese principio, con los dos campesinos refugiándose bajo la lluvia en un tempo que está hecho mierda, y flipados por la historia que han presenciado (la de las declaraciones de los implicados en toda la movida) es bastante llamativa, o la versión de la historia en la que se cuenta cómo la mujer es la que prefiere largarse con el bandido antes que volver con su marido, animándole a matarlo para que así pueda quedar libre. En fin, no sabría con cuál quedarme porque, básicamente, cada momento de la película es único y distinto por completo a los demás.
Así que, si me aceptáis este consejo, ved "Rashomon (el bosque ensangrentado)" pero con la mente en blanco total. No queráis empezar a ver los defectos o las exageraciones de la película (creedme si os digo que tiene unos cuantos... bastantes) porque, si lo hacéis, la película os parecerá una patata de cojones. Y sería una lástima, porque no conseguiríais apreciar lo que es una grandísima película que, aunque ya sea por haber sido la primera en plantear esa historia de una forma tan original, merece la pena estar entre los grandes clásicos del cine.